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Colección En Serio, 13.
Créditos Edición en formato digital: diciembre 2020 © del prólogo: Francisco Ferrer Lerín, 2018 © de la traducción: Laura Fólica, 2018 © de la presente edición: La Fuga Ediciones, 2020 © de la imagen de cubierta: Ana Rey, 2018 Corrección y revisión: Andrés Ehrenhaus Diseño gráfico: Tactilestudio Comunicación Creativa ISBN: 978-84-123107-3-3 Todos los derechos reservados: La fuga ediciones, S.L. Passatge de Pere Calders, 9 08015 Barcelona info@lafugaediciones.es www.lafugaediciones.es Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, la fotocopia o la grabación sin el permiso expreso de los titulares del copyright.
La ciencia no respeta nada Alphonse Allais La ciencia no respeta nada Prólogo de Francisco Ferrer Lerín Selección y traducción de Laura Fólica
Biografía Alphonse Allais (1854-1905) Pertenece a esa perdida estirpe mundana de hombres educadamente avanzados a su tiempo. Escritor de humor en el sentido más químico del término, precursor patafísico de Vian o Ionesco, admirado por Breton y los surrealistas, fue también un pionero de la fotografía, pintor monocromático, científico desaforado, inventor del café soluble y colaborador incansable de un amplio abanico de publicaciones periódicas entre las cuales el folletón bohemio Le chat noir. Su humor impropio, basado en el absurdo y en juegos de palabras, lo convirtió en uno de los personajes más famosos de la Belle Époque parisina. Murió en 1905 por una embolia pulmonar dejando una inmensa obra literaria, en mayoría inédita en castellano.
Prólogo. La ironía de Monsieur Allais
Nota a la edición
La ciencia no respeta nada, o casi nada
Dios
Collage
El colmo del darwinismo
Extraña muerte
El lenguaje de las flores
Idilio moderno
La pipa olvidada
Una idea luminosa
El hijo de la bala
Una nueva iluminación
Nuevos usos del teatrófono
Toda la verdad sobre la Exposición de Chicago
Vegetales de paseo
Un poco de mecánica
Los árboles que temen a los corderos
Automoburlismo
Venturosa influencia del sistema decimal en la cuestión obrera
Una curiosa industria fisiológica
Secuelas en la embriaguez en los conejos
Fuera de temporada
Utilización de la Torre Eiffel para 1900
Un curioso asunto legal
Ebanoide
Sobre algunas reformas cósmicas
Charcutería estética
Vegetarianismo integral
Pauperomobilismo
Reclamación al señor al señor Mougeot
Pongámonos sobrios o el cabaret asesinado por la clínica
La agonía del papel
Reciclar ante todo
Mareo
¡Viva el emperador!
Per amica silentia lunae. La luna es un pez
Mortambulismo
¿Dónde se detendrá la ciencia?
En Serio,
13.
Edición en formato digital: diciembre 2020
© del prólogo: Francisco Ferrer Lerín, 2018
© de la traducción: Laura Fólica, 2018
© de la presente edición: La Fuga Ediciones, 2020
© de la imagen de cubierta: Ana Rey, 2018
Corrección y revisión: Andrés Ehrenhaus
Diseño gráfico: Tactilestudio Comunicación Creativa
ISBN: 978-84-123107-3-3
Todos los derechos reservados:
La fuga ediciones, S.L.
Passatge de Pere Calders, 9
08015 Barcelona
info@lafugaediciones.es
www.lafugaediciones.es
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, la fotocopia o la grabación sin el permiso expreso de los titulares del copyright.
Alphonse Allais
La ciencia no respeta nada
Prólogo de Francisco Ferrer Lerín
Selección y traducción de Laura Fólica
Alphonse Allais
(1854-1905)
Pertenece a esa perdida estirpe mundana de hombres educadamente avanzados a su tiempo. Escritor de humor en el sentido más químico del término, precursor patafísico de Vian o Ionesco, admirado por Breton y los surrealistas, fue también un pionero de la fotografía, pintor monocromático, científico desaforado, inventor del café soluble y colaborador incansable de un amplio abanico de publicaciones periódicas entre las cuales el folletón bohemio Le chat noir. Su humor impropio, basado en el absurdo y en juegos de palabras, lo convirtió en uno de los personajes más famosos de la Belle Époque parisina. Murió en 1905 por una embolia pulmonar dejando una inmensa obra literaria, en mayoría inédita en castellano.
La ironía de Monsieur Allais
de Francisco Ferrer Lerín
Quizá una aproximación certera a la biografía de Charles-Alphonse Allais (1854-1905) debiera empezar diciendo que Allais fue un normando enterrado en el cementerio parisino de Saint-Ouen cuya tumba fue hecha trizas durante un rutinario bombardeo de la raf, a finales de la segunda guerra mundial, en 1944. Un hombre hecho para la ciencia a quien su pasión irrefrenable por el absurdo condujo al terreno del humor, a la escritura de textos breves que prefiguraron movimientos fundamentales en la historia de la literatura y, en general, de todas las artes. Un joven a quien su padre farmacéutico echa de casa al descubrir que elabora y vende falsos medicamentos, y que, huido a París, participa en la creación de varias sociedades literarias de ingeniosa filosofía y sorprendentes rótulos: Los Hidrópatas, por su aversión al agua, Los Fumistas, por su condición burlona, y Los Hirsutos, broncos e inconformistas.
Inteligente, algo misógino, de aspecto bonachón, publicó, durante un cuarto de siglo, un sinnúmero de historias y artículos de actualidad, todos ellos cuajados de un humor punzante que roza a veces el humor negro. Lo moderno, los avances científicos, la religión, los pobres, el ejercicio de la medicina, el ejercicio de la abogacía, el patriotismo, los movimientos obreros, los nuevos ricos, los negros, lo exótico, la tacañería empresarial, el chovinismo, el higienismo, el consumo de alcohol, el reciclaje, los vegetarianos, los animalistas, todos son tratados con gran desparpajo y suculenta ironía. A veces, por ejemplo en Una nueva iluminación, nos parece estar ante los bizarros Inventos del tbo, del Profesor Franz de Copenhague. Otras veces, como en La pipa olvidada y La agonía del papel, despliega su dimensión precursora, casi visionaria, en una sátira inversa del abuso de nuestros teléfonos móviles y en la crítica del consumo desaforado de papel como una de las principales causas de la deforestación.
La presente antología, titulada como el primero de los relatos recogidos, La ciencia no respeta nada, es una significativa muestra, tan desopilante como variada, de uno de sus temas favoritos. Se da en Allais una atracción inevitable por la contradicción que ya en sus tiempos suscitaba la idea de progreso y el vértigo con que los avances científicos parecían arrojar a la humanidad en los inciertos brazos del futuro. Esa embriaguez no podía pasar desapercibida para una nariz tan fina e irónica como la suya, más aún cuando él mismo aprovecharía su ingenio para meter las manos en la masa de la invención tanto científica como literaria. Esta luminosa selección incrementa aún más el carácter adictivo que tiene su lectura; los cuentos de Alphonse Allais enganchan por sí mismos y, aún más, cuando se benefician de una planificación rigurosa y ajustada.
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