Uribe Castro, Hernando
Destruir la naturaleza para rediseñar el territorio: el caso del Valle Geográfico del Río Cauca, Colombia / Hernando Uribe Castro.-- Primera edición.-- Cali: Programa Editorial Universidad Autónoma de Occidente, 2020. 123 páginas, ilustraciones.—(colección investigación)
Contiene referencias bibliográficas.
ISBN: 978-958-619-061-9
1. Valle del Cauca. 2. Desarrollo regional. 3. Desecación de los territorios. 4. Canalización de ríos. 5. Río Cauca. I. Universidad Autónoma de Occidente.
338.986152- dc23
Destruir la naturaleza para rediseñar el territorio: el caso del valle geográfico del río Cauca, Colombia
Instituto de Estudios para la Sostenibilidad
Grupo de Investigación en Conflictos y Organizaciones
© Hernando Uribe Castro
ISBN Epub: 978-958-619-061-9
ISBN pdf: 978-958-619-060-2
Primera Edición, 2020
Gestión Editorial
Director (E) de Investigaciones y Desarrollo Tecnológico
Alexander García Dávalos
Jefe Programa Editorial
José Julián Serrano Quimbaya
jjserrano@uao.edu.co
Coordinación editorial
Pamela Montealegre Londoño
pmontealegre@uao.edu.co
Corrección
Luisa María Vidal
Diagramación y diseño
Melissa Zuluaga Hernández
© Universidad Autónoma de Occidente
Km. 2 vía Cali-Jamundí, A.A. 2790, Cali, Valle del Cauca, Colombia.
El contenido de esta publicación no compromete el pensamiento de la Institución, es responsabilidad absoluta de su autor.
Personería jurídica, Res. No. 0618, de la Gobernación del Valle del Cauca, del 20 de febrero de 1970. Universidad Autónoma de Occidente, Res. No. 2766, del Ministerio de Educación Nacional, del 13 de noviembre de 2003. Acreditación Institucional de Alta Calidad, Res. No. 16740, del 24 de agosto de 2017, con vigencia hasta el 2021. Vigilada MinEducación.
Diseño epub:
Hipertexto – Netizen Digital Solutions
A Jesús Alfonso Flórez López y Elizabeth Muñoz.
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
Capítulo 1.
DESTRUIRN ATURALEZA
¿OBRAS DE INTERÉS PÚBLICO O MERCADO DE LA TIERRA?
Capítulo 2.
DESECAR PARA
ADECUAR EL TERRITORIO VALLECAUCANO
Capítulo 3.
REDISEÑAR EL
TERRITORIO
A MODO DE CIERRE
REFERENCIAS
ANEXOS
NOTAS AL PIE
INTRODUCCIÓN
El presente libro es un producto de la investigación dirigida por el autor; titulada “Procesos modernizadores y modernizantes en Santiago de Cali”, realizada entre 2017-2019, financiada por la Dirección de Investigaciones y Desarrollo Tecnológico de la Universidad Autónoma de Occidente.
Una de las tareas que se la ha dejado a la ciencia es la de cazar mitos, confrontar realidades y desvelar las falsas transparencias con las que se ocultan los hechos. Uno de esos mitos tiene que ver con las bases sobre las que reposó el denominado “desarrollo regional” del Valle del Cauca. Se debe decir de inmediato que el Valle del Cauca es producto de la injerencia humana, de un grupo de la élite política y económica que movilizó todos sus esfuerzos políticos, tanto locales, como regionales y nacionales, para acentuar el crecimiento económico y hacer de esta región un lugar privilegiado para las actividades agrícolas y agroindustriales. De hecho, esta región se considera un ejemplo de desarrollo para el país.
Sin embargo, lo que no se dice es que, para alcanzar tal propósito se destruyó naturaleza para construir territorio. Se interrumpió la dinámica natural que caracterizaba este valle de inundación que tiene como eje todo el sistema hídrico del complejo del río Cauca. Pero no cualquier territorio, sino uno que fuera apropiado para la visión de mundo que poseía la dirigencia regional política y económica de la época, en la que existía una idea de naturaleza y, por supuesto, unos intereses económicos. Realizaron lo que sería —extrapolando el concepto de Joseph A. Schumpeter (1996)— una “destrucción creativa”: destruir para construir, destruir para innovar, destruir lo viejo para producir lo nuevo; destruir para desarrollar.
Expresándolo en otras palabras, como lo explica Leff,
La degradación ecológica es la marca de una crisis de civilización, de una modernidad fundada en la racionalidad económica y científica como los valores supremos del proyecto civilizatorio de la humanidad, que ha negado a la naturaleza como fuente de riqueza, soporte de significaciones sociales, y raíz de la coevolución ecológico-cultural. (Leff, 2004, p. 181)
Es posible que esta dirigencia del Valle del Cauca, de principios de siglo XX, no percibía que las obras realizadas en la construcción del territorio produjeran daños en la naturaleza. Esos daños, y sus efectos a largo plazo, hoy se pueden observar con mayor claridad por la ventaja de la distancia temporal respecto a los primeros años del siglo XX, así como por la acogida que, durante las últimas décadas, y poco a poco, están teniendo los discursos ambientales y ecologizados, que han impregnado de algún modo unos imaginarios sociales sobre ver y percibir el mundo en su propia naturaleza.
Durante ese mismo siglo, la construcción territorial del Valle del Cauca se fue desarrollando, mientras surgía con fuerza en el mundo la racionalidad ambiental, las organizaciones internacionales ambientales, las políticas y los marcos normativos de protección de la naturaleza. Por ello, con la ventaja que hoy existe, los procesos de intervención territorial deben hacerse teniendo en cuenta los nuevos marcos normativos y de responsabilidad con el planeta. No podría pedírsele a esos hombres y mujeres impulsores de este modelo territorial y económico en el valle del río Cauca de finales del siglo XIX y principios de siglo XX, lo que sí se debería pedir hoy a la alta dirigencia local, regional y nacional.
No podría suceder que, con todo este contexto actual, en donde lo ambiental y ecológico deben estar presentes como principios éticos y de responsabilidad, se permitieran decisiones que produjeran daños ecosistémicos irreparables. Por ello, es muy importante la vigilancia que pueda ejercer la sociedad civil, los intelectuales y académicos, las comunidades y pueblos, así como los grupos políticos y movimientos sociales, por evitar un mundo que vaya rumbo a la destrucción. Vigilantes no solo de los proyectos y programas implementados y sus respectivos efectos socioambientales, sino también de los discursos y argumentos, y de todo el mercado lingüístico, del que se apropian los agentes destructores de vida, para legitimar y lograr sus intereses basados en el reduccionismo económico de la existencia. Es muy importante la acción colectiva que defiende la tierra, el agua, los boques, así como las propuestas y alternativas frente a los modelos destructores de vida.
El hecho de que hoy el valle geográfico del río Cauca posea aproximadamente 243 232 hectáreas sembradas con cultivos de caña de azúcar (Asocaña, 2018, p. 11) de las 396 250 hectáreas que posee la zona plana, da una idea sobre el proceso de toma de decisiones que se dio en todos los niveles de la injerencia política y económica local, regional y nacional, e incluso internacional a lo largo de todo este tiempo, gracias al cual hoy se tiene un valle geográfico monopolizado por cultivos cañeros, cuya dinámica ecosistémica fue intervenida por las obras de infraestructura llevadas a cabo, por mencionar algunas; Represa de la Salvajina, diques y el control-canalización de las aguas del río Cauca y de todos los afluentes, así como por la extracción y uso de las aguas subterráneas y superficiales para garantizar el riego de las hectáreas sembradas. (Uribe, 2017, p. 12)
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