Objetivos
Con todos estos principios básicos, la gestión de tesorería persigue, entre otros, los siguientes objetivos operativos:
1 Optimizar la rentabilidad de los fondos ociosos, contribuyendo con ello a la minimización de costes de oportunidad.
2 Maximizar la disponibilidad diaria de fondos.
3 Presupuestar periódicamente la tesorería, lo que contribuye a la eficiencia global en la gestión de la liquidez.
4 Reducir el recurso al crédito, consiguiendo una minimización de los costes financieros.
4. Diferencia según sectores y tamaños
Hasta ahora solo se ha explicado el término cash-management y se ha definido como el conjunto de medidas estratégicas y organizativas que afectan a los flujos monetarios y, en definitiva, a los resultados financieros de una empresa.
Sin embargo, no se ha comentado de dónde proviene el término cash-management . La primera parte del vocablo significa liquidez (cash) y la segunda alude a la gestión (management), implicando esta última el análisis, mejora, eficiencia y búsqueda del beneficio. La unión de ambas refleja el análisis y la mejora de la gestión de la tesorería, cuyo objetivo es la obtención de beneficios.
La gestión activa de la tesorería como estrategia para la búsqueda del beneficio.
Es importante señalar que esta gestión de la tesorería no es única para todas las empresas, sino que dependerá del tipo de empresa, sector al que pertenezca, tamaño, etcétera, por lo que en algunos casos se encontrarán limitaciones para poder desarrollarla.
Nota
Los flujos monetarios existentes en la actividad económica de una empresa serán dispares según sea el tamaño y el sector económico en que se mueva esta. Por ello, es necesario adaptar las soluciones del cash-management a cada empresa.
Es prácticamente imposible encontrar dos empresas similares. Lo habitual es que existan multitud de elementos y componentes que las diferencien, por lo que la problemática del cash-management se estructura alrededor de múltiples factores, entre los que cabe destacar:
FACTORES |
Número y tipología de clientes. |
Condiciones de crédito otorgadas a los clientes. |
Tipo de canales e instrumentos de cobro utilizados. |
Número y tipología de proveedores. |
Condiciones de crédito obtenidas de los proveedores. |
Tipo de instrumentos de pago utilizados. |
Número y tipología de centros gestores de flujos monetarios. |
Tipo de líneas de financiación e inversiones usadas. |
Número y tipología de bancos. |
Se podrían añadir gran cantidad de factores por los que una empresa puede diferenciarse de otra, por lo que es prácticamente imposible encontrar un mismo modelo de gestión de la tesorería para dos o más empresas.
Además de lo que se acaba de señalar, una vez encontrado el modelo óptimo de gestión activa de la tesorería para una empresa, este no puede permanecer inamovible, sino que debe ir evolucionando. Esto es debido a la multitud de cambios que experimentan las organizaciones debido a factores como la evolución del sistema financiero, los cambios en el sistema bancario, en la competencia, en la demanda, etcétera. En definitiva, la empresa debe adaptar los sistemas a los cambios organizativos.
5. Reforzamiento de la función financiera
La función financiera tiene un doble empleo en la empresa, por un lado, es la encargada de crear estrategias y tomar decisiones en relación a las inversiones (estructura económica) y, por otro, lleva a cabo la disposición de los recursos financieros para poder acceder a la financiación (estructura financiera).
Así pues, se puede considerar dicha función financiera como la encargada de administrar y controlar los recursos financieros necesarios para llevar a cabo la actividad de la empresa.
Nota
Buscará en todo momento acceder a dichos recursos financieros al mínimo coste posible y, una vez obtenidos, emplearlos para seleccionar las distintas inversiones, intentando que generen la máxima rentabilidad.
Es posible también delimitar la función financiera, con R.J. Ruíz Martínez y A.M. Gil Corral (La planificación financiera de la empresa, 2000), como: “el área de la actividad empresarial dedicada a la obtención de recursos financieros y a su gestión eficiente”.
Una de las tareas principales de esta función, además de las de planificar y controlar las inversiones, relacionarse con el mercado de capitales y llevar a cabo la gestión crediticia, es la de gestionar los cobros y pagos. Y todo ello de forma que respondan a los objetivos empresariales previamente establecidos.
Por lo tanto, la gestión de la tesorería resulta fundamental para el buen funcionamiento del sistema financiero. El cash-management propugna, desde el punto de vista financiero, por una visión globalizada de la empresa, un nuevo enfoque en el que esta se desarrolle y actúe frente a su entorno como un bloque único y coordinado.
El resultado es que la empresa presenta una imagen muy favorable frente al exterior, ayudando a mejorar las relaciones con clientes y proveedores. Para ello compra o vende teniendo en cuenta sus costes financieros e invierte excedentes u obtiene recursos a corto de sus clientes y proveedores.
Para alcanzar la situación expuesta, es necesario que los responsables del sistema financiero logren formar y motivar al resto de la empresa y, en especial, a vendedores y compradores.
Nota
Es una labor compleja, pero, en contrapartida, recibe un reforzamiento de su papel en el esfuerzo de todos en mejorar la cuenta de resultados.
En definitiva, una vía, a través de las finanzas y del cash-management , para la obtención del beneficio.
6. Autochequeo del cash-management
Antes de entrar en el significado del autochequeo del cash-management y en el procedimiento para llevarlo a cabo en la empresa, es preciso conocer los puntos esenciales en los que se basa dicho cash-management , los cuales, según el Manual práctico de gestión de tesorería de empresas de Josu Imanol Delgado Ugarte, son:
1 La racionalización de los flujos de cobros y pagos.
2 La inversión óptima de todos los excedentes de tesorería.
3 La optimización de todas las vías de financiación.
4 La negociación adecuada con las entidades financieras del coste de los servicios que se demandan de ellas.
Las herramientas utilizadas para realizar una adecuada gestión de la tesorería permiten obtener mejoras significativas en la cuenta de resultados de una empresa. Esto hace que, en cualquier organización, sea aconsejable la adopción de técnicas de cash-management , pues este centra su acción siempre sobre el aspecto precisamente monetario, lo cual hace que todas las empresas, desde esta perspectiva, sean más o menos análogas.
Recuerde
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