iii) Luego, tras finalizar el periodo regulatorio, corresponde al regulador estudiar la evolución del mercado y reiterar el proceso de la etapa inicial: definir la cesta, ponderarla y tomar en cuenta la previsión de la eficiencia de la empresa para fijar el nuevo IPC-X.
El objetivo teórico de la regulación precio tope es replicar el equilibrio de largo plazo de la competencia perfecta, donde los precios cubren los costos marginales y los costos medios. Para ello, esta metodología fija un precio máximo para los servicios que brinda la empresa. Así, la empresa puede aumentar sus ganancias, siempre y cuando ahorre en costos (Barrantes, 2019).
Se evidencia que aplicar el IPC-X ofrece flexibilidad a la empresa regulada, toda vez que esta metodología le permite variar sus precios cuando se advierten cambios en el mercado. Asimismo, facilita la labor del regulador, pues este solo se limitará a fijar los parámetros iniciales y luego únicamente realizará actividades de supervisión en el transcurso del periodo regulatorio.
Sin embargo, la regulación, a través del price cap, también presenta dificultades:
– Afectación a la calidad
Fijar la tarifa, bajo la regulación del price cap, puede comprometer la calidad del servicio como consecuencia de incentivar a las empresas a reducir costos. Así, Brennan (1989) explica que, si los límites de precios no están vinculados de alguna manera a la calidad, la empresa regulada puede tener incentivos para reducir la calidad de forma ineficiente con el fin de tener mayor control de la variación de precios. Sin embargo, este riesgo puede ser disminuido si se establece estándares de calidad y también si se realiza actividades de fiscalización del ente regulador.
– Dificultad en definir el precio inicial
La metodología del price cap no establece la manera en cómo debe fijarse el precio inicial, siendo una actividad compleja definir dicho precio. Bel et al. (2009) indican que antes de aplicar el IPC-X los precios de la industria deben estar reequilibrados. Esto implica aumentar o reducir los precios de los servicios para ajustarlos a los costes, porque si se aplica la regulación antes de reequilibrar los precios la empresa regulada, puede actuar estratégicamente para obtener beneficios. En la misma línea, es muy importante que el regulador saque de la cesta de servicios regulados con el IPC-X a aquellos que se comercializan de forma competitiva. Así, la empresa no tiene posibilidad de actuar estratégicamente para perjudicar a la competencia.
– Dificultad en definir el periodo regulatorio
Asimismo, la metodología del price cap tampoco define criterios para determinar el periodo regulatorio. Debido a ello, se debe considerar que, si el periodo regulatorio es demasiado largo, perjudica a los consumidores porque retrasa la repercusión en los precios de las mejoras de productividad, pero si, por el contrario, es demasiado corto, las empresas tienen menos interés en reducir los costes, dado que rentabilizan su eficiencia durante menos tiempo (Bel et al., 2009).
Debemos precisar que este método de regulación es preferible en aquellos entornos donde la prioridad es inducir a la empresa regulada a emplear su infraestructura existente de manera más eficiente (Armstrong y Sappington, 2007).
5.4. Regulación por comparación (Benchmarking)
Baldwin et al. (2012) explican que, usualmente, al inicio del periodo de control de precios existe una brecha entre el desempeño real de una empresa regulada y las mejores prácticas. Es probable que la brecha sea grande al comienzo, pero si la regulación price cap funciona correctamente, debería disminuir con el tiempo. Sin embargo, para hacer frente a la brecha, el regulador debe decidir qué tan rápido es razonable cerrarla. En este escenario, aplica la regulación por comparación.
El benchmarking es un método de regulación por incentivos que se utiliza habitualmente para regular, simultáneamente, a varias empresas que disfrutan de un monopolio regional. Consiste en recoger información de la actividad y funcionamiento de cada una de las empresas reguladas con el fin de estimar una función de costes eficientes para el sector. Esta función de coste es utilizada, posteriormente, por el regulador para establecer los precios (Bel et al., 2009).
Entonces, en virtud de la regulación por comparación, el precio se determina en función de la información de empresas que no compiten entre sí, pero tienen una similitud de costos. A partir de ello, el regulador puede construir una curva de costos mínimo eficientes, de tal manera que las empresas con costes inferiores a los niveles de referencia se consideran eficientes y las que se sitúen por encima de ellos son ineficientes. Para este último caso, el ente regulador puede exigir un mayor esfuerzo para reducir los costos.
Debemos indicar que la principal dificultad de la regulación por comparación radica en determinar los factores que se compararán de las empresas, pues en caso se observen factores ineficientes, se determinará una curva de costos también ineficientes.
Al respecto, Bel et al. (2009) sostienen que el proceso de cálculo de la curva de eficiencia debe tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar, es necesario definir un indicador de la productividad de las empresas para identificar a las más eficientes. El segundo factor que el regulador ha de considerar son los precios medios de cada empresa, estableciendo las ponderaciones que corresponden a los precios de los diferentes servicios que ofrece. En tercer lugar, es importante tener en cuenta que los precios deben garantizar la viabilidad financiera de la empresa regulada. Aunque la existencia de beneficios puede ser un indicador de eficiencia, no es menos cierto que hay otros elementos que pueden influir en la cuenta de resultados. Finalmente, el regulador ha de asegurarse de la calidad de los servicios que la empresa proporciona a los usuarios.
5.5. Regulación por empresa modelo (yardstick competition)
La regulación por empresa modelo consiste en comparar empresas similares del mismo mercado y establecer un modelo de costes que permita medir la eficiencia de las empresas comparadas.
Este tipo de comparación se denomina “yardstick competition”. Shleifer (1985) desarrolla este tipo de regulación explicando que se refiere a la regulación simultánea de empresas idénticas o similares. Bajo este esquema, las recompensas de una empresa determinada dependen de su posición frente a una empresa en la sombra (empresa modelo), construida a partir del promedio adecuado de las opciones de otras empresas del grupo. Por lo tanto, cada empresa se ve obligada a competir con su empresa oculta. Si las empresas son idénticas o si la heterogeneidad se tiene en cuenta de manera correcta y completa, el resultado de equilibrio es eficiente.
En la práctica, este tipo de regulación se aplica fijando a cada una de las empresas un precio que considera la eficiencia de la totalidad de las empresas de un sector. Esto ocasiona que cada empresa del sector tenga motivos para comportarse de forma más eficientes, pues cuando sus costos sean menores que los que se le fija obtendrá beneficios. En caso contrario, si la empresa muestra costes inferiores, podrá incurrir en pérdidas que la estimulen a tratar de reducir sus costos.
La principal ventaja de este método de regulación es que la comparación de costes de empresas del mismo sector permitirá al ente regulador conocer, a mayor detalle, la estructura de costos de las empresas y el funcionamiento de las mismas. De esta manera, se estaría reduciendo la brecha de la asimetría de información.
Respecto a las dificultades que se presentan al momento de aplicar este tipo de regulación debemos considerar las siguientes:
– Unificar estructuras de costos diferentes
Читать дальше