Antonio Gallo Armosino S J - El Acontecer. Metafísica
Здесь есть возможность читать онлайн «Antonio Gallo Armosino S J - El Acontecer. Metafísica» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:El Acontecer. Metafísica
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:4 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
El Acontecer. Metafísica: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Acontecer. Metafísica»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
El Acontecer. Metafísica — читать онлайн ознакомительный отрывок
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Acontecer. Metafísica», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
5 La otra dimensión de los actos afirma que un acto de la conciencia «es un acto de mí mismo» ( loc. cit. , p. 24), me pertenece: El acto, como una unidad visualizada por la conciencia, es una realidad experimental puesta en luz por la intuición. Como tal, es anterior a la conciencia, y la conciencia como conciencia de algo, depende del acto que se considere. Pero en este nivel primitivo no puede afirmarse de repente que se trata de un «acto de mí mismo» o que sea de mi propiedad. Es simplemente un «acto» que habrá de analizar, incluso si se trata de un acto de experiencia intelectual: Figura 10 Nadie me demuestra que es «mi acto».No es conceptual, sino un dato.Yo lo veo: entra en mi campo de conciencia.Es mi experiencia en cuanto despierta mi conciencia, le da vida y ser.Se me da originariamente. En cada acto, la experiencia se da progresivamente: hace frente, es evidente, es paralela, es potencial, es posible. Lo evidente se da como iluminación clara; lo complementario, como un avance en el descubrimiento (de un paso a otro); lo escondido, como posibilidad sugerida, por la apertura del ser en un acto que continúa o en una serie de actos. Puede considerarse existencia (proyección), pero no deja de ser experimental.De manera contraria, el escolástico confunde e identifica la conciencia con la experiencia. No se da cuenta de que la conciencia nace de la experiencia, es fenoménica. Y esto vale también para las experiencias meramente intelectuales, que siempre preceden la conciencia. Veo que: (2 = 2), (3 < 5 ), (7 > 2), (400 # 401); (derecha # izquierda) y (derecha e izquierda son «simétricas»), (la cabeza está «arriba» de los pies), etc. Las experiencias de actos intelectuales no son reales, lo cual no significa de que no sean experiencias: se experimentan como actos no reales, pero mentales; los conceptos no son cosas, pero son entidades mentales. En tales actos, yo me siento involucrado en el acto mismo. En ellos, el «yo» se descubre y surge; el «yo» se define a través de actos de vida, intuitivos y vivientes, o seres. El «yo» se perfila en tales actos, hay mucho camino que recorrer antes de declararlos «actos de mí mismo». Como si el «yo» estuviera ya hecho, constituido, existente, antes de sus actos, individualizado, y por tanto separado de tales actos, que se supondrían ser de su propiedad. Esta «separación» inicial afecta, posteriormente, a toda la concepción escolástica del ser: yo y el otro, el yo y el «no yo», lo de dentro y lo de fuera, lo propio y lo extraño, como si fueran cosas independientes y bloqueadas en su ser abstracto. En el camino hacia el «ser del yo», desde el «es» experimental (un ser particular), el acto de experiencia precede a la reflexión de la conciencia (intencionalidad): la existencia precede la esencia. Sin embargo, al mismo tiempo se da la consciencia reflexiva que analiza el acto en cuanto tal y descubre la presencia de su propio yo, a pesar de las variaciones de la intuición experimental. Es diferente el caso de las «intuiciones intelectuales», las cuales se dan en la propia mente. Sus dimensiones son: necesidad, oposición, analogía, identidad de entidades racionales. También son evidentes, pero poseen otra clase de ser, es decir, otra región del ser con valores, formas y relaciones espirituales.
6 Es más fácil y superficial hablar de los «actos» que se dan en la experiencia sensible, en una intuición espacio-temporal. Sin embargo, los actos que se dan en una intuición intelectual son más evidentes, más estables que las experiencias sensibles. En estos, la presencia del «actor», que soy yo, adquiere nuevas dimensiones mucho más poderosas y generales. La razón se encuentra en la proximidad inmediata del «ser» intelectual y espiritual. No se da un «yo conozco genérico», sino solamente un «yo conozco… este objeto», indicado por este «acto». No se da una conciencia prefabricada a la cual se le aplica un «ser acto», sino que se produce un «acto» en el que se genera la «conciencia de ser...» ( loc. cit. , pp. 24-25). Es arbitrario afirmar que algo se extiende «más allá de mi experiencia»; no hay un más allá de la experiencia. La experiencia misma es la que «viene a ser». No hay un más allá ni un más acá, sino un «es» que crece en todas las dimensiones, una de las cuales será el «yo», pero no es la única. Aquí recordamos la espléndida frase de El banquete: «la mortalidad encierra la inmortalidad». Siempre se trata de experiencia. Al contrario, el escolástico ve la experiencia desde la conciencia ( ibid. , pp. 25-26).
Figura 11 ![]() |
7. El primer ser es el de la experiencia originaria. En la experiencia se manifiesta el «es» (es evidente, hace frente). ¿A qué se debe este «manifestarse»? Solo es la prioridad de la experiencia «en acto», o el ser de la experiencia, que es la que revela. Revelar es hacer ver: hacer ver sus posibilidades actuadas (en el acto).
Utilicemos un ejemplo concreto:
Camino por la calle y atravieso la calzada por esta pasarela. Primero veo la pasarela; esta es una experiencia previa. Ahora, al pasar, la pasarela es cosa previa: la veo, la paso.
1 El pasar es este acto que reúne la pasarela con el usuario, es decir, el transeúnte.
2 El acto es de los dos: ambos realizan ese doble acto. El acto es doble, actúa en mí y en la cosa de manera diferente. Al primero lo hace pasar; a la otra, la deja ahí.
3 La pasarela no pasa... hace pasar al hombre. En este «hacer pasar», actúa (¿o es actuada?).
4 El viajero pasa (en, con, por) la pasarela. Ambos unidos y contrarios. Sin esta unidad no habría acto; sin la diversidad, nadie pasaría. La unidad lleva la duplicidad en sí.
5 La pasarela no hace nada... solo está ahí, pero no solo deja pasar, lo hace.
6 El arbolito que está al lado de la pasarela, también deja pasar, pero no actúa ni es pasarela.
7 El «acto» es acto del pasajero: es moverse; son dos actores.
8 Es acto de la pasarela (resistir, acompañar, llevar, dejar pasar).
9 No pueden darse por separado: si hay un acto, es doble (o múltiple).
10 No son iguales: cada uno actúa a su modo; son dos vertientes contrarias, opuestas.
11 El acto mismo, en cuanto realización, también es doble: es uno y doble [¿aporía?, ¿contraste?]. La doble cara del acto del pasar –la experiencia– tiene dos contenidos: yo paso –me vuelvo pasajero–, esta cosa rige, se vuelve pasarela = «es» (estoy en el acto-está en el acto). El acto es:
Figura 12
La palabra límite entre los dos no es muy apropiada. El límite limita... ¿a quién?, ¿qué es el límite entre los dos? El límite, en este acto, no es una línea divisoria. Es un contacto trenzado de fuerzas... colaboración. El límite no debería ser ni yo ni la pasarela. Pero esto no es posible porque «es» ambos; va en contra de la línea del nihilismo: la nada. No es nada porque es ambos. Tampoco puede decirse que «se refieren el uno al otro» ( ibid., p. 27); no solo se refieren, interactúan en un proceso largo y continuo, coexisten y coactúan. El referirse sería solo un concepto, mientras interactuar es una dinámica que evoluciona: actúan dos fuerzas dispares. Antes de llamar «no yo» a uno de los dos opuestos es necesario percibir la «unidad múltiple», una unidad de opuestos. Estos se intuyen y pueden ser dos o más. [La pasarela no solo rige y resiste, sino que también orienta, condiciona].
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «El Acontecer. Metafísica»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Acontecer. Metafísica» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «El Acontecer. Metafísica» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.