Pedro Rubén Piñol García - Ecos

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Sinopsis Sinopsis La fantasía del niño no emula ningún pasado, / es un presente sincero que da vida a lo gastado, / es una luz sibilina de un fulgor arrebatado / o una espada afilada que rasga los velos falsos. / La fantasía del niño se apaga, sin remediarlo, / con la carrera del tiempo que avanza hacia el ocaso / tan repleta de imposturas y sofismas acerados / que asesinan y sepultan la verdad con otro canto.

Ecos

ECOS DE LA COTIDIANIDAD ECOS DE LA COTIDIANIDAD

PAPEL PAPEL Papel perdido que aguarda su bosquejo como la nave tras largos horizontes, donde sirenas se muestran lisonjeras para atraer a bellos pescadores. Papel en blanco que aguanta su pureza como la nieve de altos miradores, donde los hombres no hallaron su certeza y las pisadas no hollaron esplendores. Papel doblado que aguanta su misterio como una carta blandiendo sus razones, porque la duda anida tras lo cierto y la verdad se viste de ficciones.

LAS PALABRAS LAS PALABRAS Las palabras que convencen a menudo son los dardos de la pasión más tenaz porque rinden con halago. Palabras de un bello amor que cautivan por lo escaso, por complemento vital de los cuerpos que se han dado. Palabras de un buen amigo malgastadas sin naufragio, pero incólumes al tiempo que las vuelve boca abajo. Palabras del orador plagadas de bellos trazos que esconden, muy a menudo, sus espinas y su engaño. Palabras de la razón, lo evidente y lo más claro, casi siempre incorruptibles como el oro que es escaso.

DIÁLOGOS DE VERANO DIÁLOGOS DE VERANO Diálogos de verano, generados por sistema, al albur de las comidas, de la cena o de la fiesta. Diálogos insumisos, pervertidos en su esencia, porque nunca son veraces, son el humo que se eleva. Diálogos de vacaciones, alejados de su prenda que fingen ser las razones del tiempo que se recrea. Diálogos de familia, perdidos tras las esferas de concesiones falaces, de mentiras y quimeras. Diálogos de falsedad, donde lo cierto no cuenta; no cuenta porque es secreto y es falso por conveniencia.

EL HOMBRE INCAUTO ACOMODA EL HOMBRE INCAUTO ACOMODA El hombre incauto acomoda la razón de su existencia con ilusiones muy vanas y presagios que se estrellan. El hombre incauto acomoda la retahíla de sus penas con falsas explicaciones por temor a lo que espera. El hombre incauto acomoda a la luz entre tinieblas, aunque sea un fuego fatuo que huye y apenas quema. El hombre incauto acomoda la solución más sincera con un juego de palabras que posponen a la empresa.

LA FANTASÍA DEL NIÑO LA FANTASÍA DEL NIÑO La fantasía del niño no emula ningún pasado, es un presente sincero que da vida a lo gastado, es una luz sibilina de un fulgor arrebatado o una espada afilada que rasga los velos falsos. La fantasía del niño se apaga, sin remediarlo, con la carrera del tiempo que avanza hacia el ocaso tan repleta de imposturas y sofismas acerados que asesinan y sepultan la verdad con otro canto.

EL PRUDENTE

TAL VEZ, NUNCA ALCANCEMOS

MATICES DE LA OPRESIÓN

SI BUSCAMOS

LA QUIETUD

NO EXISTE

LOS SUEÑOS

CERTEZAS

EL CANTO DE LAS SIRENAS

LAS APARIENCIAS

EN TORNO AL TIEMPO

ECOS DE LA DIVERSIDAD

SEAMOS, PUES, VAGABUNDOS

LA LUNA

BIÓGRAFOS

LAS GOLONDRINAS

SI LA VIDA FUERA UN SUEÑO

LAS CAJAS DE NUESTRA INFANCIA

EL TÍMIDO Y LA ESFINGE

CANCIÓN AMABLE

SI ALGÚN DÍA

TAL VEZ

LA PATRIA ES NUESTRA INFANCIA

DEJEN

CONTEXTOS

GRIS

EL CIELO

A VOSOTROS LOS PAYASOS

EL HOMBRE SIEMPRE ACOMODA

SI…, ENTONCES…

CEMENTERIO RURAL

ECOS DE LA REFLEXIÓN

ACERCA DE LA VIDA

VIENTO

DESTINO

FUTURO

LA LLUVIA

ALEGRÍAS PASAJERAS

MATIZACIÓN

EL JUEGO

CONFESIÓN

LA LIBERTAD

AMARILLO

CATEDRAL

Datos de autor

La fantasía del niño no emula ningún pasado, / es un presente sincero que da vida a lo gastado, / es una luz sibilina de un fulgor arrebatado / o una espada afilada que rasga los velos falsos. / La fantasía del niño se apaga, sin remediarlo, / con la carrera del tiempo que avanza hacia el ocaso / tan repleta de imposturas y sofismas acerados / que asesinan y sepultan la verdad con otro canto.

© 2021, La Equilibrista

info@laequilibrista.es

www.laequilibrista.es

Primera edición: 2021

Maquetación: La Equilibrista

Imprime: Ulzama Digital

ISBN: 9788418212703

ISBN Ebook: 9788418212710

Depósito legal: T 347-2021

Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquier parte de este libro, incluido el diseño de cubierta, así como su almacenamiento, transmisión o tratamiento por ningún medio sea electrónico, mecánico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin el permiso previo por escrito de: NOCTIVORA, S.L.

A los anónimos habitantes del país,

que con su esfuerzo hacen que esta sociedad funcione,

que nutren las cifras de los registros,

y que son héroes sin saberlo.

Si por la noche lloras por no ver el sol,

las lágrimas te impedirán ver las estrellas.

TAGORE.

Dios creó al gato para que el hombre

pudiera acariciar al león.

BAUDELAIRE.

Papel perdido que aguarda su bosquejo

como la nave tras largos horizontes,

donde sirenas se muestran lisonjeras

para atraer a bellos pescadores.

Papel en blanco que aguanta su pureza

como la nieve de altos miradores,

donde los hombres no hallaron su certeza

y las pisadas no hollaron esplendores.

Papel doblado que aguanta su misterio

como una carta blandiendo sus razones,

porque la duda anida tras lo cierto

y la verdad se viste de ficciones.

Las palabras que convencen

a menudo son los dardos

de la pasión más tenaz

porque rinden con halago.

Palabras de un bello amor

que cautivan por lo escaso,

por complemento vital

de los cuerpos que se han dado.

Palabras de un buen amigo

malgastadas sin naufragio,

pero incólumes al tiempo

que las vuelve boca abajo.

Palabras del orador

plagadas de bellos trazos

que esconden, muy a menudo,

sus espinas y su engaño.

Palabras de la razón,

lo evidente y lo más claro,

casi siempre incorruptibles

como el oro que es escaso.

Diálogos de verano,

generados por sistema,

al albur de las comidas,

de la cena o de la fiesta.

Diálogos insumisos,

pervertidos en su esencia,

porque nunca son veraces,

son el humo que se eleva.

Diálogos de vacaciones,

alejados de su prenda

que fingen ser las razones

del tiempo que se recrea.

Diálogos de familia,

perdidos tras las esferas

de concesiones falaces,

de mentiras y quimeras.

Diálogos de falsedad,

donde lo cierto no cuenta;

no cuenta porque es secreto

y es falso por conveniencia.

El hombre incauto acomoda

la razón de su existencia

con ilusiones muy vanas

y presagios que se estrellan.

El hombre incauto acomoda

la retahíla de sus penas