Pierre Bourdieu 3
Ante todo, quiero agradecer a Sergio Brignardello, María del Valle Calvimonte, Dominique Gromez y al Dr. Javier Vaca por su compromiso y participación en esta publicación histórica de la familia boquense, además de las decenas de personas que colaboraron buscando información para que esta obra se hiciera realidad, y que fueron ajenas al club. El concepto del deporte moderno nace entre los años 1850 y 1900, en Inglaterra y otras regiones del planeta, según una postura planteada por una línea de investigadores, principalmente provenientes de la sociología. En la mayoría de los casos, su mirada encuentra que este concepto nace como una expresión de estatus y distinción de las clases altas o sectores privilegiados. Pero también es consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas y de la disminución de la jornada laboral, de la urbanización y de la modernización de los transportes y de ese excedente de tiempo “libre” de algunos obreros con oficios. Si bien la postura es muy interesante, no hay que dejar de marcar que, de fondo, esta conceptualización del deporte maneja valores del etnocentrismo inglés como forjador, en este caso, del deporte moderno. Como afirma Sergio R. Quiroga, “el deporte mismo ha transformado al cuerpo en instrumento y lo integra dentro del complejo sistema de las fuerzas productivas”. 4El deporte de alto rendimiento puede ser redefinido como una serie de ejercicios de actividades físicas y mentales de competencias organizadas con los registros de los resultados y el registro de sus participantes, en la que todos comparten normas de competencia en común. De esta manera, el deporte de alto rendimiento implica lograr la máxima performance desde los aspectos físicos, psíquicos, éticos y educacionales. 5Ahora, bien, si le gustó esta definición sobre cuándo comienza el deporte moderno, lamento decirle que abra su mente, porque le voy a mostrar otro paradigma. Existen investigaciones contrarias a esta línea. Mencionaré al autor Saúl García Blanco, quien, basándose en estudios de antropología, educación y semántica, y con la interpretación de un profesional de la educación física, establece que “el origen del deporte se encuentra enraizado en las actividades lúdicas de las sociedades primitivas”. 6Además, entre otras cuestiones nos dice que el concepto de “deporte” 7no tiene su origen en el vocablo inglés, sino en el latín. Así, el autor otorga la paternidad de los actuales deportes, a excepción de los mecánicos, a juegos practicados por sociedades con procesos de urbanización y que disponían de tiempo libre. Inclusive hay literatura de 1870 de una novelista española, Emilia Pardo Bazán, 8quien ya en su época decía en sus novelas que “los deportes, como se los llama ahora” cuentan “con un oportuno arcaísmo”. 9Todos estos datos pueden ser leídos de primera mano en el trabajo publicado por García Blanco, si les interesa saber más al respecto. En definitiva, por lo menos ustedes, lectores, si pensaban que el origen del concepto moderno de la palabra “deporte” era inglés, conocen ahora otra corriente. Aunque nadie niega que la industrialización incentivó el deporte por varios motivos. Pero ese es otro trabajo de investigación que excede este libro.
Siguiendo esta línea de investigación, quiero situar al deporte de las bochas. En mi opinión, dentro de esta rama deportiva, la cual se diferencia de otros deportes, se puede decir que las bochas son un deporte moderno. Dependiendo de la región del planeta que analicemos y sus respectivas sociedades, encontraremos distintas dataciones posibles. En el caso de Argentina, podemos decir que a partir del inicio del siglo XX comienza el deporte moderno de las bochas, como veremos más adelante. Dentro del marco de análisis del deporte moderno, es interesante ver cómo este deporte fue negado por parte de la clase dominante. Por ejemplo, no tuvo prensa. Más llamativo aún es el silencio de las ciencias sociales para hacer historia de este deporte; encontramos un silencio “antropológico”, 10“histórico” y “sociológico”. ¿Por qué será negada esta parte de la cultura de un sector de la humanidad?
Dentro de esta línea de pensamiento sobre el deporte moderno se plantea que “el deporte moderno, siendo un fenómeno característico de nuestra época, hunde sus raíces en las manifestaciones culturales de las sociedades más antiguas, cooperando incluso en el desarrollo de las mismas”. 11Este planteamiento es, además, avalado por una gran pléyade de estudiosos e investigadores humanistas pertenecientes a todos los campos del saber científico, pero que en el mundo académico de Sudamérica son poco conocidos. Desde Huizinga, C. Diem, Cagigal hasta nuestro gran polígrafo universal, Ortega y Gasset, quien consideró que las actividades deportivas practicadas por los jóvenes de las civilizaciones habidas dieron lugar al origen del Estado. 12Me detengo un segundo aquí para marcar la definición de Estado moderno europeo, dado que en las páginas siguientes veremos el desarrollo de las bochas dentro de estos estados, especialmente en España. Maurizio Fioravanti acuña la categoría “Estado moderno europeo” 13para referirse a una realidad político-institucional que caracteriza la historia europea desde el siglo XIV hasta la actualidad, en donde se encarnan tres formas históricas sucesivas: Estado Jurisdiccional, Estado de Derecho y Estado Constitucional; de esta forma, veremos cómo la historia de las bochas atraviesa estos tres tipos de estados a la largo del libro.
Volviendo a los autores Huizinga, C. Diem, Cagigal, para el caso de España, estos se enfocan en las ciudades de Barcelona, Madrid y Bilbao. Estas comienzan a desarrollar el deporte moderno y de masas, especialmente, y la toma de conciencia por parte de la sociedad de los valores deportivos. Se va a producir en las fechas citadas, gracias al impulso de dos estamentos sociales, la aristocracia y la burguesía de las zonas industriales. Los autores datan este proceso a finales del siglo XIX. Sin duda, el debate historiográfico sobre el origen del Estado moderno no está cerrado. Me limito a enunciarlo y abrir una veta de investigación con la que se pueda estudiar el origen del Estado europeo, atravesado por el desarrollo del juego de las bochas. Volviendo al debate sobre el “deporte moderno”, creo que es un poco simplista decir que fue en Inglaterra donde nació, y que de allí se difundió a otros estados. No comparto esta postura. En mi opinión, el inicio del deporte moderno de las bochas se produce cuando se comienzan a disputar torneos, ya sea entre ciudades, clubes, regiones o grupos de mercaderes; luego hay otros matices como el entrenamiento, la alimentación, etc. propias de su época, de su ciencia y de cada cultura. Ese punto es inicial, dado que negar el concepto de deporte a esa actividad significa pensar que en el pasado las personas practicaban juegos, y no deportes. Esto implica pensar que todo es producto de las sociedades modernas y de la industrialización. Es como pensar que en la edad media las personas eran aburridas, y todo pasaba en la penumbra dentro de los castillos y demás viviendas de la burguesía. Ya en el siglo XXI, sabemos que eso no era así, y que la vida era mucho más alegre de lo que los manuales escolares lo enunciaban en el siglo XX. Por eso se puede decir que, dependiendo de la región del planeta en el que se trate el concepto de “deporte moderno” en el caso de las bochas, difiere su fecha de inicio; su datación como deporte es muy antiguo, aunque la definición de “deporte moderno” en la Argentina al menos se da en los comienzos del siglo XX.
Este libro abarca al deporte de las bochas cuando ya se puede contabilizar como deporte de alto rendimiento al ser jugado e institucionalizado por el Club Atlético Boca Juniors, allá en el año 1919. Aunque este no es un debate cerrado para los investigadores bochófilos, imagino que, como lector, ya estará tomando postura por alguna de las dos visiones sobre el origen del concepto “deporte” moderno que vimos hasta acá.
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