Índice de contenido
Sinopsis Sinopsis Gris - es una novela neutra en la que no hay personajes, sino voces de un futuro distópico cuyos nombres ignoramos pero que parece que quieren decirnos algo sobre el mundo que los rodea, un mundo cuyos fundamentos desconocen y que, sin embargo, los rige a través de sus mecanismos tergiversados y laberinticos. Esta obra de ciencia ficción indaga en las dimensiones de la consciencia tanto de las voces que emplea como de la obra misma, haciendo del absurdo un sinsentido que, paradójicamente, se convierte en su único fundamento, como si se tratara de una máquina que no puede hacer otra cosa para sobrevivir que seguir escribiendo. Miguel Audiffred debuta como novelista con esta hermética y sorprendente obra distópica.
Gris
Máquinas simples Máquinas simples La identidad es siempre móvil, hoy más que nunca es nuestro cuerpo el que lleva toda la carga de esa incesante marcha. Sólo hace falta un instante en el que se detenga el tren para que todo el plan recuerde su fragilidad, no puedes quedarte quieto. Las noches y los sueños siempre han sido una y la misma cosa, como el blanco y el negro sólo han sido gris en toda la historia, justamente igual que mis sueños que, en realidad, sólo ha sido uno a lo largo de toda mi existencia, esa estática que comienza precisamente al momento que cierro mis ojos después de haber apagado la luz en medio de la habitación vacía. Muy en el fondo de mis flashbacks aún intuyo, aunque no del todo igual (por supuesto que no reconozco si ha sido una vivencia propia o ajena), esa habitación repleta, que está vacía al mismo tiempo, en donde sólo impera el ruido y todas las voces, que, al igual que el blanco y el negro, se hacen indistinguibles… Mi despertar está a tan sólo un parpadeo, a veces me parece que cada vez descanso menos, pero al mismo tiempo se me olvida el cansancio más rápido pues siempre estoy ocupado; los trayectos son un punto indispensable en mis labores diarias dado que puedo seguir organizándome, me permiten planificar el siguiente paso y, sobre todo, me hacen más consciente de cómo borrar mis pasos, cómo hacer que mis huellas cada vez se queden en menos pasajes, los pasajes me hacen ver cómo puedo ser más invisible.
Circuito cerrado
Desprogramación / Reprogramación
Datos de autor
Gris -es una novela neutra en la que no hay personajes, sino voces de un futuro distópico cuyos nombres ignoramos pero que parece que quieren decirnos algo sobre el mundo que los rodea, un mundo cuyos fundamentos desconocen y que, sin embargo, los rige a través de sus mecanismos tergiversados y laberinticos. Esta obra de ciencia ficción indaga en las dimensiones de la consciencia tanto de las voces que emplea como de la obra misma, haciendo del absurdo un sinsentido que, paradójicamente, se convierte en su único fundamento, como si se tratara de una máquina que no puede hacer otra cosa para sobrevivir que seguir escribiendo. Miguel Audiffred debuta como novelista con esta hermética y sorprendente obra distópica.
Gris
© 2021, Miguel Audiffred
© 2021 , La Equilibrista
info@laequilibrista.es
www.laequilibrista.es
Primera edición: 2021
Maquetación: La Equilibrista
Imprime: Ulzama Digital
ISBN: 9788418212826
ISBN Ebook: 9788418212833
Depósito legal: T 485-2021
Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquier parte de este libro, incluido el diseño de cubierta, así como su almacenamiento, transmisión o tratamiento por ningún medio sea electrónico, mecánico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin el permiso previo por escrito de: NOCTIVORA, S.L.
Für R.
La identidad es siempre móvil, hoy más que nunca es nuestro cuerpo el que lleva toda la carga de esa incesante marcha. Sólo hace falta un instante en el que se detenga el tren para que todo el plan recuerde su fragilidad, no puedes quedarte quieto.
Las noches y los sueños siempre han sido una y la misma cosa, como el blanco y el negro sólo han sido gris en toda la historia, justamente igual que mis sueños que, en realidad, sólo ha sido uno a lo largo de toda mi existencia, esa estática que comienza precisamente al momento que cierro mis ojos después de haber apagado la luz en medio de la habitación vacía.
Muy en el fondo de mis flashbacks aún intuyo, aunque no del todo igual (por supuesto que no reconozco si ha sido una vivencia propia o ajena), esa habitación repleta, que está vacía al mismo tiempo, en donde sólo impera el ruido y todas las voces, que, al igual que el blanco y el negro, se hacen indistinguibles…
Mi despertar está a tan sólo un parpadeo, a veces me parece que cada vez descanso menos, pero al mismo tiempo se me olvida el cansancio más rápido pues siempre estoy ocupado; los trayectos son un punto indispensable en mis labores diarias dado que puedo seguir organizándome, me permiten planificar el siguiente paso y, sobre todo, me hacen más consciente de cómo borrar mis pasos, cómo hacer que mis huellas cada vez se queden en menos pasajes, los pasajes me hacen ver cómo puedo ser más invisible.
Hay un bulevar donde todas las luces son neón en la región de shadow valley de la ciudad capital; en realidad su nombre es otro, pero llevan tanto tiempo llamándola así que ya nadie recuerda su nombre original…, sólo que no se llamaba así. En esa calle sin retorno hay una serie de lugares que suelo concurrir, cada uno es distinto en cuanto al servicio que ofrecen se refiere, pero todos operan de la misma manera: son unas cámaras donde la luz es tan viva que te ciega y te absorbe sin que te des cuenta.
Esta región es lo que en la ciudad se considera una zona gris (la primera vez que vine creí que se llamaba así debido al juego de las luces) y si siempre vuelvo no se debe a que el placer que reciben mis sentidos y mi psique no lo pueda encontrar en otra parte (en esta urbe es sumamente sencillo hallar psicotrópicos o sexo o ambos), sino que desde la primera vez que llegué a este callejón tuve una regresión en mi memoria; no se trataba de un recuerdo, pues esa entidad no existe como tal en mi mente, sin embargo, en la época en que recibí mi instrucción aún no se podía deshacer esa marca cinestésica que deja un espacio en el cuerpo una vez que ha sido recorrido, esto ya no es así para los que ahora reciben su adiestramiento.
Cada vez que entro en una de las cabinas, antes de que me invada el rubor causado por las exhalaciones de calor de cada cuerpo y por el humo de los estupefacientes, en ese momento previo cuando estoy dando el paso siento como si volviera a aquel complejo que me acogió por no se cuánto tiempo; es exactamente la misma imagen, la misma escena que tantas veces se ha repetido en mi cabeza sin que pueda pasar de esa secuencia: estoy cruzando la puerta cuando una luz me deslumbra y siento un azote en el cuello que hace que caiga mi cuerpo rendido y, al mismo tiempo, me vaya desvaneciendo sin poder distinguir más que siluetas. Después de eso todo se torna negro, llega una oscuridad más incierta que la de la noche.
Lo más difícil, una vez que terminó el tratamiento, ha sido administrar el tiempo fuera del trabajo. No se me ocurren muchas distracciones; evidentemente, no tengo «amigos» ni con quien hablar, sólo el que me ha acompañado durante todo este proceso, pero a él sólo lo veo una vez a la semana, cuando me da el archivo con los datos de la siguiente misión. Nuestra interacción es mínima, tan sólo unas preguntas protocolarias y es todo, no más de lo necesario.
Читать дальше