Poesía para
gente sencilla
Antonio Pérez Gil
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Poesía para gente sencilla
© Del texto: Antonio Pérez Gil
© De las ilustraciones: Antonio Pérez Gil
© De esta edición: NPQ Editores
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edicion@npqeditores.com
ISBN: 978-84-18496-86-8
prólogo
En este libro de poemas, titulado Poesía para gente sencilla , quisiera hacer la introducción con una frase de Antoine de Saint-Exupéry, que fue derribado durante una misión de reconocimiento, como piloto de combate, durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue una gran pérdida, como la de cualquiera de los millones de personas, soldados y civiles que mueren en cualquier guerra.
La frase dice así: «El amor es la única cosa que crece cuando se reparte».
Por otra parte, quisiera dedicar este libro a mi hija y a mis nietos (niño y niña), que tan feliz me hacen y me han hecho.
Y a vosotros/as o ustedes, agradecerles su atención y su amistad, aunque no nos conozcamos personalmente.
Pero pensemos que todos/as, formamos una conexión, pues cuando ustedes leen estas poesías, participan de todo aquello que expresan, contienen e intentan comunicar. Porque alguien dijo o comentó que «la poesía es el arma del futuro».
Desde luego es una fuerza, es un potencial con un contenido que llega al alma y al espíritu de cada uno.
Todos los mensajes tienen su fuerza, su mensaje, y pueden influir en las personas, directa o veladamente, con un lenguaje directo o a veces subliminal.
En mi caso, quisiera abrir los corazones de la gente, formar una unión con los lectores y, en cualquier caso, entretenerles e inspirarles, a ser posible hacia sentimientos positivos, agradables y tal vez profundos.
Eso he intentado, queriendo llegar a todos ustedes y, si nos encontramos, espero su saludo o su opinión y, si lo deciden su amistad, y si no llegamos a vernos, estoy en su corazón, si me lo permiten, y si no, les acepto en el mío, al descubrir sentimientos muy personales e íntimos.
Ahora mismo estoy en mi pueblo, Sacañet (Castellón) es el 22 de julio de 2020, hoy ha llovido y el aire es fresco, pues estamos a 1020 metros sobre el nivel del mar.
Aquí el invierno es otra cosa…: nevadas, vientos del norte muy constantes y mucho frío. Otra cosa, ayer terminé una escultura de hierro, hecha de reciclaje con trozos de metal, en un proceso de recomponer, reconstruir y reutilizar lo que se da por inservible. Pero que bien combinadas, unas piezas sustentan a otras y forman una armonía y, a mi modo de ver, han formado una figura muy estética, con un contenido y con una expresión.
Procuraré ponerles un dibujo de esta obra, y de este modo también participan de esta otra faceta artística.
Ahora me despido de ustedes o de vosotros/as por el momento.
¡Adiós! Un abrazo para todos/as de Antonio.
Poesía para gente sencilla
la puerta sin cerradura
Llegué un buen día
a una puerta que
estaba cerrada
y lisa.
No tenía cerrojo
ni picaporte
ni tampoco
cerradura.
Entonces quise encontrar
un desenredo
una respuesta
un desenlace.
Cerré los ojos
y en silencio
y muy calmado
me hice a mí mismo
una pregunta:
«¿Cómo se abría esa puerta?».
Y dentro de mí,
muy adentro,
de forma
lenta y pausada
escuché
la solución…
Esta entrada
esta puerta
solo se abre
desde dentro.
Es la puerta…
que se abre
desde el fondo
del corazón.
el alma enamorada
¿Cómo es el alma enamorada?
¿Es un apagado y leve suspiro?
¿O es tu sencilla sonrisa?
¿O es la sombra de tu pelo
en el espejo del río?
¿Es la transparente calma
que después de la furiosa tormenta
respira quietud y paz?
¿O es el torbellino de risas
que surcan raudas la brisa
para volver a tu pecho?
Cuando descalza y desnuda
paseas por mi jardín.
Y me miras divertida
con tu mirada profunda
de un vuelo de golondrinas
que alegre revolotean
con ansias de libertad.
Que anidan en tu regazo
que es su cobijo y su nido.
Y vienen a descansar y a dormir
en tu paz y tu sosiego
en tu amor y en tu sentir.
el sueño americano
Del country al jazz
y la música callejera de Nueva Orleans.
La cabaña del tío Tom
los negros cantando y cogiendo algodón.
Camino de Oregón un predicador mormón
amonesta a King Kong.
Canta Frank Sinatra: la voz,
se repite el eco en el Gran Cañón.
En la ruta 66 una Harley y un motel,
cae la banda de Bonnie and Clyde.
Las montañas Rocosas, la pradera sin ley
Marilyn canta a Kennedy Happy birthday.
La Gran Manzana en Nueva York,
un sargento arisco, grita al pelotón: «¡¡Señor, sí, señor !!».
La reserva sioux, el 4 de julio,
Alcapone y el Padrino adoptan a Billy el Niño.
California, San Francisco, Alcatraz y Boston,
«Aquí la nave Apolo…», le contesta Houston.
Nebraska, Wyoming, Montana y Nevada,
el Día de Acción de Gracias, y Toro Sentado deja la reserva.
Dodge City, ciudad sin ley,
para bañarse en Miami Beach.
El rugby, el béisbol, el hockey
con la 6ª flota y el rock de Elvis Presley.
Desde el Misisipi hasta río Grande
Los puentes de Madison, Bette Davis, Gilda.
Y también Gary Cooper.
El teléfono Rojo, y la Casa Blanca,
Michael Jackson, en las Vegas, se queda sin blanca.
Por las grandes llanuras cruza un huracán,
la primera dama con el tío Sam.
Y sigue la historia, tengo que ir al market
de la Quinta Avenida y esta noche a un concierto
con la mona Chita y Tarzán en Madison Square.
el regreso a casa
Mi casa está en el agua
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