Así sea en el borde de la muerte
Mi corazón es un caballo alado
Mi decisión es una espada amarga:
Yo volveré a buscar lo más amado
Pese a la incertidumbre que me embarga
Arriesgaré la piel por un encuentro
Aunque paguemos caros los engaños
Porque la vida es un instante dentro
De la perdida inmensidad de este año
Año de espera y año sin memoria
Que no quisiera prolongar en celo
Entre el cuchillo de tus dos historias
Y las heridas de mis dos desvelos.
1998
Balada de los amantes
del camino de Taverney
El cuarto donde habita mi ruiseñora
Se nutre con el ruido de mi demora
Los cantos de la calle se están plegando
Y el mórbido reloj mira blasfemando
Después la lluvia encumbra sus volantines
Y moja alguna estrella que agoniza entre violines
Y agolpa sus rebenques desmelenados
Al anca de mi potro, que no ha piafado
De noche todo es claro si en su cortina
Ondula una cadera que se adivina
Sacude su pañuelo la amante raza
Y enciende las señales por donde pasa
Mi atávico desvelo buscando casa
La cama donde espera mi buenamoza
Es tibia como un vientre y es luminosa
Viniendo de la lluvia y forzando puertas
Aprecio que su gana ya esté despierta
La cama donde escurro mis homenajes
Es donde desterramos la barrera de los trajes
Y donde, de algún modo, su resolana
Se adueña de mi lengua, tan soberana
Allí nos respiramos de diestra suerte
Allí nos cobijamos (por si la muerte)
Allí yo le regalo mis estertores
Y allí ella me devora con mil amores
Cogiendo de mi sangre
Las frescas flores
La cama donde anida su pulpa suave
Es esa donde yergue su cuello mi ave
Y aquella donde estira su claro modo
Amándome de cerca y mordiendo todo
Su cama multiplica mi envergadura
Que es llave con la que abro su opulenta sabrosura
Que es fuego con el que echo
Su frío afuera
Y avivo su gemido cuando lo quiera
Viniendo de tan lejos estoy tan hondo,
Tan cerca de su dentro y tan al fondo
Tan ávido y completo, tan estrujado
Tan posesivo y pleno, tan aplicado
Que cuando el nuevo día se asoma, me alza
Desangrado
Ginebra, Suiza, 1983
La noche me abre su manto
Su manto de estrellas blancas:
Compadre: voy a la sierra
Llevando mi muerte en ancas
Es negro el viento y la tierra
Negro el pan y negro el vino
Si voy subiendo a la sierra
Más negro se hará el camino
Un corvo de acero blanco
Me cuelga al flanco
El rifle alerta
Cansado el tranco llevando penas
Y donde vaya con la cadena
De este destino sobre mi manco
Se irá el dolor
Compadre: la noche enreda
Mi poncho negro en sus brechas
Pero en todos los atajos
Un rifle escondido acecha
Al pueblo vaya de albita
Cuando aún no muera la sombra
Y donde escuche que hay una
Mujer que a solas me nombra
Le dice que no me busque
Que se acostumbre
Que ya no existo
Que allá en la sierra
Cuando en la noche
De espalda en tierra
Me acuerde de ella
Con toda el alma
Con toda el alma
La lloraré
1956
(Homenaje a Li Po, poeta chino (701‑762)
En la humilde fiesta con que me solazo
Aunque vaya solo siempre somos tres:
Contando a la luna que brilla en el cielo
Y a mi sombra que entonces viene también
Un frasco de vino bajo el brazo llevo
Y a orillas del lago vamos otra vez
La luna se enferma despidiendo estrellas
Y mi sombra —¡Qué tonta!— se enreda en mis pies
De retorno a casa, la luna solloza
Mi sombra se arrastra por muros sin sol
Y yo tambaleando con la noche a cuestas
Avanzo colgando de árbol en farol
La luna ilumina los caminos rotos
Con luz peregrina y resplandor audaz
Y mi sombra sigue por la otra vereda
Para prevenirme que yo estoy de más
A veces me paro bajo el alumbrado
Para echarme un sorbo lleno de sabor
La luna me estira su lengua dorada
Pero no mi sombra que atrapó un dolor
La enterramos bajo una pequeña palma
Cuando muerta y tiesa la encontré una vez
Recuerdo a mi sombra y se me quema el alma
Porque ahora nunca más seremos tres.
2009
Yet each man kills the thing he loves
Oscar Wilde
Es duro tener que decirnos palabras
Amargas que nunca buscamos
Y darnos la mano y marcharnos
Por caminos negros que tragan y matan
Al menos, si me has comprendido
Sin viejos rencores podrás recordarme
Que es raro el olvido y no basta
Bifurcar los rumbos sin mirar atrás
Si crees que contra la muerte
El tiempo implacable volverá a juntarnos
Estrecha mi mano y partamos entonces
Llenando de sombras la puerta
Si no, mírame con fijeza
Y graba en tu mente la cara que amaste,
Que ya no nos unen ni cielo ni tierra
En la larga noche que nos va a cubrir
Al hombre lo aterra la muerte
Lo acosa el olvido
Lo espanta la nada
Y deja morir su cosecha
Porque cada uno
Mata lo que ama
Por eso, si crees que el tiempo
Detrás de la muerte volverá a juntarnos
Aprieta mi mano y partamos
Abriendo la puerta a la sombra del mundo.
Si no, mírame con fijeza
Y graba en tu mente la cara que amaste
Que ya no nos unen
Ni cielo ni tierra
En la inmensa noche
Que nos va a cubrir
1957
Sin respeto el ciudadano
Ha de bañarse cada día
En un agua que contenga
Subversión y poesía.
Sin respeto ha de peinarse
Con un peine reincidente
Para hacer que la piojera
No le ondule de repente.
Sin respeto ha de ponerse
Los zapatos de la urgencia
Porque al hombre que no avanza
Se le apioja la conciencia.
Sin respeto ha de abocarse
A fumigar sus convicciones
Para que no se le pudran
Con el riesgo de infecciones.
Sin respeto el ciudadano
Debe hacer con la lectura
De las cosas prohibidas
Un objeto de cultura.
Sin respeto ha de plantarse
En la mitad del suceder
Para que el piojo no intente
Asegurar que aquí no hay nada que temer.
Sin respeto ha de erizarse
Cuando el piojo abotonado
Le succione hemoglobina
Y lo amortaje desangrado.
Sin respeto ha de encogerle
La sonrisa de ganante
Para que el piojo comprenda
Que ya nada es como antes.
Sin respeto debe armarse
De impaciencia hasta los dientes
Porque el tiempo que avecina
Trae fiebres inclementes.
Sin respeto habrá de unirse
Con los otros sin respeto
Para que el piojo comprenda
Que se encuentra en un aprieto.
Sin respeto debe darse
Por entero a los quehaceres
Siendo la lucha antipiojo
El mayor de los deberes.
Sin respeto y con porfía
Natural y valedera
Deberá impedir que el piojo
Perpetúe su piojera.
Sin respeto ha de arrojarse
En las aguas del torrente
Y a pesar de los meandros
Nadar contra la corriente.
Sin respeto ha de afiliarse
A la salud del porvenir
Para que el piojo comprenda
Que llegó esta vez la hora de partir.
Sin respeto ha de parcharle
A la bandera las heridas,
Al Escudo la vergüenza
Y a la Historia la mordida.
Sin respeto ha de arrancarle
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