Jorge Osvaldo Bazán - Historias cortas de magnicidios y de sangre

Muchos medios de comunicación canallas y hasta el ex juez federal argentino Federico Pinto Kramer, uno de los abogados de Oviedo, en declaraciones al diario “ Clarín” de Buenos Aires, quisieron introducir en la causa la teoría de que Argaña ya estaba fallecido por un cáncer cuando lo subieron a la camioneta y que la balacera había sido organizada para sacar un rédito político. Una patraña monumental, un disparate a todas luces insostenible, del cual puedo dar fé por un hecho curioso que me tocó vivir. Pido disculpas por ser autorreferencial pero tiempo después del magnicidio, pude encontrarme en Formosa con uno de los hijos de Argaña, al que conocí gracias a los buenos oficios del entonces cónsul paraguayo en esta ciudad. Si mal no recuerdo, fue Félix Argañaquien me obsequió dos cosas muy valiosas: Primero, el libro de Osvaldo Bergonzi( “Magnicidio en la diagonal” ) que he consultado para este capítulo, y una copia en VHS de la mismísima autopsia del cadáver de su padre, que exhibida la misma a un médico amigo me indicó que sin dudas la muerte se correspondía con el momento del ataque, porque el hecho de sangrar profusamente durante las incisiones de rigor, demostraba cabalmente que no existió “rigor mortis” horas previas a su traslado al sanatorio.

Pero bien se dice que “ Dios es justo” . Y ello quedó demostrado el 2 de febrero de 2013. Cuando regresaba a Asunción luego de una gira política, el helicóptero Robinson 44 que transportaba a Lino César Oviedo se precipitó a tierra muriendo despedazado tanto él como sus acompañantes. El pequeño general que soñaba con los albores del franquismo, el Julio César de opereta de la historia guaraní, ese hegemón vernáculo quedó esparcido en la tierra que lo vió nacer.

¿El que a hierro mata a hierro muere?. Nunca se sabrá...

“Magnicidio en la diagonal” . Osvaldo Bergonzi. Imprenta Comuneros.Asunción. 2001.

“El asesinato de Luis María Argaña” Diario “Última Hora” 22 de marzo de 2017.

Diario “La Nación” Paraguay. 23/03/2007-

“En la línea de fuego. Mirta Gusinky de Cubas. La dama fuerte del Paraguay.”

Nota de Elisabetta Piqué. Diario “La Nación” . Buenos Aires. 30 de agosto de 1998.

“Nicanor: Oviedo planificó y ajecutó el asesinato de Argaña” . Diario “Última Hora”. 23 de febrero de 2021.

“Raúl Cubas Grau” . ABC Revista. 11 de diciembre de 2005

“Raúl Cubas, el brazo ejecutor del encadenado Lino Oviedo” . Diario Perfil. Buenos Aires. 11/05/1998

Entrevista personal a Félix Argaña . Formosa. 2000.

“Detenido pistolero implanta Oviedo-Cubas en el asesinato de Argaña”. The Miami Herald. 29 de octubre de 1999.

La siguiente historia se desarrolla en Colombia, que luego de independizarse de la España colonial intentó crear una república a la usanza de Francia o EEUU, que debía incluir además de soberanía popular, una democracia representativa, con plena independencia de poderes, en un estado de derecho, todo lo cual chocó con una realidad compuesta por sociedades agrarias tradicionales y organizadas bajo un modelo hacendatario, regidas por realidades geográficas distintas y hasta opuestas .

A mediados del siglo XIX, en ese país el caudillismo gamonalista se había apoderado del poder.

El gamonalismo hace alusión a la invalidación de toda ley por parte del hacendado rico, patrón de muchos peones, que ejerce una influencia política y abusiva en su comarca. También definido como simple caciquismo rural y primitivo. En Perú, durante la denominada “República aristocrática” (1895-1919), el gamonalismo fue un sistema de poder que pudo subsistir hasta que el gobierno de Juan Velazco Alvarado decretó la reforma agraria en 1968.

En Colombia, el Partido Liberal se creó en 1848, y el Conservador en 1849. Gabo García Márquezrecrea en su obra “Cien años de soledad” , ambientada entre mediados del siglo XIX y del siglo XX, las terribles luchas y guerras civiles que enfrentaron a liberales y conservadores haciendo foco en las desventuras de la familia Buendíaen el pueblo de Macondo. En “El Coronel no tiene quién le escriba” además pinta la realidad de una comarca que jamás nombra, pero en la cual sólo habita la pobreza, la sumisión, todo bajo la tutela de un sistema oprobioso en el que abundan las intrigas y golpes palaciegos de escuálidos militares de uniformes deshilachados. Si bien la ficción transcurre hacia 1956, es la muestra que para entonces, con los vicios irredentos de ambos partidos las cosas poco o nada habían cambiado.

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