Cristina Fábregas - Viaje de regreso a Mur II

VIAJE DE REGRESO A MUR II

CRISTINA FÁBREGAS

VIAJE DE REGRESO A MUR II

EXLIBRIC

ANTEQUERA 2021

VIAJE DE REGRESO A MUR II

© Cristina Fábregas

Diseño de portada: Dpto. de Diseño Gráfico Exlibric

Iª edición

© ExLibric, 2021.

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ISBN: 978-84-18730-79-5

Índice

Introducción Introducción Actualmente vivo en un santuario en la naturaleza que me proporciona la paz de espíritu, la protección y el cobijo que necesito en estos momentos para iniciar una nueva etapa en la trayectoria de mi vida, que ignoro a dónde me conducirá. Sé vagamente hacia dónde me dirijo; he tomado la decisión de intentar comunicar a los demás lo que he aprendido a lo largo del camino, pero no tengo un plan determinado de cómo lograrlo. Hablar y seguir escribiendo es una de las formas, pero una vez se ha tomado la decisión que te indica el corazón lo mejor es dejar fluir la energía, la cual se encargará de traerte lo que necesitas hacer y las oportunidades para llevarlo a cabo. Siento una paz inmensa ante el abismo que se abre bajo mis pies. Debería sentir temor ante lo desconocido, pero lo que siento es el inmenso amor de la vida por toda nueva creación. Un proceso natural permanente, basado en la atracción y relación de los elementos entre sí, creando una red infinita entre todas las partes: objetos, sujetos, mundos, universos cuya base es la ley del amor, una inteligencia suprema de armonía y belleza. ¿Para qué preocuparnos cuando nunca podemos perder hagamos lo que hagamos? Más allá de los polos opuestos no existen el bien ni el mal, solo la neutralidad, «el espacio entre los objetos», que no es ni bueno ni malo, simplemente Es. En este espacio neutral es donde reside la verdadera existencia del Ser: la Sabiduría Divina de donde parte toda la creación.

Capítulo 1. La vida terrena

Capítulo 2. El tiempo

Capítulo 3. La danza del amor

Capítulo 4. El espacio neutral del alma

Capítulo 5. Nuestro mundo

Capítulo 6. ¡Qué vida!

Capítulo 7. El mundo ha cambiado en cuestión de días

Capítulo 8. La conciencia interdimensional

Capítulo 9. Creador y observador

Capítulo 10. La armonía del Ser

Capítulo 11. El nuevo mundo

Capítulo 12. La maestría nace de la alegría

Capítulo 13. La vida de los sentidos

Capítulo 14. Shamballa

Capítulo 15. La vida irreal

Capítulo 16. Avalon

Capítulo 17. Mur

Capítulo 18. ¿En Shamballa llueve?

Capítulo 19. Desde la pluralidad a la unidad

Capítulo 20. Volar en bandada

Capítulo 21. La Edad Dorada

Capítulo 22. El vivir unificados

Capítulo 23. Almas gemelas con Dios

Capítulo 24. El miedo

Capítulo 25. Una comunidad consciente

Capítulo 26. Un mundo diferente

CRISTINA FÁBREGAS

VIAJE DE REGRESO A MUR II

Introducción

Actualmente vivo en un santuario en la naturaleza que me proporciona la paz de espíritu, la protección y el cobijo que necesito en estos momentos para iniciar una nueva etapa en la trayectoria de mi vida, que ignoro a dónde me conducirá.

Sé vagamente hacia dónde me dirijo; he tomado la decisión de intentar comunicar a los demás lo que he aprendido a lo largo del camino, pero no tengo un plan determinado de cómo lograrlo. Hablar y seguir escribiendo es una de las formas, pero una vez se ha tomado la decisión que te indica el corazón lo mejor es dejar fluir la energía, la cual se encargará de traerte lo que necesitas hacer y las oportunidades para llevarlo a cabo.

Siento una paz inmensa ante el abismo que se abre bajo mis pies. Debería sentir temor ante lo desconocido, pero lo que siento es el inmenso amor de la vida por toda nueva creación. Un proceso natural permanente, basado en la atracción y relación de los elementos entre sí, creando una red infinita entre todas las partes: objetos, sujetos, mundos, universos cuya base es la ley del amor, una inteligencia suprema de armonía y belleza.

¿Para qué preocuparnos cuando nunca podemos perder hagamos lo que hagamos? Más allá de los polos opuestos no existen el bien ni el mal, solo la neutralidad, «el espacio entre los objetos», que no es ni bueno ni malo, simplemente Es.

En este espacio neutral es donde reside la verdadera existencia del Ser: la Sabiduría Divina de donde parte toda la creación.

CAPÍTULO 1

La vida terrenal

Regreso temporalmente a aquel lugar perdido en el tiempo/espacio en donde viví la hermosa experiencia de crear un mundo a mi imagen y semejanza, una dimensión creativa que me permitió a su vez reconocerme a mí misma como el Creador que habita en mí y al Creador que soy, que siempre he sido y siempre seré.

Esta revelación fue magnífica, llegar a la certeza íntima de que Dios habita en mí y en todos nosotros, de que Dios es todo lo que existe, «todo lo que Es», la vida misma que llena de gozo cada segundo de mi día en la conciencia expandida.

He elegido continuar creando mi vida, reinventándome a mí misma cada día para seguir experimentando a la divinidad en esta eternidad sin principio ni fin. La elección de plasmar una nueva creación en la pantalla de fondo del espacio/tiempo, lo cual me posibilita seguir soñando la vida que me recrea a mí misma desde otra perspectiva en este mundo de ilusión.

Un día desperté de un profundo sueño que me mantuvo enredada entre los hilos de una historia milenaria, sin memoria de mi propio nombre, mi origen o destino. Me sedujo este mundo de maravillosa materia percibido a través de la sensualidad de los sentidos, de la voluptuosidad de un cuerpo, de la belleza del amor hacia otro ser humano, la pasión de la creación a través de la imaginación que nos lleva a explorar lo más recóndito de nosotros mismos para descubrirnos en la expresión del alma y saber quiénes somos en realidad: deidades, pura conciencia consciente de sí misma.

Elegí regresar a Europa, a la bella Italia, la Toscana, en donde encontré una bonita casa en lo alto de una montaña que me permite tocar el cielo con mi imaginación al tiempo que camino sobre la tierra. Es un lugar muy mágico, hay días que amanece envuelto en nieblas desorientando tu ubicación. Las noches despejadas están cuajadas de estrellas cuyas luces brillan en todo su esplendor. Es hermoso este lugar, un enclave para crear algo muy especial que aún tengo que soñar y, al imaginarlo, crearlo. Creamos con nuestra imaginación y nuestros pensamientos sobre la pantalla del espacio/tiempo.

Cuando descubrí que esta realidad, en definitiva, no existe no fue fácil para mí aceptarlo, pero no por eso dejé de existir. Al contrario, comprendí que Soy eterna e infinita más allá de las proyecciones mentales que creamos para experimentar todas las facetas del Ser inmortal, que es quienes somos en verdad.