Gianluigi Pascuale - 365 días con Francisco de Asís

Здесь есть возможность читать онлайн «Gianluigi Pascuale - 365 días con Francisco de Asís» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

365 días con Francisco de Asís: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «365 días con Francisco de Asís»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Este libro recoge, cumplido ya el octavo centenario de los orígenes franciscanos, un pensamiento de o sobre san Francisco de Asís para cada día del año, extraído de sus escritos y de las Fuentes franciscanas. Francisco de Asís es el santo más conocido y más querido del mundo, dentro y fuera de la cristiandad. Nadie como él vivió la pobreza, la obediencia, la fraternidad, el compromiso con la naturaleza y su entorno, el amor al hombre y la búsqueda del amor de Dios.

365 días con Francisco de Asís — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «365 días con Francisco de Asís», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

(Regla no bulada, XXIII: FF 69-71)

4 de enero

En toda predicación que hacía, antes de proponer la palabra de Dios a los presentes, les deseaba la paz, diciéndoles: El Señor os dé la paz (2Tes 3,16). Anunciaba devotísimamente y siempre esta paz a hombres y mujeres, a los que encontraba y a quienes le buscaban. Debido a ello, muchos que rechazaban la paz y la salvación, con la ayuda de Dios, abrazaron la paz de todo corazón y se convirtieron en hijos de la paz y en émulos de la salvación eterna.

Entre estos, un hombre de Asís, de espíritu piadoso y humilde, fue quien primero siguió devotamente al varón de Dios. A continuación abrazó esta misión de paz y corrió gozosamente en pos del Santo, para ganarse el reino de los cielos, el hermano Bernardo. Este había hospedado con frecuencia al bienaventurado Padre; habiendo observado y comprobado su vida y costumbres, reconfortado con el aroma de su santidad, concibió el temor de Dios y alumbró el espíritu de salvación. Lo había visto que, sin apenas dormir, estaba en oración durante toda la noche, alabando al Señor y a la gloriosísima Virgen, su madre; y se admiraba y se decía: «En verdad, este hombre es de Dios».

Se dio prisa, por esto, en vender todos sus bienes, y distribuyó a manos llenas su precio entre los pobres, no entre sus parientes; y, abrazando la norma del camino más perfecto, puso en práctica el consejo del santo Evangelio: Si quieres ser perfecto, ve, vende cuanto tienes, dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos, y ven y sígueme (Mt 19,21). Llevado a feliz término todo esto, se unió a san Francisco en su hábito y tenor de vida, y permaneció con él continuamente, hasta que, habiéndose multiplicado los hermanos, pasó con la obediencia del piadoso Padre a otras regiones.

Su conversión a Dios sirvió de modelo, para quienes habían de convertirse en el futuro, en cuanto a la venta de los bienes y su distribución entre los pobres. San Francisco se gozó sobremanera con la llegada y conversión de hombre tan calificado, ya que esto le demostraba que el Señor tenía cuidado de él, pues le daba un compañero necesario y un amigo fiel.

(Tomás de Celano, Vida primera I, 10: FF 359-361)

5 de enero

Así pues, en cuanto llegó a oídos de muchos la noticia de la verdad, tanto de la sencilla doctrina como de la vida del varón de Dios, algunos hombres, impresionados con su ejemplo, comenzaron a animarse a hacer penitencia, y, tras abandonarlo todo, se unieron a él, acomodándose a su vestido y vida.

El primero de entre ellos fue el venerable Bernardo, quien, hecho partícipe de la vocación divina (cf Heb 3,1), mereció ser el primogénito del santo Padre tanto por la prioridad del tiempo como por la prerrogativa de su santidad. En efecto, habiendo descubierto Bernardo la santidad del siervo de Dios, decidió, a la luz de su ejemplo, renunciar por completo al mundo, y acudió a consultar al Santo la manera de llevar a la práctica su intención. Al oírlo, el siervo de Dios se llenó de una gran consolación del Espíritu Santo por el alumbramiento de su primer vástago, y le dijo: «Es a Dios a quien en esto debemos pedir consejo».

Así que, una vez amanecido, se dirigieron juntos a la iglesia de San Nicolás, donde, tras una ferviente oración, Francisco, que rendía un culto especial a la Santa Trinidad, abrió por tres veces el libro de los evangelios, pidiendo a Dios que, mediante un triple testimonio, confirmase el santo propósito de Bernardo.

En la primera apertura del libro apareció aquel texto: Si quieres ser perfecto, anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres (Mt 19,21).

En la segunda: No toméis nada para el camino (Lc 9,3).

Finalmente, en la tercera se les presentaron estas palabras: El que quiera venirse conmigo, que cargue con su cruz y me siga (Mt 16,24).

«Esta es –dijo el Santo– nuestra vida y regla, y la de todos aquellos que quieran unirse a nuestra compañía. Por lo tanto, si quieres ser perfecto (Mt 19,21), vete y cumple lo que has oído».

(Buenaventura, Leyenda mayor, III, 3: FF 1053-1054)

6 de enero

Entre los diversos dones y carismas que obtuvo Francisco del generoso Dador de todo bien, destaca, como una prerrogativa especial, el haber merecido crecer en las riquezas de la simplicidad mediante su amor a la altísima pobreza. Considerando el Santo que esta virtud había sido muy familiar al Hijo de Dios y al verla ahora rechazada casi en todo el mundo, de tal modo se determinó a desposarse con ella mediante los lazos de un amor eterno, que por su causa no sólo abandonó al padre y a la madre, sino que también se desprendió de todos los bienes que pudiera poseer (cf Gén 2,24; Jer 31,3; Mc 10,7).

No hubo nadie tan ávido de oro como él de la pobreza, ni nadie fue jamás tan solícito en guardar un tesoro como él en conservar esta perla evangélica. Nada había que le alterase tanto como el ver en sus hermanos algo que no estuviera del todo en armonía con la pobreza.

De hecho, respecto a su persona, se consideró rico con una túnica, la cuerda y los calzones desde el principio de la fundación de la Religión hasta su muerte y vivió contento sólo con eso.

Frecuentemente evocaba –no sin lágrimas– la pobreza de Cristo Jesús y de su madre; y como fruto de sus reflexiones afirmaba ser la pobreza la reina de las virtudes, pues con tal prestancia había resplandecido en el Rey de reyes y en la Reina, su madre.

Por eso, al preguntarle los hermanos en una reu-nión cuál era la virtud con la que mejor se granjea la amistad de Cristo, respondió como quien descubre un secreto de su corazón: «Sabed, hermanos, que la pobreza es el camino especial de salvación, como que fomenta la humildad y es raíz de la perfección, y sus frutos –aunque ocultos– son múltiples y variados. Esta virtud es el tesoro escondido del campo evangélico (Mt 13,44): para comprarlo merece la pena vender todas las cosas, y las que no pueden venderse han de estimarse por nada en comparación con tal tesoro».

(Buenaventura, Leyenda mayor, VII, 1: FF 1117)

7 de enero

Sobre tu alma, te digo, como puedo, que todo aquello que te impide amar al Señor Dios, y quienquiera que sea para ti un impedimento, trátese de frailes o de otros, aun cuando te azotaran, debes tenerlo todo por gracia. Y así lo quieras y no otra cosa. Y tenlo esto por verdadera obediencia al Señor Dios y a mí, porque sé firmemente que esta es verdadera obediencia. Y ama a aquellos que te hacen esto. Y no quieras de ellos otra cosa, sino cuanto el Señor te dé. Y ámalos en esto; y no quieras que sean mejores cristianos.

Y que esto sea para ti más que el eremitorio.

Y en esto quiero saber si tú amas al Señor y a mí, siervo suyo y tuyo, si hicieras esto, a saber, que no haya hermano alguno en el mundo que haya pecado todo cuanto haya podido pecar, que, después que haya visto tus ojos, no se marche jamás sin tu misericordia, si pide misericordia. Y si él no pidiera misericordia, que tú le preguntes si quiere misericordia. Y si mil veces pecara después delante de tus ojos, ámalo más que a mí para esto, para que lo atraigas al Señor; y ten siempre misericordia de esos hermanos.

(Carta a un ministro: FF 234-235)

8 de enero

Fue él (san Francisco) efectivamente quien fundó la Orden de los Hermanos Menores y quien le impuso ese nombre en las circunstancias que a continuación se refieren: se decía en la Regla: «Y sean menores»; al escuchar esas palabras, en aquel preciso momento exclamó: «Quiero que esta fraternidad se llame Orden de Hermanos Menores». Y, en verdad, eran menores porque, sometidos a todos, buscaban siempre el último puesto y trataban de emplearse en oficios que llevaran alguna apariencia de deshonra, a fin de merecer, fundamentados así en la verdadera humildad, que en ellos se levantara en orden perfecto el edificio espiritual de todas las virtudes.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «365 días con Francisco de Asís»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «365 días con Francisco de Asís» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «365 días con Francisco de Asís»

Обсуждение, отзывы о книге «365 días con Francisco de Asís» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x