Wensley Clarkson - Ronaldo - Un genio de 21 años

Здесь есть возможность читать онлайн «Wensley Clarkson - Ronaldo - Un genio de 21 años» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ronaldo: Un genio de 21 años: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ronaldo: Un genio de 21 años»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Debió haber sido un día de gloria suprema para uno de los futbolistas más impresionantes del mundo. En cambio, aquel día literalmente puso de rodillas a la talentosa estrella joven. Su peor pesadilla se hizo realidad y no logró cumplir en el juego más importante de su vida. El periodista de investigación Wensley Clarkson traza la carrera de Ronaldo, desde sus humildes comienzos en los barrios marginales de Río hasta su ascenso al estrellato internacional. También revela los hechos que llevaron a su actuación en París el 12 de julio de 1998.

Ronaldo: Un genio de 21 años — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ronaldo: Un genio de 21 años», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Más tarde recordó: “Tenía muchos problemas en Holanda, así que volé hasta allí y le busqué una casa más agradable. Le preparé sus comidas preferidas y acabé quedándome ocho meses con él”.

El PSV estaba encantado de que Sonia se hubiera trasladado con su hijo adolescente, porque de esta forma se evitarían el tipo de problemas emocionales que bien podrían haber afectado su juego.

Sonia estaba tan preocupada por el bienestar de su hijo en Europa que le comentó a Martins y a Pitta que, si su hijo no encontraba compañía femenina, seguramente acabaría abandonando el PSV y fracasarían los lucrativos planes de los agentes de transferir a Ronaldo a clubes europeos más ricos.

La solución vino de la mano de una niña bonita de 19 años, rubia y de Río, llamada Nadia Valdez Franca.

CAPÍTULO 7

Un brasileño encantador…

Philips suministró a Ronaldo lo último en electrónica para su nueva casa en Eindhoven: laser disc , teléfono, contestador automático, fax, televisor y vídeo. De hecho, aparte de un par de camas, no había mucho más en la casa.

Nadia y Sonia compartieron casa con Ronaldo durante gran parte de ese primer año. No era nada fácil para ninguna de las dos mujeres. Sonia tenía la costumbre de sacar punta a cualquier cosa que Nadia hiciese o dijese. Mientras tanto, Ronaldo se dedicaba a jugar a los videojuegos. Le avergonzaba sobremanera la manía de su madre de llevar zapatillas Nike tan grandes como barcas. Nadia llevaba zapatos de tacón de seis centímetros, labios rojos y minifaldas muy ceñidas.

Los pasatiempos preferidos de Ronaldo eran ver la televisión y acostarse con Nadia. En Eurosport , a menudo ponían partidos de fútbol de equipos brasileños y Ronaldo se sentaba a verlos delante del televisor durante horas y horas, boquiabierto, con mirada vidriosa, mientras Sonia y Nadia hacían ruido preparando la comida en la cocina mal equipada.

A veces, Ronaldo ponía la grabación de uno de sus últimos partidos con el PSV y observaba a cámara lenta cada uno de los minutos en los que tocaba la pelota.

Cuando Nadia se ausentaba, Ronaldo y su madre hacían muchas más cosas en común. Sonia recuerda que “hacía cualquier cosa para animarme: simular peleas, perseguirme o comprarme juguetes de pega, como una araña, por ejemplo, para intentar asustarme. A veces también sentaba a su oso de peluche en la taza del baño o tomaba la bici y aparecía pedaleando por toda la habitación, cantando y gritando, sólo para divertirme”.

Si acudía alguna visita importante a la casa, el club de Ronaldo llamaba a Koos Boets para que hiciese las veces de intérprete. Ronaldo se llevaba muy bien con Boets, ambos andaban siempre con las típicas bromas de jóvenes. Ronaldo solía saludar a Boets con su expresión preferida, “hola, pedazo de mierda”, y al holandés no parecía importarle en absoluto.

De hecho, Boets sentía una profunda admiración por el extraño brasileño. “Es muy dulce, un tipo valiente. Fuerte, aunque un poco tímido. Y terriblemente juguetón, no logra concentrarse. Por eso son tan lentos sus progresos en holandés”.

A menudo, Ronaldo caía rendido en el modesto sofá y se quedaba dormido entre los brazos de Nadia, que solía seguir su ejemplo pocos minutos después. No llevaba una existencia muy emocionante, a decir verdad. Ronaldo acababa tan cansado de los entrenamientos o de los partidos, que no lograba mantenerse despierto más tarde de las 10 de la noche.

El haber jugado en la selección brasileña tenía sus ventajas: Ronaldo podía ver videos de la mayoría de los partidos clásicos del fútbol brasileño de los últimos cuarenta años. En concreto, quedó realmente deslumbrado con el juego que desplegó Garrincha durante el Mundial de Fútbol de 1958.

“Garrincha estaba regateando cuando, de pronto, y con el oponente marcándole muy de cerca, se alejó del balón para que lo recogiera uno de sus compañeros de equipo. Fue una locura brillante”, afirma.

Sonia hacía lo que estuviera a su alcance para que Ronaldo se sintiera como en casa. Cuando llegaban visitas, preparaba dulce café brasileño y mostraba orgullosa fotografías de su niño prodigio. Con frases cortas y bien buscadas, explicaba a quien quisiese escucharla que “esta fotografía se la sacaron en el Valqueire, su primer equipo. Tenía ocho años. Estaba con sus amigos y decidió...”., y así interminablemente.

Sonia acudía a menudo a los partidos del PSV para animar a su hijo bien amado. Sin embargo, desde que Ronaldo nació, había tenido la tensión muy alta y le costaba soportar el estrés de los partidos.

“Tengo que tomar muchas pastillas para controlar la tensión, y no se puede decir que ver a Ronaldo jugar sea muy bueno para mi salud. A veces, me llevo una botella de cerveza y me la bebo durante el partido para relajarme. Tiemblo y grito cuando Ronaldo pierde y suelo insultar a los árbitros”.

Televisión, clases de conducir, entrenamientos, clases de holandés, llamadas de teléfono, partidos de tenis con un compañero del PSV... Ésa era la vida que Ronaldo llevaba en Holanda. Podría decirse que era el sueño de todo adolescente.

Ronaldo guardaba su último juguete en el garaje: un Chrysler Jeep. Tenía tanto miedo de que se le estropeara el coche que tardó meses desde su llegada a Holanda en sacarlo por las calles de la ciudad, eso sí, a paso de tortuga. Tomaba las curvas con una precisión enfermiza y ponía todos sus sentidos en cada maniobra.

“No dejaba de preguntar: “¿Qué tal lo hago? ¿Conduzco bien?”, recuerda un viejo amigo que fue a visitarle a Holanda. Por otra parte, estaba el tema de las cartas de las fans. Siempre había una bolsa enorme llena de cartas listas para ser enviadas a Brasil. En Holanda, los futbolistas sólo contestan a sus seguidores si éstos les adjuntan un sello. Ronaldo desconocía por completo esta norma. Durante sus primeros meses de estancia en el PSV, envió al menos 2.000 cartas con fotografías autografiadas, incluidas 700 a Brasil. Le costó al menos unos 500 dólares, pero eso era una miseria comparada con el recibo del teléfono.

Ronaldo tenía otro lado mucho más infantil. En el transcurso de una entrevista en casa del delantero, el periodista holandés Frans Oosterwijk no pudo salir de su asombro cuando Ronaldo se esfumó y se introdujo en una habitación con Nadia.

En el PSV, Ronaldo seguía marcando goles con la regularidad que le caracterizaba. Sus movimientos eran rápidos y precisos. Los holandeses reconocen que Ronaldo tenía lo que ellos llaman una “tercera aceleración”: el sprint dentro del sprint, con el que el delantero conseguía regatear súbitamente a dos o tres oponentes. Ronaldo se mostraba especialmente satisfecho con el entrenador del PSV, Dick Advocaat. “Está contento conmigo, y yo con él”. De hecho, Ronaldo accedió a dejar de tomar Coca-Cola y patatas fritas a petición de su nuevo mentor y figura paterna.

Uno de esos pocos días libres de los que disfrutaba el futbolista, Ronaldo y su novia Nadia aceptaron la invitación del agente italiano de fútbol Giovanni Branchini para ir a visitar Milán. Branchini apareció en escena tras las recomendaciones de los “propietarios” de Ronaldo, Martins y Pitta, conscientes de que el italiano podría desempeñar un papel fundamental llegada la hora de intentar introducir a su jugador en la tan lucrativa Primera División.

Para Ronaldo, el viaje no era más que una forma agradable de pasar unos cuantos días. Sabía que algunos lo interpretarían como el primer paso de un plan concreto, y no ayudó mucho a acallar los rumores el hecho de que se reuniera para cenar con el presidente del Inter de Milán.

Massimo Moratti le hizo prometer que, en principio, pensaría en el Inter cuando decidiese marcharse del PSV. Ronaldo no se dedicó a buscar casa durante la visita, pero le gustó todo lo que vio.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ronaldo: Un genio de 21 años»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ronaldo: Un genio de 21 años» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Ronaldo: Un genio de 21 años»

Обсуждение, отзывы о книге «Ronaldo: Un genio de 21 años» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x