Belén A.L. Yoldi - La puerta secreta

Здесь есть возможность читать онлайн «Belén A.L. Yoldi - La puerta secreta» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La puerta secreta: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La puerta secreta»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una antigua leyenda dice: «Cuando la ardiente estrella Sirio cabalgue en el cielo nocturno junto al cazador Orión, si un cometa naranja cruza entonces el firmamento, sabrás que se ha abierto la Puerta a las Estrellas»…Violeta —más conocida como Finisterre—, Nika y Javier solo comparten unos días de vacaciones en un campamento de verano, pero sus vidas cambian cuando una desconocida pone en sus manos un extraño medallón, mientras visitan el pueblo maldito de Ochate. Entonces son arrancados de la tierra e inician así una odisea por mundos lejanos y peligrosos. Ellos aún no lo saben, pero los han elegido para cumplir una misión. Porque quienes portan ese objeto y atraviesan la puerta del Nunrat, tienen la oportunidad de hacer un viaje extraordinario, pero también se convierten a la fuerza en guardianes del «Mentagión».

La puerta secreta — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La puerta secreta», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Entonces oyó una llamada de auxilio lanzada por una voz que le resultó familiar y que estaba en su ruta.

—¡Ey, aquí! ¡Por favor, ayudadme! ¡Necesito ayuda!

Forzó la vista y dio unos pasos en esa dirección, intentando localizar a la dueña de la voz sin perder de vista el camino. Así fue como dio con la Bocazas que estaba caída en el suelo sobre su mochila de excursionista y con el pie izquierdo atrapado en una especie de agujero escondido entre rocas y raíces.

—¡Por favor, ayúdame! Me he hecho daño en el tobillo y no puedo mover el pie… —pidió la niña, angustiada.

A pesar de la tirria que sentía hacia ella, Javi se acercó a socorrerla. Excavó con las manos en las raíces y sacó el pie de la chica con cuidado. Mientras la ayudaba a levantarse, otro chico del grupo apareció dentro del círculo visible sobresaltándolos. Corría con el rostro muy pálido, aparentemente desorientado.

—Ayúdanos, me he torcido el tobillo…

Pero el chico salió huyendo mientras decía:

—¡Que os jodan, yo me largo al autobús!

Por suerte un segundo más tarde apareció Violeta, que venía a buscarles. Ella y Javier se pusieron uno a cada lado de Nika. Así la niña pudo andar cojeando, apoyándose en esas muletas improvisadas.

—Tranquilos, ya estamos llegando —decía la monitora mientras avanzaban a ciegas por el camino de tierra. Con una mano sujetaba a Mónica y con la otra apretaba el amuleto del árbol de la vida que llevaba colgado del cuello—. Mirad bien por dónde pisáis. El autobús queda por ahí...

Debían faltar unos quinientos metros, a juzgar por la distancia a la que sonaban las voces y llamadas de los que habían llegado a la carretera, cuando una sombra se interpuso en el camino de los tres.

Una mujer con un pañuelo anudado alrededor de la cabeza emergió repentinamente de la niebla y se acercó a Violeta, que la reconoció al instante. Era la artista del taller de Bernedo. La acompañaba trotando un perrazo enorme de cara cuadrada, ojos vigilantes y pelaje de rayas atigradas marrón y negro; parecía el mismo perro que había visto la monitora en la distancia.

—¡Escucha!, no hay tiempo para explicaciones... Debes proteger el mentagión. Ahora es cosa tuya, ¡tú eres su guardiana! No se lo des a nadie…

La mujer hablaba muy rápido y al mismo tiempo puso en la mano de Violeta un disco de metal tallado a doble cara, una especie de medallón de plata y lapislázuli que ocupaba toda la palma. La monitora lo reconoció enseguida por su dibujo en forma de rosa-estrella; era el medallón que estaba incrustado en el reloj del sol, en el taller artístico. Al contacto con su piel, el mecanismo entró en funcionamiento un segundo y desplegó las hojas de su resorte para volver a detenerse cuando recobró la forma de rosa. Entonces la artista le cerró los dedos sobre el objeto y apretó con fuerza.

—¡Protege el mentagión! Eso es lo más importante. Con tu vida, si hace falta… —dijo a Violeta con una urgencia y un apremio raros—. Pronto nos veremos…

A continuación, se dio la vuelta y desapareció a toda prisa.

—¿Qué? ¿Cómo? Pero ¡oye!...

Era inútil. Sus pasos se alejaban entre la niebla acompañados por los jadeos del perro. Tras una vacilación, la joven pelirroja desechó la idea de ir tras ella; pensó que ya tendría ocasión más tarde de devolverle aquel objeto, se acercaría hasta su taller cuando volvieran a Bernedo. Ahora tenía que encontrar el autobús y ocuparse de los chicos del campamento. Siguieron andando y otra sombra fugaz se atravesó en su camino, un hombre moreno de pelo rizado que parecía perseguir a la mujer; pasó y se marchó tan deprisa como había venido sin reparar apenas en la monitora y en los muchachos que caminaban juntos.

Un minuto después, notaron que el siseo de la niebla se hacía más fuerte. Y, cuando menos lo esperaban, una claridad radiante se abrió paso entre la niebla. Una columna de energía cegadora cayó sobre ellos y les rodeó a los tres, como si estuvieran bajo un foco deslumbrador. A continuación, se sintieron livianos, igual que plumas flotando dentro de una especie de flujo de energía. Ese flujo comenzó a succionarles, tiraba de sus cuerpos hacia arriba con tal fuerza que levantó sus pies del suelo firme y comenzó a alejarles de la tierra. Gritaron de miedo y sorpresa los tres, agitaron los brazos y las piernas desesperadamente intentando aferrarse a algo firme, lo que fuera. Pero con ojos desorbitados por el terror comprobaron que no había nada que hacer.

Una fuerza superior los absorbía igual que a hojas secas.

Entonces Javier, Violeta y Mónica notaron como si les pincharan con millones de alfileres o como si sus cuerpos se deshicieran en infinidad de átomos dispersos. Violeta aferró con fuerza el medallón que llevaba en la mano, al tiempo que lanzaba un alarido de dolor, antes de perder el sentido. En un último segundo de angustia, los tres sintieron que se desintegraban y desaparecían en la negrura.

BAJO LA BÓVEDAESTRELLADA Al despertar a Javier le dolía todo el cuerpo y le - фото 10 BAJO LA BÓVEDAESTRELLADA

Al despertar, a Javier le dolía todo el cuerpo y le retumbaba la cabeza como si le hubieran metido un tambor dentro del cráneo.

Abrió los ojos con esfuerzo y lo primero que vio fue un cielo estrellado de un azul oceánico profundo, donde cada uno de los puntos brillantes refulgía como diminutas bombillas led en una guirnalda de navidad, con extraordinaria belleza.

«Estoy soñando», pensó. No podía haber anochecido, tan pronto. ¿Y dónde estaba?

Se incorporó sobre los codos e intentó enfocar mejor la vista y hacer memoria. Lo último que recordaba era la niebla que le envolvía en el descampado de Ochate.

Entonces oyó una exclamación a su espalda y supo que no estaba solo.

—¡Mi tobillo! Ya no me duele…

El chico se levantó y, al volverse, descubrió a la Bocazas sentada y mirando alrededor con la misma cara de extrañeza e intriga que él.

—¡Estoy soñando! —repitió Javier, esta vez en voz alta y con desagrado—. Tiene que ser un sueño… ¡por fuerza!

—¡Una pesadilla, dirás! Tiene que ser una pesadilla si estás tú aquí. ¿Es que vas a seguirme a todas partes, niñato?

—¡Tú me persigues a mí, bocazas!

No podían creerlo, que volvieran a coincidir los dos en una… ¿pesadilla?... Sí, sin duda tenía que ser eso, una pesadilla por culpa del porrazo que se había dado en la cabeza, pensaba el chico. No podía ser otra cosa. Aunque tampoco recordaba haberse dado ningún golpe… Solo recordaba la niebla y una luz. Quizá se habían ido a dormir después. Ya no se acordaba.

—¿Dónde estamos? —preguntó la muchacha poniéndose también de pie.

Parecía como si acabara de bajarse del autobús para emprender una excursión por el monte, con la mochila a cuestas. Vestía la misma bermuda corta de color arena y camiseta ajustada de tirantes azul celeste y en la cabeza llevaba puesta su gorra de visera, con el pelo recogido y sujeto por un coletero llamativo de goma y tela del que se escapaban unos mechones rebeldes. Exactamente igual que cuando recorrían la pista de Ochate.

Lo primero que hizo la chica nada más levantarse fue mirar en su teléfono móvil.

—¡Qué rabia! No hay cobertura… No puedo mandar ni recibir mensajes...

El chico comprobó que su móvil también estaba muerto. Después se fijó en sí mismo, reparó en sus pantalones vaqueros recortados sobre la rodilla, en su camiseta y sus deportivas de aventura, y movió la cabeza con incredulidad en un intento desesperado por despejar las telarañas. Sentía una presión enorme dentro del cráneo y un gran dolor entre los ojos, como si su cerebro hirviera.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La puerta secreta»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La puerta secreta» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La puerta secreta»

Обсуждение, отзывы о книге «La puerta secreta» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x