Belén A.L. Yoldi - El medallón misterioso

Здесь есть возможность читать онлайн «Belén A.L. Yoldi - El medallón misterioso» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El medallón misterioso: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El medallón misterioso»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¡Habían cruzado la puerta del Nunrat!, una rueda marcada con símbolos arcanos que gira en sentido contrario a las agujas del reloj y donde cada símbolo representa un mundo distinto. Esa rueda, les dicen, es la «Puerta a las Estrellas». Al atravesarla, la vida se volvería muy peligrosa para ellos.
Desde que porta ese medallón misterioso, Violeta, más conocida como Finisterre, vaga por lugares ignotos de otro universo junto con dos chicos valientes del campamento de verano, Nika y Javier, en busca de una salida. Les acompaña en su viaje un guerrero Ad-whar errante llamado Miles, un proscrito al que muchos temen, pero es el único que se ha parado a ayudarles.
Para regresar a casa, los viajeros deberán descubrir el secreto oculto en el Mentagión, que convierte a quien lo porta en centinela de la Puerta a las Estrellas. Por desgracia, ese medallón dirige sus vidas hacia un destino y hay un ser oscuro muy poderoso que les persigue sin tregua, para arrebatárselo.

El medallón misterioso — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El medallón misterioso», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Javier le interrumpió, anonadado.

—¡No pensarás abandonarme aquí! —exclamó, saliendo un poco de su desmayo—. No conozco el camino. ¡Me perderé!

—No te perderás si sigues las señales. ¡Hasta un bebé encontraría el camino con solo ver estas marcas! Y tú pronto serás un hombre. —Aún añadió exasperado—: ¡Me pregunto cómo podéis sobrevivir en tu mundo!

No se doblegó a las súplicas del muchacho, ni a sus repetidas protestas.

—La vida de tus amigas puede depender de nuestra rapidez. Y yo no voy a rendirme tan fácilmente

—¡No son mis amigas! —gritó el niño con desesperación. Era una excusa infantil para acallar su conciencia.

—Tal vez no lo sean —respondió con calma el guerrero—. Pero has dicho que querías salvarlas. Si decides algo, cumple tu palabra o de lo contrario no hables.

El chico agachó la cabeza.

—Yo me marcho ahora —advirtió el otro con dureza, sin ablandarse—. Te iré dejando señales como he prometido. Lo que hagas después será cuestión tuya. Adiós.

Javier contempló con incredulidad cómo el errante le daba la espalda y echaba a andar de nuevo.

—¡Aguarda! —pidió con una exasperación cercana a las lágrimas mientras lo veía marcharse—. ¿Es que tú no te rindes nunca?

—¡Nunca! El que se rinde está muerto —fue su respuesta—. La vida no se detiene porque tú te pares, seguirá rodando. ¡Y, si te descuidas mucho, pasará por encima de ti y te aplastará!

La voz rotunda iba perdiendo volumen conforme el hombre se alejaba. Muy pronto doblaría un recodo más allá del cual su figura desaparecería tras las peñas y dejaría de verle.

Un coraje sordo se apoderó del chico. Cerró los puños y se puso de rodillas.

—¡Cabrón! ¿En serio me vas a dejar aquí?

Nunca había estado tan furioso con nadie.

El guerrero continuó alejándose como si no le escuchara.

Entonces Javier inspiró profundamente con rabia. Hizo acopio de toda la energía que pudo encontrar en su interior y la dirigió hacia sus piernas. A una orden de su cerebro, se levantó. Las piernas le temblaban, pero no permitió que se doblaran. Apretó los dientes y volcando toda su rabia en el pie derecho consiguió dar el primer paso. Después movió el otro pie. Agarró un palo de madera que encontró tirado y lo usó como bastón para apoyarse y seguir adelante.

Así empezó a caminar de nuevo con la ayuda de la improvisada muleta, sin perder al hombre de vista. Y a cada paso que daba iba rezongando una sarta de improperios contra el errante:

—¡Míralo! ¡Se larga, el muy cerdo! Y le da igual... ¡Cabrón! Y encima va cuesta arriba, buff... ¿¡Es que no hay carreteras en este pueblo!? ¡Seguro que sí! Seguro que lo hace a propósito, solo para fastidiarme. ¡ Desgraciao ! Que eres un desgraciao , el tipo más borde que conozco..., un... —Le arrojó a la espalda toda la retahíla de insultos que conocía y algunos más que se inventó sobre la marcha.

El rencor que sentía hacia el compañero que le abandonaba era lo que le impulsaba a seguir andando. No se daba cuenta de que el errante había refrenado el paso para dejarse alcanzar, dominando su impaciencia. Y que gracias a eso lograba mantener la distancia. Tampoco le habría consolado saberlo. Solo le consolaba despotricar a sus anchas, desahogar su furia, aunque fuese de una forma infantil y aunque de ese modo gastara aliento inútilmente.

Mecagüen la leche, ¿quién me mandaría a mí meterme en este follón? Buff, buff… ¿Sabes qué te digo? ¡Que en cuanto las encuentre, yo me largo! Y aquí os quedáis... ¿Te enteras, pedazo de mamón...?

Su voz se iba apagando porque le faltaba el resuello. Por fin dejó de rezongar y les envolvió el silencio de la montaña. Javier necesitaba todas sus reservas de energía para avanzar, un paso detrás del otro. Andaba completamente grogui con los pies a rastras. La rabia era lo único que le sostenía. Solo tenía un pensamiento, no perder de vista al errante.

Por suerte la cuesta terminó pronto y al traspasar una loma entraron en un pequeño valle verde de laderas herbosas donde se veía pacer unos animales lanudos. El camino bajaba a través de un damero de prados cercados con setos silvestres y muretes de piedra que daban al conjunto una imagen rural ordenada y bucólica. La misma pendiente le llevaba sin necesidad de hacer grandes esfuerzos y él se dejó llevar exhausto, ni siquiera veía ya dónde pisaba.

Le faltaba poco para perder el conocimiento cuando oyó la voz de Miles decir a su lado:

—¡Hemos llegado! Descansa.

Para Javier fue una delicia tirarse en la hierba y olvidarse de todo. Ni se enteró de que el guerrero partía a explorar los alrededores, después de recomendarle silencio. En aquel momento de desmayo todo le daba igual. Lo siguiente que notó fue un líquido amargo que le entraba por la boca y le bajaba por el cuello quemándole la garganta.

—¡Traga! Te hará bien.

—¿Qué... qué es eso...? —balbuceó.

—¡Licor de raíces! Resucita a un muerto.

Le obligó a tomar otro trago.

—Cof, cof… —Tosió el chico atragantándose. Más que resucitar, abrasaba. Si no se espabilaba pronto moriría ahogado con semejante brebaje—. ¿De dónde, aggh, lo has sacado?

—No preguntes.

El Ad-whar lo había encontrado dormido y había tenido que zarandearlo para hacerle volver en sí. Le había incorporado y había vertido en su boca aquel licor vigorizante. El efecto había sido inmediato.

—¿Dónde… dónde estamos...? —preguntó el chico sentándose y mirando a su alrededor. Al principio le costó enfocar los ojos, pero la amenaza de tener que tomar otro trago de aquel licor supuestamente medicinal terminó de espabilarle.

—Los hemos encontrado —le informó el errante—. Hay dos darkos, allá abajo, y dos skrugs. Se han detenido junto a una aldea. A esperar a sus compinches, supongo. Toma, come esto.

Le tendía un puñado de frutos secos y Javier los devoró con ansia, sin preguntar esta vez de dónde los había sacado. Después bebió agua de la cantimplora y se sintió un poco mejor. Lo suficiente como para poder pensar.

—¿Y las chicas? ¿Qué hay de Finis y Nika? —preguntó acordándose al fin de ellas.

—Están vivas. Prisioneras.

Javier maldijo mentalmente su parquedad de palabras.

—¿Se encuentran bien? —insistió.

—No he podido acercarme lo suficiente para comprobarlo.

—¿Y qué vamos a hacer ahora? —preguntó el muchacho, dejando caer los brazos indeciso.

—¡Rescatarlas!

Конец ознакомительного фрагмента.

Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El medallón misterioso»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El medallón misterioso» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El medallón misterioso»

Обсуждение, отзывы о книге «El medallón misterioso» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x