— Un regalo de un viejo amigo, no tiene importancia- Y me lo arrebato de las manos. Parecía nervioso —.
Decidí volver a lo que vine, a hacer el maldito trabajo y marcharme. Pero no logro sacarme de la cabeza el porqué de lo que acabo de ver, ¿Conocería Luca a mi padre? ¿A Benny? Me molesta la idea de no poder descubrir que hay detrás de esto, a mi padre es imposible localizarlo, ¿Cómo hablaría con él si ni siquiera tenía teléfono celular? Esto comenzaba a extrañarme cada vez más.
Luca notó mi incomodidad porque no paró de hacerme preguntas al respecto.
— Lina, de verdad, no tiene ninguna relevancia, deja de pensar en eso por un momento, céntrate en el trabajo y así acabaremos rápido.
No volví a darle importancia al asunto del dije y nos pusimos a investigar y a preparar la presentación.
Media hora más tarde terminamos todo, había quedado espectacular. Era un trabajo sobre cárceles importantes, con historia y relevancia para el mundo, elegimos Alcatraz, era impresionante la cantidad de historia que poseía ese lugar.
Al parecer Luca era una persona muy inteligente, casi que realizó todo el trabajo él. Me gustaba porque congeniábamos bastante bien en relación al estudio, pensaba que iba a ser tedioso, pero resulto interesante.
— Te propongo que vayamos a comer algo por ahí, sin compromisos, como dos personas normales. Creo que no hemos empezado del todo bien, me gustaría compensar mis comentarios de los últimos días — Me ofreció Luca, algo entusiasmado. No es que me hiciera total gracia ir a comer con un chico que tenía novia, pero moría de hambre y la verdad es que tenía razón, podríamos empezar de nuevo, quizás podríamos ser buenos amigos después de todo —.
— Bien, pero cuando terminemos me llevarás a la residencia - Le advertí señalándolo —.
— Me parece una buena idea — Me dijo sonriendo. Era encantador, de verdad, pero no caería como todas las demás; además está en pareja, imposible. Ni siquiera se fijaría en mi de esa forma —.
Llegamos al cabo de 15 minutos a un restaurante más bien apartado del campus, discreto. Aparcamos el coche y salimos rumbo a la entrada del lugar.
En el camino Luca parecía un poco más cercano, no sé cuál fue la razón. Sentí que quería estar cerca mío.
Cuando entramos nos recibió una moza que parecía conocer a Luca, de hecho, le preguntó si quería la misma mesa de siempre.
— Parece que traes a muchas chicas aquí — Le dije en un tono burlón. Me sentí un poco celosa, hubiese deseado que no haya traído a más nadie a este lugar. Parecía tan íntimo... —.
— De hecho, eres la primera que pisa este lugar conmigo — Me respondió y noté su sonrisa. Y digo que noté porque no quise mirarlo directamente a los ojos, no quería que notara la ilusión que me hacía su comentario. Y luego, otra vez, volvieron mis dudas, ¿con quién habrá estado en este lugar tantas veces como para que la moza le haya ofrecido la misma mesa “de siempre”? —.
— ¿Gustan una carta o ya saben que van a pedir? — La señorita que nos atiende me sacó de mis pensamientos.
— Pediremos dos cortes de carne americanos con espárragos salteados — Contestó Luca enseguida —.
— De hecho, me gustaría pedir spaghettis a la carbonara — Mire desafiante a Luca, nadie pide y hace por mí. Se hacer las cosas sola —.
— Bien, entonces que así sea.
Esperamos un rato, hablamos de trivialidades, me preguntó porque había venido desde Italia a estudiar aquí, entre otras cosas. Me limité bastante en mis respuestas, no quería que supiera más de lo necesario.
— Me parece que me toca a mí, en esta oportunidad, preguntarte sobre ti — Lo miré mordiéndome el labio inferior, deseosa de saber sobre su vida, seguía con la sensación de que ocultaba muchas cosas —.
— ¿Qué te gustaría saber? — Me respondió algo incomodo.
— No lo sé, ¿por qué me trajiste a este lugar? — Él tenía pareja, porqué mejor no me llevaba a un McDonald’s y ya.
— Me gusta este lugar, es especial y hacen muy rica comida, ¿por qué no te traería?
— Bueno, no lo sé, dices que no has traído a nadie más aquí, pero tienes novia... ¿Qué me hace diferente? — Trato de que por una vez me dé una respuesta consistente.
— Deja de darle tanta importancia Lina — Contestó molesto—. Si hay algo más que quieras preguntar, pues este es el momento, de lo contrario no responderé ninguna de tus dudas.
— Me gustaría saber de dónde vienes, porque estudias en esta ciudad, qué haces de tu vida, si vives con tus padres, no lo sé...
— Bueno, la verdad es que no tengo mucho que contar... Soy de aquí, estudio en esta universidad porque me ha gustado desde siempre, no trabajo y no, mis padres no viven aquí conmigo — Claro sí, eso va a servir para calmar todas mis dudas... —.
— ¿Por qué tus padres no están aquí? ¿Te refieres a que no están en NY y están en otro estado?
— Me refiero a que están muy lejos de aquí...
— ¿Qué hay del dije que encontré en tu apartamento? — Aunque quisiera, no podía sacar esa imagen de mi cabeza.
— Deberías dejar de preguntar y comer de una vez, si no quieres que se enfríe tu maldita comida — Su tono cambió completamente, parecía muy molesto, como si ya no quisiera hablar de nada más —.
— ¿Qué es lo que escondes Luca? — Hice caso y comí sin volver a emitir un solo sonido. Al parecer la conversación había terminado. Algo escondía, y me asustaba la idea de que mis sospechas sean ciertas. Me asustaba pensar en que podía llegar a estar relacionado con el maldito Benny.
Terminamos de cenar y nos dispusimos a volver a mi residencia. Para ser sinceros, resultó más incómodo de lo que esperaba.
Capítulo 5
El viaje de vuelta a la residencia pasó sin más inconvenientes, no volví a mencionar lo del dije y el pareció estar de acuerdo con eso.
Al terminar la comida continuamos charlando sobre cosas sin mucha relevancia, sobre cuestiones relacionadas con la universidad y demás.
Me contó que tenía un hermano al que no veía mucho, puesto que estaban algo distanciados. Se abrió bastante en cuanto a lo personal, lo cual me extrañó porque no era algo que hubiese preguntado.
Empecé a sentir que él era mucho más, había un hombre tranquilo, dedicado y protector detrás de esa fachada de <> que quería aparentar.
La cena y el rato que pasé con el provocaron sentimientos en mi interior difíciles de callar.
Sabía que no debía darle tantas vueltas a lo que fuera que sucedía con el en su ámbito personal, el hecho de que haya encontrado ese collar no debía significar nada, y más si me ponía a pensar en que Benito y mi padre no serían los únicos poseedores de aquel dije.
La música del carro generaba un ambiente agradable, el silencio no era incomodo y sentí que Luca pensaba lo mismo. A pesar de mis prejuicios contra él, habíamos pasado un rato agradable y me hacía ilusión que, en el fondo, muy en el fondo, quizás podríamos comenzar a llevarnos bien.
Aparcó en la puerta de la residencia así que cogí mis cosas y le dediqué un saludo rápido.
— Gracias por traerme — Le dije con una sonrisa tímida en los labios, ojalá estuviera ocultando muy bien el hecho de que lo había pasado bien con él esta noche —.
— No hay de que — Dijo mirándome a los ojos con un aire despreocupado, como si aquello no significara nada. La verdad es que no se en que estaba pensando, pero con ese pequeño gesto me demostró que no nos encontrábamos en la misma sintonía, me sentía una idiota por creer que lo de esta noche cambiaría algo —.
Fui a abrir la puerta del coche para bajarme, pero con su mano me cogió del brazo e hizo que volviera a ponerme en mi lugar. Lo miré directamente a los ojos esperando que dijera o hiciera algo.
Читать дальше