Otros textos también se deben considerar parabólicos, aunque sean diferentes a los que encontramos con Jesús. Son parabólicos Ezequiel 34 (una narrativa extensa sobre el fracaso de los pastores de Israel y la promesa que Dios pastorearía Israel) y Ezequiel 37 (el valle de los huesos secos). Jeremías 23.1-4 emplea las imágenes de los pastores que dispersan las ovejas y la de Dios que trae de vuelta su rebaño al redil y los protege.26 Isaías 28.23-29 tiene una parábola interrogativa del que ara para sembrar, que enseña sobre el juicio venidero de Dios. Isaías 59.16-17 presenta a Dios como un guerrero que viste su armadura para traer salvación. Jeremías 13.12-14, mediante una similitud de una tinaja de vino, representa la borrachera y la destrucción de todo el pueblo. Este ejemplo virtualmente es una parábola jurídica. Jeremías 18.2-13 emplea la imagen de un alfarero para mostrar la soberanía de Dios. El libro de Oseas principalmente es una parábola sobre la relación de Dios con Israel que se describe bajo la apariencia de la relación de Oseas con su esposa. Salmos 80.8-17 describe la historia de Israel como una vid arrancada de Egipto que fue plantada, luego destrozada y quemada. Habacuc 1.13-17 describe la captura babilónica del pueblo comparando el pescador que atrapa los peces y que luego ofrece sacrificios a su red. Eclesiastés 9.14-18 lamenta el fracaso del pueblo para atender la sabiduría a través de una narrativa indirecta simple y breve sobre un hombre pobre y sabio que libra la pequeña ciudad del asedio de un poderoso rey, pero nadie se acuerda de aquel hombre.
Podemos señalar otrasanalogías,27 como las parábolas de actuación o actos simbólicos. Se puede relatar como una parábola pero en vez es un acto simbólico que luego se explica conforme a su relevancia a la vida del pueblo. Probablemente se conoce mejor a Jeremías por emplear parábolas de actos simbólicos como la del cinto podrido (Jer 13.1-11),28 aunque encontramos otros ejemplos en Isaías, Ezequiel y Nehemías.29
También son importantes las visiones simbólicas y los sueños en el Antiguo Testamento. En las visiones y los sueños, que los profetas reciben (o alguna persona que necesitará la ayuda del profeta para interpretar la visión o el sueño) se revelan imágenes que describen la realidad de la relación de la nación con Dios o una perspectiva de eventos futuros.30
Casi todos los pasajes mencionados anteriormente están en libros proféticos o salen de la boca de los profetas. El lenguaje parabólico es un instrumento de los profetas en su conflicto con Israel y sus líderes.31 Estos textos proféticos son reflejo de la nación, de su rey y del destino que le espera. Los profetas emplearon parábolas para confrontar a la nación, advertirle del juicio y producir un cambio. Estos ejemplos del Antiguo Testamento son importantes en sí mismos, pero también son relevantes porque proveen a Jesús y a otros relatores de parábolas de un género, las imágenes y unas formas para construir las parábolas. Todo es indicativo que Jesús aprendió el método parabólico de las Escrituras hebreas, especialmente de los profetas. Algunas veces empleó parábolas como los profetas, para confrontar a la nación, pero, a diferencia de los profetas, Jesús además las empleó para representar al reino de Dios, para confrontar a individuos y para enseñar sobre el comportamiento, la compasión, el uso del dinero y temas relativos con el discipulado.
Mateo, por lo menos, estaba consciente de la conexión del uso de Jesús de las parábolas y su enfoque profético, porque considera las expresiones de Jesús en parábolas como el cumplimiento de lo dicho por el “profeta” en Salmos 78.2 “Abriré mi boca en proverbios, hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos” (Mt 13.35). En la enseñanza de Jesús, los temas parabólicos de la dureza del corazón y el juicio se entienden mejor cuando tomamos las parábolas como un discurso profético preferido. Este es el contexto en que debemos entender a Jesús.
Escritos judíos tempranos
Con propósito he separado el material parabólico judío temprano del material parabólico rabínico para resaltar la consciencia del problema de poner fecha al empleo de los materiales rabínicos. No podemos simplemente agrupar todas las parábolas judías con las de Jesús e ignorar los siglos que pueden separar sus orígenes.
Jesús no creó el método parabólico; lo perfeccionó y lo empleó con maestría. Era obvio que otros emplearon las parábolas en la Palestina del primer siglo, como atestiguan los dichos de Juan el Bautista (Mt 3.10). Uno se sorprendería si este no fuera el caso, debido a la popularidad de formas similares en el mundo greco-romano. A pesar de todo, la evidencia de las parábolas en el judaísmo temprano es, cuando mucho, incompleto, en parte debido al carácter de los documentos que poseemos. Si incluimos solamente lo que sabemos que es anterior o contemporáneo de Jesús,32 encontramos importante material parabólico, pero poco que tiene el carácter, la forma o la perspicacia de las parábolas narrativas de Jesús. Hasta donde sabemos, nadie empleó las parábolas con tanta frecuencia o fuerza como Jesús en los evangelios sinópticos. Pero cuando aparece el material parabólico, con frecuencia refleja el enfoque profético y antagónico de las parábolas del Antiguo Testamento.
Al evaluar el material parabólico antiguo, la Historia de Ahiqar merece la primera mención. Existen varias versiones de esta historia, era muy popular entre los judíos, e influenció las fábulas de Esopo. Las versiones posteriores tienen algún material parabólico, pero la versión más primitiva (encontrada en Elefantina) es inconclusa y contiene solamente algunos dichos que la califican para su consideración.33 Es difícil fechar las versiones más tempranas, y uno debe emplearlas con cautela. No se sabe si los dichos en las versiones posteriores que son muy semejantes a las parábolas de Jesús se incluyeron en la versión elefantina. Aún así, no se debe ignorar la influencia de las tradiciones de Ahiqar en la producción de las parábolas34 y probablemente también en Jesús.35 La Historia de Ahiqar es material sapiencial utilizado en un escenario de confrontación.
Hay poco en los materiales de Qumrán que pueda contribuir a nuestro análisis. No hay relatos similares a las parábolas de Jesús. La evidencia muestra que todavía había una amplia gama de significados para mashal. 36 Por lo menos cuatro narrativas parabólicas se deben considerar. Primero, el Génesis Apócrifo 19.14-21 (entre los años 50 a.C. y 50 d.C.) relata el sueño de Abraham acerca de un árbol de cedro y una palmera, y que unos hombres cortarían y desarraigarían el cedro, pero la palmera objetó que ambos tenían la misma raíz y así salvó al cedro. La interpretación explica que los árboles refieren a Abraham y Sara. Segundo, el texto de 4Q302 es fragmentario, pero se clasifica como una parábola de admonición. El fragmento 2, columna 2 de este documento cuenta de un buen árbol muy bien cuidado, pero la siguiente columna indica que jabalís salvajes lo roerían y sería cortado. Probablemente esta es una parábola del juicio de Dios a su pueblo similar a la que encontramos en Isaías 5.1-7 y en Salmos 80.8-19. En tercer lugar, el fragmento 3, líneas 4 y 5 de 4Q424 tiene un mashal comparativo: “Como aquel que avienta en el viento [grano] que no se separa, así es el que habla a un oído que no oye o el que relata [algo] a uno que duerme….”. Cuarto, 4Q Cuatro Reinosa,b (4Q552 y 553) es fragmentario en ambos manuscritos, pero está claro que se interpreta cuatro árboles como cuatro reinos. Las analogías, incluso las extensas, se emplean en los documentos de Qumrán,37 pero hay pocas semejantes a las formas que empleó Jesús.
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