• Aclarar malentendidos con miras a llegar a una negociación en forma pragmática mediante la necesaria precisión (Präzisierung) de los puntos de vista
• Preparar los puntos de vista individuales para someterlos a prueba
Naess formuló reglas para disolver malentendidos a partir de las nociones de «precisar» y «precisión»:
• Precisar una emisión o formulación significa hacerla más precisa remplazándola por una emisión de otra formulación que elimina algunas interpretaciones racionales sin añadir otras
• Una precisión (de una emisión o formulación) significa el resultado de una operación de precisión, así como la operación en sí 8
La precisión hace uso de un dominio de interpretación. Para entender lo que Naess define por «interpretación» es necesario tomar en cuenta los tres elementos del signo, un poco a la manera de los estoicos, san Agustín y Peirce. Interpretar es asignar una proposición (C) a una formulación (A). Así, a la formulación (A) «el camión pasa a las 2:00», podemos asignarle la proposición que remite a «las 2:00 de la mañana» (C 1) o la que remite a «las 2:00 de la tarde» (C 2). 9
FIGURA 3. EL SIGNO EN NAESS 10
La oración U es una interpretación para la oración T significa lo mismo que decir: es razonable y correcto plantear que, en al menos un contexto, U puede expresar la misma proposición que T. 11Como a veces la diferencia de interpretación tiene que ver con una parte de la frase y no con toda ella, se plantea una segunda definición: decir que un término b es una interpretación de un término a significa que si b es substituido por a en una oración T 0, el resultado será una oración T 1, que nos da una interpretación de T 0.
Según Naess los desacuerdos suelen relacionarse no con oraciones sino con proposiciones, por eso es necesario plantear precisiones a la interpretación. La definición de precisión sería: 12la oración U («el camión pasa a las 2:00 de la mañana») es una precisión de la oración T («el camión pasa a las 2:00») significa lo mismo que decir que hay al menos una interpretación razonable de T (v.gr. «el camión pasa a las 2:00 de la tarde») que no es razonable de U, pero no hay interpretación razonable de U que no sea también una interpretación razonable de T. Es decir, una precisión es una limitación de las posibles proposiciones asignables a una formulación. Decir U es más preciso que T es un concepto comparativo y en su sentido completo debe incluir el contexto y la persona a quien se pretende precisar, tiene que ver con el trasfondo (background): U («las dos de la tarde») es más preciso que T («las dos») para una persona X en un contexto Y (supongamos alguien en el huso horario de Nueva York y no otro en el huso horario de Los Ángeles). En un real desacuerdo, los puntos de vista pueden, y deben, ser medidos uno frente a otro. Ello tiene que ver con la aceptabilidad: para una persona Y, o un grupo de gente X, el punto de vista T 1es más aceptable que el punto de vista T 2. Supongamos el caso de la noción de enfermedad, que no puede definirse como algo en sí, invariable, sino que depende del grupo de médicos al que se pertenece (homeópatas, alópatas, médicos tradicionales indígenas, acupunturistas) haciendo que se admita o no dentro de las definiciones un mal como el «susto» o el «empacho». Aquí se ligan aceptabilidad y sociabilidad, lo cual constituye una posición más avanzada de la que se maneja en otras ocasiones en la lógica informal y la pragma-dialéctica.
La precisión 13no debe confundirse con la especificación: una oración U («el camión pasa a las 2:00 en la calle de Juárez») especifica otra oración T («el camión pasa a las 2:00») si U aserta lo que T pero al mismo tiempo aserta algo más acerca de la misma materia. Es decir, aserta algo más, pero por lo mismo, no ayuda —según Naess— a identificar lo asertado. La distinción nos clarifica porque muchas veces no hacemos sino confundirnos cuando nos dan más y más datos en lugar de acotar el problema, de precisarlo (en este caso, el conflicto de si se trata de las dos de la mañana o de las dos de la tarde). Es en la precisión donde el desacuerdo se relaciona (o puede relacionar) con el hecho de que diferentes proposiciones pueden ser asignadas a la misma oración, como en el malentendido.
FIGURA 4. U COMO PRECISIÓN DE T 0
El esquema de una precisión está en la base de la formulación de un proceso argumentativo racional (fuente probable del ya mencionado esquema de Kopperschmidt de la argumentación-refutación) según Naess.
Al considerar el proceso de discusión es importante hacer notar que la lógica de Naess admite gradaciones y se plantea en términos de razonabilidad y no de corrección, porque lo correcto tiene connotaciones absolutas (aunque no en Crawshay-Williams, que liga lo correcto a lo adecuado contextualmente). Así, en el mismo núcleo lógico de la argumentación contemporánea se establece no la objetividad absoluta sino la intersubjetividad, no el monólogo sin sujeto sino el diálogo, no la corrección y verdad inmutable sino la razonabilidad. Este punto es muy importante, porque con frecuencia y facilidad los estudios dialécticos dejan la argumentación y la razonabilidad para inclinarse hacia la demostración y la verdad (v.gr. el último Johnson, en la lógica informal). Aunque hay que señalar también que la utilidad de la precisión o la especificación en la aclaración de un malentendido depende del caso, ya que en ocasiones conocer la información complementaria permite tomar las decisiones, aunque no sea en el plano lógico y directamente vinculado a la proposición.
Cabe mencionar por último que hay una tensión en estos enfoques, debido a lo ya señalado por Wittgenstein: la lógica no trata del pensamiento sino que construye un lenguaje ideal y no le toca al lógico mostrar qué aspecto tiene una construcción correcta en el lenguaje natural sino en su ideal. De hecho, podemos decir con ironía, es un malentendido confundir la lógica con el lenguaje natural, pero si somos conscientes de esta distancia, la lógica tiene un valor insustituible en la aclaración.
FIGURA 5. EL PROCESO ARGUMENTATIVO RACIONAL EN NAESS
La semiótica de la cultura: ¿por qué no nos comprendemos?
A diferencia de la semiótica centro europea y estadounidense que ha producido un complicado aparato deductivo y de definiciones especializadas (una metasemiótica), la semiótica de la cultura, desarrollada por la escuela de Tartu-Moscú, cuya cabeza fue Iuri Lotman, ha permitido un tratamiento de los fenómenos sígnicos en una perspectiva «culturológica» e inductiva, originalmente de corte un tanto estructuralista pero que en su última fase se ha abierto a una visión dinámica de la comunicación, la cultura y la significación. Dentro de la etapa todavía un tanto estructuralista de esta escuela, Iuri I. Levin escribió un excelente texto titulado «Tesis sobre la no-comprensión del texto». 14Este escrito nos hace pensar también en la necesidad de reconcebir la teoría de la comunicación correlacionada con la teoría de la incomunicación o, como dice Levin, de la «no comprensión». El fenómeno de la no comprensión está, por así decirlo, un nivel más abajo del malentendido, es su base y deja de ser argumentativo para en definitiva remitir sólo a la explicación y a la aclaración, sin embargo lo tratamos porque nos permite dejar claros los límites inferiores de la argumentación y especificar las posibles fuentes de un malentendido.
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