Guerra naval en el Mediterráneo
En el Mediterráneo, la guerra naval se centró en el bloqueo de los puertos enemigos, la protección de convoyes, el bombardeo de costa y el apoyo a operaciones terrestres.
El 20 de julio de 1936, el Libertad y varios destructores bombardean Ceuta, y el día 22 con el Cervantes, Algeciras y La Línea.
El 5 de agosto, los nacionales hacen pasar un convoy con éxito a través del Estrecho. El día 7 de agosto de 1936, en represalia por el convoy de dos días antens, el Libertad y el Jaime I bombardean Algeciras, donde hundieron al cañonero Dato e inutilizaron al guardacostas Uad Kert y Cádiz.
En agosto de 1936, la Generalidad de Cataluña y el Comité Central de Milicias Antifascistas intentan recuperar Mallorca enviando a un conglomerado de fuerzas de milicias, al mando del capitán de aviación Alberto Bayo, con el apoyo de unidades de submarinos y de la Escuadra republicana basada en Tánger. El intento de toma de Mallorca, mal organizado y peor dirigido, fue un rotundo fracaso, teniendo que retirarse después del fallido intento de desembarco en la isla por la costa este.
El 12 de diciembre de 1936, el Canarias hundió el vapor soviético Konsomol frente a Orán, hundimiento que tuvo repercusión internacional e hizo a los soviéticos más reticentes a utilizar sus mercantes en apoyo de los republicanos.
La flota franquista apoya el avance sobre Málaga, con bombardeos en la costa.
El 7 de septiembre de 1937, el crucero Baleares se encuentra con los cruceros republicanos Libertad, Méndez Núñez y varios destructores escoltando un convoy frente al cabo Cherchel. Entabla combate y, pese a sufrir averías, obliga a los buques de guerra republicanos a retirarse y a los mercantes del convoy a refugiarse en el puerto de Cherchell.
El 23 de abril de 1938, el Libertad, Jaime I, Méndez Núñez y algunos destructores republicanos bombardearon Málaga. El 25 de abril de 1937, el Canarias y el Baleares acosan a la escuadra republicana cuando entra en Cartagena tras bombardear Málaga. Tras un corto intercambio de disparos, los cruceros nacionales se alejan para evitar a las baterías de costa (380 mm).
El 6 de marzo de 1938 es torpedeado y hundido el crucero Baleares, tras un encuentro nocturno de las dos escuadras en la Batalla de Cabo Palos. Las escuadras se separan y los destructores ingleses HMS Boreas y HMS Kempenfelt acuden a ayudar al salvamento de los náufragos. Rescatan a 435 hombres y desaparecen 786. Durante el salvamento, aviones republicanos bombardean a los destructores ingleses, causándoles bajas (un muerto y cuatro heridos en el Boreas).
En enero de 1938, el Canarias bombardea Barcelona, y en febrero los cruceros nacionales bombardean diversos puertos de la costa republicana y escoltan varios convoyes.
El 7 de marzo de 1939, se produce el hundimiento por parte de las defensas costeras de Cartagena, del buque mercante, utilizado como transporte de tropas Castillo de Olite, convirtiéndose en el hundimiento de un solo buque con más víctimas mortales de la historia de España: 1476 fallecidos.
Participación extranjera en la guerra naval
Hasta febrero del 38, la marina franquista tuvo un fuerte apoyo de la Armada Italiana, que participa con cruceros auxiliares y submarinos en el bloqueo de los envíos de armamento ruso. El escándalo producido al hundir por error un submarino italiano a un destructor británico, hace que los italianos dejen de participar directamente, cediendo cuatro «submarinos legionarios» y vendiendo cuatro destructores y dos submarinos a Franco.
Los alemanes enviaron dos submarinos al Mediterráneo en la conocida como Operación Úrsula, hundiendo el U-34 al submarino republicano C3 frente a Málaga.
También aportaron cruceros, pero estos no intervinieron, salvo en el bombardeo de Almería por el Admiral Scheer el 31 de mayo de 1937, efectuado en represalia por el ataque aéreo que había sufrido el 28 de mayo de 1937 el acorazado de bolsillo Deutschland en Ibiza. Este ataque fue efectuado probablemente por tripulaciones rusas, sin conocimiento por parte del mando republicano. Pero el escándalo internacional que provocó hizo que la República dijese que era un error y que se trataba de aviones republicanos que creían atacar al Canarias. El bombardeo de Almería, que se había producido abiertamente (exhibiendo el pabellón alemán), llegó a ser considerado como motivo para que la República declarara la guerra a Alemania (posición defendida por el coronel Rojo e Indalecio Prieto, en búsqueda de la generalización del conflicto a toda Europa), pero finalmente se impuso la postura contraria de Negrín y Azaña.
La aportación de la URSS fue mínima. Aportaron unos pocos mandos y especialistas a los submarinos y a algún buque de superficie.
Francia y Gran Bretaña participaron con varias unidades para evitar el apresamiento de buques propios por la flota nacional, siendo la participación francesa prácticamente testimonial.
La guerra aérea
Durante la guerra civil española se utiliza masivamente la aviación de combate, de forma que algunas de sus acciones llegan a ser hitos en la historia de la aviación militar.
Se efectúa el primer puente aéreo de la historia.
En el caso del bloqueo del Estrecho, la superioridad aérea local de los sublevados compensó su inferioridad naval.
En la utilización de la aviación de caza, hay un cambio importante, primando sobre las capacidades maniobreras de aviones y pilotos, el techo y la velocidad. Esto significa el fin de los biplanos como aviones de caza.
Por parte de ambos bandos se bombardean poblaciones indefensas, partiendo de bases aéreas o improvisados campos de vuelo (como el aeródromo de Cáceres o el aeródromo de Los Llanos). Los primeros fueron los aviones de la República, al bombardear la mezquita de Tetuán el mismo 18 de julio. Pero estos ataques fueron muy poco efectivos. El más famoso fue el de Guernica, y los que produjeron más daños y bajas fueron probablemente los de Madrid y Barcelona. Otras ciudades bombardeadas fueron Alicante, Bilbao, Cáceres, Cartagena, Córdoba, Gijón, Granollers, Málaga, Santander, Sevilla, Valencia y Valladolid.
Ambos bandos efectuaron ataques aéreos a unidades navales, en puerto y en la mar.
Casi todas las operaciones terrestres fueron previamente preparadas por bombardeos aéreos y ametrallamientos de las unidades enemigas.
Se demostró la importancia de la aviación de caza para el dominio del aire. Una aviación de caza eficaz evitaba los bombardeos enemigos. Se empezó a utilizar la caza nocturna.
Aunque anecdótico, se emplearon aviones de bombardeo en picado para lanzar víveres y mensajes de ánimo a posiciones sitiadas, como el Alcázar de Toledo o el Santuario de Santa María de la Cabeza.
Y otra anécdota fueron los bombardeos ideológicos, mediante octavillas y soflamas a las ciudades que estaban en la retaguardia, como el bombardeo del pan sobre Alicante.
Los medios aéreos en el Estrecho de Gibraltar
El 19 de julio, una vez que las tropas de Queipo de Llano dominan el aeropuerto de Tablada, Kindelán organiza con tres aviones Fokker V.VII el primer puente aéreo de la historia[cita requerida], llevando a pequeños grupos de legionarios (10 a 15 por vuelo) de Tetuán a Tablada. Este puente aéreo se prolonga, ya con más medios, al haberse recibido aviones de transporte italianos y alemanes, hasta finales de septiembre. Efectuó un total de 677 vuelos y transportó 12.000 hombres con su material.
El 29 de julio llegan a Marruecos los primeros aviones alemanes e italianos. El envío inicial es de 12 Savoia 81 italianos, de los que llegan 9, ya que tres se pierden en el viaje desde Italia, 20 Junkers 52 (transporte y bombardeo) y 6 Heinkel 51 (cazas) por parte alemana. Hitler manifiesta que presta esta ayuda a Franco, no a los sublevados.
Читать дальше