pueda con ellos
todos
unidos
quietos
no colaboraron más y con este pasito tan chiquito
cambiaron el mundo y enterraron a la hipocresía
en un lugar público a la vista de todos
para que nunca jamás se olvidaran del mundo loco que dejaron atrás
dicen que no sea una señal de buena salud, estar adaptado muy bien a una sociedad profundamente enferma
pero ¿cómo sabemos de que la sociedad que nos forma tenga esa deficiencia?
Al corazón hay que escuchar nomás y a la intuición además
y cada uno se dará cuenta que precisamos de una última declaración a la
hipocresía y sus hinchas – ¡qué descansen en paz para siempre!
Érase una vez un luchador...
Con su alma no aguantaba el yugo bajo el que vivían
Con su espada pensaba en romper las cadenas
Con su palabra juraba de acabar con la dictadura cuya raíz tenía en tierras lejanas
Con sus dichos a los hechos no se demoraba mucho tiempo hasta que llegaron las tropas del padre abusivo
Con sus manes les esperaba en la orilla con una bandera blanca izada, estrechándoles su mano de hermano
Con sus primeras palabras de tratar de quitarles la hiel que les fue incrustada por parte de al quien solían decir "padre" quería que no se culmara la tensión a una batalla por el sólo hecho de anhelar del dulce sentir la libertad que ni sus hermanos lejanos sentían en su mundo tan civilizado
Con el primer disparo le hicieron caer al luchador cuyas palabras no habían sido en vano
resultaban la pepa de la resistencia de dentro de cada soldado que fue entrenado a obedecer cualquier órden dado
resultaban la razón por la cual entre ellos mismos empezaron a dispararse, tratando de lanzar una bala que acabara con el asesino del luchador que todavía paradito seguía con su arenga
A favor de mis hermanos aquí en esta tierra, y al favor a mis hermanos en la tierra detrás del horizonte – ¡bajen las armas y no sigan más al maluco que los mandó, que no les ama como yo!
Con el último disparo de este día se caía un uniforme con medallas de plata, de bronce y de oro
Con el último respiro se alegraba el luchador que vio a su misión como cumplida en su vida
Con el último sonido de fusil posado en la tierra, el sonido al que a todos les amaba escuchar igual, se acabó la invasión
y con ella el falso orgullo, la avarícia y el sueño equivocado del imperialismo
y empezó una década de oro
hasta que un día se repetía la historia
pero como un ocho que no tiene fin, el destino le dio luz a otro luchador
que vino, vio y al final de su jornada venció.
Algunos cerraron los ojos de inmediato, otros veían bien hasta los cientoveinte años.
¡Qué el mundo y la esperanza y el espíritu libertador siempre siempre siempre den luz a así gran ejemplos!
¡Hasta la próxima, comandante!
Érase una vez un pueblo...
No podía creer al escuchar la noticia que había ganado este pendejo – ¡de nuevo!
Que aparte de mucha plata no tiene agenda política – ¡de nuevo!
salvo lo de "crear trabajo para el pueblo" y "acabar con el terrorismo" - ¡de nuevo!
No podía creer a las voces de los que votaron por el, contentos, sin razón – ¡de nuevo!
¿Qué tiene que ver el crear de trabajo con los problemas que tenemos? - de nuevo!
Salvo lo de prorrongar un sistema que desde un principio mostraba fallas y ya no sirve más
al pueblo querido pues con los avances tecnológicos más y más producción no necesitaba más
trabajadores sino personas que sabían manejar computadores
No podía creer al escuchar que el presidente predicó que iba a proteger al pueblo del peligro del gran peligro
Siendo él y sus compinches involucrados en miles de casos de falsos positivos
No podía creer que con las mismas vainas de antes lograba que la gente votara por él
¡Qué el pueblo le merece el líder que quería ver en el poder! – ¡de nuevo!
y entonces que no llore en cuánto el presidente al quien le dieron el poder – ¡de nuevo!
se va en contra de ellos con violencia pues una vez alla arriba en el trono – ¡de nuevo!
resulta difícil deshacerselo de su rango en la sociedad – ¡de nuevo!
No podía creer que la gente todavía pensaba que su voto cambiara algo – ¡de nuevo!
De por la última de todas: El cambiar de un gerente en un McDonald´s no va a cambiar ni un culo ni al menu ni al sistema de tal cadena. De por la última de todas: El reemplazar de un títere con otro títere no va a cambiar nada. ¡Punto! – ¡De nuevo de una y de por todas!
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