Miguel Cervantes - Don Quijote de la Mancha

Здесь есть возможность читать онлайн «Miguel Cervantes - Don Quijote de la Mancha» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Don Quijote de la Mancha: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Don Quijote de la Mancha»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Don Quijote de la Mancha, escrito por Miguel de Cervantes Saavedra, editado en 1605, es una de las obras más destacadas de la literatura española y la literatura universal, y una de las más traducidas
La novela consta de dos partes: la primera, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, fue publicada en 1605; la segunda, El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, en 1615.

Don Quijote de la Mancha — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Don Quijote de la Mancha», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Y, sin aguardar que el pastor respondiese, alargó la mano y tomó algunos de los que más cerca estaban; viendo lo cual Ambrosio, dijo:

-Por cortesía consentiré que os quedéis, señor, con los que ya habéis tomado; pero pensar que dejaré de abrasar los que quedan es pensamiento vano.

Vivaldo, que deseaba ver lo que los papeles decían, abrió luego el uno dellos y vio que tenía por título: Canción desesperada. Oyólo Ambrosio y dijo:

-Ése es el último papel que escribió el desdichado; y, porque veáis, señor, en el término que le tenían sus desventuras, leelde de modo que seáis oído; que bien os dará lugar a ello el que se tardare en abrir la sepultura.

-Eso haré yo de muy buena gana -dijo Vivaldo.

Y, como todos los circunstantes tenían el mesmo deseo, se le pusieron a la redonda; y él, leyendo en voz clara, vio que así decía:

Capítulo 14 Donde se ponen los versos desesperados del difunto pastor, con otros no esperados sucesos

Canción de Grisóstomo

Ya que quieres, cruel, que se publique,

de lengua en lengua y de una en otra gente,

del áspero rigor tuyo la fuerza,

haré que el mesmo infierno comunique

al triste pecho mío un son doliente,

con que el uso común de mi voz tuerza.

Y al par de mi deseo, que se esfuerza

a decir mi dolor y tus hazañas,

de la espantable voz irá el acento,

y en él mezcladas, por mayor tormento,

pedazos de las míseras entrañas.

Escucha, pues, y presta atento oído,

no al concertado son, sino al rüido

que de lo hondo de mi amargo pecho,

llevado de un forzoso desvarío,

por gusto mío sale y tu despecho.

El rugir del león, del lobo fiero

el temeroso aullido, el silbo horrendo

de escamosa serpiente, el espantable

baladro de algún monstruo, el agorero

graznar de la corneja, y el estruendo

del viento contrastado en mar instable;

del ya vencido toro el implacable

bramido, y de la viuda tortolilla

el sentible arrullar; el triste canto

del envidiado búho, con el llanto

de toda la infernal negra cuadrilla,

salgan con la doliente ánima fuera,

mezclados en un son, de tal manera

que se confundan los sentidos todos,

pues la pena cruel que en mí se halla

para contalla pide nuevos modos.

De tanta confusión no las arenas

del padre Tajo oirán los tristes ecos,

ni del famoso Betis las olivas:

que allí se esparcirán mis duras penas

en altos riscos y en profundos huecos,

con muerta lengua y con palabras vivas;

o ya en escuros valles, o en esquivas

playas, desnudas de contrato humano,

o adonde el sol jamás mostró su lumbre,

o entre la venenosa muchedumbre

de fieras que alimenta el libio llano;

que, puesto que en los páramos desiertos

los ecos roncos de mi mal, inciertos,

suenen con tu rigor tan sin segundo,

por privilegio de mis cortos hados,

serán llevados por el ancho mundo.

Mata un desdén, atierra la paciencia,

o verdadera o falsa, una sospecha;

matan los celos con rigor más fuerte;

desconcierta la vida larga ausencia;

contra un temor de olvido no aprovecha

firme esperanza de dichosa suerte.

En todo hay cierta, inevitable muerte;

mas yo, ¡milagro nunca visto!, vivo

celoso, ausente, desdeñado y cierto

de las sospechas que me tienen muerto;

y en el olvido en quien mi fuego avivo,

y, entre tantos tormentos, nunca alcanza

mi vista a ver en sombra a la esperanza,

ni yo, desesperado, la procuro;

antes, por estremarme en mi querella,

estar sin ella eternamente juro.

¿Puédese, por ventura, en un instante

esperar y temer, o es bien hacello,

siendo las causas del temor más ciertas?

¿Tengo, si el duro celo está delante,

de cerrar estos ojos, si he de vello

por mil heridas en el alma abiertas?

¿Quién no abrirá de par en par las puertas

a la desconfianza, cuando mira

descubierto el desdén, y las sospechas,

¡oh amarga conversión!, verdades hechas,

y la limpia verdad vuelta en mentira?

¡Oh, en el reino de amor fieros tiranos

celos, ponedme un hierro en estas manos!

Dame, desdén, una torcida soga.

Mas, ¡ay de mí!, que, con cruel vitoria,

vuestra memoria el sufrimiento ahoga.

Yo muero, en fin; y, porque nunca espere

buen suceso en la muerte ni en la vida,

pertinaz estaré en mi fantasía.

Diré que va acertado el que bien quiere,

y que es más libre el alma más rendida

a la de amor antigua tiranía.

Diré que la enemiga siempre mía

hermosa el alma como el cuerpo tiene,

y que su olvido de mi culpa nace,

y que, en fe de los males que nos hace,

amor su imperio en justa paz mantiene.

Y, con esta opinión y un duro lazo,

acelerando el miserable plazo

a que me han conducido sus desdenes,

ofreceré a los vientos cuerpo y alma,

sin lauro o palma de futuros bienes.

Tú, que con tantas sinrazones muestras

la razón que me fuerza a que la haga

a la cansada vida que aborrezco,

pues ya ves que te da notorias muestras

esta del corazón profunda llaga,

de cómo, alegre, a tu rigor me ofrezco,

si, por dicha, conoces que merezco

que el cielo claro de tus bellos ojos

en mi muerte se turbe, no lo hagas;

que no quiero que en nada satisfagas,

al darte de mi alma los despojos.

Antes, con risa en la ocasión funesta,

descubre que el fin mío fue tu fiesta;

mas gran simpleza es avisarte desto,

pues sé que está tu gloria conocida

en que mi vida llegue al fin tan presto.

Venga, que es tiempo ya, del hondo abismo

Tántalo con su sed; Sísifo venga

con el peso terrible de su canto;

Ticio traya su buitre, y ansimismo

con su rueda Egïón no se detenga,

ni las hermanas que trabajan tanto;

y todos juntos su mortal quebranto

trasladen en mi pecho, y en voz baja

-si ya a un desesperado son debidas-

canten obsequias tristes, doloridas,

al cuerpo a quien se niegue aun la mortaja.

Y el portero infernal de los tres rostros,

con otras mil quimeras y mil monstros,

lleven el doloroso contrapunto;

que otra pompa mejor no me parece

que la merece un amador difunto.

Canción desesperada, no te quejes

cuando mi triste compañía dejes;

antes, pues que la causa do naciste

con mi desdicha augmenta su ventura,

aun en la sepultura no estés triste.

Bien les pareció, a los que escuchado habían, la canción de Grisóstomo, puesto que el que la leyó dijo que no le parecía que conformaba con la relación que él había oído del recato y bondad de Marcela, porque en ella se quejaba Grisóstomo de celos, sospechas y de ausencia, todo en perjuicio del buen crédito y buena fama de Marcela. A lo cual respondió Ambrosio, como aquel que sabía bien los más escondidos pensamientos de su amigo:

-Para que, señor, os satisfagáis desa duda, es bien que sepáis que cuando este desdichado escribió esta canción estaba ausente de Marcela, de quien él se había ausentado por su voluntad, por ver si usaba con él la ausencia de sus ordinarios fueros. Y, como al enamorado ausente no hay cosa que no le fatigue ni temor que no le dé alcance, así le fatigaban a Grisóstomo los celos imaginados y las sospechas temidas como si fueran verdaderas. Y con esto queda en su punto la verdad que la fama pregona de la bondad de Marcela; la cual, fuera de ser cruel, y un poco arrogante y un mucho desdeñosa, la mesma envidia ni debe ni puede ponerle falta alguna.

-Así es la verdad -respondió Vivaldo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Don Quijote de la Mancha»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Don Quijote de la Mancha» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Don Quijote de la Mancha»

Обсуждение, отзывы о книге «Don Quijote de la Mancha» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x