Björn Larsson - Long John Silver

Здесь есть возможность читать онлайн «Björn Larsson - Long John Silver» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Морские приключения, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Long John Silver: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Long John Silver»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Quién no recuerda a Long John Silver, el famoso Pata de Palo de La isla del tesoro? Espíritu rebelde, audaz y mujeriego, el intrépido marino surcó los mares a las órdenes de piratas tan temidos como England o Flint, contrabandeó en las costas de Francia y fue vendido como esclavo en las Antillas, convirtiéndose en el personaje más carismático y controvertido de R. L. Stevenson.
Este hombre seductor, capaz de mil traiciones y siempre dispuesto a pactar para sobrevivir, nos cuenta ahora su intensa vida desde su retiro en la isla de Madagascar: así es como la magia de la letra impresa consigue hacernos llegar una autobiografía imposible y sin embargo tan real como las mejores páginas de la buena literatura.
Björn Larsson, escritor y navegante, es el autor de este doble salto mortal que nos regala la voz de Pata de Palo para que él mismo nos diga la verdad, y nada más que la verdad, sobre sus andanzas de hombre y marinero.

Long John Silver — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Long John Silver», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¡Si el señor Silver cree que puede hacer lo que quiera, está muy equivocado! Si el señor Silver se imagina que puede tomarle el pelo a la gente y blasfemar sin recibir su castigo, ¡está equivocado de la misma maldita manera! ¡Fuera de aquí! ¡Si alguna vez vuelvo a verlo por aquí, le coseré la boca! ¡Tan cierto como que me llamo Nutsford!

Yo estaba aterrado, y no sólo por el hecho de que tal vez no pudiera abrir la boca nunca más. Yo nunca había visto a Nutsford perder los estribos. Siempre había sido un hombre cortés y callado, en especial cuando tenía el placer de ponernos morados a bastonazos. Me quedé tan paralizado que Nutsford se vio en la obligación de sacarme del comedor a patadas, que me propinó en el trasero con esa precisión que sólo se consigue tras un largo y continuado entrenamiento.

Por primera y última vez en mi vida tuve auténtico miedo. Aprendí de una vez por todas qué era sentir miedo por la propia vida, por la piel. Las patadas eran lo de menos. De todas formas, cualquiera se hartaba de recibirlas por todo y por nada. Fue la ira apasionada del rector lo que me aterrorizó. Estaba convencido, y quizá con razón, de que si me quedaba allí me mataría. He visto a Taylor perder los estribos, y también he visto a England, aunque siempre se decía de él que era misericordioso; he estado presente cuando salía a la luz la cólera de Flint. Os lo juro por mi vida: Nutsford era peor que todos éstos, porque todo aquello lo hacía en el nombre de la fe y de la salvación; y he aprendido en la vida que no hay mejores credenciales que éstas para identificar a un verdugo.

Me salvé gracias a que el rector tuvo que volver al comedor para conducir su rebaño al redil antes de que ocurriera un desastre. Eso me dio tiempo para recoger mis ahorrillos, algunas monedas que me había dado mi madre y, a pesar de todo, mis libros. Pero la Biblia la dejé. Y no la he echado en falta desde entonces. Me bastaba y me sobraba con mis propios mandamientos. Por lo menos los podía cumplir.

Aquella noche, cuando corría entre matorrales y arbustos hacia Glasgow, comprendí lo que había hecho y me percaté de que me había engañado a mí mismo. Quiero creer que aprendí al menos una lección, aunque quizá fue algo que comprendí después: cuando uno decide estafar a la gente, no se puede ir de la lengua. Y también descubrí que es preferible encontrar tus propias palabras antes que hacer uso de las ajenas.

Capítulo 5

Long John Silver - изображение 8

Hoy, cuando me he despertado tras la salida del sol, no podía apartar la vista de mis manos, y eso que he olvidado para qué servían. Mis manos siempre han estado limpias, siempre las he tenido suaves como muslos de mujer. Por la parte de dentro, se entiende, cerca del regazo.

Fui a parar a Glasgow, a un antro en Greenock que estaba en el barrio marinero, después de la descabellada huida de la escuela, y allí empecé a entender cómo estaba ordenado el mundo; por ejemplo, supe que no había marinero que no pudiera ser reconocido por sus manos.

Cuando llegué a Glasgow ya había decidido enrolarme. En el mar uno podía estar tranquilo respecto a los de tierra adentro; lo sabía bien, o al menos lo intuía. Allí nadie se tomaba muy en serio lo de los Mandamientos. Allí no era preciso aguantar la ira de los rectores, ni a los padrastros que echaban mano de la vara a la primera de cambio. En el mar había vida y movimiento, y yo podría dar la vuelta al mundo y visitar lugares en los que nadie me conocería, sitios en los que seguramente se estaría muy bien, o al menos bastante mejor que en mi terruño. Eso pensaba yo, pues ¿qué sabía yo del mundo y de la Marina? Nada de nada.

Pero tampoco quería embarcarme en el primer navío que encontrase.

Muchas vueltas había dado yo en Bristol entre marineros y estibadores, y así había aprendido una cosa: que había capitanes que odiaban a los marineros y que había que huir como de la peste de aquellos que odiaban a la gente. Que los capitanes odiaran a los marineros era lo habitual, ya que los marineros odiaban a los capitanes de la misma manera. Era su privilegio y su obligación.

Yo acababa de traspasar el umbral del antro en cuestión cuando oí que una voz rasposa me llamaba como un trallazo.

– Siéntate aquí, muchacho. Soy incapaz de matar a una mosca, pero he vivido mucho y me sentaría bien un vaso de cerveza. A cuenta de otro, como bien puedes entender y suponer. A mucho más no llego.

Tardé unos segundos en acostumbrarme a la poca luz del anochecer, y vi una cara arrugada y cobriza, bien puesta sobre un par de hombros hundidos pero anchos. Dos grandes manos; creo que nunca había visto unas manos tan grandes y tan llenas de cicatrices, que se movían como para demostrar a las claras lo que eran. Así era él, en eso se había convertido, y con eso se acabó. Pero entre todas aquellas arrugas retorcidas brillaban unos ojos bondadosos.

– Un poco de compañía no hace daño a nadie -dijo el viejo, mirando la cerveza.

Cavilé y llegué a la conclusión de que no tenía nada que temer. A mis quince años, y con un corpachón de la misma edad, lograría hacer frente a un viejo cansado si fuera preciso. No era miedoso, ya lo he dicho. Nutsford, el rector, era el único, el primer y el último hombre que en algún momento consiguió que me flaquearan las rodillas, eso sin contar a unas cuantas mujeres, claro. También me dije que necesitaba hablar con alguien que supiera cómo se llevaba eso de ser marinero y cómo era Glasgow.

– Y tú, ¿cómo te llamas? -preguntó el viejo en cuanto me senté y dejé el morral en el banco.

– John, John Silver -contesté sin avergonzarme.

– Silver -dijo el viejo despacio, masticando cada letra como si fuera tabaco de mascar-. No, nunca he conocido a nadie con ese nombre. ¿De dónde eres?

– De Bristol -dije.

– Y tu padre, ¿qué hace en la tierra?

– Aquí en la tierra no hace nada que yo sepa. Si acaso, algo estará haciendo debajo de la tierra. Murió en el puerto, y bien empleado que le estuvo.

– ¿Bien? -preguntó el viejo-. ¿Por qué?

– No sé. Pero así es. No sacábamos mucho provecho uno del otro -añadí como aclaración.

– De acuerdo, John -dijo el viejo-. En eso no me meto. Tú sabrás. Pero de todas maneras, me invitas a una cerveza, ¿no? ¡William Squier! -gritó el viejo sin esperar respuesta-. ¡Cerveza para dos marineros sedientos! -añadió con una voz que resonó por todo el local.

Una cara viva y angulosa, con una boca de labios delgados, apareció al punto tras la cortina que apartó hacia un lado.

– ¡La cerveza no es gratis! -dijo el tabernero.

– Ya lo sé, avaro. Yo no he vivido nunca de limosnas, no lo olvides, pero aquí mi compañero y yo tenemos recursos.

El tabernero me miró fijamente, pero dio media vuelta y desapareció por la trastienda.

– ¿Verdad que sí? -preguntó el viejo en voz más baja.

– Sí ¿qué?

– Recursos para dos cervezas.

«Claro que sí -pensé-, y mucho más.» Tenía once libras y diez chelines. Me los había dado mi madre cuando me fui a Escocia, a escondidas de mi padrastro. «Es tu herencia -me había dicho mi madre-. De tu auténtico padre.» Pero nunca podría decirle a nadie que lo tenía, y ni siquiera que ese dinero había existido. «En realidad, tu padre nunca tuvo dinero», había añadido mi madre por toda explicación. Fue después cuando comprendí que existía dinero que no existía, y que no se puede encontrar en este mundo mejor dinero que el invisible. Estaba seguro de que mi dinero provenía del estraperlo y de otros turbios negocios realizados en Lundy Island. Allí en Glasgow aún no lo sabía, pero le tomé la palabra a mi madre. El dinero no debía enseñarse, y por eso había cosido diez libras en el interior de la cintura del pantalón, mientras que llevaba el resto suelto, en calderilla, repartida por todos los bolsillos y faltriqueras.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Long John Silver»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Long John Silver» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Long John Silver»

Обсуждение, отзывы о книге «Long John Silver» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x