Danilo Clementoni - Encuentro Con Nibiru
Здесь есть возможность читать онлайн «Danilo Clementoni - Encuentro Con Nibiru» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. ISBN: , Жанр: foreign_contemporary, foreign_fantasy, Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Encuentro Con Nibiru
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:978-8-87-304742-1
- Рейтинг книги:4 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Encuentro Con Nibiru: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Encuentro Con Nibiru»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Encuentro Con Nibiru — читать онлайн ознакомительный отрывок
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Encuentro Con Nibiru», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
Los dos terrestres, que estaban un poco apartados pero que no se habÃan perdido ni una sÃlaba de la conversación, quedaron petrificados.
«¿Pero qué estáis diciendo?» consiguió balbucear Elisa mientras lo miraba estupefacta. «¿Distorsión espacio temporal? ¿Succión? ¿Estáis diciendo que si este plan no funcionase seremos los artÃfices de la destrucción de nuestro pueblo y del vuestro?»
«Bueno, es un poco arriesgado» contestó con tranquilidad Azakis.
«¿Un poco arriesgado? ¿Y nos lo dices asÃ, con total calma y serenidad, sin ni siquiera inmutarte? Tú debes estar loco, y nosotros todavÃa más.»
«Cálmate, tesoro» intervino Jack cogiéndola por los hombros y mirándola directamente a los ojos. «Son mucho más inteligentes que nosotros, están más preparados y si han decidido seguir este camino no podemos hacer otra cosa que apoyarles y darles todo el apoyo que sea posible.»
La doctora dejó escapar un suspiro y luego dijo. «Tengo que sentarme. Demasiadas emociones por hoy. Si todo discurre como has dicho me da algo»
Jack la cogió del brazo y la acompañó hasta la butaca más cercana. Elisa, emitiendo un leve gemido, se dejó caer encima como si fuese un peso muerto.
«Quizás hemos reducido demasiado el porcentaje de oxÃgeno en el aire» susurró Azakis a su compañero.
«He intentado que fuese lo más compatible posible para todos y evitar asà el uso de esos antipáticos aparatos respiratorios»
«Lo se, amigo mÃo, pero temo que ellos se están resintiendo demasiado»
«OK. Voy a variar el porcentaje. Nosotros podemos adaptarnos más fácilmente.»
El coronel, en cambio, no parecÃa resentirse en absoluto y estaba más pimpante que nunca. La acción y el riesgo era el pan suyo de cada dÃa y en situaciones similares se encontraba como pez en el agua. «Bien» exclamó mientras se ponÃa debajo de la imagen tridimensional de Newark que destacaba majestuosa en medio de la habitación. «Este invento puede salvarnos a todos o llevarnos a la destrucción absoluta»
«Un análisis muy conciso pero veraz» comentó Azakis.
«Llegados a este punto» dijo el coronel con tono serio y voz profunda «creo que ha llegado el momento de avisar al resto del planeta de la inminente catástrofe»
«¿Cómo piensas hacerlo?» preguntó Elisa desde la butaca. «¿Cogemos el teléfono, llamamos al presidente de los Estados Unidos y le decimos: âBuenos dÃas presidente. ¿Sabe que estamos en compañÃa de dos alienÃgenas que nos han dicho que dentro de unos dÃas llegará un planeta que nos va a destruir a todos?â»
«Como mÃnimo hará que rastreen la llamada, hará que vengan a por nosotros y nos meterá en el manicomio» replicó Jack sonriendo.
«¿No tenéis un sistema de comunicación global como nuestra Red?» preguntó intrigado Petri al coronel.
«¿Qué entiendes por Red?»
«Es un sistema de interconexión general que es capaz de memorizar y distribuir el Conocimiento a nivel planetario. Todos nosotros podemos acceder a ella mediante un sistema neuronal N^COM que en el momento de nacer se nos implanta directamente en el cerebro. Existen diversos niveles de conocimiento»
«Genial» exclamó Elisa asombrada, después continuó diciendo «En realidad nosotros tenemos un sistema parecido. Lo llamamos Internet pero estoy segura que no hemos llegado a vuestro nivel»
«¿No serÃa posible utilizar vuestro âinternetâ para mandar un mensaje a todo el planeta?» preguntó con curiosidad Petri.
«Bueno, tampoco es tan sencillo» replicó Elisa. «PodrÃamos introducir alguna información en el sistema, enviar unos mensajes a grupos de personas, quizás hacer alguna pequeña pelÃcula e intentar difundirla al máximo posible, pero no nos creerÃa nadie y realmente no llegarÃamos a todos». Reflexionó durante unos segundos y a continuación añadió. «El único sistema eficaz creo que serÃa la vieja y querida televisión»
«¿La televisión?» preguntó Azakis. Después se volvió hacia Petri y dijo «¿No será, por casualidad, el sistema que hemos utilizado para recibir imágenes y pelÃculas mientras viajábamos hacia aquÃ?»
«Creo que sÃ, Zak» y mientras lo decÃa se puso a componer una serie de comandos sobre la consola central. Después de algunos segundos hizo aparecer sobre la pantalla gigante algunas de las secuencias que habÃan grabado con anterioridad. «¿Estáis hablando de esto?»
Una multitud de pelÃculas de todos los tipos comenzaron a aparecer rápidamente una detrás de otra: anuncios, telediarios, partidos de fútbol e incluso una vieja pelÃcula en blanco y negro de Humphrey Bogart.
«¡Esa es Casablanca!» exclamó con asombro Elisa. «¿Pero de dónde habéis sacado todo eso?»
«Vuestras transmisiones de radio llegan hasta el cosmos» respondió tranquilamente Petri. «Hemos debido trabajar duro sobre nuestro sistema de recepción de señales pero finalmente conseguimos caparlas»
«Gracias a eso» añadió Azakis «conseguimos aprender vuestra lengua»
«E incluso alguna otra realmente más complicada» comentó con tristeza Petri. «Casi me vuelvo loco con todos aquellos dibujitos»
«En fin» interrumpió el coronel «justo de eso estábamos hablando, pero no creo que ni siquiera sea la mejor solución»
«Perdona Jack» intervino Elisa. «¿No crees que deberÃamos advertir antes de nada a tus superiores del ELSAD? Realmente, si no he entendido mal, la máxima autoridad de esta organización es el presidente de los Estados Unidos, ¿o me equivoco?»
«¿Y tú como sabes todo esto?» objetó con asombro el coronel.
«Qué te crees, incluso yo tengo mis contactos» dijo Elisa mientras apartaba, con aire desganado, un mechón de pelo que descendÃa sobre la mejilla derecha.
«¿También entre vosotros las mujeres se comportan de este modo?» preguntó Jack volviéndose hacia los dos alienÃgenas que estaban observando la escena un tanto sorprendidos.
«Las mujeres son iguales en todo el universo, querido amigo» replicó sonriente Azakis.
«De todas formas» continuó el coronel después de la arriesgada bromita «creo que tienes razón. Necesitamos una institución seria y con credibilidad para difundir una noticia tan importante e inquietante. Sólo estoy un poco preocupado solamente por las filtraciones externas en las que se han visto envueltos el general Campbell y los dos tipos que nos han agredido. En realidad, el general era mi superior directo pero, por lo que he visto, parece que es un corrupto y un traidor»
«¿Asà que va a resultar que la llamada de la que hablábamos antes la vamos a tener que hacer realmente?» replicó la doctora.
«Aunque parezca absurdo, quizás sea la única solución»
New York â Isla de Manhattan
En una lujosa oficina en el trigésimo noveno piso del imponente rascacielos situado entre la 5ª Avenida y la calle 59 de Manhattan, en Nueva York, un hombre no muy alto, de aspecto elegante y bien cuidado, estaba de frente a una de las cinco grandes ventanas que lo separaban del ambiente exterior. VestÃa un traje gris oscuro, seguramente italiano, una vistosa corbata roja y tenÃa el cabello liso y entrecano peinado hacia atrás. Sus ojos negros y profundos miraban más allá del vidrio, en dirección del magnÃfico Central Park que comenzaba prácticamente a sus pies y se extendÃa durante cuatro kilómetros de largo y ochocientos metros de ancho. Representaba una valiosa isla verde, fuente de oxÃgeno y lugar de ocio para los casi dos millones de habitantes de la isla.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Encuentro Con Nibiru»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Encuentro Con Nibiru» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Encuentro Con Nibiru» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.