• Пожаловаться

Pamela Aidan: Deseo Y Deber

Здесь есть возможность читать онлайн «Pamela Aidan: Deseo Y Deber» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Pamela Aidan Deseo Y Deber

Deseo Y Deber: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Deseo Y Deber»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Fitzwilliam Darcy regresa a su propiedad rural de Pemberley para pasar la Navidad con su hermana Georgiana. El recuerdo de Elizabeth Bennet parece perseguirle a todas partes. Distraído y distante, Georgiana trata de averiguar qué le pasa. Él le cuenta sus encuentros con Elizabeth, pero también deja muy claro que, aparte de la opinión que la joven pueda tener de él, la posición social de la dama, claramente inferior a la de su familia, es un obstáculo insalvable para cualquier posible relación entre ambos. A su regreso a Londres, toma la decisión de olvidarla por completo y se propone buscar a alguna joven adecuada para ser su esposa. En su interior se impone un fuerte sentido del deber y del honor que supera momentáneamente a sus sentimientos. Para ello, acepta la invitación de un viejo amigo suyo, lord Sayre, para pasar una semana en el castillo de Norwycke, donde se reunirán algunos de sus antiguos compañeros de estudios y varias damas, entre las que se encuentra lady Sylvanie, hermanastra del anfitrión, una hermosa y misteriosa mujer que consigue desde el principio captar su interés. Pero ¿conseguirá hacerle olvidar a su Elizabeth?

Pamela Aidan: другие книги автора


Кто написал Deseo Y Deber? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Deseo Y Deber — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Deseo Y Deber», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– El señor Darcy no se parece en absoluto a un cuervo, Charles. -La señorita Bingley ya se había recuperado y avanzó hacia ellos-. Ésa es la moda de los caballeros ahora, vestir con discreta elegancia, a lo Brummell. El señor Darcy sólo se ha anticipado a la moda, y a ti te sentaría muy bien imitarlo, hermano. -Darcy se inclinó sobre la mano de la señorita Bingley y se sorprendió al sentir que ella le daba un ligero apretón como queriendo decirle algo, pero Darcy no sabía qué.

– Bueno, si no es un cuervo, entonces una corneja… ¡una corneja muy brummelliana, si quieres, Caroline! -Bingley se rió, pero la sonrisa de sus labios no se reflejó en sus ojos-. Pero ven, Darcy. La cena está lista y esta noche seremos sólo los tres. -Suspiró y se sumió en el silencio, mientras atravesaban el salón hacia el corredor.

– Debe estar asombrado de verme en la ciudad, señor Darcy -dijo la señorita Bingley con voz temblorosa, mirando nerviosamente a su hermano-. Charles se sorprendió muchísimo, pues pensaba que me había dejado bien instalada en Hertfordshire, lo cual, desde luego, es cierto. Pero resulta que yo no estoy tan enamorada del campo como mi hermano… Al menos, no de Hertfordshire. Y le pregunto a usted, señor, ¿qué iba a hacer yo sola con Louisa y Hurst como compañía? ¡Y en esta época! -Se rió, pero la risa le sonó falsa. Darcy notó que Bingley fruncía el ceño al oírla.

– Todo el vecindario estaba a tus pies, Caroline -replicó Bingley en voz baja-. No te habría faltado compañía, estoy seguro.

– Tal vez tengas razón, pero yo habría echado mucho de menos a nuestros amigos de la ciudad. ¡Y las compras, ya sabes! ¿Cómo puedes comparar a Meryton con Londres a la hora de hacer compras? -La señorita Bingley miró a Darcy buscando confirmación a sus palabras.

– Con mucho gusto te habría acompañado a un viaje para hacer compras -respondió Bingley, antes de que Darcy pudiera acudir en auxilio de su hermana-. No había necesidad de cerrar Netherfield. -La señorita Bingley comenzó a protestar, pero Bingley la interrumpió-. Pero eso ya es asunto concluido y estoy seguro de que no queremos aburrir a Darcy con riñas familiares. -Caroline se sonrojó al oír las palabras de su hermano y le lanzó una mirada de súplica a Darcy.

El caballero vaciló. La atmósfera estaba cargada de tensión, y tal vez por primera vez, le estaba costando trabajo adivinar el estado de ánimo de su amigo. ¿La señorita Bingley habría seguido sus instrucciones, o ambos hermanos se habrían enfrentado furiosamente a causa de la señorita Bennet? Bingley no le dio ninguna pista; tenía los ojos fijos en el plato, mientras los sirvientes revoloteaban alrededor, con movimientos precisos, sirviendo la cena.

La señorita Bingley carraspeó delicadamente.

– ¿Cómo ha ido tu entrevista con Lawrence hoy? -preguntó Bingley, levantando la vista con la expresión de alguien que quiere que lo distraigan de sus preocupaciones.

– Bastante bien, en realidad -respondió Darcy, agradecido por no tener la responsabilidad de buscar un tema de conversación-. Esperaba encontrarme con todo tipo de sensibilidades exacerbadas y neurosis artísticas, pero Lawrence resultó ser una persona bastante civilizada y su estudio parecía totalmente respetable.

– ¿Entonces no viste ninguna mancha de pintura en las paredes ni modelos con vestidos escandalosos reclinadas por ahí?

Darcy se rió.

– No, nada de eso. Siento decepcionarte, pero el asunto se desarrolló más bien como un negocio cualquiera. Me enseñaron su estudio, me ofrecieron té y me preguntaron qué tipo de retrato tenía en mente. Luego pasamos a su taller, donde él me mostró ejemplos de algunos cuadros terminados y otros todavía en proceso. Acordamos una fecha para que Georgiana pose por primera vez, me agradecieron el encargo y me acompañaron a la puerta. ¡Asunto concluido en sólo cuarenta y cinco minutos!

– ¡Caramba! Acabas de echar por tierra todas mis ideas sobre los artistas -señaló Bingley, con un ánimo que reflejaba mejor su manera de ser-. Supongo que para apoyar mi impresión del temperamento artístico tendré que contentarme con la descripción que hizo lord Brougham de la histeria de la Catalani el jueves pasado.

El resto de la cena transcurrió dentro de ese mismo espíritu de cordialidad. La señorita Bingley se relajó y habló un poco mientras comían, pero se abstuvo de dominar la conversación como tenía por costumbre. En lugar de eso, se dedicó a prestar mucha atención a las historias de su hermano, enfatizándolas con expresivas miradas dirigidas a Darcy, que no consiguió entender su significado. Cuando Charles y Darcy se disculparon para retirarse al estudio de Bingley después de la cena, ella quedaba mordiéndose el labio inferior, pero Darcy no pudo saber si aquel gesto era una muestra de molestia o de agitación nerviosa.

Charles volvió a caer en el mutismo mientras se dirigían al estudio y, al no encontrar una manera apropiada de romperlo, Darcy prefirió seguir su ejemplo. La puerta no había terminado de cerrarse detrás de ellos cuando Charles ya le estaba alcanzando a su amigo un pesado vaso de cristal tallado lleno de un líquido ambarino. Bingley levantó su vaso y, tras hacer un brindis, se tomó todo su contenido, mientras Darcy lo observaba consternado.

– Charles… -comenzó a decir, pero se detuvo al ver que Bingley tenía los ojos cerrados y un extraño gesto de tristeza en la boca. De repente, abrió los ojos y ladeó un poco la cabeza.

– ¿Recuerdas nuestra conversación en la posada donde cambiamos de caballos? Tú me advertiste allí sobre mi propensión a exagerar. -Bingley lo miró a los ojos y Darcy necesitó una buena dosis de control para no desviar la mirada.

– Sí, la recuerdo -contestó en voz baja.

– También me previniste contra los peligros de quedar tan atrapado entre los fantasmas de mi imaginación que podía llegar a aislarme de mi familia, mis amigos y la sociedad en general. -Bingley apartó la mirada y dio media vuelta para servir otra ronda de licor.

– Fuiste muy tolerante con mis consejos, Charles -replicó Darcy, sin saber todavía cuál era el estado de ánimo de su amigo. Bingley le ofreció la licorera, pero él la rechazó.

– He pensado mucho en lo que dijiste, Darcy. He discutido conmigo mismo, y en mi mente también contigo . -Se inclinó, quitó los periódicos que había sobre los sillones frente al fuego y luego hizo una seña para invitar a su amigo a sentarse-. He pasado los últimos dos días, desde la inesperada llegada de Caroline, comparando lo que yo tomaba como una verdad con las observaciones de mi hermana.

En ese momento, Darcy se movió inquieto en su silla, esperando que aquel movimiento no hubiese sido demasiado evidente. Bingley hizo entonces una pausa y se quedó mirando al fuego durante tanto tiempo que a Darcy le costó trabajo mantener su actitud de indiferencia. Finalmente, su amigo continuó, después de soltar un suspiro:

– También he pensado mucho en la advertencia de lord Brougham y, a la luz del amor que me profesan mis amigos y mi familia, he llegado a una conclusión. -Bingley volvió a levantar la mirada y, con una sonrisa de auto reproche, confesó-: Tenías razón, Darcy. Estaba muy equivocado al creer que la señorita Bennet me ofrecía algo más que su amistad. Toda la culpa es mía. Ella no tiene ni la más mínima responsabilidad, en absoluto. -Le dio otro sorbo a su vaso-. Ella siempre será mi ideal de lo que debe ser una mujer… su belleza, su amabilidad. La llevaré siempre en mi recuerdo; pero insistir en mis deseos sólo podría causarle incomodidad, y eso es algo que no puedo tolerar -terminó en voz baja.

Mientras el carruaje avanzaba con celeridad hacia el norte, Darcy recordó cómo, al oír las palabras de Bingley, había clavado la mirada en el fondo de su vaso, sin saber qué responder. Al parecer había logrado su objetivo con muchos menos problemas de los que había temido y, al mismo tiempo, había conservado la amistad de Bingley. Sin embargo, no podía alegrarse totalmente por el éxito de su misión. La emoción más fuerte era el alivio. No había muchas posibilidades de volverse a encontrar otra vez con las hermanas Bennet. Su amigo sobreviviría a su pena de amor y no lo culparía por ella. Pero no podía evitar entristecerse al ver tan desanimado a Charles, cuyo alegre carácter había apoyado en tantas ocasiones la severa reserva de Darcy.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Deseo Y Deber»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Deseo Y Deber» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Pamela Aidan: Una fiesta como esta
Una fiesta como esta
Pamela Aidan
Elizabeth George: Una Dulce Venganza
Una Dulce Venganza
Elizabeth George
Elizabeth George: Tres Hermanos
Tres Hermanos
Elizabeth George
Bertrice Small: La Última Heredera
La Última Heredera
Bertrice Small
Отзывы о книге «Deseo Y Deber»

Обсуждение, отзывы о книге «Deseo Y Deber» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.