Jessica Hart - Momentos del Pasado

Здесь есть возможность читать онлайн «Jessica Hart - Momentos del Pasado» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Momentos del Pasado: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Momentos del Pasado»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando, después de algunos años, Matthew Standish volvió a la vida de Copper traía una propuesta de matrimonio muy poco romántica bajo el brazo. Según el, la situación requería soluciones prácticas: Matthew necesitaba una madre para su hija de corta edad y un ama de llaves para Birraminda. La solución parecía fácil, sencilla, lógica… sobre todo teniendo en cuenta que Matthew estaba seguro de que la pequeña Copper no podía haber olvidado los momentos que compartieron en el pasado.
Y Copper no había olvidado, pero no era la misma joven a la que había conocido siete años atrás. De hecho, tenía una propuesta de negocios muy pragmática que hacerle…

Momentos del Pasado — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Momentos del Pasado», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No -le confesó Copper sonriendo tristemente-. No creo que nadie me eche mucho de menos.

– ¿Qué hay acerca del hombre del que estás enamorada?

Copper pensó entonces que se había olvidado de lo que le había dicho sobre Glyn.

– No creo que esta ausencia signifique una gran diferencia -suspiró-. Siempre se está quejando de que nunca estoy en casa, de todas formas. Me veo obligada a viajar mucho, y cuando estoy en Adelaida tengo demasiado trabajo en la oficina. No puedo estar en casa todos los días a las cuatro, esperando a que venga.

– Podrías cambiar de trabajo -le sugirió Mal.

– Lo mismo me dice Glyn -repuso con amargura-. Dejando a un lado el hecho de que papá me necesita ahora, me encanta mi trabajo. ¿Por qué habría de abandonarlo?

– Por ninguna razón, si es que tu trabajo te importa más que tu novio.

– ¿Por qué siempre hay que elegir una de las dos cosas? -estalló Copper, frustrada-. Soy muy feliz con la vida que llevo. Glyn sabe cómo soy. ¿Por qué tendría que ser yo la única en asumir todos los compromisos?

– No dirías eso si estuvieras verdaderamente preparada para asumir esos compromisos -comentó Mal con una inesperada nota de dureza en la voz.

– Eso es lo que siempre me dice Glyn -Copper se quitó el sombrero y se pasó una mano por el cabello-. En cualquier caso, eso ya no importa. Estuve diez días en Singapur. Y cuando volví Glyn me dijo que quería hablar seriamente conmigo. Al principio me lo tomé a broma, y le comenté que antes tenía que consultar mi agenda para ver si podía concertar una cita, pero él se lo tomó a mal. Me dijo que estaba harto de regresar a casa para no encontrar a nadie, y que no le parecía que tuviera sentido fingir que éramos una pareja, cuando él pasaba solo la mayor parte del tiempo. Luego, me confesó que estaba frecuentando a Ellie, una buena amiga mía. Su marido la había dejado a principios de años, y los dos se sentían solos, así que… -Copper intentó fingir indiferencia, pero aquel recuerdo todavía le dolía-. Bueno, al final me dijo que iba a mudarse con ella. Todo fue muy civilizado. Tanto Glyn como Ellie siempre habían sido mis amigos. Formábamos parte de la misma pandilla, y no podía evitar volver a verlos si quería conservar a mis amistades…

– Pero tenías tu propio trabajo para consolarte, ¿no? -le comentó Mal, irónico.

– Sí, tenía mi trabajo -respondió dolida.

– Entonces, cuando ayer me dijiste que estabas enamorada de ese Glyn, ¿no me estabas diciendo la verdad?

– Oh, no lo sé… -Copper empezó a girar su sombrero entre las manos-. Quiero a Glyn. Es una gran persona. Incluso un día pensamos en casamos, pero nunca llegamos a eso… por culpa mía. Siempre tenía demasiadas cosas que hacer… y ahora me alegro de que fuera así. Viajes Copley significa demasiado para mí, y si hubiera tenido que renunciar a la empresa por Glyn… estoy segura de que lo nuestro tampoco habría funcionado. El tampoco me habría querido, por mucho que deseara que cambiara.

Mal no dijo nada. A Copper le resultaba imposible discernir si su silencio reflejaba desprecio o simpatía.

– En cualquier caso -continuó ella-, al menos ya sabes por qué no tengo ninguna prisa por volver a Adelaida. Realmente no me importa ver a Glyn y a Elije juntos, pero si estoy fuera durante un tiempo, podré facilitarle a todo el mundo una oportunidad para acostumbrarse a la nueva situación.

– Eso me suena como si a Glyn le estuvieses poniendo un puente de plata para que se escape mejor.

– Mal seguía observando cómo su hija jugaba alegremente en la arena, pero sus labios esbozaban una mueca amarga, como si estuviera recordando algún penoso suceso-. Debió de quedarse consternado al descubrir que estabas dispuesta a anteponer tu negocio a cualquier otra cosa -se interrumpió, para luego añadir-: Mi esposa era como tú. Creía que podría conseguirlo todo. Cuando la conocí, tenía su propia cadena de tiendas en Brisbane. Nunca se me ocurrió pensar que estaría dispuesta a abandonarlo todo para venir aquí, pero a Lisa le gustaba la idea de ejercer de dueña de una enorme granja del interior. Todo lo hacía a lo grande, y Birraminda tenía las dimensiones adecuadas. Por supuesto, yo procuré que pasara algún tiempo viviendo aquí antes de que nos casáramos, para que pudiera ver exactamente la clase de vida que iba a elegir, ¡pero no! Lisa sabía siempre lo que quería… y lo que quería, lo conseguía.

– ¿Por qué te casaste con ella entonces? -le preguntó Copper con mayor agresividad de lo que hubiera deseado. Se había preparado para soportar los celos de su esposa fallecida… ¡pero no para que la comparara con ella!

– No me di cuenta de cómo era hasta que fue demasiado tarde -explicó Mal-. Y era tan bonita… -se interrumpió como si estuviera conjurando su imagen en la memoria-. Tendrías que haberla conocido para comprender cómo era. Poseía una voluntad de hierro y nunca dudaba de cuáles eran sus prioridades. Al principio, pensó que podría administrar su negocio desde aquí, así que invertí una fortuna en equiparla con un despacho especial -se detuvo, para luego añadir, mirando a Copper-: Deberías visitarlo alguna vez. Dispone de teléfonos, un ordenador, fax, fotocopiadora… todo lo necesario para llevar un negocio. Pero eso no le bastaba a Lisa. No estaba interesada ni en lavar ni en limpiar, aunque también le había instalado una nueva cocina. Se aburría si no tenía nada que quisiera hacer realmente, así que siempre estaba detrás de mí pidiéndome que la dejara volar a Brisbane, para que pudiera revisar las cuentas, visitar a los diseñadores o negociar uno u otro acuerdo. Oh. Desde luego era una empresaria muy inteligente…

Copper se preguntó por qué Mal había hecho ese comentario, como si pareciera un insulto. Ella misma no podía evitar reconocerse en Lisa. ¿Qué tenía de malo ser enérgica e inteligente?

– Si era tan inteligente, no se habría casado contigo de no haber estado muy segura de ello -comentó al cabo de un momento.

– Eso mismo era lo que yo pensaba -repuso Mal-. Por supuesto, yo tenía lo que tú llamarías una estúpida y romántica idea acerca del matrimonio, pero la actitud de Lisa no era mucho más práctica. A ella nunca le gustó la vida de aquí, y terminó pasando cada vez más tiempo en Brisbane.

– ¿Megan?

– Megan fue el resultado de un intento desesperado por salvar un matrimonio condenado al fracaso -explicó Mal con frialdad-. No funcionó, por supuesto. Lisa encontró en su embarazo una excusa para escapar permanentemente a la ciudad. Decía que necesitaba estar cerca de un hospital, que Birraminda no era un lugar adecuado para un bebé, así que un día se marchó a Brisbane y no volvió jamás. Ni siquiera me llamó después de que la niña naciera -esbozó una mueca de amargura-. Me dijo que había tenido tanto trabajo que hacer que ni siquiera había tenido tiempo para telefonearme y decirme que había ido al hospital, pero no era verdad. Se suponía que todavía tenía que estarle agradecido por permitirme que viera a nuestra propia hija.

Mantenía una voz muy controlada, pero Copper podía percibir su tensión. Ahora comprendía el porqué de aquella expresión suya, siempre distante, dura. No se extrañaba que Mal hubiera cambiado tanto.

Copper ansiaba ofrecerle su consuelo, pero no sabía cómo. Si hubiera sido una mujer diferente habría sido capaz de tomarle una mano, o de abrazarlo… Pero se había condenado a ser una mujer que anteponía a todo su trabajo, igual que la esposa de Mal, y temía que éste pudiera rechazar su contacto. Así que se limitó a sujetar su sombrero entre las manos, sin decir nada. Al cabo de un rato Mal continuó su relato, como si necesitara desesperadamente ponerle punto final.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Momentos del Pasado»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Momentos del Pasado» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Momentos del Pasado»

Обсуждение, отзывы о книге «Momentos del Pasado» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x