Jessica Hart - Romance eterno

Здесь есть возможность читать онлайн «Jessica Hart - Romance eterno» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Romance eterno: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Romance eterno»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La alegre Flora Mason había planeado trabajar durante un tiempo y, en cuanto hubiera reunido el dinero necesario, se marcharía a recorrer el mundo. Sus planes no incluían un romance con su atractivo jefe, Matt Davenport. Pero Flora necesitaba quedar bien con un antiguo novio y Matt necesitaba pareja para un par de días. Estaban hechos el uno para el otro. El problema era que las dos noches acordadas se convirtieron en tres, luego cuatro… y Flora comprendió que no quería un contrato temporal, sino un trabajo para toda la vida.

Romance eterno — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Romance eterno», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Matt cerró la puerta detrás de ella con ira, lo que provocó que unos papeles apilados sobre su mesa se cayeran al suelo. Mientras los recogía se preguntó qué le había puesto tan nervioso. Las cartas no eran tan urgentes, en realidad podían perfectamente esperar hasta el lunes.

No, era un problema de principios. Colocó los papeles con tanta furia sobre la mesa que a punto estuvieron de caerse de nuevo. Flora era su secretaria y eso significaba que se quedaría en la oficina hasta que él le diera permiso para marcharse. Recordó con nostalgia que Paige jamás se hubiera marchado con un trabajo pendiente y mucho menos hubiera antepuesto su vida privada, que para él no existía.

Matt hizo una mueca de disgusto mientras se sentaba en su mesa y miraba la pantalla de su ordenador. Él también tenía planes para la noche. ¿Por qué entonces le sacaba de quicio que Flora pensara en pasarlo bien? Ya estaría en algún bar, riendo y contándoles a sus amigos sus historias del trabajo. Era ridículo que pensara en ello.

En ese momento, Flora estaba atrapada en un vagón de metro atestado, entre un ejecutivo de traje gris y un grupo de estudiantes extranjeros. Prevé el riesgo rezaba el cartel que estaba leyendo de una compañía de seguros. Quizás debería contratar una póliza contra Matt Davenport, sobre todo cuando se mostraba simpático dos minutos seguidos.

Llegó media hora tarde al bar donde la esperaban sus amigos.

– ¿Matt Davenport te ha estado torturando? -preguntó Seb cuando se deslizó junto a él.

– Algo así -dijo Flora todavía sin aliento. Seb y ella se llevaban mucho mejor desde que habían roto, pero no podía olvidar que, como ambicioso reportero que era, Seb estaba mucho más interesado en el millonario Davenport que en ella.

Seb le sirvió un vaso de vino de la botella.

– ¿Le has preguntado a Davenport si me va a conceder una entrevista?

– No -respondió Flora. Tenían la misma conversación cada vez que se veían-. Matt no concede entrevistas. Ya te lo he dicho. Tienes que hablar con su responsable de prensa.

– No me sirve -masculló Seb-. Lo que me interesa es el tipo. Estoy seguro de que podrías convencerlo.

Para alivio de Flora, su compañera de piso, Jo, se inclinó sobre la mesa y les interrumpió:

– Flora, estábamos hablando del baile.

Jo trabajaba en una organización sin ánimo de lucro que organizaba un baile para recaudar fondos.

– Necesito saber cuántos vamos a ser para las invitaciones. Seb va con Loma, así que somos once, a menos que tú vayas con alguien.

Flora se giró hacia Seb.

– ¿Loma?

Seb sonrió con malicia y mostró las manos en gesto de falsa inocencia.

– Quedamos en que iríamos cada uno por nuestra cuenta.

Era cierto. Pero Flora no había esperado que Seb la sustituyera tan fácilmente. Y con Loma. Loma llevaba años persiguiéndolo.

Flora dio un trago de vino. No podía evitar sentirse ofendida. Era más una cuestión de orgullo que de sentimientos, pero la traición de Seb se añadía a la corte de chicas espectaculares que veía a diario pasar por la oficina.

– No importa si no vienes con pareja -dijo Seb con condescendencia-. De todos modos, vamos en grupo.

Flora alzó la barbilla al oírlo.

– ¿Quién dice que no tengo pareja?

– ¿No irás a traer a Jonathan? -preguntó Jo con irónico temor. Llevaba años aguantando a Jonathan, un chico perfecto, cursi, educado, increíblemente aburrido, y que estaba loco por Flora a pesar de todos los intentos de ésta por disuadirlo.

– No -dijo Flora que estaba pensando en invitarle para salvar la cara.

– ¿Quién es?

Más tarde, Flora se preguntaría qué locura la había llevado a decir lo que dijo, pero entonces sólo pensó en borrar la burla del rostro de Seb.

– Matt Davenport -dijo en tono neutral.

– ¿Matt Davenport va a ir al baile contigo?

El tono de Seb indicaba que creía que era un farol, de manera que insistió con coquetería:

– Quería que fuera un secreto, pero a Matt le pone celoso que vaya a cualquier sitio sin él.

Hubo un silencio atónito. Estaba claro que ninguno sabía si hablaba en serio o bromeaba.

– Pero creí que estaba saliendo con esa modelo -dijo Sarah después de un rato.

Flora hizo un gesto irónico.

– Es una pantalla -dijo-. Si la prensa cree que sale con ella, nos dejará en paz.

– ¿Tienes una aventura con Matt Davenport? -repitió Jo con incredulidad-. ¿Desde cuándo?

– ¿Recuerdas esas noches en que volví tarde y te dije que era por el negocio de Francia? -Flora dejó en suspenso la pregunta, y sonrió evocadoramente. Empezaba a divertirse-. Pues no trabajábamos -confesó-. Nunca me había pasado algo así. Estábamos trabajando juntos y de pronto me besó y no pude resistirme.

Las expresiones de la mesa iban de la incredulidad y la sorpresa a la curiosidad y la envidia.

– ¿Por qué no nos lo has contado antes? -exclamó Sarah.

– No queríamos que nadie se enterara -dijo Flora, cada vez más en su papel-. El secreto era parte del juego. Pero claro, ahora Matt dice que está loco por mí, que quiere conocer mi vida y a mis amigos. El baile será una buena ocasión.

Jo la miró de pronto, llena de dudas:

– Flora, ¿no vendrás al baile con Matt, verdad? Dime la verdad.

– Claro que no -rió Seb-. Nos está engañando.

Hubiera sido un buen momento para echarse a reír y reconocer que bromeaba, pero Seb estaba tan seguro de sí mismo que Flora deseó ponerlo en su sitio. Y no podía permitir que los demás pensaran que estaba celosa de Loma.

De forma que en vez de retroceder, Flora miró a su ex-novio con gesto desafiante y dijo:

– ¿No? Espera al baile, Seb, y verás si viene o no conmigo.

Capítulo 4

Flora tardó una semana en reunir el valor suficiente para pedirle a Matt que la acompañara al baile. ¿Por qué no iba a hacerlo? Valía la pena intentarlo, en todo caso. Al fin y al cabo, Matt tenía tantas novias que simular salir con ella no le molestaría. Si decía que no, lo que era probable, se buscaría otra pareja.

Mientras hacía el recorrido en metro, Flora iba practicando mentalmente cómo plantearía su petición a Matt. Pero en el mundo real, no resultaba nada sencillo y no terminaba de encontrar el momento adecuado. De manera que el jueves, a menos de diez días para el baile, se decidió a dar el paso.

Tomó aire, preparó unas cartas que Matt tenía que firmar y llamó a su puerta.

– ¡Adelante! -dijo él con brusquedad.

No era precisamente alentador. Ni siquiera la miró cuando Flora dejó las cartas sobre su mesa.

– Tienes que firmarme esto -dijo con nerviosismo.

– Bien.

Ni siquiera un «gracias», pensó con amargura Flora, pero no lo comentó. Se había comportado a la perfección en los últimos días y no iba a echarlo a perder con un ataque de dignidad.

Carraspeó.

– Esto… ¿tienes un minuto?

– Tengo treinta segundos -dijo Matt sin apartar la vista de la pantalla-. ¿Bastará?

– No creo -dijo Flora-. Si te pido un minuto, lo que significa realmente es si puedes dejar de hacer lo que estás haciendo y atenderme el tiempo necesario.

Esta vez, Matt la miró.

– Soy americano, pero hablamos el mismo idioma -dijo con ironía-. Sé lo que digo y sólo tienes treinta segundos, que además estás desperdiciando.

– El caso es que quería pedirte un favor -confesó Flora-. Esperaba que estuvieras de buen humor.

– En ese caso, será mejor que vuelvas más tarde.

– Ya he esperado varios días -se quejó ella-. ¡Nunca estás de buen humor!

Matt suspiró y giró en su silla para mirar a Flora frente a frente.

– Está claro que no piensas marcharte hasta ponerme de verdad de mal humor.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Romance eterno»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Romance eterno» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Romance eterno»

Обсуждение, отзывы о книге «Romance eterno» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x