Jessica Hart - Una Unión Irresistible

Здесь есть возможность читать онлайн «Jessica Hart - Una Unión Irresistible» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Una Unión Irresistible: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Una Unión Irresistible»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un deseo de Navidad, una proposición… ¡y una nueva vida!
Aquellas navidades, Sophie Beckwith tendría que ver al hombre que la había abandonado para casarse con su hermana. Sólo una persona podía ayudarla: su mejor amigo Bram. Bram había estado prometido con la hermana de Sophie, pero ahora pretendía demostrarles a los tortolitos que tanto Sophie como él los habían olvidado y se le ocurrió el plan perfecto para conseguirlo: pedirle a Sophie que se casara con él.
Era una locura, pero también era la solución a todos sus problemas. Además, sería todo fingido… ¿no? Pero a medida que se acercaba el día de la boda, los sentimientos de Sophie hacia Bram fueron cambiando y empezó a desear que todo fuera real.

Una Unión Irresistible — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Una Unión Irresistible», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Si es mi madre para hablar de las flores otra vez…

Pero no era su madre. Era Melissa, al borde de la histeria.

– Nick se ha perdido.

– ¿Qué?

– Salió a dar un paseo por el páramo esta tarde y aún no ha vuelto.

– ¿Que salió a dar un paseo con esta tormenta? -exclamó Sophie-. Pero Melissa…

– Quería probar unas nuevas botas que ha comprado -le explicó su hermana-. Dijo que iba a pasar por la granja de Bram para saludaros y luego volvería por la carretera.

– ¿Has llamado al equipo de rescate?

– ¡No! Nick me mataría si hiciera eso.

– Pero tienes que hacerlo -exclamó Sophie-. Nick podría estar herido en alguna parte, Mel.

– No se habrá apartado de la carretera, seguro -insistió su hermana-. No hace falta que llamemos a nadie. Si pudieras pedirle a Bram que vaya a buscarlo…

– Mel, está nevando más que nunca…

– Por favor, Sophie, tiene que ir a buscarlo. Estoy muy preocupada. Sé que no le ha pasado nada grave, pero podría haber resbalado o algo así…

O podría estar seriamente herido en alguna parte, pensó Sophie, mirando a Bram. El pobre estaba agotado. Lo último que quería era tener que decirle que volviera a vestirse… Pero Bram se levantó sin decir nada y tomó el teléfono.

– Melissa, dime dónde crees que puede estar… -Bram se quedó escuchando un momento-. Muy bien, llama al equipo de rescate ahora mismo y diles lo que me has dicho a mí… Si no lo haces tú, lo haré yo. Diles que voy a Pike Fe». No te preocupes, Melissa, lo encontraremos.

Sophie estaba pálida y Bram vio el miedo en sus ojos mientras colgaba el teléfono. Temía por la vida de Nick.

– No voy a decirte que no te preocupes, pero intenta calmarte. Melissa dice que va bien equipado.

Sophie tenía miedo por él, no por Nick, pero sabía que no tenía sentido decirle eso ahora.

– Voy a ponerme algo de abrigo.

– Tú no tienes que venir.

– Sí tengo que ir -replicó ella-. Tú estás agotado y es entonces cuando ocurren los accidentes. Y quiero hacer algo, además.

Una vez equipados y con linternas, Bram le puso una bufanda en la cabeza como si fuera una niña a la que mandaba al colegio. Y se colocó una mochila con un botiquín de primeros auxilios a la espalda.

– ¡No te separes de mí! -gritó cuando salieron de la casa, para hacerse oír sobre el ruido del viento.

Sophie asintió con la cabeza. Hacía tanto frío que apenas podía respirar y la nieve golpeaba su cara casi haciéndole daño. Ya no eran los bonitos copos de nieve de las estampas navideñas, sino agujas heladas que herían su rostro sin misericordia.

Cuando llegaron a la verja no pudieron abrirla porque estaba medio tapada por la nieve. Gritando, Bram le dijo que fuese por el otro lado.

– ¡Pégate al muro! ¡Aunque te cueste andar! Si te pierdes o te desorientas, nos vemos en la verja que hay al otro lado.

Sophie se abrió camino por la nieve, moviendo la linterna de lado a lado y gritando el nombre de Nick, aunque era imposible que nadie oyese nada con la tormenta soplando de esa forma.

Con Bram a su lado no tenía miedo, pero sola empezó a asustarse. El viento era demasiado fuerte, la nieve demasiado cegadora. Tenía las manos congeladas a pesar de llevar gruesos guantes y la falta de visibilidad la tenía desorientada.

El muro de piedra parecía interminable, pero por fin dio la vuelta hacia la verja y vio la luz de la linterna de Bram.

Sin embargo, después de encontrarse, tuvieron que separarse de nuevo. Él iría por un lado del muro y ella por el otro para encontrarse en la verja que daba a la carretera. Sophie caminaba inclinada para protegerse del viento, y cuando tropezaba le costaba mucho volver a levantarse. En esas condiciones no podrían encontrar a Nick, pensaba, angustiada. Ni siquiera sabía si sería capaz de llegar a la carretera.

Entonces recordó que había un atajo cerca de allí, pero para llegar a él había que bajar por un terraplén que ahora estaría cubierto de nieve… ¿habría ido Nick por el atajo?

Haciendo un último esfuerzo, se apartó del muro y caminó muy despacio, apuntando al suelo con la linterna para no rodar ella misma por el terraplén. Enseguida le pareció ver una luz al fondo… ¿Debería ir a buscar a Bram? ¿O bajar para sacar a Nick?

Confiando en que Bram, al ver que no estaba en la verja, fuese a buscarla, se quitó la bufanda y la colocó bajo una piedra, dejando que flotase locamente al viento. Bram tenía que verla, pensó.

Con cuidado, agarrándose a las ramas que sobresalían de la nieve, fue bajando por el terraplén. Y allí encontró a Nick, envuelto en una capa de supervivencia de color naranja ya medio cubierta por la nieve.

– Me he caído -consiguió decir él, con los labios amoratados-. Me duele mucho la rodilla. No podía volver a subir ni seguir andando…

– ¿Cómo se te ha ocurrido salir por el páramo con esta tormenta? -lo interrumpió Sophie, furiosa-. Voy a ver si encuentro a Bram.

Acababa de llegar a la cima del terraplén cuando una sombra oscura se le echó encima. Era Bess, ladrando de alegría. Bram apareció unos segundos después, y Sophie se dejó caer en sus brazos, aliviada.

– ¿Qué demonios estabas haciendo? -le espetó él, sin embargo-. ¡Te dije que te pegases al muro! -Nick… está ahí abajo.

– ¡Me da igual dónde esté Nick! No deberías haberte apartado del muro. Podrías haberte caído… ¿y cómo te habría encontrado entonces? -He dejado la bufanda…

– ¿Dónde? Yo no veo ninguna bufanda. Sólo he venido hasta aquí porque Bess no dejaba de ladrar.

– ¡Oh, Bess! Eres un perro de rescate -sonrió Sophie.

– ¡Esto no tiene ninguna gracia! -exclamó Bram, furioso.

– No te enfades, es que tuve la intuición de que Nick podría estar en el fondo del terraplén y… -Vamos a buscarlo -la interrumpió Bram. Después, Sophie no recordaba cómo lo habían sacado de allí ni como lo habían llevado a la granja. Tenía las manos y los pies congelados, y llevar a Nick entre los dos no fue tarea fácil.

Pero allí estaban, en la cocina, intentando entrar en calor después de la experiencia.

– La carretera está bloqueada -dijo Bram, colgando el teléfono-. Parece que vas a tener que quedarte aquí unos días.

– Vaya, siento mucho tener que molestaros -se disculpó su cuñado.

– Y no creo que podamos hacer nada por esa rodilla. Intenta no apoyarte en ella.

La valentía de Nick, el excursionista que amaba la atención de los guías, había desaparecido y estaba demasiado cansado como para poner objeciones, de modo que Bram lo ayudó a subir a la habitación.

– Ponlo en mi cama -sugirió Sophie-. Luego le subiré una bolsa de agua caliente.

– Quítate la ropa -dijo Bram.

– Bram, por favor, no es momento para esas cosas -intentó bromear Nick-. Debo decir que tus técnicas de seducción dejan mucho que desear.

Él sonrió, cansado.

– Bueno, iré mejorando con el tiempo.

Luego, cuando Nick estuvo cómodamente instalado, Sophie y él bajaron a la cocina. Ella intentó disimular un bostezo mientras cenaban algo, aunque ninguno de los dos tenía hambre.

– Venga, es hora de irse a la cama.

– Estoy demasiado cansada para moverme.

– Yo te ayudaré -sonrió Bram, tomando su mano y llevándola así por la escalera.

– Tengo que hacer la cama en la habitación de tu madre…

– Ninguno de los dos está para hacer camas, Sophie. Será mejor que te acuestes conmigo esta noche -dijo Bram-. Te juro que estoy demasiado cansado como para intentar nada.

– Y yo estoy demasiado cansada como para darme cuenta si lo intentases -contestó ella.

Las sábanas estaban frías, y Sophie se colocó en posición fetal para entrar en calor.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Una Unión Irresistible»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Una Unión Irresistible» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Una Unión Irresistible»

Обсуждение, отзывы о книге «Una Unión Irresistible» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x