Christie Ridgway - El primer bebé del año

Здесь есть возможность читать онлайн «Christie Ridgway - El primer bebé del año» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El primer bebé del año: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El primer bebé del año»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando el reloj dio las doce, en lugar de estar en la fiesta para dar la bienvenida al Año Nuevo, el rico playboy Michael Wentworth estaba mirando embobado al recién nacido de una bella desconocida. Y lo peor era que todo el mundo parecía pensar que él era el orgulloso padre del precioso hijo de Beth Masterson. Pero la verdad era que la había conocido apenas unas horas atrás, cuando se había presentado en su casa con información sobre el heredero Wentworth desaparecido.
También era cierto que, para conseguir su herencia, Michael necesitaba una esposa… y a la reciente madre soltera le vendría muy bien un hombre que la ayudara a salir adelante.
¿Pero estaba Michael, el empedernido soltero, dispuesto a ser ese hombre?

El primer bebé del año — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El primer bebé del año», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Tal vez debería dedicarse a descifrar lo acontecido durante el desayuno, aquel críptico comentario sobre los huevos y las gallinas.

Cualquier cosa para evitar enfrentarse al hecho de que estaba casado. ¡Casado!

Se sentía terriblemente culpable al respecto. Y también extrañamente estimulado.

Las manos de Beth temblaron cuando repitió los votos. Michael se quedó helado entonces, como si lo hubieran despertado de repente con un cubo de agua fría. La ceremonia era auténtica, no una jugarreta de un niño travieso para engañar a su abuelo. Era un auténtico matrimonio con una mujer cuyo pelo rubio y ojos azules le habían hecho ponerse a rebuscar entre las joyas que había heredado de su madre hasta encontrar lo que consideró el perfecto anillo.

Apagó el ordenador y se pasó las manos por el rostro. Tal vez debía zanjar aquello antes de que sucediera algo inesperado. Antes de que alguien resultara dañado.

La puerta del despacho se estremeció con una urgente llamada. Beth pasó al interior de inmediato, respirando agitadamente y ligeramente ruborizada.

– Michael…

Él saltó de su asiento.

– ¿Qué? ¿Qué sucede? -preguntó-. ¿Misha? ¿Está bien el bebé?

Beth asintió.

– Misha está bien. Es… es… -Beth se interrumpió, tomó a Michael de la mano y lo arrastró fuera del despacho.

Sus dedos eran cálidos. Estando tan cerca, Michael pudo oler su perfume. Pero no, Beth no llevaría perfume. Su aroma procedía de algún champú floral. Y también había un toque más familiar. Ah. Jabón de menta y avena, el que se usaba en los baños de la casa.

El jabón que él deslizaba por su piel cada mañana.

No debería encontrar un jabón compartido tan excitante. Tan… casado.

Beth se detuvo en el pasillo, entre su propio dormitorio y el de Michael, cuyas puertas estaban abiertas. Soltó la mano de Michael.

Él echó de menos su contacto de inmediato.

– ¡Mira! -dijo ella, señalando ambas habitaciones-. Evelyn ha dicho que son regalos de tu abuelo. Sorpresas que han llegado esta misma tarde.

La cama en que había dormido Beth, en el supuesto dormitorio del niño, había desaparecido. En su lugar había un enorme arcén de juguetes y un caballo balancín de madera con el que Michael había compartido durante su infancia más aventuras de las que podía recordar. Sonrió y dedicó un saludo con la mano a su viejo favorito. A Mischa le iba a encantar el viejo Blackie.

– ¡No vas a salirte con la tuya! -murmuró Beth entre dientes. Apoyó una mano en el brazo de Michael y le hizo girar en dirección a su dormitorio.

Oh, oh.

Michael creyó percibir la mano de su hermana en aquello. Era posible que Joseph Wentworth hubiera ordenado retirar camas y desenterrar viejos juguetes, pero sólo Josie habría podido seleccionar aquella colorida variedad de negligés que se hallaban esparcidas sobre su cama.

Su cama.

La cama que su abuelo le estaba obligando sutilmente a compartir.

Michael casi pudo escuchar al viejo en su mente. «¿Quieres un matrimonio, muchacho? ¡Pues toma matrimonio!»

Por supuesto, el abuelo y Josie no podían saber que él y Beth nunca habían dormido juntos. No podían saber que en su noche de bodas la recién casada había dormido en la habitación del bebé en lugar de hacerlo entre sus brazos.

¿Sería muy feo contar las negligés?

– ¿Qué vamos a hacer al respecto? -preguntó Beth con voz ronca.

Había nueve.

Michael la miró. Aún respiraba agitadamente.

¿Qué iban a hacer al respecto?

Arrojar la toalla.

Era lo más seguro. Lo más fácil. Además, lo más probable era que el abuelo ya lo sospechara.

Una farsa de matrimonio. ¿En qué había estado pensando?

La verdad le costaría temporalmente la posibilidad de asociarse con el Rocking H, pero aún podría ocuparse de Beth y Mischa. Se volvió y abrió la boca para decírselo a Beth…

Y supo que ella no aceptaría su dinero. No después de un fracasado matrimonio de veinticuatro horas.

– ¿Y bien? ¿Qué vamos a hacer al respecto? -preguntó Beth de nuevo. Sus ojos destellaron y el rubor aún no había abandonado su rostro.

Como el deseo que ardía en la sangre de Michael.

– Vamos a dormir juntos -dijo.

Capítulo 5

Beth miró a Michael, anonadada.

– Supongo que estás bromeando.

Él alzó las cejas.

– ¿Qué otra cosa podemos hacer? ¿Decirle a Evelyn que vamos a dormir en habitaciones distintas? Puede que nos hayamos salido con la nuestra una noche, pero los criados hablarán si seguimos durmiendo separados.

Beth se pasó una mano por el pelo. Sin duda, resultaría muy extraño que no compartieran el dormitorio, sobre todo después del «comunicativo» paseo por el pueblo.

– El cotilleo llegaría a oídos del abuelo antes de que se abriera la bolsa mañana por la mañana -dijo Michael, como si hubiera leído su mente.

– Se suponía que éste iba a ser un matrimonio de conveniencia -replicó Beth.

Michael se encogió de hombros y metió las manos en los bolsillos de su pantalón.

– ¿Sería tan «inconveniente» compartir la cama?

Su despreocupada actitud había vuelto. Sin corbata y con el cuello de la camisa abierto, Beth pudo percibir el tranquilo latir de su pulso en su garganta. Tenía un cuello fuerte, y sería el fuerte cuerpo de un hombre el que tendría a su lado si se acostaba con él.

– Vamos, Beth -insistió Michael, sonriendo-. Sin duda podemos compartir la cama sin tocarnos. Somos dos personas adultas.

«Eso es lo que temo», pensó Beth.

Estaba acostumbrada a compartir el dormitorio con otras chicas. Con su bebé. Pero no estaba acostumbrada a compartir la cama con un hombre. Evan nunca se había quedado a pasar toda la noche con ella.

Ese detalle debería haber sido más revelador.

– No ronco -continuó Michael.

Beth no lo dudaba. Un hombre como Michael no roncaba. Un hombre como Michael calentaba la cama, calentaba los corazones, alejaba la terrible sole…

Se había prometido no volver a pensar en aquella palabra.

– No me parece buena idea, Michael. Puedo dormir en el suelo, o…

– ¿Te asusta la idea, Beth?

– No me asusto de nada -replicó ella automáticamente. Aquello era algo que se aprendía en el orfanato. Se aprendía a no admitir nunca que te asustaba la oscuridad, o no tener padres, o no ser capaz de criar a tu bebé a solas…

– Entonces, estamos de acuerdo -Michael se volvió para regresar a su despacho.

– ¡No! -exclamó Beth automáticamente. Los huérfanos desarrollaban especialmente el instinto de conservación desde la cuna, y algo le decía que debía cuidarse de acercarse demasiado a Michael.

Él se volvió a mirarla.

– No muerdo.

«¿Y si yo quisiera que lo hicieras?» El inesperado pensamiento hizo que las mejillas de Beth se tiñeran de rubor.

Michael entrecerró los ojos mientras alargaba una mano para acariciarle la mejilla.

– Tienes miedo.

«¡Niégalo!». El pulso de Beth redobló sus latidos. Tener miedo significaba que te podían hacer daño. Y ella no iba a volver a permitir que un hombre se le acercara lo suficiente como para hacerle daño. Tenía callos para evitarlo.

Y Michael parecía tan cómodo con la idea… como si acostarse con ella no fuera a resultarle más inquietante que compartir la cama con un gato.

– Beth… -dijo, sin apartar la mano de su mejilla-. Si no quieres…

– Tonterías -interrumpió ella, tratando de ignorar el cosquilleo que recorría su piel-. Estoy deseando que llegue la hora de acostarnos.

Michael rió y apartó la mano.

– Yo también.

«Beth no tiene nada de especial».

Unos minutos después de las once, Michael se hallaba sentado en un sillón frente a la chimenea de su dormitorio, tratando de creerse aquel pensamiento. A través de la puerta del baño llegaba el sonido del agua corriendo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El primer bebé del año»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El primer bebé del año» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Christie Ridgway - El Beso Perfecto
Christie Ridgway
Christie Ridgway - La apuesta de la novia
Christie Ridgway
Christie Ridgway - A tu Lado
Christie Ridgway
Christie Ridgway - Amor a ciegas
Christie Ridgway
Christie Ridgway - Atrévete a amarme
Christie Ridgway
Christie Ridgway - Can't Fight This Feeling
Christie Ridgway
Christie Ridgway - Beach House No. 9
Christie Ridgway
Christie Ridgway - The Reckoning
Christie Ridgway
Christie Ridgway - From This Day Forward
Christie Ridgway
Christie Ridgway - Beginning With Baby
Christie Ridgway
Christie Ridgway - The Love Shack
Christie Ridgway
Christie Ridgway - His Forbidden Fiancee
Christie Ridgway
Отзывы о книге «El primer bebé del año»

Обсуждение, отзывы о книге «El primer bebé del año» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x