Liz Fielding - Orgullo y amor
Здесь есть возможность читать онлайн «Liz Fielding - Orgullo y amor» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Orgullo y amor
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:4 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Orgullo y amor: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Orgullo y amor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Orgullo y amor — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Orgullo y amor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
– La moderna plomería -exclamó amargada y fue a vestirse para lacena.
Había pensado ponerse un pantalón de pinzas color turquesa, una blusa que hacía juego en turquesa y amatista, y unos zarcillos de amatista y oro. Colocó el brillante que Gil le había dado en su dedo, para parecer ante todos como la pareja perfecta dé recién casados.
Ya abajo encendió la chimenea y las luces y fue a la cocina a verificar los platillos. A las siete y media tocaron a la puerta los primeros invitados.
– ¡Casey! ¡Esto están raro! -Casey se molestó, pero sonrió dándoles la bienvenida.
– Me alegro que te guste, Alison. Hola Mike. Pasen, les voy a preparar una bebida.
La pareja miró alrededor y Casey notó cómo intercambiaban miradas. Decidió invitarlos con toda intención, segura de que no pasarían por alto ningún detalle para después comentarlo. De esta forma todos se enterarían del chisme y luego lo olvidarían. Eso esperaba. Sirvió unas bebidas y llamaron nuevamente a la puerta. Era Charlotte, para alivio suyo; le llevó bastante correo y un abrazo cariñoso.
– ¡Una verdadera chimenea! ¡Qué encantador! -exclamó la chica estirando las manos sobre ella. Tomó una copa y de inmediato comenzó a charlar con Alison y Mike con mucha seguridad, sobre negocios. Los últimos tres invitados llegaron al fin, y no mostraron sorpresa ante la casa, por su buena educación.
– Temo que Gil se atrasó un poco -explicó Casey-. Cuestión de negocios.
Se decidió por no esperar más la comida y estaba en la cocina con Charlotte, cuando escucharon la llave de Gil en la cerradura.
– Deja que yo me encargue -insistió Charlotte y la empujó afuera de la cocina.
Casey no sabía cómo recibir a su marido frente a los invitados. Se separaron disgustados, pero con todas esas personas observándolos debía portarse a la altura. Se preguntó ansiosa si esperarían que le echara los brazos al cuello. Su indecisión desapareció en el momento de mirarlo.
– ¡Gilliam Blake! -explotó.
El se detuvo para quitarse un par de botas enlodadas. Llevaba unos jeans manchados con concreto y su cabello negro estaba blanqueado con la misma sustancia.
– Lo siento. ¿Debí entrar por la puerta de atrás? -le brillaron los ojos al contemplar la elegancia de sus invitados, y la mesa servida con cubiertos de plata, sobre un mantel blanco, impecable.
Ella contuvo un agrio comentario y esbozó una forzada sonrisa.
– No digas tonterías -caminó hacia él, planeando abrazarlo, pero una mirada a su camisa la hizo cambiar de opinión.
– Tuve un problema con una mezcladora de cemento -explicó él a sus alegres invitados-. Y no puede uno dejarlo. Si él concreto cae en el tambor es una pesadilla -con las botas en una mano, entró a la sala y, con una sonrisa que arrugaba sus ojos, se inclinó y besó a Casey en plena boca-. Olvida la cena, prefiero comerte a ti.
– Vestido así, ¡olvídalo!
– Aguafiestas. ¿Vinieron los del baño?
– ¡Estoy segura que Darlene te informó! -exclamó ella entre dientes, consciente de que él estaba haciendo un espectáculo de los dos frente a sus amigos.
– En seguida bajo -Gil sonrió y le besó la nariz antes de desaparecer por la escalera.
Ella ofreció más bebidas, mientras esperaban, y se ruborizó al percatarse de que todos tenían la vista puesta en ella.
– El amor de la juventud es algo extraordinario -comentó Alison con alegre tolerancia, al aceptar una copa de vino.
Gil reapareció en menos de quince minutos, inmaculado, con un pantalón gris que hacía juego con la camisa más oscura, con rayas color vino y una corbata lisa. Ella hizo las presentaciones formales, pero Gil se detuvo cuando llegaron frente a Charlotte.
– Ya nos conocemos, ¿no es cierto?
– Fui dama de honor de Casey. Charlotte Spearing.
– Ciertamente. ¿Charlotte? Ustedes dos compartían un apartamento, ¿verdad?
– Sí. Por favor llámame Charlie. Así me llaman todos.
– ¿Esta es Charlie? -Gil levantó la vista hacia Casey.
– ¿No te lo había dicho? -Casey sonrió con inocencia y siguió presentándolos. Gil estrechó las manos de los hombres y coqueteó descaradamente con las mujeres, besándoles la mano. Casey lo observaba impotente mientras él se ganaba la simpatía del grupo en unos minutos.
– ¿Oí decir que acaban de acondicionar un nuevo baño? -Casey escuchó que alguien hacía la pregunta.
– Sí -respondió Gil, mirándola desde lejos-. No le parecía bien la tina de hojalata frente a la chimenea, lástima -luego notando la expresión en blanco de su interlocutor, añadió-: La casa no tenía baño cuando nos mudamos..
– ¡Válgame Dios!
– ¿No los ha llevado Casey a recorrer la casa? -preguntó sorprendido.
– Todavía no -interrumpió Casey pasando un platón.
– Maravilloso. Espárragos -él pasó la salsa a Charlotte-. Claro que apenas comenzó a remodelar la casa. Es que sólo han pasado once días y hemos estado… muy ocupados -se inclinó para besarle la punta de los dedos de la mano. Ella la hubiera retirado, pero él la sostenía con firmeza-. ¿Verdad, amorcito? -preguntó haciendo énfasis en el piropo.
– Muy ocupados.
– ¿Tanto como para que no puedas cooperar para el baile de las rosas? -interrumpió Alison.
– ¿El baile de las rosas?-preguntó Gil, mirando a las dos.
– Un baile de caridad que organiza el club de junio. Casey y su madre siempre se encargan de las decoraciones.
– No estoy segura de que pueda hacerlo este año. Mi madre está de viaje…
– Ah sí -interrumpió Gil-. Ya recuerdo. Mi madre siempre cooperaba también -sonrió ante los rostros intrigados y cordiales-. En la cocina.
– Y lo preside la señora Hetherington -se apresuró a señalar Casey en medio del súbito silencio, con el propósito decidido de acabar con el asunto.
– No pueden evitarlo para siempre, Casey -declaró Alison al recuperar la voz-. Menos ahora que Gil es miembro. Será mejor que resuelvan el asunto de una vez por todas.
– Creo que Casey está sugiriendo que la señora Hetherington no va a aceptar su intervención -intercaló Charlotte, al notar que Casey estaba muda y boquiabierta ante la inusitada noticia. La lista de espera para ingresar como miembro al Golf y Country Club de Melchester era de años. La conversación continuó alrededor.
– ¿Crees que cuenta con tantas personas talentosas que puedan cooperar con ella como para darse el lujo de rechazar a quien quiera? Deseará que sus años como presidenta sean los mejores, y para eso necesita a Casey. Lo quiera o no.
– Di que aceptarás-insistió Alison.
– Creo que deberías hacerlo, querida -murmuró Gil al volverse ella a verlo-. Debes seguir con las tradiciones familiares.
– Si la señora Hetherington me lo pide, aceptaré con mucho gusto -declaró ella pasando saliva. Charlotte la ayudo a recoger los platos y entró a la cocina.
– ¡Casey! -Casey entró para encontrarla mirando arriba hacia el conducto de luz por donde un goteo constante estaba haciendo un charco de agua en el suelo.
– ¡Maldición!
– ¿Qué hacemos? -susurró Charlotte.
– ¿Qué tal si desaparecemos de puntillas por la puerta de atrás? -sugirió Casey.
– ¡No es momento para bromas! -Charlotte rió suavemente escuchando una carcajada que venía de la sala.
– ¿Quién está bromeando? -dijo Casey amargada-. No podemos hacer nada. Vamos a sacar la comida de aquí mientras tengamos luz -apenas acababa de decirlo cuando se fundió el fusible y la cocina quedó a oscuras.
Gil apareció en la puerta, con una de las velas de la mesa, que apenas iluminaba la cocina. La levantó para revisar la instalación eléctrica.
– ¿Puede esperar la cena hasta que repare el fusible, o seguimos a la luz de las velas? -preguntó incidentalmente.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Orgullo y amor»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Orgullo y amor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Orgullo y amor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.