• Пожаловаться

Liz Fielding: Sombras en el paraíso

Здесь есть возможность читать онлайн «Liz Fielding: Sombras en el paraíso» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Liz Fielding Sombras en el paraíso

Sombras en el paraíso: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Sombras en el paraíso»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Flora Claibourne había programado un viaje de negocios con el único propósito de no tener que trabajar junto al sexy Bram Farraday Gifford. Pero le había salido mal, porque él había decidido acompañarla. En lugar de atenerse al cómodo horario de oficina, se vio obligada a estar constantemente con aquel hombre tan atractivo…en una romántica isla tropical. Flora se moría de ganas de besarlo, pero las barreras que había construido para protegerse de los hombres eran demasiado infranqueables. No dejaba que nadie se acercara a ella…, pero Bram sentía cada vez más curiosidad por descubrir por qué.

Liz Fielding: другие книги автора


Кто написал Sombras en el paraíso? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Sombras en el paraíso — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Sombras en el paraíso», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Mi padre fue su primer marido y él fue el primero en engañarla. Sólo fue fiel a la madre de India. Para ser sincera, creo que nunca superó que lo dejara -Flora suspiró antes de continuar-. Además, contarle a mi madre lo sucedido sólo habría servido para hacerla infeliz antes de tiempo. De manera que me fui a Italia a hacer unos cursos de verano y para cuando volví, Steve ya era historia.

– ¿Nunca se lo habías contado a nadie?

– Sólo a ti.

Bram alzó una mano y acarició el rostro de Flora con los dedos. Por un momento, esta creyó que iba a besarla, pero no podía soportar la idea de que sintiera lástima por ella.

– ¿Tienes hambre? -preguntó rápidamente. Sin esperar a que contestara, se volvió y se encaminó hacia el Jeep, negándose a cojear a pesar del dolor que sentía en la rodilla.

– Parece que tu pierna ha mejorado -dijo Bram cuando se reunió con ella.

– Supongo que el agua fría ha ayudado -contestó Flora y, a pesar del sol que caía de lleno sobre ellos, se estremeció. Se secó las manos y la cara con su blusa y, al ir a ponérsela sobre el sujetador empapado, vio un desgarrón que se había hecho cuando Bram la había sujetado por detrás para evitar que cayera.

– Toma -dijo él a la vez que le ofrecía su camisa-. Ponte esto.

– Se va a mojar.

– Es preferible que se moje a que tú te quemes -Flora dudó mientras Bram sostenía la camisa para que se la pusiera, pero acabó introduciendo los brazos en las mangas. A continuación, él empezó a abrochársela sin ninguna prisa. Cuando terminó, no se apartó de ella.

– Gracias -susurró Flora, pero Bram siguió sosteniendo la camisa por el cuello.

– Deberías habérselo contado a alguien, Flora -dijo-. Tal vez a India. O si no podías hablar con ella, a alguien que pudiera aconsejarte. Cualquier persona madura te habría reconfortado y te habría dicho que no habías hecho nada malo.

– No podía… -y sin embargo se lo había dicho a él. Había confiado en él. Como él había confiado en ella.

– No tienes por qué esconderte de mí. Somos socios -Bram la besó en la frente-. No más secretos -la besó en los labios con dulzura, pero el beso acabó casi antes de empezar-. Y se acabaron las peinetas. Prométemelo.

– Lo prometo -susurró ella.

Los dedos de Bram se tensaron en tomo a la tela de la camisa y, por un momento, la tentación de ir más allá fue muy intensa. La deseaba tanto… Quería demostrarle que era la mujer más bella del mundo, que ninguna otra le hacía sombra… Pero ¿por qué iba a creer que él era diferente? A fin de cuentas, estaba trabado de quedarse con algo de lo que ella se enorgullecía, en lo que ella creía.

Le había pedido que confiara en él, pero ¿por qué iba a hacerlo? Y, en realidad, ¿qué sabía él de ella? Habían compartido sus secretos. Él le había contado cosas que nunca le había dicho a nadie. Ella le había abierto su corazón. Habían avanzado mucho en poco tiempo, pero ambos sabían lo fácil que resultaba ser engañado, la facilidad con que podía cometerse una estupidez a causa del deseo.

Sin embargo, a pesar de su reserva, Flora se había arrojado con entusiasmo entre sus brazos la noche anterior. Y la mirada que le estaba dedicando en aquellos momentos estaba calculada para hacer hervir la sangre de cualquier hombre. Y la suya estaba hirviendo, pero de todos modos dio un paso físico y mental atrás para distanciarse de lo que, sólo tres días atrás, habría parecido una imposibilidad. Para distanciarse de la posibilidad del dolor.

– Bien. Ahora que hemos dejado eso aclarado -dijo-, será mejor que comamos algo.

Flora lo miró como si la hubiera abofeteado. Luego dijo:

– Si no te importa, creo que preferiría volver al hotel. Si no hago algo rápidamente con mi pelo, nunca podré volver a peinarlo.

Era una excusa, y ambos lo sabían, pero Bram abrió la puerta del Jeep sin decir una palabra. Hicieron el viaje de vuelta en completo silencio. Cuando entraron en el hotel se encontraron en medio de una celebración con champán. Los empleados del hotel, los huéspedes… Todo el mundo parecía de fiesta. Y entre ellos estaba la rubia misteriosa con Tipi Myan y un hombre alto y robusto que debía tener unos diez años más que Bram.

En cuanto los vio, Tipi Myan se acercó a ellos.

– ¡Señorita Claibourne! ¡Señor Gifford! Me alegra ver que se están divirtiendo. ¿Han estado en alguna de nuestras bellas playas?

– Entre otras cosas -dijo Bram-. ¿Qué están celebrando?

Myan se encogió de hombros.

– No hay motivo para no contárselo ahora. Me temo que, como muchas nuevas naciones emergentes, contamos con una minoría inquieta que quiere alterar el orden establecido y causar problemas.

– ¿Y?

– Un pequeño grupo, empeñado en alejar del poder a nuestra dinastía real, secuestró a un ingeniero que había venido de Australia para asesorarnos sobre el mejor modo de asegurar la tumba, de protegerla. Lo han tenido retenido durante los últimos cinco días.

Bram frunció el ceño.

– ¿Y no se le ocurrió que Flora podía correr peligro si venía? -preguntó.

– Cuando todo sucedió ya era demasiado tarde para alisarla. Ustedes ya se hallaban en camino cuando nosotros nos enteramos de lo sucedido. Por supuesto, no podían ir a la tumba.

– ¿Ha dicho que lo «han tenido» retenido? -preguntó Flora-. ¿En pasado?

– Sí, gracias a Dios. Ha sido rescatado esta mañana. Nuestro servicio de seguridad localizó a los rebeldes en las montañas y logró liberar al rehén sin que sufriera ningún daño. Su pobre esposa ha sido tan comprensiva, tan paciente. Como comprenderán, la necesidad de discreción… -Myan fue distraído por un conocido que se acercó a saludarlo.

– Pobre mujer -dijo Flora-. Había pensado ir a hablar con ella. Ojalá lo hubiera hecho -al mirar a Bram comprendió por qué había estado evitando a la mujer desconocida-. Te recordaba a… -se interrumpió-. Lo siento.

Bram la tomó de la mano.

– Tienes razón, por supuesto, pero yo no debería asumir con tanta facilidad que todo el mundo actúa de manera interesada. Debo tratar de ser más amable.

– Yo no tengo quejas.

– Tú eres demasiado amable -dijo Bram con una sonrisa irónica mientras Tipi Myan volvía a reunirse con ellos.

– Lo siento… ¿Qué estaba diciendo?

– ¿Algo sobre la necesidad de discreción? -sugirió Bram.

– Siempre es mejor mantener estás cosas en secreto. Pero la buena noticia es que ya pueden acudir a ver la tumba. ¿Tal vez mañana? Hay unos grabados en la roca que encontrará realmente interesantes, señorita Claibourne.

– Lo cierto es que ya… -empezó Flora.

– Creo que Flora preferiría que le facilitara algunas fotografías -interrumpió Bram con rapidez antes de que ella terminara de confesar la verdad-. No quiero que corra riesgos innecesarios. Pero estaremos en el museo a primera hora de la mañana. ¿Qué tal a las nueve?

Tipi Myan hizo una inclinación de cabeza.

– Estaré allí, por supuesto.

Bram tiró delicadamente de Flora para alejarla de la celebración.

– No creo que sea necesario explicar a Tipi Myan cómo hemos pasado la mañana, ¿no te parece?

– Nunca seré capaz de guardar un secreto.

Bram movió la cabeza.

– En ese caso, no entiendo cómo has podido mantener tanto tiempo en secreto tu aventura con el profesor de tenis.

– Tal vez porque fue algo excepcional -admitió Flora mientras devolvían la nevera portátil en recepción-. Normalmente soy un desastre para guardar secretos.

– ¿Quieres decir que no voy a tener que torturarte para averiguar qué carta se guarda tu hermana bajo la manga para mantener a los Farraday alejados de la empresa?

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Sombras en el paraíso»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Sombras en el paraíso» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Nora Roberts: Sinfonía Inacabada
Sinfonía Inacabada
Nora Roberts
Liz Fielding: Cena para Dos
Cena para Dos
Liz Fielding
Liz Fielding: Orgullo y amor
Orgullo y amor
Liz Fielding
Susan Mallery: Enamorado de Gracie
Enamorado de Gracie
Susan Mallery
Susan Mallery: Arenas de pasión
Arenas de pasión
Susan Mallery
Отзывы о книге «Sombras en el paraíso»

Обсуждение, отзывы о книге «Sombras en el paraíso» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.