Raye Morgan - Dulce Atracción

Здесь есть возможность читать онлайн «Raye Morgan - Dulce Atracción» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Dulce Atracción: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Dulce Atracción»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Lisa buscaba a un hombre hogareño y que fuera un buen padre en potencia y sabía que a los playboys como Carson James tenía que evitarlos a toda costa.
El sólo tenía que mirar a una mujer para que ésta se derritiera, pero lo último que deseaba era formar una familia. Estaba dispuesto para el amor, sí, pero ¿serían los encantos de Lisa suficientes como para hacerlo desear un matrimonio… e hijos?

Dulce Atracción — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Dulce Atracción», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– No te preocupes -dijo-. Ya sé qué es lo que sientes hacia los niños.

El se quedó inmóvil, mirando el techo. Al hacerle esa pregunta estaba pensando más en ella que en él, pero pensó que Lisa tenía derecho a tomarse así las cosas. Después de todo, era cierto que él no quería niños. Tampoco estaba para casarse.

– Algún día -le estaba diciendo ella con voz suave-, vas a tener que contarme cuál es la razón de que sientas tanto rechazo por los niños.

El se volvió a mirarla. Era tan hermosa que cada vez que posaba sus ojos en ella sentía que se le encogía el corazón. En aquellos momentos se sentía como si pudiera contarle cualquier cosa.

– Supongo -siguió diciendo ella-, que el origen del problema está en que tienes malos recuerdos de tu niñez.

– Sí, pero ese es el origen de todo.

– Eso es lo que dicen los freudianos -dijo ella incorporándose-. Dime qué es lo que pasó. ¿Te mandaron a trabajar al circo cuando eras pequeño? ¿Te tiraban cacahuates los niños del público cuando estabas haciendo tu número? ¿No? -dijo ella sonriendo, sin dejar nunca de acariciarle suavemente-. ¿Fuiste amamantado por los lobos? ¿Tuviste que trabajar en una fábrica durante tus años de formación? ¿Qué es lo que pasó? ¿Qué?

Se inclinó para besar su cuerpo, y Carson por fin se volvió a mirarla e intentó sonreír.

– Muy bien -dijo-. Te voy a contar cómo fue.

Lisa se quedó inmóvil. Tenía la sensación de que eso no iba a resultar nada fácil para él, y no quería hacer algo para perturbar sus recuerdos.

– Yo crecí en casa de mi tía Fio. Era la hermana de mi madre, y tenía seis hijos propios. Cuando se enteró de que tendría que quedarse conmigo, la noticia no la hizo precisamente feliz. Todavía la veo hablando a gritos por teléfono, intentando encontrar a alguien que se quedara conmigo.

– ¿Cuántos años tenías?

– Unos cuatro, por aquella época.

– ¿Y te acuerdas de eso?

– Sentir un rechazo así es algo que se te clava muy dentro -dijo él con una risa amarga. Pero no quería ser melodramático e intentó buscar otra manera de seguir contando la historia.

– Sigue -dijo Lisa-. ¿Viviste con ella hasta que te hiciste mayor?

– Sí, la mayor parte del tiempo -contestó. Pero al mirarla, se dio cuenta de que ella no le iba a permitir que no le contara más detalles. Pensó que lo que deseaba de verdad era hacerle el amor de nuevo y olvidarse de todo aquello-. Cuando vio que tenía que cargar conmigo, decidió que era justo conseguir algún beneficio a cambio. Los primeros años supongo que no fui más que una carga para ella, pero cuando cumplí ocho o nueve años, ella comenzó a inventar maneras de utilizarme. Me ponía a cuidar a los pequeños. Ella estaba por entonces poniendo una tienda de lanas. Su marido estaba siempre sin trabajo, bebiendo con sus amigos en el bar, y necesitaba a alguna persona que le cuidara los niños. Incluso me tuvo un año sin ir a la escuela. Le dijo al profesor que había una emergencia familiar. La emergencia era que ella necesitaba un niñero para cuando ella estaba fuera atendiendo su tienda.

– ¿Cómo le permitieron que hiciera eso?

– Que yo sepa, nadie se puso a hacer preguntas, De modo que allí estaba yo, cuidando de los pequeños. Eran unos niños sucios y revoltosos. Además, mi tía Fio no era precisamente la mejor ama de casa del mundo, y nunca había dinero para darles ropa y zapatos adecuados, o incluso comida -dijo. Y luego añadió, con una ligera sonrisa-: Cuando yo hacía perritos calientes una noche, guardaba el agua de calentar las salchichas para hacer sopa al día siguiente. Echaba todo lo que encontraba en la nevera y lo calentaba en aquella agua de salchichas deliciosa.

– Uf-dijo Lisa haciendo una mueca.

– Era algo absolutamente asqueroso, te lo puedo asegurar. Una noche, lo único que había para cenar era una lata de crema de maíz, para los siete. De todos modos -añadió-, no siempre era así. Eso fue sobre todo el año que yo estuve sin ir a la escuela por cuidar a los niños. La mayor parte del tiempo, yo cocinaba porque tenía que comer yo también. Admito que no me molestaba mucho en limpiar. El sitio estaba siempre patas arriba, y los niños estaban sucios. Por supuesto, cuando miro atrás me doy cuenta de que todo aquello era tan culpa mía como de cualquiera. Estaban sucios porque yo no hacía nada para remediarlo.

– Pero tú no eras más que un niño.

El asintió.

– Y no estaba hecho para llevar adelante una familia. Odiaba cada minuto que pasaba.

No era eso lo que Lisa deseaba escuchar.

– ¿Qué clase de relaciones mantenías con tus primos?

– No me gustaban. Por lo que a mí respecta, no eran más que una pandilla de mocosos insoportables. Todos menos Angela -dijo suavemente-. Ella era diferente. Era pequeñita y débil, pero siempre intentaba ayudar. Era como una pequeña madre, ¿sabes? Siempre estaba intentando por todos los medios hacer crecer una planta que se negaba a crecer. Era rubia, como tú -dijo con una sonrisa triste, acariciando la mejilla de Lisa-. Siempre me llevaba cosas al garaje.

– ¿Al garaje?

– Sí. Allí era donde yo dormía. Las noches que la tía Fio estaba enfadada conmigo y me echaba de la cocina, si había algo de postre Angela solía traerme un poco después de que todo el mundo se había ido a la cama.

Quedó en silencio, y Lisa se obligó a hacerle una pregunta cuya respuesta tenía miedo de oír.

– ¿Qué pasó con Angela?

– Murió -habló con tono inexpresivo. Pero Lisa se dio cuenta del dolor que había por debajo de aquella voz neutra-. La atropello un coche.

Luego quedó en silencio. Lisa sintió un súbito deseo de tomarlo en sus brazos y consolar al muchacho que había perdido a su mejor amiga, pero por alguna razón no se atrevió a hacerlo.

– Y poco después -continuó él por fin-, yo me largué de allí. Tenía catorce años. Y ahora que Angela ya no estaba allí, me parecía que no tenía ninguna razón para quedarme.

Lisa sintió dolor por él, por aquel niño que se había visto obligado a crecer en un lugar tan horrible. Quería decirle que no tenía que ser siempre de aquella manera. Que también había familias que se querían, niños felices, personas bondadosas que eran consideradas y se trataban bien unas a otras. Así era como quería que fuera su familia. Y seguramente… él querría también.

Pasaron el resto de la noche abrazados. Durmieron durante la tormenta. A la mañana siguiente, Lisa sintió que no lamentaba nada de lo sucedido. Al principio, Carson parecía sentir lo mismo.

Se sentaron juntos, bebieron café y bromearon. Hablaron sobre la tormenta, y luego su conversación derivó hacia Loring's y las nuevas ideas que Lisa quería poner en práctica.

– Vas a correr un gran riesgo -le advirtió él.

– Ya lo sé. La vida está para correr riesgos, ¿no crees?

El la miró. Nunca se había parado a pensar las cosas desde ese punto de vista.

– Escucha -dijo entonces Lisa-. Tengo unas cuantas ideas para reestructurar la sección de maternidad. Me gustaría apuntarlas. ¿Tienes un trozo de papel?

– Sí. Hay papel en el escritorio -dijo Carson señalando al mueble que había al otro lado de la habitación.

Lisa se acercó al mueble y lo abrió. No vio papel por ningún lado, y se puso a buscar. En uno de los cajones que abrió, encontró varios sobres dirigidos a Carson, todos sellados en Lcavenworth.

Lcavenworth. Era extraño. ¿No era allí donde estaba aquella enorme prisión federal? Tomó los sobres, y de uno de ellos cayó una carta. Cuando la recogió. Lisa no pudo evitar leer el encabezamiento. Las primeras palabras eran "Querido hijo".

No comprendía nada. Suponía que el padre de Carson había muerto tiempo atrás.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Dulce Atracción»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Dulce Atracción» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Dulce Atracción»

Обсуждение, отзывы о книге «Dulce Atracción» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x