Kate Hoffmann - El Pirata

Здесь есть возможность читать онлайн «Kate Hoffmann - El Pirata» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Pirata: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Pirata»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

SU HONOR LE EXIGÍA VOLVER A SU ÉPOCA… ¡A MATAR A UN HOMBRE QUE HABÍA MUERTO HACÍA TRESCIENTOS AÑOS!
Griffin Rourke: pirata, espía… quería vengarse del infame bucanero Barba Negra por haber matado a su padre. Y nada… ni siquiera una cautivadora mujer llamada Meredith iba a detenerlo.
Meredith Abbott no podía creerlo cuando se encontró al duro Griffin Rourke en la playa. El guapísimo pirata era la personificación de todas sus fantasías. Pero Meredith no había contado con que su amante tuviera aquella sed de venganza…

El Pirata — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Pirata», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Griffin frunció el ceño, volvió al cuarto de baño y salió un par de minutos después con unos pantalones de algodón, de color caqui, en la mano. Los miró con detenimiento y se los puso delante de ella como si eso no le causara la menor vergüenza.

– ¿Mejor? -preguntó ella.

– Por lo menos tengo menos frío. Pero, ¿qué es esto? -Preguntó, al notar la cremallera-. No tienen botones…

– Eso es una cremallera. Agarra la pieza metálica y tira hacia arriba. Griffin lo intentó.

– No puedo… Hazlo por mí, por favor.

– No, no, será mejor que lo hagas tú…

– No puedo, de verdad. Muéstrame como se hace.

Con manos temblorosas, Meredith se inclinó y tiró de la cremallera. De haber sabido desmayarse, lo habría hecho sin dudarlo; pero no se había desmayado ni una sola vez en toda su vida.

– Ah, así es como funciona… -dijo él.

– En efecto. Y ahora, ponte la camisa de una vez para que podamos marcharnos. He reservado un ordenador en la biblioteca; quiero navegar por la Red para ver qué podemos averiguar sobre viajes en el tiempo.

Griffin la miró durante unos segundos, sin entender nada, y volvió al cuarto de baño.

Diez minutos más tarde, Griffin y Meredith caminaban por la carretera del faro en dirección a la pequeña biblioteca de la localidad. La compañía de Meredith llamó la atención de algunos vecinos, pero nadie se atrevió a preguntar directamente y ella se limitó a decir que era un amigo que estaba de visita. Algo bastante lógico, teniendo en cuenta que Ocracoke era una isla eminentemente turística.

Mientras avanzaban, Griffin no dejó de hacerle preguntas sobre todo tipo de cosas. Fueron por el camino largo, por el paseo marítimo y luego por la estrecha calle que llevaba al pequeño cementerio donde habían enterrado a cuatro marinos británicos en la II Guerra Mundial. Su barco había sido torpedeado por un submarino alemán, y por supuesto, Griffin quiso que se extendiera en los detalles.

– ¿Por qué vamos a la biblioteca? -preguntó él, al cabo de un rato.

– Ya te lo he dicho. Para echar un vistazo a la Red y ver si encontramos algo sobre viajes en el tiempo. En mi ordenador no tengo conexión.

– ¿ La Red?

– Sí, Internet. Es una red de información a través de ordenadores, por así decirlo.

– ¿Ordenadores?

– No preguntes, ya lo verás…

– Eh, cuidado…

Merrie notó que se refería a un coche que había pasado a bastante distancia de ellos. Griffin no dejaba de mirar los automóviles con preocupación, como si no tuviera nada claras las intenciones de sus conductores ni de las propias máquinas. Así que lo tomó del brazo, para que se sintiera mal seguro, y siguieron andando.

Era consciente de que se estaba encariñando con él. A fin de cuentas era un hombre encantador, fuerte, vital y con un enorme atractivo. Nunca se había sentido tan cómoda con alguien de su sexo, tal vez porque parecía aceptarla tal y como era. O más bien, tal y como creía que era: sabía que la consideraba una especie de perdida por vivir sola en aquella casa.

Poco después, entraron en la biblioteca. Meredith sonrió a la bibliotecaria, Trina, la hermana de Tank Muldoon, y acto seguido se dirigieron al ordenador que estaba en la esquina de la sala.

– ¿De quién son todos estos libros? – preguntó Griffin al pasar frente a las estanterías.

– Son de la comunidad. Es una biblioteca pública y todo el mundo puede leerlos.

– ¿Y encontraremos respuestas en esos libros?

– No lo creo. Sospecho que aquí no hay ningún texto que pueda ayudarnos.

Griffin se sentó a su lado y miró la pantalla del ordenador.

– Pensaba que íbamos a buscar información… ¿por qué estamos mirando esta caja? -preguntó él.

Merrie suspiró.

– Esto es un ordenador. Y te aseguro que encontraremos más información en él que en mil libros.

– No lo creo. Estás perdiendo el tiempo.

Ella sabía que Griffin se estaba impacientando. La noche anterior había estado bastante nervioso, como un tigre enjaulado, sin separarse en ningún momento de la bolsa de cuero. Era evidente que estaba muy preocupado, y aunque a Meredith le habría gustado hablarle sobre la vida de Barbanegra y conocer, a su vez, lo que él sabía, no se atrevía a hacerlo. En gran parte, porque se consideraba responsable de lo que había sucedido.

– ¿Cuándo has dicho que va a llamar esa amiga tuya?

– Te lo dije antes. Kelsey está en una conferencia en Wake Forest y llamará en cuanto regrese. Supongo que mañana o pasado mañana.

– ¿Y estás segura de que esa Kelsey encontrará la forma de devolverme a mi época?

– No, no estoy segura. Pero si sigues interrumpiéndome con preguntas, no avanzare nada… tengo que concentrarme. Esto es como navegar en un barco, salvando las distancias.

Griffin se levantó y empezó a caminar de un lado a otro.

– Me siento tan inútil… No estoy acostumbrado a andar cruzado de brazos. Necesito hacer algo.

– En nuestro siglo agradecemos el tiempo libre. De hecho, casi toda la gente viene a la isla para eso, para divertirse y descansar.

– Sí, bueno, pero yo no soy de este siglo

– comentó con sarcasmo.

Meredith suspiró, se levantó y sonrió a Trina a modo de disculpa. La mujer ya los había mirado un par de veces, extrañada con el comportamiento de su acompañante.

– Griffin, voy a hacer todo lo que pueda por ayudarte, pero tienes que ser paciente

– dijo, tomándolo del brazo para que se detuviera-. Esto es muy complicado.

Griffin la miró con enfado, cerró los ojos y se relajó un poco.

– Discúlpame. Estoy algo nervioso.

– Lo comprendo. Estoy pensando que tal vez podríamos divertirnos un poco y hacer un viaje a Bath, o Bath Town, como seguramente la conoces. Podría alquilar un coche y tomar un transbordador mañana por la mañana… Así podrás contarme cómo era la ciudad y decirme dónde estaba la casa de Barbanegra.

– ¿Para qué?

– Bueno, sólo he pensado que podría ser una buena idea…

– ¿Para que ocupe mi mente en algo? No necesito pensar en cosas triviales. Tengo problemas muy graves, Merrie. Debía entregar la bolsa al hombre de Spotswood y no lo he hecho…

– Hay una teoría sobre los viajes en el tiempo. Si la historia se ha alterado de algún modo, los libros sobre Barbanegra también habrán cambiado. Supongo que podríamos echar un vistazo y ver si hay alguna variación…

– ¿De quién es esa teoría?

– No lo sé, pero lo oí en una película lla¬mara Regreso al futuro.

– ¿Una película?

– Sí, es como una especie de obra de teatro que se ve en… bueno, digamos simplemente que es una especie de obra de teatro.

– Ah… ¿y esa obra fue escrita por algún científico conocido y respetado como tu amiga Kelsey?

– No exactamente. Las películas se hacen sobre todo para divertir. Pero nadie podría decir mucho más Sobre ese asunto. A fin de cuentas, nadie había viajado en el tiempo… hasta ahora.

Griffin la miró con intensidad.

– ¿Nadie?

– Pensaba que ya lo habías imaginado, Griffin. No, que yo sepa, tú eres la primera persona que lo hace.

– Dios mío… -dijo con suavidad-. Bueno, si he sido el primero en viajar al futuro, también lo seré en volver al pasado.

Meredith decidió ser valiente y hacer una pregunta necesaria.

– ¿Y si no puedes volver?

– No he considerado esa posibilidad. Tengo que volver. Debo hacerlo.

– ¿Es que te está esperando alguien? – preguntó ella, ruborizada-. Quiero decir… ¿Estás casado? ¿Tienes novia o prometida?

Griffin la miró con un gesto de intenso dolor. Merrie tuvo deseos de abrazarlo con fuerza, pero no se atrevió.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Pirata»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Pirata» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Kate Hoffmann - Paris or Bust!
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Secretos en el tiempo
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Legalmente Suya
Kate Hoffmann
libcat.ru: книга без обложки
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Ella es mi sueño
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Conor
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Declan
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Warm & Willing
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - Legally Mine
Kate Hoffmann
Kate Hoffmann - All Through The Night
Kate Hoffmann
Отзывы о книге «El Pirata»

Обсуждение, отзывы о книге «El Pirata» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x