• Пожаловаться

Jill Shalvis: Por el amor de un hombre

Здесь есть возможность читать онлайн «Jill Shalvis: Por el amor de un hombre» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современные любовные романы / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Jill Shalvis Por el amor de un hombre

Por el amor de un hombre: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Por el amor de un hombre»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Demasiado tentador para resistirse… Nick Cooper no podía creer que estuviera allí compartiendo habitación con Danielle Douglass, el objeto de todas sus fantasías de adolescente. Tener que compartir aquella enorme cama con ella no hacía más que encender el deseo que siempre había sentido por aquella mujer. Pero lo que ella necesitaba de él era protección, no sexo… Lo que Nick no sabía era durante cuánto tiempo iba a aguantar sin acariciar aquel delicioso cuerpo… A Danielle le habría encantado estar allí con el atractivo Nick Cooper en cualquier otra circunstancia, pero ahora estaba en peligro y, justo por eso, no debería estar tan distraída. Debería estar planeando el siguiente paso que debía dar, no fantaseando con él. Cuanto más tiempo pasara a su lado, menos ganas iba a tener de huir y más de seducirlo.

Jill Shalvis: другие книги автора


Кто написал Por el amor de un hombre? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Por el amor de un hombre — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Por el amor de un hombre», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Nick miró los ojos marrones inyectados en sangre y se dio cuenta de que el perro era casi tan alto como él. Tenía una lengua enorme, mucha saliva y un aliento espantoso. Fue todo lo que pudo captar antes de que Danielle le quitara aquella mole de encima.

– Sadie -riñó-. Tienes que dejar de saludar así a la gente.

Nick se enderezó y pasó una mano por la camisa. Hizo una mueca al encontrar rastros de saliva.

– ¿Saludar? -preguntó.

– Bueno, es un poco corta de vista. Le gusta verte la cara de cerca.

– Aja -Nick miró al perro más grande que había visto en su vida-. Yo creía que quería comerme.

– ¡Oh, no! Sadie es un verdadero encanto, no le haría daño a nadie -para probarlo, se inclinó y tomó el hocico de Sadie en sus manos, con una sonrisa que parecía una mezcla de indulgencia y tristeza infinita-. Ha pasado una mala temporada, eso es todo.

Nick adivinó que lo mismo podía decirse de su dueña. Sabía poco de ella, aparte de que había sido la protagonista de todas sus fantasías húmedas durante varios años, pero su instinto solía acertar bastante. Y el agotamiento que expresaban los ojos de la joven y su modo de moverse indicaba que algo iba mal. ¡Qué diablos! Casi se podía oler.

Y deseaba con todas sus fuerzas preguntarle por ello. ¿Podría ayudarla él? Lo había hecho una vez, aunque siempre se había preguntado si las cosas habrían sido diferentes en caso de que ella le hubiera permitido hacer más. Le sobresaltó la idea de que había vuelto a caer en el deseo de querer salvarla.

Pero, eh, estaba de vacaciones. No se le exigía que salvara a nadie. Solo tenía que descansar, hacer algunas fotos, hacer el amor si podía y hacer lo que se le ocurriera que no exigiera pensar mucho.

Y sin embargo, era también incapaz de ignorar los problemas de nadie. Estaba abriendo ya la boca para preguntarle por ello cuando la joven lo miró con curiosidad.

– ¿Quién le va a hacer la foto a Sadie?

– Lo tienes delante.

– Oh. ¿Podemos empezar? Voy un poco… apremiada de tiempo.

Capítulo Dos

Nick miraba a Sadie con un recelo que en otras circunstancias le habría resultado gracioso a Danielle. Pero aquello no era un capricho. Y era cierto que el tiempo apremiaba, aunque a ella le habría gustado poder parar el reloj y mirar a gusto.

Nick Cooper. Había pensado a menudo en él, se había preguntado si… Pero no. No podía volver atrás. Lo hecho, hecho estaba.

– Supongo que no podré convencerte de que esperes -dijo él-. Como ya te dije por teléfono, mis hermanas…

– No -como medio esperaba que apareciera la policía en cualquier momento, y todavía no había demostrado ser la dueña de Sadie, tenía que convencerlo-. No puedo esperar.

Los ojos de él siempre habían sido increíbles, casi hipnóticos con aquel tono verde profundo, y ahora cayeron sobre ella, sopesándola despacio. Amables, sí, y también compasivos, pero ella no necesitaba amabilidades y simpatías, necesitaba las fotos.

– Bien, ¿por qué no me cuentas lo que te pasa? -preguntó él después de un momento.

Seguía siendo intuitivo, dispuesto todavía a dejar a un lado todo lo demás y acudir en su ayuda. Pero ya no era una chica de diecisiete años perdida, asustada y desesperada. No necesitaba su ayuda, necesitaba su cámara.

– No me pasa nada -repuso con una sonrisa forzada.

Nick la miró un instante largo. Como antes, tomándose tiempo. Y como antes, la puso nerviosa porque no tenía ni idea de lo que veía cuando la miraba así.

Pero él se limitó a asentir con la cabeza.

– Está bien.

Danielle lo siguió por el pasillo hasta uno de los estudios, nerviosa todavía. Nick se conservaba en muy buena forma física. Llevaba vaqueros desteñidos de aspecto suave, aunque no parecía haber nada suave en él. Se ceñían a su trasero y sus muslos y la tela de la camisa apretaba sus hombros amplios. No podía dejar de mirarlo.

Mientras lo observaba con aire estúpido, preguntándose cómo el chico que conocía se había convertido en aquel hombre perfecto, él volvió la vista y la sorprendió mirándolo.

Sonrió con sencillez; el gesto resultaba tan contagioso que ella estuvo a punto de hacer lo mismo.

Por ridículo que pareciera, aquel hombre no era solo una aparición del pasado, sino algo más, algo más profundo, algo que ella no quería afrontar encima de todo lo demás. Sabía instintivamente que resultaba peligroso para su tranquilidad mental.

– He pensado a veces en ti -dijo él-. Dónde estarías, lo que harías.

La joven se encogió de hombros.

– Nada especial, de verdad.

– Siempre fuiste especial -repuso él-. Y todavía lo eres.

Había estado sola desde… bueno, desde siempre. No necesitaba a nadie. Y menos ahora, después de lo de Ted. Así que no era posible que mirara aquellos ojos verdes y sintiera un gran anhelo de abrazarse a él y pedirle ayuda.

Que su vida fuera un desastre no implicaba que tuviera que desmoronarse delante de una cara conocida. No había ninguna razón para ello.

– Yo hace mucho que no pienso en el instituto -contestó.

– Yo intento no pensar en él en absoluto.

Danielle lo creía. Por algún motivo, ella era popular en aquellos días. Nunca supo por qué. Había nacido pobre y trabajaba en un garito de comida basura hasta altas horas de la noche para ayudar a su madre a pagar el alquiler. En consecuencia, no sacaba muy buenas notas, y sin embargo, salía con el grupo más popular del instituto, al menos los días en que estaba lo bastante despierta como para hacer vida social y no se caía de agotamiento.

En su grupo no eran siempre amables, pero por algún motivo a ella la aceptaron. Aunque todavía la preocupaba pensar en los muchos otros de los que se burlaban o con los que se mostraban crueles sin más razón aparente que la de demostrar que podían hacerlo.

Nick había sido uno de aquellos chicos.

Lo recordaba bien. Era ya guapo, aunque entonces resultaba alto y desgarbado hasta el punto de parecer delgaducho, y duro. Muy duro. Demasiado para que su grupo no intentara vencer su resistencia. Lo atormentaban bastante, aunque él no cedió ni un ápice ni dio a entender en ningún momento que lo molestaran lo más mínimo.

No le había hecho nada personalmente, pero la avergonzaba haber estado con otras personas que sí. Chicos que intentaban buscar pelea o chicas que lo despreciaban.

A Nick parecía no importarle; seguía con su vida como si no existieran. Hasta aquella noche en que ella lo necesitó y él la ayudó sin preguntas ni recriminaciones.

Igual que se ofrecía a hacer ahora.

Era muy diferente al chico que había sido. Sus hombros ya no parecían demasiado amplios ni el pecho muy ancho para el resto del cuerpo, que había pasado de una delgadez absoluta a la perfección.

Se había vuelto… espectacular. No había otra palabra más precisa.

Pero no importaba. A ella eso le daba igual. Ya se había fijado antes en una cara interesante y había terminado en aquella situación. No quería más hombres en su vida, y menos aún hombres tan guapos. Tenía otras preocupaciones.

Como por ejemplo que era una fugitiva de la ley.

Meros detalles.

Y estaba tan absorta en esos detalles, y en el hecho de que Nick poseía seguramente el mejor trasero que había visto nunca, que no se dio cuenta de que se había parado delante de un estudio abierto hasta que chocó contra él.

– ¡Ah! -levantó automáticamente las manos para agarrarse y las colocó en la espalda de él. Las retiró en el acto. El cuerpo de él estaba caliente al tacto y duro como una piedra-. Perdón.

Nick no pareció nada molesto, sino más bien lo contrario. Se volvió y le sonrió.

– Bueno… -estuvo a punto de tartamudear ella-. ¿Por dónde empezamos?

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Por el amor de un hombre»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Por el amor de un hombre» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Liz Fielding: Cena para Dos
Cena para Dos
Liz Fielding
Jill Shalvis: For The Love Of Nick
For The Love Of Nick
Jill Shalvis
Jennifer Greene: Fuerte como el amor
Fuerte como el amor
Jennifer Greene
Rachel Gibson: Un Año En Truly
Un Año En Truly
Rachel Gibson
Отзывы о книге «Por el amor de un hombre»

Обсуждение, отзывы о книге «Por el amor de un hombre» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.