Jennifer Greene - Un regalo sorpresa

Здесь есть возможность читать онлайн «Jennifer Greene - Un regalo sorpresa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un regalo sorpresa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un regalo sorpresa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Quién necesita el muérdago cuando están alrededor los pequeños ayudantes de Papá Noel?
Un día de Navidad, la hermana de Laura apareció en la puerta de su casa con un bebé en brazos para que ella lo cuidara durante un tiempo. Y aquel niño hizo que, de pronto, la relación entre Laura y su novio empezara a cambiar drásticamente.

Un regalo sorpresa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un regalo sorpresa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Posiblemente…

Will se rió.

– ¿Vas a ayudarme a quitarte los vaqueros?

– No.

– ¿Vas a ayudarme a quitarme los míos?

– No. Ahora no tengo tiempo, Will. Pregúntamelo dentro de un rato.

Pero Will no quería esperar, así que resolvió el problema de los dos vaqueros con facilidad. Montana era un hombre creativo y competente. Incluso recordó que tenía protección en su cartera… Pero no, en ese momento Laura no quería pensar en bebés ni en si alguna vez estaría preparado para aceptar ese riesgo.

El amor era un riesgo. Y los dos estaban deseando aceptarlo y arriesgarse a mostrarse vulnerables y desnudos el uno frente al otro. Era una necesidad sincera y tan fuerte que a Laura le daba algo de miedo lo mucho que lo quería dentro de ella, reclamándola, tomándola. Pero también necesitaba darle a él lo mismo.

El fuego se encendió, quemándoles la piel, provocando besos descontrolados.

– Te amo -susurró Will-. Te amo -repitió de nuevo mientras su cuerpo entraba, uniéndose completamente al de ella.

Will nunca antes le había dicho esas palabras. Laura siempre se había dicho que no importaba porque ella sabía cómo la trataba, cómo era con ella y que había amor en su corazón. Pero descubrió que sí le importaba. Porque el amor en su voz fue como una flecha directa a su corazón, y las emociones surgieron de ella descontroladas.

Lo que lo asustara antes, había dejado de existir. Will no parecía ya asustado.

Encajaban como una llave en una cerradura. Con un amor tan fuerte, el futuro se solucionaría.

Laura quería creer eso desesperadamente.

Capítulo Siete

– Will, te aseguro que no podría ser más feliz -Laura apartó las cortinas y miró a la calle por décima vez-. Estoy encantada de que mi hermana esté bien y se haya recuperado. ¡Y hace dos meses que no ve a Archie! Estoy deseando verlos juntos de nuevo.

– Sé que te sientes feliz por tu hermana. Pareces algo… inquieta.

Laura no dejaba de moverse de un lado a otro. Y Will notó que tampoco había soltado al bebé en las dos horas anteriores.

– ¡No estoy inquieta! ¡Sólo estoy deseando verla!

– Lo entiendo -dijo Will, dejando el tema.

Todo el día había tenido una extraña sensación, pero quizás Laura estuviera tan feliz como decía.

Will miró todo lo que había en el vestíbulo. La cuna, el parque, pañales, ropa, y la cesta llena de juguetes. Todo esperaba la llegada de Deb.

No quedaba nada excepto los utensilios que el bebé aún necesitaba.

Will se había ocupado de todo durante las últimas semanas. Deb no vivía en un albergue de mujeres, sino que se había instalado en un dúplex en St. Louis, con un nuevo ordenador y todo lo necesario para comenzar un negocio de contabilidad desde su casa. Se estaban solucionando los últimos papeleos de su divorcio. Aunque había una orden contra su marido para que no se acercara a ella, Will imaginó que no haría daño tener a un guardaespaldas para asegurarse de que el imbécil se comportaba.

El dinero resolvió muchos problemas. Pero Will no estaba seguro de que pudiera solucionar el problema que tendría Laura cuando la separaran del bebé.

Por supuesto, ella no dejaba de decir que no había ningún problema.

– ¡Está aquí! -gritó Laura corriendo desde la ventana a la puerta.

Deb entró, y durante los siguientes veinte minutos no dejaron de hablar entre ellas. Will le quitó a Deb el abrigo, dijo un par de palabras a las que ninguna prestó atención y vio a las hermanas reírse y abrazarse, interrumpirse continuamente y hablando como locas.

Deb no perdió un instante en abrazar a su bebé. Will se fijó en ella. Seguía muy flaca, pero su piel tenía mejor color, sus hombros no estaban hundidos y había vida en sus ojos.

Una vez Deb abrazó al bebé, Laura no volvió a mirar a Archie. Naturalmente, estaba ocupada charlando por los codos con su hermana, pero Will se preocupó. Durante dos meses y medio no había apartado los ojos del niño. Y de repente fue como si no existiera.

Entonces Archie soltó un chillido.

Will suspiró.

– ¿Qué tal si las dos vais a tomar un café mientras yo hago los honores?

– ¿Los honores? -preguntó Deb confundida.

Will le quitó al pequeño.

– No te preocupes. Soy un profesional en esto de cambiarle. En seguida volvemos.

Deb pareció sorprendida.

– ¿Estás seguro de que está mojado?

– Totalmente.

El estudio estaba ordenado de nuevo, aunque aún quedaban algunas cosas. Will se ocupó de cambiarlo con rapidez. En cuanto el niño se quedó desnudo, se acurrucó e intentó morderse el pie, pero Will conocía bien el truco.

– ¿Te das cuenta de que es la última vez que tengo que hacer esto? Te estás poniendo muy gordo para seguir haciendo eso. Y demasiado grande. ¡Pero si te está creciendo pelo!

Will examinó la cabeza del bebé.

– Bueno, sólo hay tres. No creo que tu madre tenga que comprarte aún cepillos, pero al menos hay alguna esperanza. ¿Quién lo habría imaginado?

El bebé en seguida estuvo limpio y cambiado. Will se apartó y lo miró.

– Ya no me verás más. Nunca te gusté, ¿verdad? Imagino que siempre supiste que no tenía experiencia con estas cosas. Créeme, yo tengo sentimientos confusos hacia ti. De hecho, si crees que voy a echarte de menos…

Así fue. Pero Will no supo cuánto hasta ese instante. Había estado pensando en los sentimientos de Laura, no en los sus suyos. Archie sopló pompas de saliva. El bebé casi le había costado perder a Laura, casi había destrozado su vida amorosa…

Le levantó de nuevo con un nudo en la garganta.

– De acuerdo. Te echaré un poco de menos. Pero tú eres duro, como yo. Y piensa en lo mucho que te necesita tu madre. Si viene algún tipo malo, tú la defenderás, ¿me oyes? Sólo deja que sepan desde el principio lo problemático que puedes ser.

En ese momento los llamó Deb. Los siguientes minutos fueron de total confusión. Todos llevaron cosas al coche de Deb. Cenaría ese día con su padre, pero no pudieron convencerla para que se quedara más. Obviamente conducir de noche mientras Archie dormía era lo más fácil.

Por fin se fue. El aire era frío. Laura se giró a Will y le pasó un brazo por la cintura.

– Tenía buen aspecto.

– Sí.

– Aún no está bien del todo. Pero lo estará. Lo he visto en su cara. Realmente está solucionando su vida.

– Eso me ha parecido a mí también.

Ella seguía acurrucada a él cuando entraron.

– Has hecho mucho, Will. Por ella. Por nosotras.

– Bueno… nunca he conocido a nadie que no necesite ayuda a veces. Y ver su aspecto mejorado ha sido la mejor recompensa.

Laura soltó una risita.

– Apenas podía apartar las manos de Archie. Se le iluminaron los ojos cuando lo vio. Necesitaban estar juntos de nuevo. Creo que le dará a mi hermana más motivos para recuperar fuerzas. A ella no le gustaba estar separada de Archie.

Will notó que no había dicho una palabra sobre sus sentimientos. Y la suave felicidad en su rostro era real.

– No sé si te has dado cuenta, Laura, pero ha sido un día largo. ¿Te apetece relajarte en un baño caliente?

– Hmm, mucho.

A él también, ya que quería a Laura apartada de él durante unos minutos. Había planeado una sorpresa para esa noche, algo para apartar su cabeza de la ausencia del bebé. Una vez Laura cerró la puerta del cuarto de baño, Will fue corriendo al dormitorio.

Después de abrir la cama, puso una enorme toalla encima y sacó el aceite de masaje que había escondido en su cazadora. El vino tinto ya estaba abierto y preparado en la cocina, y sólo había que servirlo. Will tardó un poco en terminar de prepararlo todo. Apagó la luz de arriba y encendió la lámpara de la mesilla.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un regalo sorpresa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un regalo sorpresa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jennifer Greene - Ola de Calor
Jennifer Greene
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Matrimonio por Honor
Jennifer Greene
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Fuerte como el amor
Jennifer Greene
Jennifer Greene
Jennifer Greene - Desafío de Amor
Jennifer Greene
Jennifer Greene
Barbara Daly - Navidad Mágica
Barbara Daly
Barbara Daly
Отзывы о книге «Un regalo sorpresa»

Обсуждение, отзывы о книге «Un regalo sorpresa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x