Cassandra Clare - Ciudad de cristal

Здесь есть возможность читать онлайн «Cassandra Clare - Ciudad de cristal» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: sf_fantasy_city, ya, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ciudad de cristal: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ciudad de cristal»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Para salvar la vida de su madre, Clary debe viajar hasta la Ciudad de Cristal, el hogar ancestral de los cazadores de sombras. Por si fuera poco, Jace no quiere que vaya y Simon ha sido encarcelado por los propios Cazadores de Sombras, que no se fían de un vampiro resistente al sol. Mientras, Clary traba amistad con Sebastián, un misterioso cazador de sombras que se alía con ella. Valentine está dispuesto a acabar con todos los cazadores de sombras: la única opción que les queda a éstos es aliarse con sus mortales enemigos pero ¿podrán hombres lobo, vampiros y otras criaturas del submundo dejar a un lado sus diferencias con los cazadores de sombras?

Ciudad de cristal — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ciudad de cristal», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Si tú estás siendo castigado —dijo Clary—, entonces también se me castiga a mí. Porque todas esas cosas que sentías, las sentí también, pero no podemos… tenemos que dejar de sentir eso, porque es nuestra única posibilidad.

Jace tenía las manos muy apretadas a los costados.

—Nuestra única posibilidad ¿de qué?

—De poder estar juntos. Porque de lo contrario no podremos estar jamás el uno cerca del otro, ni siquiera en la misma habitación. Y no lo podré soportar. Preferiría tenerte en mi vida aunque fuese como un hermano que no tenerte en absoluto…

—¿Y se supone que tengo que quedarme ahí sentado mientras tú sales con chicos, te enamoras de otro, te casas…? —Su voz se crispó—. Y entretanto, yo moriré un poco más cada día, observando.

—No. Para entonces ya no te importará —dijo ella, preguntándose incluso mientras lo decía si podría soportar la idea de un Jace a quien ella no le importara.

Clary no había pensando tan anticipadamente como él, y cuando intentó imaginarlo enamorándose de otra persona, casándose con otra persona, ni siquiera pudo verlo, no pudo ver nada excepto un negro túnel vacío alargándose ante ella, eternamente.

—Por favor. Si no decimos nada, si fingimos…

—No hay modo de fingir —replicó Jace con absoluta claridad—. Te amo, y te amaré hasta que me muera, y si hay una vida después de ésta, te amaré también entonces.

Ella contuvo el aliento. Él lo había dicho… las palabras que no podían decirse. Se esforzó por dar una respuesta, pero no encontró ninguna.

—Y sé que crees que simplemente quiero estar contigo para… para demostrarte el monstruo que soy. Pero sé con certeza que, incluso aunque haya sangre de demonio en mi interior, también alberga sangre humana. Y no podría amarte como lo hago si no fuese al menos un poquito humano. Porque los demonios desea, pero no aman. Y yo…

Él se levantó entonces, con una especie de violenta brusquedad, y cruzó la habitación hacia la ventana. Parecía perdido, tan perdido como lo había estado en el Gran Salón de pie observando el cuerpo de Max.

—¿Jace? —llamó Clary, alarmada, y cuando él no respondió, se puso en pie a toda prisa y fue hasta él, posando la mano en su brazo.

Él siguió mirando por la ventana; los reflejos de ambos en el cristal eran casi transparentes… los contornos fantasmales de un muchacho alto y una chica más menuda que tenía la mano cerrada con ansiedad sobre su manga.

—¿Qué sucede?

—No debería habértelo dicho así —dijo él, sin mirarla—. Lo siento. Probablemente es difícil de asimilar. Parecías tan… anonadada. —La tensión era palpable en su voz.

—Lo estaba —repuso ella—. Me he pasado los últimos días preguntándome si me odiabas. Te he visto esta noche y pensé que era así.

—¿Odiarte? —repitió él con expresión perpleja.

Alargó entonces la mano y le tocó el rostro, levemente, sólo las yemas de los dedos sobre la piel.

—Ya te dije que no podía dormir. Cuando llegue la medianoche de mañana estaremos o bien en guerra o bajo el gobierno de Valentine. Ésta podría ser la última noche de nuestras vidas, nuestra última noche normal y corriente. La última noche en que nos vamos a dormir y despertaremos tal y como hemos hecho siempre. Y en todo lo que podía pensar era en que quería pasarla contigo.

A Clary el corazón le dio un vuelco.

—Jace…

—No me refiero a… —aclaró—. No te tocaré si no quieres que lo haga. Sé que está mal… Dios, está mal… pero sólo quiero tumbarme contigo y despertar a tu lado, sólo una vez, sólo una vez en toda mi vida. —Había desesperación en su voz—. Sólo será esta noche. En el grandioso orden de las cosas, ¿cuánto puede importar una sola noche?

«Pero piensa en cómo nos sentiremos por la mañana. Piensa en lo horrible que será fingir que no significamos nada el uno para el otro delante de todos los demás después de que hayamos pasado la noche juntos, incluso aunque todo lo que hagamos sea dormir. Es como tomar sólo un poquitín de una droga… No consigue más que hacerte desear más.»

Pero ése era el motivo de que le hubiera contado lo que le había contado, comprendió ella. Porque para él no sería así; no había nada que pudiese empeorarlo, del mismo modo que no había nada que pudiera mejorarlo. Lo que él sentía era tan definitivo como una cadena perpetua, ¿y podía ella afirmar que era distinto en ella? E incluso aunque esperase que pudiera serlo, incluso si esperaba que algún día pudiese verse persuadida por el tiempo, la razón o un desgaste natural a dejar de sentir de aquel modo, no importaba. No había nada que hubiese querido en la vida más de lo que quería esa noche con Jace.

—Corre las cortinas, entonces, antes de venir a la cama —dijo—. No puedo dormir con tanta luz en la habitación.

La expresión que recorrió el rostro de Jace fue de pura incredulidad. En realidad no había esperado que ella aceptase, comprendió Clary con sorpresa; al cabo de un instante, ya la había cogido entre sus brazos y la abrazaba contra él, con el rostro sumergido en los cabellos todavía alborotados por el sueño de la muchacha.

—Clary…

—Vamos a la cama —dijo ella con dulzura—. Es tarde.

Se apartó de él y regresó al lecho, trepando a él y estirando las sábanas hasta la altura de su cintura. De algún modo, mirándose así, casi podía imaginar que las cosas eran distintas, que habían transcurrido muchísimos años desde ese momento y que habían estado juntos tanto tiempo que habían hecho esto un centenar de veces, que cada noche les pertenecía, y no sólo ésa. Apoyó la barbilla en las manos y le contempló mientras Jace corría las cortinas y luego se quitaba la cazadora y la colgaba en el respaldo de una silla. Llevaba una camiseta gris pálido debajo, y las Marcas que le rodeaban los brazos desnudos brillaron oscuramente mientras se desabrochaba el cinturón de las armas y lo depositaba en el suelo. Desató las botas y se las quitó mientras se acercaba a la cama, y se tendió con sumo cuidado junto a Clary. Tumbado sobre la espalda, giró la cara para mirarla. Por el borde de las cortinas se filtraba un poquitín de luz, la suficiente para que ella viese el contorno de su rostro y el brillante destello de sus ojos.

—Buenas noches, Clary —dijo él.

Sus manos descansaban extendidas a ambos lados del cuerpo, con los brazos pegados a los costados. Apenas parecía respirar; ella tampoco estaba muy segura de estar respirando. Deslizó la mano a través de la sábana, lo suficiente para que sus dedos se tocaran… tan levemente que probablemente apenas lo habría notado de haber estado tocando a cualquiera que no fuese Jace; pero lo cierto era que las terminaciones nerviosas de las yemas de sus dedos hormigueaban suavemente; como su las mantuviera sobre una llama baja. Percibió cómo él se tensaba junto a ella y luego se relajaba. Había cerrado los ojos, y sus pestañas proyectaban delicadas sombras sobre la curva de los pómulos. En su boca apareció una sonrisa como si percibiera que ella le observaba, y Clary se preguntó qué aspecto tendría él por la mañana, con el pelo despeinado y marcas de sueño bajo los ojos. A pesar de todo, pensarlo le provocó una punzada de felicidad.

Entrelazó los dedos con los de él.

—Buenas noches —susurró.

Con las manos cogidas como niños de un cuento, se durmió junto a él en la oscuridad.

15

Todo se desmorona

Luke había pasado la mayor parte de la noche contemplando el avance de la luz a través del tejado traslúcido del Salón de los Acuerdos igual que una moneda de plata rueda sobre la superficie transparente de una mesa de vidrio. Cuando la luna estaba cerca de ser luna llena, como sucedía en aquellos instantes, sentía una equivalente agudización en la visión y el sentido del olfato, incluso estando bajo forma humana. Ahora, por ejemplo, podía oler el sudor de la duda en la habitación, y el subyacente olor penetrante del miedo. Podía percibir la preocupación impaciente de su manada de lobos allá en el bosque de Brocelind mientras deambulaban en la oscuridad de debajo de los árboles y aguardaba noticias suyas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ciudad de cristal»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ciudad de cristal» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Cassandra Clare - Clockwork Angel
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Ciudad de cenizas
Cassandra Clare
Cassandra Clare - City of Bones
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Saving Raphael Santiago
Cassandra Clare
libcat.ru: книга без обложки
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Clockwork Prince
Cassandra Clare
Cassandra Clare - Ciudad de hueso
Cassandra Clare
Cassandra Clare - City of Glass
Cassandra Clare
Отзывы о книге «Ciudad de cristal»

Обсуждение, отзывы о книге «Ciudad de cristal» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x