• Пожаловаться

Lois Bujold: Inmunidad diplomática

Здесь есть возможность читать онлайн «Lois Bujold: Inmunidad diplomática» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 2003, ISBN: 84-666-1262-9, издательство: Ediciones B, категория: Космическая фантастика / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Lois Bujold Inmunidad diplomática

Inmunidad diplomática: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Inmunidad diplomática»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Miles y su esposa Ekaterin regresan de un viaje de luna de miel largamente postergado. En casa les espera el nacimiento de sus dos primeros hijos (desarrollados como es contumbre, en un utero artificial, pero el nuevo y flamante Auditor Imperial recibe un mensaje del Emperador Gregor Vorbarra: una flota de Barrayar ha sido detenida en la Estación Graf, un miembro de la escolta ha desaparecido, ha sido asesinado o ha desaparecido, y el conflicto diplomatico no ha hecho más que empezar. Miles debe interrumpir su regreso, acudir a la estación Graf: el mundo de los cuadrúmanos, los seres modificados genéticamente para hacer cuatro brazos y trbajar en condiciones de gravedad cero, a quienes Leo graf, un competente ingeniero de soldadura, ayudó a lograr su emancipación de la explotación y esclavitud a los que les tenia sometidos Galac-Tech. Por si ello fuera poco, alli se encontraba tambiém el hermafrodita Bel Thorne, viejo conocido e la época de las muchas aventuras de Miles Vorkosigan como Miles Naismish (el apellido de su madre Cordelia), almirante de los Mercenarios Libres Dendarii.

Lois Bujold: другие книги автора


Кто написал Inmunidad diplomática? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Inmunidad diplomática — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Inmunidad diplomática», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

«Sí, pero deberías ver a mi padre…» Miles se aclaró la garganta.

—Como el Emperador es el comandante en jefe del Ejército de Barrayar, su Voz es automáticamente el oficial de más alto rango de cualquier fuerza barrayaresa que tenga cerca, sí. Si la emergencia lo requiere.

—Entonces, ¿está diciendo que, si usted lo ordenara, estos tipejos dispararían? —dijo Venn agriamente.

Miles consiguió inclinar levemente la cabeza en su dirección, cosa nada fácil en caída libre.

—Señor, si una Voz del Emperador lo ordenara, se dispararían a sí mismos.

Aquello era una pura baladronada (bueno, en parte), pero Venn no tenía por qué saberlo. Bel continuó con expresión impasible, gracias a los dioses que flotaban por allí, aunque Miles casi pudo ver la risa atragantándosele. «Que no te estallen los oídos, Bel.» Las cejas blancas de la Selladora tardaron un instante en volver a bajar a la posición horizontal.

Miles continuó hablando:

—Sin embargo, aunque no es difícil que un grupo se ponga lo suficientemente nervioso para empezar a disparar, uno de los propósitos de la disciplina militar es asegurar que deja de disparar si se le ordena. Éste no es momento de disparar, sino de hablar… y de escuchar. Estoy escuchando. —Cruzó los dedos delante de lo que había sido su regazo, de estar sentado—. Desde su punto de vista, ¿cuál fue la secuencia de acontecimientos que llevó a este desafortunado incidente?

Greenlaw y Venn empezaron a hablar a la vez; la mujer cuadri abrió una mano superior en gesto de invitación al oficial de seguridad.

Venn asintió y continuó.

—Empezó cuando mi departamento recibió una llamada de emergencia para detener a un par de hombres suyos que habían atacado a una mujer cuadrúmana.

Ah, un nuevo actor en escena. Miles mantuvo la expresión neutral.

—¿Atacada en qué sentido?

—Irrumpieron en sus habitaciones, la sacudieron, la golpearon y le rompieron un brazo. Evidentemente habían sido enviados a perseguir a cierto oficial de Barrayar que no se había presentado al servicio…

—Ah. ¿El alférez Corbeau?

—Sí.

—¿Y estaba en las habitaciones de ella?

—Sí…

—¿Por invitación de ella?

—Sí. —Venn hizo una mueca—. Parece que, hum, se habían hecho amigos. Garnet Cinco es una de las principales bailarinas de la Troupe Memorial Minchenko, que representa ballets en cero-ge para los residentes de la Estación y los visitantes planetarios. —Venn tomó aire—. No está claro del todo quién fue a defender a quién cuando la patrulla barrayaresa vino a recoger a su oficial retrasado, pero degeneró en reyerta. Arrestamos a todos los planetarios y los llevamos al Puesto de Seguridad Número Tres para averiguarlo.

—Por cierto —intervino la Selladora Greenlaw—, su alférez Corbeau ha solicitado hace poco asilo político en la Unión.

Esto también era nuevo.

—¿Hace cuánto de poco?

—Esta mañana. Cuando se enteró de que venía usted.

Miles vaciló. Podía imaginar una docena de motivos para explicar aquello, desde lo siniestro hasta lo estúpido; no pudo evitar pensar en lo siniestro.

—¿Van a concedérselo ustedes? —preguntó por fin.

Miró al jefe Watts, que hizo un gesto poco comprometedor con una mano inferior y dijo:

—Mi departamento lo ha tomado en consideración.

—Si quiere mi consejo, no le haga ni puñetero caso —gruñó Venn—. No necesitamos a esos tipos aquí.

—Me gustaría entrevistar al alférez Corbeau lo antes posible —dijo Miles.

—Bueno, evidentemente él no quiere hablar con usted —contestó Venn.

—Da igual. Considero que la observación de primera mano y las declaraciones de los testigos son cruciales para comprender correctamente esta compleja cadena de acontecimientos. También necesitaré hablar con los otros… —iba a decir «rehenes», pero sustituyó la palabra— detenidos barrayareses, por el mismo motivo.

—No es tan compleja —dijo Venn—. Un puñado de hampones armados entró a saco en mi estación, violó las costumbres, disparó a docenas de transeúntes inocentes y a varios oficiales de seguridad de la Estación que intentaban cumplir con su deber, trató de llevar a cabo lo que únicamente puede ser definido como una fuga de prisión, y destrozó propiedades. Sus delitos (¡documentados en vid!), van de disparar armas ilegales a resistirse al arresto y al incendio premeditado en zona habitada. Es un milagro que no muriera nadie.

—Eso, desgraciadamente, todavía tiene que ser demostrado —replicó Miles al instante—. El problema es que, desde nuestro punto de vista, el arresto del alférez Corbeau no fue el principio de la secuencia de acontecimientos. El almirante Vorpatril había informado de la desaparición de un hombre bastante antes de eso: el teniente Solian. Según sus testigos y los de ustedes, se encontró una cantidad de sangre suficiente para un cadáver entero en el suelo de una bodega de carga de la Estación Graf. La lealtad militar funciona en dos direcciones: los barrayareses no abandonamos a los nuestros. Muerto o vivo, ¿dónde está el resto del teniente?

A Venn casi le rechinaron los dientes.

—Lo buscamos. No está en la Estación Graf. Su cuerpo no está en el espacio en ninguna trayectoria razonable desde la Estación Graf. Lo comprobamos. Se lo hemos dicho a Vorpatril, repetidamente.

—¿Tan difícil, o tan fácil, es que un planetario desaparezca en el cuadrispacio?

—Si puedo responder a eso —intervino tranquilamente Bel Thorne—, ya que ese incidente afecta a mi departamento.

Greenlaw indicó su asentimiento con una mano inferior, mientras se frotaba simultáneamente el puente de la nariz con una superior.

—Subir y bajar de las naves galácticas está plenamente controlado, no sólo por parte de la Estación Graf, sino también en nuestras delegaciones comerciales del Nexo. Si no imposible, al menos sí es difícil pasar por aduanas y zonas de inmigración sin dejar algún rastro, como mínimo en los monitores vid generales de las zonas. Su teniente Solian no aparece en ninguno de los registros visuales ni informáticos de ese día.

—¿De verdad? —Miles dirigió una mirada a Bel. «¿Es ésta la verdadera historia?»

Bel asintió brevemente. «Sí.»

—De verdad. Ahora, viajar dentro del sistema está mucho menos estrictamente controlado. Es más… factible que alguien vaya de la Estación Graf a otro hábitat de la Unión sin ser advertido. Si esa persona es un cuadrúmano. Sin embargo, cualquier planetario destacaría en la multitud. En este caso se siguieron los procedimientos estándar para personas desaparecidas, incluyendo notificaciones a los departamentos de seguridad de otros hábitats. Nadie ha visto a Solian, ni en la Estación Graf ni en ningún otro hábitat de la Unión.

—¿Cómo explica lo de su sangre en la bodega de carga?

—La bodega de carga está en el lado externo de los puntos de control de acceso a la estación. Mi opinión es que quien creó ese escenario vino de una de las naves atracadas en ese sector y regresó a ella.

Miles advirtió la elección de palabras de Bel: quien creó ese escenario, no quien asesinó a Solian. Naturalmente, Bel estuvo presente en cierta espectacular criopreparación de emergencia…

—Todas esas naves eran de su flota —intervino Venn, irritado—. En otras palabras, trajeron ustedes sus propios problemas consigo. ¡Aquí somos pacíficos!

Miles miró a Bel con el ceño fruncido y, mentalmente, cambió su plan de ataque.

—¿Está muy lejos de aquí la bodega de carga en cuestión?

—Está al otro lado de la Estación —dijo Watts.

—Creo que me gustaría verla, y sus zonas asociadas, antes de entrevistar al alférez Corbeau y a los otros barrayareses. ¿Quizás el práctico Thorne sería tan amable de guiarme por esa instalación?

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Inmunidad diplomática»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Inmunidad diplomática» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Lois Bujold: Il nemico dei Vor
Il nemico dei Vor
Lois Bujold
Lois Bujold: En caída libre
En caída libre
Lois Bujold
Lois Bujold: Cryoburn
Cryoburn
Lois Bujold
Lois Bujold: Miles Vorkosigan
Miles Vorkosigan
Lois Bujold
Lois Bujold: Mirror Dance
Mirror Dance
Lois Bujold
Отзывы о книге «Inmunidad diplomática»

Обсуждение, отзывы о книге «Inmunidad diplomática» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.