• Пожаловаться

George Martin: Choque de Reyes

Здесь есть возможность читать онлайн «George Martin: Choque de Reyes» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 2003, ISBN: 84-932-7022-9, издательство: Gigamesh, категория: Фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

libcat.ru: книга без обложки
  • Название:
    Choque de Reyes
  • Автор:
  • Издательство:
    Gigamesh
  • Жанр:
  • Год:
    2003
  • Город:
    Barcelona
  • Язык:
    Испанский
  • ISBN:
    84-932-7022-9
  • Рейтинг книги:
    4 / 5
  • Избранное:
    Добавить книгу в избранное
  • Ваша оценка:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Choque de Reyes: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Choque de Reyes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un cometa del color de la sangre hiende el cielo cargado de malos augurios. Y hay razones sobradas para pensar así: los Siete Reinos se ven sacudidos por las luchas intestinas entre los nobles por la sucesión al Trono de Hierro. En la otra orilla del océano, la princesa Daenerys Targaryen conduce a su pueblo de jinetes salvajes a través del desierto. Y en los páramos helados del Norte, más allá del Muro, un ejército implacable avanza impune hacia un territorio asolado por el caos y las guerras fraticidas. George R.R. Martin, con pulso firme y enérgico, nos deleita con un brillante despliegue de personajes, engranando una trama rica, densa y sorprendente. Nos vuelve testigos de luchas fraticidas, intrigas y traiciones palaciegas en una tierra maldita por la guerra, donde fuerzas ocultas se alzan de nuevo y acechan para reinar en las noches del largo invierno que se avecina.

George Martin: другие книги автора


Кто написал Choque de Reyes? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Choque de Reyes — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Choque de Reyes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Ese gran cerdo de Manderly fue demasiado cobarde para salir de Puerto Blanco; si no, también lo habríamos traído —gritó Yelmo Rojo.

«Estoy salvado —pensó Theon. Entonces, ¿por qué sentía tal vacío interior? Era una victoria, una dulce victoria, la liberación por la que había rezado. Miró al maestre Luwin—. Y pensar lo cerca que estuve de rendirme y vestir el negro…»

—Abrid las puertas a nuestros amigos. —Quizá esa noche Theon dormiría sin miedo de lo que podrían traerle sus sueños.

Los hombres de Fuerte Terror atravesaron el foso y entraron por las puertas interiores. Theon, acompañado por Lorren el Negro y el maestre Luwin, bajó al patio a recibirlos. Del extremo de unas pocas lanzas colgaban pendones rosados, pero la mayoría llevaba picas de guerra, espadones y escudos casi convertidos en astillas.

—¿Cuántos hombres habéis perdido? —preguntó Theon a Yelmo Rojo cuando éste desmontó.

—Veinte o treinta.

La antorcha se reflejó en el esmalte astillado del visor. El yelmo y el gorjal habían sido moldeados con la forma del rostro y los hombros de una persona, sin piel y ensangrentados, con la boca abierta en un silencioso grito de angustia.

—Ser Rodrik os superaba por una ventaja de cinco a uno.

—Sí, pero creyó que éramos amigos. Un error habitual. Cuando el viejo tonto me dio la mano, le corté medio brazo. A continuación, dejé que me viera la cara. —El hombre se llevó las dos manos al yelmo y se lo quitó, para sostenerlo en el hueco del brazo.

—Hediondo —dijo Theon, con inquietud. «¿Cómo ha conseguido un sirviente una armadura de tanta calidad?»

—¿Hediondo? —El hombre se rió—. No, ese pobre desgraciado está muerto. —Dio un paso y se aproximó—. Fue culpa de la chica. Si no hubiera huido tan lejos, su caballo no se hubiera quedado cojo y hubiéramos podido escapar. Le di el mío cuando vi a los jinetes desde la cordillera. En ese momento, yo había terminado con ella, y a él le gustaba aprovechar su turno cuando aún estaban calientes. Tuve que arrancarlo de encima de ella y meterle mis ropas en las manos: las botas de piel de becerro, el jubón de terciopelo, el cinto de la espada con incrustaciones de plata, hasta mi manto de marta cibelina.

»—Corre a Fuerte Terror —le dije—, y trae toda la ayuda que puedas. Llévate mi caballo, es más veloz, y toma, ponte el anillo que me dio mi padre, para que sepan que vas en mi nombre.

»Ni se le pasó por la cabeza preguntarme nada. Cuando lo atravesaron por la espalda con una flecha, yo había tenido tiempo de ponerme sus harapos y de untarme con la mierda de la chica. A lo mejor también me habrían ahorcado, pero fue lo único que se me ocurrió. —Se frotó la boca con el dorso de la mano—. Y ahora, mi querido príncipe me prometió que habría una mujer si yo traía a doscientos hombres. Bien, he traído tres veces esa cantidad, y no se trata de chicos bisoños ni labriegos, sino de la mismísima guarnición de mi padre.

Theon había dado su palabra. No era el momento de regatear. «Págale el precio de la traición y ocúpate de él después.»

—Harrag —dijo—, ve a la perrera y trae a Palla para…

—Ramsay. —En los labios regordetes de Hediondo había una sonrisa, pero no en los ojos pálidos—. Mi esposa me llamó «Nieve» antes de comerse los dedos, pero yo digo que mi apellido es Bolton. —La sonrisa se le congeló en el rostro—. Así que me ofrecéis a una chica de la perrera a cambio de mis buenos servicios, ¿no es así?

En su voz había un tono que a Theon no le gustó, como no le gustaba la manera insolente con que lo miraban los hombres de Fuerte Terror.

—Fue lo prometido.

—Huele a mierda de perro. Da la casualidad de que ya he tenido suficiente de malos olores. Creo que mejor tomaré a la que os calienta la cama. ¿Cómo se llama? ¿Kyra?

—¿Estás loco? —dijo Theon, airado—. Haré que os…

El revés del bastardo le dio de lleno, y el hueso de su mejilla se estremeció con un crujido repulsivo bajo el acero articulado. El mundo desapareció en una roja ola de dolor.

Un rato después, Theon volvió en sí sobre el suelo. Rodó sobre su vientre y tragó un buche de sangre. Intentó gritar para que cerraran las puertas, pero era demasiado tarde. Los hombres de Fuerte Terror habían eliminado a Rolfe el Rojo y a Kenned, y cada vez entraban más, un río de cotas de malla y espadas afiladas. Tenía un zumbido en los oídos y el terror reinaba en torno a él. Lorren el Negro había sacado su espada, pero cuatro atacantes lo arrinconaban. Vio caer a Ulf, alcanzado en el vientre por el disparo de una ballesta cuando corría hacia la sala principal. El maestre Luwin intentaba llegar hasta él cuando un caballero montado le clavó una lanza en la espalda y a continuación retrocedió para pasarle por encima. Otro hombre hacía girar una antorcha en grandes círculos en torno a su cabeza, y después la lanzó hacia el techo de paja de los establos.

—Sacad de aquí a los Frey —gritaba el bastardo mientras las llamas se elevaban al cielo—, y quemad el resto. Quemadlo, quemadlo todo.

Lo último que vio Theon Greyjoy fue a Sonrisas , que había escapado a coces de los establos incendiados con las crines en llamas, relinchando, encabritado…

TYRION

Soñaba con un techo de piedra agrietado y con el olor de la sangre, la mierda y la carne quemada. El aire estaba lleno de un humo acre. Alrededor de él había hombres gimiendo y sollozando, y de cuando en cuando un grito rasgaba el aire, rebosante de dolor. Cuando intentó moverse, descubrió que se había ensuciado en el lecho. El humo lo hacía llorar. «¿Estoy llorando?» No podía dejar que su padre lo viera. Él era un Lannister, de Roca Casterly. «Un león, debo ser un león, vivir como un león, morir como un león.» Pero estaba muy malherido. Yacía sobre sus propios excrementos, demasiado débil para gemir, y cerró los ojos. En las cercanías, alguien maldecía a los dioses con una voz profunda, monótona. Prestó atención a las blasfemias y se preguntó si se estaba muriendo. Al rato, la habitación se desvaneció.

Se halló fuera de la ciudad, caminando por un mundo sin color. Los cuervos planeaban en un cielo gris con sus anchas alas negras, mientras otras aves carroñeras se levantaban de sus festines en furiosas bandadas cada vez que daba un paso. Gusanos blancos se abrían camino a través de la oscuridad de los cuerpos en descomposición. Los lobos eran grises, y grises también eran las hermanas silenciosas; juntos, descarnaban a los caídos. Había cadáveres esparcidos por doquier en el campo de justas. El cielo era una ardiente moneda blanca, que brillaba sobre el río gris que fluía en torno a las osamentas calcinadas de naves hundidas. Desde las piras de muertos subían negras columnas de humo y cenizas blancas y calientes.

«Mi obra —pensó Tyrion Lannister—. Perecieron por orden mía.» Al principio, no había sonido en el mundo, pero después de un tiempo comenzó a oír las voces de los muertos, quedas y terribles. Sollozaban y gemían, imploraban que terminara el dolor, lloraban pidiendo ayuda y querían ver a sus madres. Tyrion no había llegado a conocer a su madre. Quería a Shae, pero ella no estaba allí. Caminó solo, entre sombras grises, intentando recordar…

Las hermanas silenciosas despojaban a los muertos de sus armaduras y ropas. Los colores brillantes de los jubones de los muertos se habían desvanecido; vestían tonos de blanco y gris, y su sangre era negra y costrosa. Contempló cómo levantaban los cuerpos desnudos agarrándolos por un brazo y una pierna, para llevarlos a las piras junto con sus compañeros. El metal y la tela iban a parar a la parte de atrás de un carro blanco de madera, del que tiraban dos enormes caballos negros.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Choque de Reyes»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Choque de Reyes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


George Martin: Il trono di spade
Il trono di spade
George Martin
George Martin: Il regno dei lupi
Il regno dei lupi
George Martin
George Martin: Juego de tronos
Juego de tronos
George Martin
George Martin: Tormenta de espadas
Tormenta de espadas
George Martin
George Martin: Sueño del Fevre
Sueño del Fevre
George Martin
Espido Freire: La Flor Del Norte
La Flor Del Norte
Espido Freire
Отзывы о книге «Choque de Reyes»

Обсуждение, отзывы о книге «Choque de Reyes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.