Alma Katsu - Inmortal

Здесь есть возможность читать онлайн «Alma Katsu - Inmortal» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Inmortal: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Inmortal»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Para qué usaríamos la inmortalidad? Una historia de amor y venganza a través de los siglos, con Maine, Boston, París y
Hungría como telón de fondo.
En St. Andrews, un pequeño pueblo de Maine, ingresa en urgencias una joven acusada de haber matado a un hombre. Luke, el médico de guardia, un hombre atormentado por demonios interiores tras haber abandonado a esposa e hijas, está dispuesto a escuchar la versión de la bella Lanore. Dice ser una inmortal desde hace doscientos años.
Tiempo atrás, con el corazón roto, Lanore se vio obligada a esconder la vergüenza de un embarazo incómodo lejos de casa, en Boston. Pero antes de llegar al convento, cayó en las garras de un hombre a la vez fascinante y aterrador: Adair, un noble de origen húngaro, que le prometió un mundo de sensualidad y placer ignotos, de poder sin límites… Lanore creyó que si se unía a su séquito recuperaría a Jonathan. Pero ¿a qué precio?
Inmortal es una historia sobre la fuerza del amor, capaz de corromper, capaz de empujarnos a actos terribles en su nombre, y también sobre el valor que requiere sacrificarse por amor y redimirse.

Inmortal — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Inmortal», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Y así caí víctima de la maldición de Jonathan, atrapada en su terrible atracción, pero los dos estábamos condenados a sufrir por ello.

3

De este modo se fue desarrollando una amistad entre nosotros -Jonathan y yo- durante la adolescencia. Nos encontrábamos después de los oficios religiosos del domingo y en acontecimientos sociales como bodas e incluso funerales, hablando en susurros en los márgenes del grupo de dolientes, o prescindiendo de todo decoro y escapándonos al bosque para poder concentrar toda nuestra atención en el otro. Había cabezas que se meneaban con desaprobación, y seguro que algunas lenguas se entregaron al cotilleo, pero nuestras familias no hicieron nada por impedir nuestra amistad. Al menos, si lo hicieron, yo no me enteré.

Durante aquella época me fui dando cuenta poco a poco de que Jonathan estaba más solo de lo que yo había imaginado. Los otros chicos buscaban su compañía mucho menos de lo que yo había supuesto; y por parte de Jonathan, cuando un grupo se nos acercaba en un acto social, él solía mantenerse al margen. Recuerdo una ocasión, en una reunión de primavera en la iglesia, en la que Jonathan me llevó por otro camino al ver que un grupo de chicos de su edad iba en nuestra dirección. Yo no sabía cómo interpretar aquello, y al cabo de unos minutos de angustiosa reflexión, decidí preguntarle:

– ¿Por qué has querido venir por este camino? ¿Es porque te da vergüenza que te vean conmigo?

Él hizo un sonido de burla.

– No seas tonta, Lanny. Me están viendo contigo. Todos pueden ver que estamos paseando juntos.

Aquello era cierto en buena medida, y un alivio. Pero yo no podía dejar de preguntar.

– Entonces ¿es porque no te gustan esos chicos?

– No me disgustan -dijo con displicencia.

– Entonces ¿por qué…?

Él me interrumpió.

– ¿Por qué me preguntas? Cree lo que te digo: para los chicos es diferente, Lanny, y así son las cosas.

Empezó a andar más deprisa, y yo tuve que levantarme un poco la falda para mantener su paso. No me había explicado qué era aquello tan misterioso a lo que había aludido. ¿Qué era diferente para los chicos?, me preguntaba. Por lo que yo podía ver, casi todo. A los chicos se les permitía ir a la escuela, si sus familias podían permitirse pagar al profesor, mientras que las chicas no tenían más educación que la que podían impartirles sus madres: las artes domésticas de coser, limpiar y cocinar, y tal vez un poco de lectura de la Biblia. Los chicos podían pelearse entre ellos por diversión, correr y jugar a «tú la llevas» sin el estorbo de las faldas largas, montar a caballo… Sí, era cierto que les tocaban trabajos más duros y tenían que dominar todo tipo de habilidades -una vez, me contó Jonathan, su padre le hizo reparar los cimientos de su nevera, con piedra y argamasa, solo para que supiera un poco de albañilería-, pero la vida de un chico era mucho más libre, pensaba yo. Y ahora Jonathan se quejaba de ello.

– Ya me gustaría ser un chico -murmuré, casi sin aliento por intentar seguir su paso.

– No, de eso, nada -dijo él por encima del hombro.

– No veo por qué…

Se volvió hacia mí.

– ¿Qué me dices de tu hermano Nevin? A él no le gusto mucho, ¿a que no?

Me detuve, perpleja. No, a Nevin no le gustaba Jonathan, y así había sido desde que yo recordaba. Me acordé de la pelea con Jonathan, cómo Nevin llegó a casa con la cara decorada con una costra de sangre seca, cómo nuestro padre se sintió discretamente orgulloso de él.

– ¿Por qué crees que tu hermano me odia? -preguntó.

– No lo sé.

– Nunca le he dado motivos, pero me odia de todos modos -dijo Jonathan, esforzándose por que no se notara en su voz que estaba dolido-. Y lo mismo pasa con todos los chicos. Me odian. Y también algunos de los adultos. Lo sé, puedo sentirlo. Por eso los evito, Lanny. -El pecho se le alzaba con esfuerzo debido al cansancio de explicarme aquello-. Bueno, ya lo sabes -dijo, y apretó el paso dejándome atrás, mientras yo lo miraba sorprendida.

Estuve toda la semana pensando en lo que me había revelado. Podría haberle preguntado a Nevin por qué había llegado a odiar tanto a Jonathan, pero de hacerlo habría reanudado una vieja discusión entre nosotros; por supuesto, él no podía soportar que yo fuera amiga de Jonathan, y yo conocía perfectamente las razones sin tener que preguntar. Mi hermano pensaba que Jonathan era soberbio y arrogante, que hacía ostentación de su riqueza y que esperaba -y obtenía- un trato especial. Yo conocía a Jonathan mejor que nadie aparte de su familia -tal vez incluso mejor que su familia-, así que sabía que todo aquello era falso… excepto lo último, pero no era culpa de Jonathan que los demás lo trataran de manera diferente. Y aunque Nevin se negaba a reconocerlo, yo veía en su mirada de odio el deseo de destruir la belleza de Jonathan, de dejar su marca en aquel rostro armonioso y atractivo, de derribar al hijo predilecto del pueblo.

A su manera, Nevin quería desafiar a Dios, corregir lo que él veía como una injusticia que Dios había cometido deliberadamente con él: obligarle a vivir a la sombra de Jonathan en todos los aspectos.

Por eso Jonathan se había alejado de mí en la merienda campestre de la iglesia, porque se había visto obligado a compartir su vergüenza conmigo y tal vez pensara que ahora que yo conocía su secreto le abandonaría. ¡Con qué fuerza nos aferramos a nuestros miedos en la adolescencia! Como si existiera algún poder en la tierra o en el cielo que pudiera impedir que yo amara a Jonathan. En cualquier caso, me hizo ver que también él tenía enemigos y detractores, que también a él le estaban juzgando a todas horas, y que me necesitaba. Yo era la única amistad con la que podía ser libre. Y aquello no era unilateral; hablando claramente, Jonathan era la única persona que me trataba como si le importara. Y tener la atención del chico más deseado e importante del pueblo no era poca cosa para una chica casi invisible entre sus compañeras. ¿No era inevitable que aquello me hiciera amarle aún más?

Y así se lo dije a Jonathan el domingo siguiente, cuando me acerqué a él y deslicé mi brazo bajo el suyo mientras él paseaba por la parte más alejada del prado.

– Mi hermano es idiota -fue lo único que dije, y seguimos paseando juntos sin cruzar ni una palabra más.

Lo único que yo no retiraba de nuestra conversación en la reunión era lo de que habría preferido nacer chico. Seguía convencida de ello. Me habían metido en la cabeza, mediante las cosas que hacían mis padres y las mismas reglas por las que se regía nuestra convivencia, que las chicas no valían tanto como los chicos y que nuestras vidas estaban destinadas a ser mucho menos trascendentes. Por ejemplo, Nevin heredaría la granja de mi padre, pero si no hubiera tenido temperamento o ganas de criar ganado, habría podido hacerse aprendiz del herrero o ir a trabajar de leñador para los Saint Andrew. Tenía opciones, aunque fueran limitadas. Como mujer, yo tenía menos opciones: casarme y fundar mi propio hogar, quedarme en casa y cuidar de mis padres, o trabajar como sirvienta en casa ajena. Si Nevin rechazaba la granja por alguna razón, lo más probable era que mis padres se la pasaran al marido de alguna de sus hijas, pero también esto dependía de las preferencias del marido. Un buen marido debe tener en cuenta los deseos de su esposa, pero no todos lo hacían.

La otra razón -la más importante, en mi opinión- era que si yo fuera un chico, me sería mucho más fácil ser amigo de Jonathan. ¡La de cosas que podríamos hacer juntos si yo no fuera una chica! Podríamos montar a caballo y salir de aventuras sin acompañantes. Podríamos pasar muchísimo tiempo juntos sin que nadie frunciera el ceño o lo considerara un tema adecuado para hacer comentarios. Nuestra amistad sería tan banal y tan corriente que nadie repararía en ella y la dejarían que fraguase a su aire.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Inmortal»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Inmortal» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Жан-Мари Леклезио - Alma
Жан-Мари Леклезио
Alma Katsu - The Descent
Alma Katsu
Alma Katsu - The Taker
Alma Katsu
Evelyne Quadrelli - Alma
Evelyne Quadrelli
Patricia Ramírez Aranda - Pedacitos de tu alma mujer
Patricia Ramírez Aranda
Omar Casas - Memorias del alma
Omar Casas
José Miguel Coulthard - Relatos del alma
José Miguel Coulthard
Отзывы о книге «Inmortal»

Обсуждение, отзывы о книге «Inmortal» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x