Alma Katsu - Inmortal

Здесь есть возможность читать онлайн «Alma Katsu - Inmortal» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Inmortal: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Inmortal»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Para qué usaríamos la inmortalidad? Una historia de amor y venganza a través de los siglos, con Maine, Boston, París y
Hungría como telón de fondo.
En St. Andrews, un pequeño pueblo de Maine, ingresa en urgencias una joven acusada de haber matado a un hombre. Luke, el médico de guardia, un hombre atormentado por demonios interiores tras haber abandonado a esposa e hijas, está dispuesto a escuchar la versión de la bella Lanore. Dice ser una inmortal desde hace doscientos años.
Tiempo atrás, con el corazón roto, Lanore se vio obligada a esconder la vergüenza de un embarazo incómodo lejos de casa, en Boston. Pero antes de llegar al convento, cayó en las garras de un hombre a la vez fascinante y aterrador: Adair, un noble de origen húngaro, que le prometió un mundo de sensualidad y placer ignotos, de poder sin límites… Lanore creyó que si se unía a su séquito recuperaría a Jonathan. Pero ¿a qué precio?
Inmortal es una historia sobre la fuerza del amor, capaz de corromper, capaz de empujarnos a actos terribles en su nombre, y también sobre el valor que requiere sacrificarse por amor y redimirse.

Inmortal — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Inmortal», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Pero sí te conozco. Todo el mundo te conoce -dije yo, un poco preocupada porque me considerara frívola. Él era el hijo mayor del hombre más rico del pueblo, el propietario de la empresa maderera alrededor de la cual giraba toda la colonia. Claro que todos sabían quién era-. Y… y creo que te quiero. Me gustaría ser tu mujer algún día.

Jonathan enarcó una ceja con cinismo.

– Saber mi nombre es una cosa, pero ¿cómo puedes saber que me quieres? ¿Cómo puedes entregarme tu corazón? No me conoces nada, Lanny, y sin embargo te has declarado mía. -Se alisó la chaqueta una vez más-. Deberíamos volver afuera antes de que venga alguien a buscarnos. Lo mejor sería que no nos vieran juntos, ¿no crees? Sal tú primero.

Me quedé quieta un segundo, escandalizada. Estaba confusa, todavía poseída por los fantasmas de su deseo, su beso y el recuerdo de su erección en mi mano. En cualquier caso, él me había malinterpretado: yo no me había entregado a él; había declarado que él era mío.

– Muy bien -dije, y la decepción debió de ser evidente en mi voz, porque Jonathan me dedicó su sonrisa más atractiva.

– No te preocupes, Lanny. El domingo que viene… nos veremos después del oficio, te lo prometo. Tal vez pueda convencerte de que me des otro beso.

¿Quieres que te hable de Jonathan, de mi Jonathan, para que entiendas cómo podía estar tan segura de mi devoción? Era el primogénito de Charles y de Ruth Saint Andrew, y estos estaban tan contentos de haber tenido un hijo que le pusieron nombre de inmediato y le hicieron bautizar antes de un mes, festejándolo imprudentemente en una época en la que la mayoría de los padres no ponían nombre a un niño hasta que este había vivido algún tiempo y demostrado que tenía posibilidades de criarse. Su padre organizó una gran fiesta mientras Ruth estaba todavía recuperándose en la cama; hizo que todo el pueblo acudiera a tomar ponche de ron y té con azúcar, pastel de pasas y pastas de melaza; contrató a un violinista acadiano; tuvo música y risas tan poco después del nacimiento del niño que parecía que el padre estaba desafiando al diablo: ¡Atrévete a venir a llevarte a mi hijo! ¡Inténtalo y verás lo que te pasa!

Desde los primeros días se vio claro que Jonathan no era un niño corriente: era excepcionalmente inteligente, excepcionalmente fuerte, excepcionalmente sano y, por encima de todo, excepcionalmente guapo. Las mujeres se sentaban cautivadas junto a la cuna, pedían turno para cogerlo en brazos y fingir que aquel bulto tan bien formado de carne y delicados rizos de color negro era suyo. Incluso los hombres, hasta el más duro de los leñadores que trabajaban para Saint Andrew en la empresa maderera, se ponían insólitamente sentimentales cuando estaban cerca del niño.

Cuando Jonathan llegó a su duodécimo cumpleaños, no se podía negar que había en él algo sobrenatural, y parecía obvio atribuírselo a su belleza. Era un prodigio. Era la perfección. Eso no se podía decir de muchos en aquellos tiempos; era una época en la que la gente estaba desfigurada por numerosas causas: unos por viruela o accidentes, quemaduras en el hogar, otros escuálidos por la malnutrición, desdentados a los treinta años, cojos por un hueso roto que no había soldado bien, con cicatrices, parálisis, tiña por falta de higiene y, en nuestra zona de bosques, con miembros amputados por congelación. Pero en Jonathan no había una sola marca que lo desfigurara. Creció alto, erguido y ancho de hombros, tan majestuoso como los árboles de su propiedad. Su piel era tan blanca y pura como la leche recién ordeñada. Tenía un pelo negro y liso tan reluciente como el ala de un cuervo, y sus ojos eran oscuros e insondables, como los recovecos más profundos del Allagash. Era, simplemente, de una belleza admirable.

¿Es una bendición o una maldición tener un niño como Jonathan viviendo entre nosotros? Yo digo que pobres de nosotras, las chicas, si se tiene en cuenta el efecto que un chico como Jonathan puede tener en las muchachas de una aldea, en un pueblo tan pequeño que apenas existen otras distracciones, y donde es imposible evitar todo contacto con él. Era una tentación constante e inevitable. Siempre existía la posibilidad de verlo, saliendo de la tienda de provisiones o cabalgando por un campo, en teoría para hacer un recado, pero en realidad enviado por el diablo para debilitar nuestras defensas. No necesitaba estar presente para tomar el control de nuestra conciencia: cuando te sentabas a hacer labores de costura con tus hermanas o amigas, una de ellas decía en susurros que había visto a Jonathan hacía poco, y a partir de ahí no hablábamos de otra cosa que no fuera él. Puede que tuviéramos parte de la culpa de nuestro tormento, porque las chicas éramos incapaces de dejar de estar obsesionadas con él, ya fuera con ocasión de un encuentro casual («¿Te habló?», querían saber las chicas. «¿Qué te dijo?»), o simplemente por haberlo visto en el pueblo, cuando se comentaban hasta detalles tan triviales como el color de su chaleco. Pero en lo que en realidad pensábamos todas nosotras era en cómo podía mirarte de arriba abajo de un modo tan impertinente, o en la manera en que las comisuras de su boca se torcían hacia arriba en un gesto de reflexión, y en que todas nosotras moriríamos por estar acurrucadas en sus brazos una sola vez. Y no eran solo las jovencitas las que sentían eso por él; sobre todo cuando llegó a la adolescencia, a los quince o dieciséis años, ya hacía que los demás hombres del pueblo parecieran consumidos, toscos, gordos o esqueléticos, y las buenas esposas empezaron a mirar a Jonathan de otra manera. Se notaba en su forma de observarlo.

También había en él una faceta de ligero peligro, de querer tocarlo como cuando una voz sin juicio en tu cabeza te dice que toques un hierro candente. Sabes que no podrás evitar quemarte, pero eres incapaz de resistirte. Tienes que experimentarlo por ti misma. Haces caso omiso de lo que sabes que vendrá a continuación, el insoportable dolor de la carne chamuscada, el lacerante escozor de la quemadura cada vez que se toca la herida. La cicatriz que llevarás el resto de tu vida: la cicatriz que dejará una marca en tu corazón. Vacunada contra el amor, nunca volverás a ser tan tonta de la misma manera.

En este aspecto, yo era envidiada y ridiculizada al mismo tiempo: envidiada por todos los ratos que pasaba en compañía de Jonathan; ridiculizada porque había dejado claro que no había entre nosotros ningún tipo de idilio. A los ojos de otras chicas, eso solo confirmaba que yo carecía de las argucias femeninas necesarias para excitar el interés de un hombre. Pero yo no era diferente de ellas. Sabía que Jonathan tenía el poder de quemarme con el resplandor de su atención, como una llama aplicada a un papel. Una chica podía quedar destruida en un instante de divino amor. La cuestión era: ¿valía la pena?

Podrías preguntar si yo amaba a Jonathan por su belleza, y yo respondería que esa es una pregunta absurda, ya que su extraordinaria belleza era una parte indisociable de todo su ser. Era lo que le daba su tranquila confianza en sí mismo -que algunos llamarían altiva arrogancia- y su soltura desarmante con el bello sexo. Y si fue su belleza lo que primero atrajo mi atención, no pediré disculpas por ello, ni pienso pedirlas por mi deseo de hacer mío a Jonathan. Contemplar una belleza así es desear poseerla; es el anhelo que impulsa a todo coleccionista. Y yo no era la única. Casi todas las personas que conocían a Jonathan intentaban poseerlo. Aquella era su maldición, y la maldición de todas las personas que lo amaban. Pero era como estar enamorado del sol: brillante y fascinador cuando estás cerca, pero es imposible quedártelo para ti solo. Era desesperante amarlo, e igualmente desesperante no hacerlo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Inmortal»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Inmortal» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Жан-Мари Леклезио - Alma
Жан-Мари Леклезио
Alma Katsu - The Descent
Alma Katsu
Alma Katsu - The Taker
Alma Katsu
Evelyne Quadrelli - Alma
Evelyne Quadrelli
Patricia Ramírez Aranda - Pedacitos de tu alma mujer
Patricia Ramírez Aranda
Omar Casas - Memorias del alma
Omar Casas
José Miguel Coulthard - Relatos del alma
José Miguel Coulthard
Отзывы о книге «Inmortal»

Обсуждение, отзывы о книге «Inmortal» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x