• Пожаловаться

Clifford Simak: Un anillo alrededor del Sol

Здесь есть возможность читать онлайн «Clifford Simak: Un anillo alrededor del Sol» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 1977, ISBN: 978-84-350-0176-2, издательство: Edhasa, категория: Фантастика и фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Clifford Simak Un anillo alrededor del Sol

Un anillo alrededor del Sol: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un anillo alrededor del Sol»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

“Un anillo alrededor del sol” ha sido descrita en alguna ocasión como la maravillosa historia de un juguete infantil que abre las puertas de infinitos universos probables. La historia protagonizada por el escritor Jay Vickers, que se ve inmerso en un conflicto de consecuencias impredecibles y que afecta por igual a los dos lados del telón de acero, constituye, además de una intensa historia de intriga, la explicación más clara y divertida que se ha escrito jamás de la teoría de la relatividad. Aunando una estructura que le permite administrar hábilmente la información que va suministrando al lector con unos personajes muy bien construidos y un agudo sentido del humor, Clifford D. Simak logró en “Una anillo alrededor del sol” la que sin duda es su novela más inteligente y efectiva.

Clifford Simak: другие книги автора


Кто написал Un anillo alrededor del Sol? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Un anillo alrededor del Sol — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un anillo alrededor del Sol», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Sí que los es —le interrumpió ella— Oh, Jay, es lo más conveniente que pudo ocurrir. Yo rogaba que volvieras. Cuando supe que algo andaba mal temí que no…que no pudieras, que te hubiese ocurrido algo malo. Y rezaba, pero las plegarías estaban mal, porque no estoy acostumbrada a eso y me sentía hipócrita…

El teléfono era un aullido persistente.

El la soltó. Ann se sentó sobre el sofá-cama y tomó el receptor. Mientras tanto Vickers contemplaba el cuarto tratando de centrar la vista, la imagen de la muchacha, con sus propios recuerdos.

—Es para ti —dijo ella.

—¿Para mí?

—Sí, el teléfono. ¿Sabía alguien que estarías aquí?

Negó con la cabeza. Mientras se acercaba al teléfono y tomaba el receptor, se preguntó quién sería el que llamaba y por qué motivos lo hacia. De pronto se sintió asustado: sólo podía tratarse de una persona.

—Es el hombre de Neanderthal, Vickers —dijo una voz.

—¿Con garrote y todo?

—Con garrote y todo. Tenemos un asunto que discutir.

—¿En su oficina?

—Encontrará usted un taxi en la puerta. Lo está esperando.

Vickers soltó una risa más rencorosa de lo que pretendía.

—¿Cuánto hace que me viene siguiendo?

—Desde que salió de Chicago —respondió el otro, riendo entre dientes—. Tenemos el país atestado de analizadores.

—¿Averiguan muchas cosas?

—Un poco por aquí, otro por allá.

—¿Sigue teniendo confianza en esa arma secreta?

—Por supuesto, pero…

—Hable. Estamos entre amigos.

—Tendré que dejar esto en sus manos, Vickers. De veras. Pero dése prisa.

Y cortó la comunicación. Vickers bajó el receptor y lo miró fijamente por un momento antes de ponerlo sobre la horquilla.

—Era Crawford —dijo, dirigiéndose a Ann—. Quiere hablar conmigo.

—¿No hay problemas, Jay?

—No hay problemas.

—¿Volverás?

—Volveré.

—¿Sabes bien lo que estás haciendo?

—Ahora sí—respondió Vickers—. Ahora sé lo que hago.

CAPITULO 48

Crawford señaló con un ademán la silla que estaba junto a su escritorio. Vickers notó con sorpresa que era la misma en la cual se había sentado hacia sólo pocas semanas, al visitarlo con Ann.

—Me alegra volver a verlo —dijo Crawford—. Es una suerte que podamos entendernos.

—Sus planes deben estar dando buenos resultados —observó Vickers—. Se le ve más afable que la última vez.

—Siempre soy afable. Aunque a veces me sienta preocupado o afligido, suelo ser afable.

—No ha hecho atrapar a Ann Carter.

—No hay razones para hacerlo —respondió el gordo, meneando la cabeza—. Todavía no.

—Pero la tiene bajo observación.

—Todos ustedes están bajo observación. Al menos, los pocos que quedan.

—Podemos venir sin ser vistos cuantas veces se nos ocurra.

—No lo pongo en duda —admitió Crawford—. Pero ¿por qué se quedan por aquí?. Si yo fuera mutante no lo haría.

—Es que ustedes están derrotados y lo saben —dijo Vickers, aunque le habría gustado sentir realmente esa confianza.

—Podemos declarar una guerra. Con sólo alzar un dedo comenzarán los disparos.

—No lo harán.

—Ustedes nos están apretando demasiado. Tendremos que hacerlo como última defensa.

—¿Se está refiriendo usted a la idea del otro mundo?

—Exactamente.

Crawford miró fijamente al escritor; sus ojillos claros parecían asomar entre los rollos de carne.

—¿Qué pretende que hagamos? —preguntó— ¿Dejar que ustedes nos arrollen sin mover un dedo? Probaron con los chismes y pudimos detenerlos, aunque con métodos bastante violentos, lo admito. Pero ahora han salido con algo nuevo. Como los chismes no servían fabricaron una idea, una religión, una especie de fanatismo barato. Dígame, Vickers: ¿qué nombre dan ustedes a esto?

—Verdad desnuda.

—Sea lo que fuere, es efectivo. Demasiado efectivo. Hará falta una guerra para conjurarlo.

—Supongo que ustedes lo denominan subversión.

—Es subversión —respondió Crawford—. Ya está dando resultados, aunque hace pocos días que comenzó. La gente renuncia al empleo, abandona la casa y regala su dinero. Dicen que la pobreza es la llave para entrar al otro mundo ¿Qué truco es el que se tienen ustedes entre manos, Vickers?

—Dígame, Crawford: ¿ha averiguado usted qué pasa con quienes renuncian a los empleos y regalan su dinero?

Crawford se inclinó hacia adelante al responder:

—Eso es lo que nos asusta. Esas personas desaparecen. Antes de que podamos rodearlos han desaparecido.

—Pasan al otro mundo —explicó Vickers.

—No sé dónde van, pero si sé lo que ocurrirá si permitimos que esto prosiga. Nos abandonarán todos los trabajadores; unos pocos al principio, cada vez más y más, hasta que al cabo…

—Si quiere provocar esa guerra vaya oprimiendo el botón.

—No podemos permitir que ustedes nos hagan esto —dijo Crawford—. De algún modo los detendremos.

Vickers se puso de pie y se inclinó sobre el escritorio.

—Ustedes no tienen salvación, Crawford. Somos nosotros quienes no les permitiremos continuar. Somos nosotros quienes…

—Siéntese —indicó Crawford.

Vickers lo miró fijamente por un instante. Después, lentamente, volvió a ocupar la silla.

—Hay algo más —dijo Crawford—. Sólo una cosa más. Ya le hablé de los analizadores que hay en este cuarto. Bien, no están sólo aquí. Los hay por doquier: en las estaciones de ferrocarril, en las terminales de ómnibus, en los vestíbulos de los hoteles, en los restaurantes…

—Lo imaginaba. Así es como logró detectarme.

—Ya se lo advertí antes. No nos desprecie por ser meramente humanos. Esto es una organización de la industria mundial; podemos hacer cualquier cosa y hacerla con mucha celeridad.

—Pero se han pasado de listos —observó Vickers—. Esos analizadores les han revelado una serie de cosas que preferían no saber.

—¿Por ejemplo?

—Por ejemplo, que los industriales y los banqueros de esta organización son precisamente los mutantes contra quienes luchan.

—Como dije, tengo que poner todo en sus manos, Vickers. ¿Le molestaría decirme cómo hicieron para infiltrarlos?

—No son infiltrados, Crawford.

—Que no son…

—Comencemos por el principio. Quiero preguntarle qué entiende usted por mutante.

—Bueno, supongo que es un hombre común dotado de ciertos talentos extraordinarios: una mejor comprensión, la comprensión de ciertas cosas que nosotros no captamos.

—Supongamos ahora que alguien fuera mutante sin saberlo, creyéndose hombre normal. ¿Qué pasaría entonces? ¿A qué se dedicaría? Médico, abogado, mendigo o ladrón, llegaría a la cumbre en su terreno. Sería un cirujano eminente, un gran legislador, un artista de fama. También podría ser industrial o banquero.

Los ojillos azules centellearon en el rostro de Crawford. Vickers prosiguió:

—Usted está al mando de un grupo de mutantes, uno de los mejores que existen en la actualidad. Son hombres que no podríamos tocar, porque están demasiado vinculados al mundo normal. ¿Qué piensa hacer al respecto, Crawford?

—Absolutamente nada. No pienso informarlo ante ellos.

—En ese caso lo haré yo.

—No, no lo hará—dijo Crawford—. Porque usted está acabado. ¿Por qué cree que se ha salvado hasta ahora, a pesar de todos los analizadores? Porque lo he dejado seguir, eso es todo.

—Pensaba llegar a un trato conmigo.

—Tal vez, pero ya he abandonado esa esperanza. En otros tiempos era un punto a nuestro favor. Ahora es un peligro.

—¿Y me arroja a los leones?

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un anillo alrededor del Sol»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un anillo alrededor del Sol» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Larry Niven: Mundo anillo
Mundo anillo
Larry Niven
Clifford Simak: Contraption
Contraption
Clifford Simak
Clifford Simak: Skirmish
Skirmish
Clifford Simak
Clifford Simak: Worrywart
Worrywart
Clifford Simak
Clifford Simak: City
City
Clifford Simak
Отзывы о книге «Un anillo alrededor del Sol»

Обсуждение, отзывы о книге «Un anillo alrededor del Sol» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.