• Пожаловаться

Robert Heinlein: Puerta al verano

Здесь есть возможность читать онлайн «Robert Heinlein: Puerta al verano» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Madrid, год выпуска: 1986, ISBN: 84-270-1051-6, издательство: Martínez Roca, категория: Фантастика и фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Robert Heinlein Puerta al verano

Puerta al verano: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Puerta al verano»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En el avanzado planeta Tierra ya no es necesario matar a un enemigo para deshacerse de él. Sólo hace falta un “largo sueño”, un proceso que le mantiene congelado el tiempo preciso: un mes, un año, un siglo... Ésta es la historia de una víctima del “largo sueño”, un hombre que despierta en el futuro, pero que, sin embargo, descubrirá que es posible volver al pasado para cumplir su venganza. Una extraordinaria novela sobre el tema del viaje en el tiempo escrita por uno de los autores más galardonados de todos los tiempos, ganador de cuatro permios Hugo.

Robert Heinlein: другие книги автора


Кто написал Puerta al verano? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Puerta al verano — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Puerta al verano», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Además, había también la incitación directamente financiera, aquella sobre la cual las compañías hacían más hincapié: «Trabaje él mientras duerme». Estáte quieto y deja que lo que hayas ahorrado se convierta en una fortuna. Si tienes cincuenta y cinco años y tu caja de pensiones te paga doscientos al mes, ¿por qué no dejar que vayan pasando los años, despertar todavía a los cincuenta y cinco, y dejar que te paguen mil por mes? Y eso por no mencionar lo que supondría despertarse en un mundo nuevo y mejor, que probablemente te ofrezca una vida más larga y más sana durante la cual disfrutar de tus mil al mes. Este último argumento era el que realmente utilizaban a fondo las compañías, todas las cuales probaban, con número indiscutibles, que su selección de acciones acumulaba dinero con más rapidez que las otras. «¡Trabaje mientras duerme!»

Eso nunca me había atraído. No tenía cincuenta y cinco años, no quería retirarme, y no veía nada malo en mi época.

Es decir hasta hace poco. Ahora estaba retirado, tanto si me gustaba como sino (no me gustaba): en vez de estar en mi luna de miel me encontraba en un bar de segunda clase; en vez de mujer tenía un gato con muchas cicatrices y un gusto morboso por la ginger ale; y en cuanto a lo de gustarme mi época la hubiese cambiado por un cajón de botellas de ginebra, y las hubiese roto una tras otra.

Pero no estaba arruinado.

Metí la mano en mi americana, saqué un sobre y lo abrí, había en él dos cosas. Una era un cheque certificado, por una cantidad superior a la que nunca había tenido; la otra era un certificado de acciones en Muchacha de Servicio. Los dos documentos empezaban a estar un poco arrugados, pues los había llevado encima desde que me los entregaron.

¿Y por qué no?

¿Por qué no esconderme y dejar que mis preocupaciones se desvanecieran durante el sueño? Siempre sería mejor que alistarse en la Legión Extranjera, menos sucio que el suicidio, y me disociaría por completo de las personas y de los acontecimientos que me habían amargado la vida. Así que, ¿por qué no?

No me interesaba excesivamente la posibilidad de enriquecerme. Claro que había leído Cuando el dormido despierte — de H. G. Wells, no sólo cuando las compañías de seguros comenzaron a regalar ejemplares, sino antes, cuando no era más que una novela clásica; sabía de lo que eran capaces el interés compuesto y la plusvalía de las acciones. Pero no estaba seguro de disponer de suficiente dinero para comprar el Sueño Largo y al mismo tiempo efectuar un depósito lo bastante importante para que mi interés valiera la pena. El otro argumento me atraía más: meterme en la cama y despertar en un mundo diferente. Quizás en un mundo mucho mejor, según las compañias de seguros querían hacernos creer…, o quizá peor, aunque, desde luego, diferente.

Sin embargo, podía tener la seguridad de una diferencia importante: podía dormir lo suficiente para tener la certeza de que sería un mundo sin Belle Darkin, y sin Miles Gentry; pero sobre todo sin ha Belle. Si Belle estaba muerta y enterrada, podría olvidarla y olvidar lo me de lo que me había hecho, en vez de amargarme pensando en que sólo se encontraba a unos cuantos kilómetros de distancia.

Veamos, ¿cuánto tiempo sería necesario para eso?

Belle tenía veintitrés años, o así. Bueno, de todos modos tendría menos de treinta. Si yo dormía setenta años, ella estaría muerta y enterrada. Digamos setenta y cinco, para estar seguros.

Luego recordé los progresos de la geriatría: se hablaba de los ciento veinte años como una duración «normal». Quizá tuviese que dormir cien años. No tenía la seguridad de que ninguna compañía de seguros llegase a ofrecer tanto.

Luego me vino una idea levemente diabólica, inspirada por el calorcillo del whisky. No hacía falta dormir hasta que Belle hubiese muerto: era más de lo necesario —y una venganza adecuada contra una hembra — ser joven cuando ella fuese vieja. Lo bastante para fastidiaría; algo así como unos treinta años.

Sentí una pata, suave como un copo de nieve, sobre mi brazo:

—¡Msss.! —anunció Pet.

—Tragón —le dije, y le serví otro platillo de ginger ale. Me dio las gracias con una cortés espera, y luego comenzó a lamerlo.

Pero había interrumpido mí placentera y perversa meditación. ¿Qué diablos iba yo a hacer con Pet?

No se puede regalar un gato lo mismo que se regala un perro; no lo soportan. A veces continúan en la casa, pero no en el caso de Pet; para él yo era la única cosa estable en un mundo cambiante desde que lo habían separado de su madre, hacía nueve años… Incluso había conseguido conservarlo junto a mí en el Ejército, y eso sí que era difícil.

Él disfrutaba de buena salud, y probablemente continuaría así a pesar de que era una masa de cicatrices. Si conseguía corregir cierta tendencia a atacar con la derecha, seguiría ganando batallas y engendrando gatitos durante otros cinco años por lo menos.

Podía pagar para que lo mantuvieran en un hogar hasta que muriese (¡ni pensarlo!), o hacer que le dieran cloroformo (igualmente inimaginable), o abandonarlo… A eso es a lo que uno se ve reducido en el caso de un gato: o bien se sigue cumpliendo con la obligación que se ha asumido, o bien se abandona al desgraciado, se le deja en estado salvaje y se destruye su fe en la justicia eterna.

Del mismo modo que Belle había destruido mi fe.

Así pues, amigo Danny, vale más que lo olvides. Tu vida puede haberse agriado tanto como unos pepinillos, pero eso no te libera en lo más mínimo de cumplir tu obligación con este gato malcriado.

Apenas llegué a esa verdad filosófica, Pet estornudó: las burbujas se le habían subido a la nariz:

Gesundheit! — dije— y acostúmbrate a no beberlo tan rápido.

Pet no me hizo caso. En conjunto, sus modales eran mejores que los míos, y él lo sabía. Nuestro camarero había estado dando vueltas alrededor de la caja hablando con el cajero. Era la hora de poco trabajo después del almuerzo, y los otros clientes estaban en el bar. El camarero alzó la mirada cuando dije Gesundheit! y habló con el cajero. Los dos miraron hacia nosotros, el cajero levantó la portezuela del bar y se aproximó.

—Policías, Pet —dije en voz baja.

Miró alrededor y se escondió en el maletín y yo junté los bordes del cierre. El cajero se acercó y se inclinó sobre mi mesa, mirando rápidamente a los dos asientos.

—Lo siento, amigo —dijo tranquilamente—, pero tendrá que sacar ese gato.

—¿Qué gato?

—Ese al que estaba dando de comer en este platillo.

—No veo ningún gato.

Esta vez se inclinó y miró bajo la mesa.

—Lo tiene usted en ese maletín —dijo acusadoramente.

—¿Maletín? ¿Gato? —dije perplejo—. Amigo mio, supongo que estará usted empleando una figura retórica…

—¿Qué? No utilice usted palabras raras. Tiene un gato en ese maletín. Ábralo.

—¿Tiene un mandato judicial?

—¿Cómo? No diga tonterías.

—Es usted quien dice tonterías al pedirme que le enseñe el interior de mi maletín sin un mandato judicial. Enmienda cuarta. Además, hace ya años que terminó la guerra. Y ahora que nos hemos puesto de acuerdo, haga el favor de decir al camarero que traiga lo mismo. O tráigamelo usted…

Se entristeció.

—Amigo, no se trata de nada personal, pero tengo que pensar en la licencia. «Ni perros ni gatos», lo dice en la pared. Nuestro objetivo es mantener un establecimiento en condiciones higiénicas.

—Pues han fracasado. —Levanté mi vaso—. ¿Ve usted las marcas de lápiz de labios? Debería vigilar a su lavaplatos, en vez de dedicarse a registrar a sus clientes.

—No veo ninguna marca…

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Puerta al verano»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Puerta al verano» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Carlos Fuentes: Instinto De Inez
Instinto De Inez
Carlos Fuentes
Robert Silverberg: Por el tiempo
Por el tiempo
Robert Silverberg
George Martin: Sueño del Fevre
Sueño del Fevre
George Martin
Javier Negrete: El sueño de los dioses
El sueño de los dioses
Javier Negrete
Robert Silverberg: La estrella de los gitanos
La estrella de los gitanos
Robert Silverberg
Отзывы о книге «Puerta al verano»

Обсуждение, отзывы о книге «Puerta al verano» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.