Charles Sheffield - La caza de Nimrod

Здесь есть возможность читать онлайн «Charles Sheffield - La caza de Nimrod» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 1987, ISBN: 1987, Издательство: Ediciones B, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La caza de Nimrod: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La caza de Nimrod»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una inteligencia artifical escapa al control de sus creadores y elabora sus propios planes sobre lo que quiere hacer, sin imporrtarle para ello el ser violenta para conseguirlo. Los humanos se unen a un grupo de razas alienígenas para trabajar juntas en la solución del problema, pero tienen muy diferentes ideas sobre cómo abordar el asunto.

La caza de Nimrod — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La caza de Nimrod», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—¿Adonde vas?

—De vuelta a casa. A la Tierra. Ya he tenido bastante de Horus y Ceres —se levantó—. Supongo que debería darte las gracias por haberme salvado la vida, pero quizás no sea lo apropiado. Fue culpa mía. Ésa es la otra razón por la que vine, para decirte que soy responsable de que intentaran asesinarte.

Mondrian se rió con aspereza.

—Si te vas a la Tierra, iré contigo. Tengo que hacer una visita en cuanto me dejen salir de aquí. Lo demás que dices son tonterías. No causaste el atentado, y no sé por qué piensas que lo hiciste. También resultaste herida, mira tu brazo.

—No puse la bomba, pero hice que la pusieran.

Mondrian extendió la mano para agarrar a Tatty y hacer que volviera a sentarse junto a la cama. Su presa fue mucho más fuerte de lo que ella había esperado. Tal vez podría marcharse inmediatamente.

—No puedes hacer una afirmación como ésa y no decir nada más. ¿Quién intentó matarnos?

—Chan Dalton. No intentaba matarnos..., iba a por ti. Dio la casualidad de que los demás estábamos allí.

—Tatty, estás delirando. ¿A dónde quieres llegar?

Tatty dudó y trató de disimular. Por fin, bajo presión, le contó a Mondrian toda la historia: los largos días en Horus, su creciente desesperación respecto a los progresos de Chan, su soledad, su ira contra Mondrian... y la utilización final de su retrato como objeto para que Chan lo odiase.

El escuchó, atento y comprensivo, y cuando terminó se recostó de nuevo en la almohada y sacudió la cabeza.

—No puedo probar que estés equivocada, pero miremos primero los hechos seguros. Primero, Chan debe haber sobornado al camarero. ¿Qué es lo que dice éste?

—No era un camarero de verdad. Desapareció después del atentado.

—Bueno, tal vez no fuera un camarero, pero ciertamente no era Chan Dalton. ¿Sabía Chan de antemano adonde íbamos a cenar?

—Dice que no..., simplemente nos siguió hasta allí.

—Muy bien. Entonces ¿cómo pudo conseguir que alguien preparara una bomba en ese momento? Eso requeriría una cuidadosa preparación y un plan previo. ¿Dónde podría encontrar Chan una bomba? Ha llegado a Ceres hace poco, y no tiene contactos en ninguna parte. Recuerda que Chan puede parecer que tiene veinte años, y Kubo dice que aprende las cosas rapidísimamente, pero en términos de contacto adulto con el mundo sólo tiene un par de meses de edad. Y ése es el punto más concluyente: Chan es un recién llegado aquí. Por más inteligente que sea ahora, no pudo obtener los materiales y el conocimiento necesarios en tan poco tiempo. Si no recuerda lo que estaba haciendo cuando sucedió el atentado, lo acepto. Pero la amnesia no es un crimen, y no creo que tenga nada que ver con la explosión. —Mondrian suspiró y se tocó suavemente la frente con la punta de los dedos—. Tráemelo. Déjame que hable con él diez minutos y te garantizo que probaré que no tiene nada que ver con el atentado. Lo probaré para tu satisfacción tanto como para la mía. ¿De acuerdo?

—No puedo traértelo —Tatty parecía agobiada. Su voz era seca y hosca—. Ya no está aquí. Esro, ¿sabes lo que hice? Chan nos siguió hasta el restaurante, entonces dice que tuvo una especie de apagón mental y no sabe lo que sucedió. Le dije que había causado el atentado, y que casi nos mató. Él se horrorizó, pero me creyó. No sabía qué hacer. Así que le ayudé..., le ayudé a escapar.

—¿De Ceres? Qué tontería. No podría hacerlo, necesitaría un permiso de desplazamiento.

—Esro, no comprendes. Ya lo tiene.

—¿Entonces quién fue el loco que le proporcionó uno? Le sacaré la piel a tiras.

—Tú lo hiciste. Recuerda que lo preparaste con antelación para que pudiera estar listo cuanto antes a fin de pasar al tratamiento con el equipo perseguidor. Le pedí a Kubo Flammarion que le hiciera el resto de los tests preliminares a la mayor brevedad posible, y Chan los aprobó fácilmente. Así que podía pasar a la siguiente fase, el entrenamiento con los alienígenas. Ahora no está en Ceres, sino en Barján. Entrenándose.

Lo que Tatty decía era casi correcto. Chan estaba entrenándose para formar parte del grupo perseguidor, pero no estaba en Barján en ese momento, sino a cuatro mil metros sobre la superficie del planeta en un aerocoche de seguridad, recibiendo su última lección sobre su manejo.

—Recuerda ahora —dijo la piloto alegremente—. Después de que me sueltes, estarás solo. Ninguna recogida, ninguna entrega. No nos envíes ningún mensaje hasta que hayas destruido a la Criatura Simulacro... o te rindas.

Se rió, como si su última sugerencia estuviera fuera de toda duda. La mujer era pequeña y regordeta, con ojos marrones de aspecto soñoliento. Cuando ella pilotaba, la nave parecía deslizarse sin problemas a través de los vientos cambiantes de Barján. Sólo cuando le dieron la oportunidad de tomar los controles, descubrió Chan que las corrientes de aire eran fuertes e impredecibles. Mantener el nivel del vuelo requería atención constante, y aterrizar y despegar en el planeta desértico era siempre peligroso.

Chan empezó a descender. A mil metros de altura comenzó a describir círculos, buscando el lugar de aterrizaje. Las sacudidas eran más fuertes y mantener la altitud constante requirió todos sus esfuerzos.

—¿Lo ha hecho alguien? —preguntó—. ¿Renunciar a destruir la Criatura Simulacro y pedir que lo devolvieran al punto de partida?

—No exactamente en la forma que estás pensando.

La piloto se rió tranquila, pero no perdía detalle. Sus manos no se alejaban más que unos milímetros del duplicado de los mandos. Chan agradecía que no los hubiera tocado mientras él pilotaba el aparato.

—Seréis el quinto grupo de entrenamiento aquí —continuó—. Y hasta ahora ya se ha graduado uno.

—¿Qué les pasó a los otros?

—Bueno, el primer grupo fue pan comido. Los dejé a los cuatro en el campamento. Uno cada vez: Humano, Remiendo, Ángel y Tubo-Rilla. Los cuatro descubrieron que podían trabajar bien juntos. Organizaron la búsqueda del Simulacro, lo encontraron en tres días y lo destruyeron. Fin de la historia. Sin problemas. Los enviamos de nuevo a Dembricot para sus preparativos finales; ahora deben de estar en Travancore, enfrentándose a la criatura real.

—¿Ése era el equipo de Leah Rainbow? —preguntó Chan ansiosamente.

Había localizado el área de aterrizaje e iniciaba la maniobra de aproximación.

—Claro. ¿La conoces? Chica lista. El primer grupo lo hizo tan bien que pensamos que todos los demás lo harían igual. Nos equivocamos de medio a medio. Llegó el segundo equipo. Una semana después, el Tubo-Rilla pidió que lo dieran de baja. Sin explicaciones. Ese equipo todavía está a la espera de otro Tubo-Rilla que ocupe la plaza del primero. El Equipo Tres... Tu alineamiento está bien, pero aterrizaríamos mejor si redujeras la velocidad. Eso es. Aguanta ahí. ¿Dónde estaba? El Equipo Tres. Bueno. Llegó, se llevaron bien entre sí, buscaron su Simulacro y lo encontraron. Pero los atrapó.

—¿Los mató?

—Demonios, no —la piloto se inclinó hacia atrás y cerró los ojos en cuanto la nave tocó el suelo, ligera como una pluma—. Los Simulis no matarían a ningún equipo, están diseñados para no hacerlo. Pero sí dan quebraderos de cabeza. Este, en concreto, se lo puso tan difícil que se separaron. Los recogí y todos se fueron a casa. Así que en ésas estamos, uno de tres. —Miró por la ventanilla y asintió con aprobación. Se habían posado en el centro exacto del círculo de aterrizaje—. Supongo que lo conseguiréis. El Equipo Cuatro fue el peor de todos. Se organizaron, buscaron el Simuli, lo encontraron y estuvieron a punto de mandarlo al diablo hecho pedazos. Y entonces la Tubo-Rilla no pudo soportarlo. Ni aunque fuera solamente un Artefacto Simulado. Y el humano del grupo —un tipo grande y rubio que no haría daño a una mosca— se volvió loco y quiso coserla a tiros. Lo habría hecho si el Remiendo no se hubiera metido de por medio. Pero eso convenció a todo el Grupo Estelar, una vez más, de que los humanos somos unos locos asesinos. Y si piensas que eso no causó un incidente interestelar, hizo la vida aquí más dura...

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La caza de Nimrod»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La caza de Nimrod» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Charles Sheffield - Godspeed (novel)
Charles Sheffield
Charles Sheffield - Marea estival
Charles Sheffield
Charles Sheffield - Proteo desencadenado
Charles Sheffield
Charles Sheffield - El ascenso de Proteo
Charles Sheffield
Charles Sheffield - Le guide dell'infinito
Charles Sheffield
Charles Sheffield - The Amazing Dr. Darwin
Charles Sheffield
Charles Sheffield - Resurgence
Charles Sheffield
Charles Sheffield - Divergence
Charles Sheffield
Charles Sheffield - The Compleat McAndrews
Charles Sheffield
Charles Sheffield - The Spheres of Heaven
Charles Sheffield
Отзывы о книге «La caza de Nimrod»

Обсуждение, отзывы о книге «La caza de Nimrod» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x