Harry Harrison - ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!

Здесь есть возможность читать онлайн «Harry Harrison - ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 1976, ISBN: 1976, Издательство: Acervo, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Lunes, 9 de agosto de 1999. El siglo está en sus postrimerías. Nueva York posee una población de 35 millones de seres humanos. Viven hacinados en las casas, en los cementerios de coches que en otro tiempo fueron aparcamientos, en los viejos barcos anclados a orillas del Hudson, en los depósitos militares cerrados hace tiempo... y algunos ni siquiera tienen un techo donde guarecerse y viven simplemente en las calles. El petróleo se ha agotado, los vegetales se están agotando, la carne es un artículo de súper lujo, la gente vive a base de galletas y sucedáneos extraídos del mar, el agua está racionada, y cualquier accidente puede romper este precario equilibrio. Y en Nueva York vive el policía Andrew Rusch, cuyo trabajo es investigar los crímenes que se producen diariamente en la ciudad, pero también cargar contra las muchedumbres que simplemente piden comida y agua.
Peor en ese miserable mundo, que puede ser el nuestro dentro de muy pocos años, en el que todo escasea excepto la necesidad, ni siquiera la policía tiene efectivos suficientes para llevar a cabo su trabajo.

¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio! — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Cada instante transcurrido en la refrigerada habitación hacía que Andy se encontrara mejor. Había dejado de sudar, y casi había olvidado su jaqueca. Sonrió.

—Estrictamente entre nosotros, estoy de acuerdo con usted. Pero soy policía y tengo la obligación de hacer un informe, sin descartar ninguna posibilidad. Esto tiene todo el aspecto de un robo con fractura: alguien forzó la puerta, O'Brien le sorprendió robando, y el ladrón le golpeó con la palanqueta que había utilizado para forzar la puerta. —Inclinó la mirada hacia la inmóvil figura—. ¿Quién era… a qué se dedicaba? O'Brien es un apellido corriente.

—Tenía algún negocio —dijo Tab evasivamente.

—No me está ayudando demasiado, Fielding. Piense un poco.

Tab miró hacia la cerrada puerta del cuarto de baño y se encogió de hombros.

—No sé lo que hacía, exactamente… y tengo el suficiente sentido común para no preocuparme por las actividades del señor O'Brien. Supongo que no eran demasiado legales, y tenían algo que ver con la política también: sé que recibía aquí a personajes importantes, incluso de la Alcaldía…

Andy hizo chasquear sus dedos.

—O'Brien… ¿No será Big Mike O'Brien?

—Así era como le llamaban.

—Big Mike… — Bueno, no se ha perdido gran cosa. De hecho, podríamos perder a unos cuantos más como él y no les echaríamos de menos.

—No sé nada acerca de eso —Tab miraba fijamente delante de sí, con el rostro inexpresivo.

—Relájese. No trabaja ya para él. Su contrato acaba de ser cancelado.

—Me han pagado hasta final de mes. Terminaré mi trabajo.

—Su trabajo terminó en el momento en que este individuo recibió el golpe mortal. Creo que será mejor que cuide de la muchacha.

—Eso voy a hacer —el rostro de Tab se relajó, y miró al detective—. No va a ser fácil para ella.

—Lo superará —dijo Andy secamente. Sacó su cuaderno de notas y su estilográfica—. Ahora voy a hablar con ella, necesito un informe completo. Quédese en el apartamento hasta que haya hablado con ella y con los empleados del edificio. Si sus relatos corroboran el suyo, no habrá ningún motivo para retenerle a usted.

Andy sacó una bolsa de polietileno de su bolsillo y la deslizó de modo que el hierro se introdujera en ella, sin tocarlo; luego desprendió el arma del cráneo cogiéndola a través de la bolsa, lo más abajo posible; salió con bastante facilidad, y la herida sólo dejó escapar un hilillo de sangre. Precintó la bolsa, cogió una funda de almohada de la cama y dejó caer en ella la bolsa y la llanta de hierro. Así no habría quejas por llevar el hierro ensangrentado a la vista por la calle… y si actuaba como era debido podría quedarse con la funda de almohada. Extendió una sábana sobre el cadáver antes de llamar a la puerta del cuarto de baño.

Shirl abrió la puerta unos centímetros y alzó la mirada hacia él.

—Quiero hablar con usted —dijo Andy, y entonces recordó que el cadáver estaba en el suelo, detrás de él—. ¿Hay otra habitación…?

El cuarto de estar; yo iré delante.

Abrió del todo la puerta y salió, andando una vez más pegada a la pared y sin inclinar la mirada hacia el suelo. Tab estaba sentado en el vestíbulo y les miró en silencio mientras pasaban.

—Instálese cómodamente —dijo Shirl—. Vuelvo en seguida. —Entró en la cocina.

Andy se sentó en el diván, que era muy blando, y colocó su cuaderno de notas sobre su rodilla. Otro acondicionador de aire zumbaba en la ventana, y las cortinas que colgaban desde el techo hasta el suelo estaban casi cerradas del todo, de manera que la tamizada luz resultaba muy agradable. El televisor era un monstruo. Había cuadros en las paredes, al parecer realmente pintados a mano, libros, una mesa de comedor y sillas de madera rojiza. Todo muy elegante, para ciertas personas.

—¿Quiere un trago? —inquirió Shirl desde la cocina, sosteniendo en alto un vaso de forma alargada—. Esto es vodka.

—Estoy de servicio, gracias de todos modos. Le aceptaré un poco de agua fresca.

Shirl se presentó con una bandeja y, en vez de entregarle su vaso a Andy, lo apretó contra el brazo del diván, al alcance de la mano del detective. Cuando lo soltó el vaso permaneció allí, desafiando la gravedad. Andy tiró de él y el vaso quedó en su mano, libre; entonces vio que había unas anillas de metal rodeando el cristal, de modo que debajo de la tela tenían que haber imanes ocultos. Muy original. Por algún motivo desconocido, aquello le irritó y, después de beber unos sorbos de agua fría, y sin ningún sabor extraño, dejó el vaso en el suelo, junto a su pie.

—Me gustaría hacerle algunas preguntas —dijo, trazando una gruesa línea en su cuaderno de notas—. ¿A qué hora salió usted del apartamento esta mañana?

—A las siete en punto, cuando Tab entra de servicio. Quería terminar la compra antes de que el calor apretara demasiado.

—¿Cerró la puerta detrás de usted?

—Es automática, se cierra sola; no hay manera de dejarla abierta a menos de que se bloquee con algo.

—¿Estaba vivo O'Brien cuando usted se marchó?

Shirl le miró con una expresión furiosa en los ojos.

—¡Desde luego! Estaba dormido, roncando. ¿Acaso cree que le maté yo ? —la expresión de furor se convirtió en un rictus de dolor mientras la muchacha recordaba lo que estaba tendido en la otra habitación; bebió un rápido sorbo de su vaso.

La voz de Tab llegó desde el umbral de la puerta.

—Cuando toqué el cuerpo del señor O'Brien todavía estaba caliente. Quienquiera que le mató tuvo que hacerlo muy poco antes de nuestra llegada…

Vaya a sentarse y no vuelva a asomar la nariz aquí —exclamó Andy bruscamente, sin volver la cabeza. Bebió un sorbo de agua helada y se preguntó por qué estaba tan excitado. Quienquiera que hubiese liquidado a Big Mike le había hecho un favor a la ciudad. Todas las probabilidades estaban en contra de que lo hubiera hecho esta muchacha. ¿Cuál podría haber sido el motivo? la miró fijamente y ella captó su mirada y volvió la cabeza, tirando al mismo tiempo de su falda sobre sus rodillas.

—Lo que yo crea no tiene importancia —dijo, pero las palabras no le dejaron satisfecho ni siquiera a él mismo—. Mire, señorita Greene, soy un simple policía cumpliendo con su obligación. Dígame lo que quiero saber, para que pueda anotarlo y transmitirlo al teniente, para él pueda redactar un informe. Personalmente, no creo tenga usted nada que ver con este asesinato, pero todos modos tengo que formular las preguntas.

Fue la primera vez que la vio sonreír, y le gustó. Fue una sonrisa ancha y amistosa, que arrugó su naricita. Era una muchacha encantadora y saldría adelante, sí, conquistaría a alguien cargado de dólares. Andy inclinó la mirada hacia su cuaderno de notas y trazó una gruesa raya debajo de Big Mike .

Tab cerró la puerta detrás de Andy cuando el detective se marchó, y esperó unos minutos para asegurarse de que no iba a presentarse de nuevo. Entró en el cuarto de estar y se situó de modo que pudiera vigilar la puerta del vestíbulo y saber inmediatamente si alguien la abría.

—Señorita Shirl, hay algo que debe usted saber.

Shirl andaba por su tercer trago largo, pero el alcohol no parecía producirle ningún efecto.

—¿De qué se trata? —preguntó con tono cansado.

—No intento inmiscuirme en sus asuntos personales, ni mucho menos, y no sé nada acerca del testamento del señor O'Brien…

—Deja de pensar en él, Tab. Lo he visto, y todo irá a parar a manos de su hermana. Ninguna mención para mí… y tampoco para ti.

—No estaba pensando en mí mismo —dijo Tab, fríamente, y la expresión de su rostro se endureció. Shirl lamentó inmediatamente haber pronunciado aquellas palabras.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!»

Обсуждение, отзывы о книге «¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x