Greg Bear - La fragua de Dios

Здесь есть возможность читать онлайн «Greg Bear - La fragua de Dios» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Gijón, Год выпуска: 1988, ISBN: 1988, Издательство: Júcar, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La fragua de Dios: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La fragua de Dios»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

26 de junio de 1996: Europa, la sexta luna de Júpiter, desaparece repentinamente de los cielos, sin dejar tras de sí la menor huella de su existencia. 28 de septiembre de 1996: en el Valle de la Muerte, en California, en pleno corazón de los Estados Unidos, aparece un cono de escoria volcánica que no se halla registrado en ningún mapa geológico de la zona, y a su lado es hallada una criatura alienígena que transmite un inquietante mensaje: “Traigo malas noticias: la Tierra va a ser destruida…”
1 de octubre de 1996: el gobierno australiano anuncia que una enorme montaña de granito, un duplicado casi perfecto de Ayers Rock, ha aparecido de pronto en el Gran Desierto Victoria; junto a ella, tres resplandecientes robots de acero traen consigo un mensaje de paz y amistad…
Así se inicia una de las más apasionantes novelas de ciencia ficción de los últimos tiempos, que combina sabiamente el interés científico, la alta política internacional y la amenaza de una invasión alienígena, para ofrecernos una obra apasionante con una profundidad temática raras veces alcanzada, que se lee de un tirón hasta la última página.

La fragua de Dios — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La fragua de Dios», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—¿Luchar contra la Caldera, contra la Roca?

—Nos han confundido. Al menos esto lo han conseguido…, sean quienes sean. Hacer volar a sus propios emisarios. ¡Jesús! Vaya golpe maestro. Ofrecernos dos historias, luego hacer que ambas parezcan mentiras. Y hemos sido una audiencia realmente buena. Ya es hora de hacer lo que podamos.

—¿Y qué es eso?

—¿No has pensado en ello?

—De acuerdo —admitió Arthur—. Lo he hecho.

—Tienes que restablecer tus canales de comunicación con el presidente. Animar a McClennan y a Rotterjack para que sigan. Si eso queda fuera de cuestión…

—Ya es demasiado tarde.

—… entonces hablar con Schwartz. Él sabe condenadamente bien cuál va a ser la reacción del público. Los norteamericanos no van a aceptarlo tan fácilmente.

—Odio ver las encuestas referidas a cuánta gente cree todo lo que está ocurriendo.

—Liderazgo —dijo Harry con voz ronca—. Tiene que afirmar su liderazgo. Y tenemos que defendernos.

Arthur asintió, abstraído.

—Matar a Cook. ¿Recuerdas?

Arthur agitó la cabeza.

—Sólo si no son omnipotentes.

—Si lo son, ¿por qué deberían intentar confundirnos? —preguntó Harry con rostro sombrío. Aferró más fuertemente la mano de Art-hur. Hubo un tiempo en que la presa de Harry podía hacerte polvo los nudillos. Ahora era una fuerte e insistente presión, pero no más—. Tienen que creer que podemos hacerles daño de algún modo.

Arthur asintió. Sin embargo, se le había ocurrido otra conclusión, y aquello le asustó. Se sentía incapaz de expresarla con palabras, y por supuesto no pensaba revelársela a Harry ahora. Mete un palo en el hormiguero, pensó. Observa cómo las hormigas se afanan a su alrededor. Aprende acerca de ellas. Luego pisotea el hormiguero.

—¿Has pensado acerca de lo que me ocurrirá si tú no sales de ésta? —preguntó Arthur.

—Invitarás a Ithaca a Oregón, harás que se instale allí. Le presentarás a tus amigos. Buscarás a alguien prometedor que necesite una buena mujer. Conseguirás que se case de nuevo.

—Cristo —dijo Arthur, ahora llorando.

—Mira —dijo Harry, con las lágrimas rodando también por sus mejillas—, sé que te ocuparás.

—Eres un maldito bastardo.

Harry giró la cabeza a un lado y se secó los ojos con la funda de una almohada.

—Nunca he sentido celos de ti. Podía pasarme años sin verte, porque sabía que estabas ahí. Pero Ithaca. Será mejor que el que le presentes sea un tipo condenadamente bueno. Si alguien ha de meterse entre sus caderas aparte de yo, será mejor que sea un tipo que me caiga bien.

—Deja esto.

—De acuerdo. Estoy cansado. ¿Te quedas a cenar? Todavía puedo comer. No sé si podré seguir haciéndolo pasada la semana próxima. Los tratamientos a la antigua usanza.

Arthur le dijo que tenía que coger el avión. Quedarse a cenar quedaba fuera de cuestión.

—Llámame mañana, entonces —dijo Harry—. Manténme informado.

—Apuesta a que sí.

—Y habla un poco más con Hicks. Él puede reemplazarme.

Arthur agitó la cabeza ante la simple idea.

—No quiero darte la impresión de que todo esto me ha dejado clavado al colchón —dijo Harry—. Llevo días teniendo locos pensamientos. Pronto voy a empezar a ponerlos por escrito.

—¿Locos pensamientos? —murmuró Arthur.

—Poniéndolo todo en perspectiva. Los alienígenas, mi cáncer, la Tierra, todo.

—Esto está bien.

—Apuesta a que sí. Mantiene mi mente lejos del resto de toda esta locura —se golpeó el pecho y el abdomen con la mano—. Incluso puede que resulte útil, en algún momento…

—Me gustará saber sobre ello —dijo Arthur.

Harry asintió.

—Lo sabrás. Pero no ahora. La cosa todavía no ha cuajado.

29

15 de noviembre

El taxi azul y blanco rugió y se bamboleó por la serpenteante carretera que ascendía la ladera de la colina a una tremenda velocidad y eficiencia. Samshow permanecía sentado rígido en la parte de atrás, inclinándose a uno y otro lado contra las curvas, preguntándose si no hubiera debido rechazar la invitación cuando había tanto trabajo por hacer. Afuera, la jungla nocturna pasaba velozmente por su lado, interrumpida de tanto en tanto por las iluminadas entradas a senderos particulares y por las fantasmales casas que flotaban encima de la ladera. Más abajo, visible ocasionalmente por entre los árboles, se extendía el brillante joyero que era Honolulú.

Sand le había dicho que habría gente interesante en la fiesta. Él había pasado delante hacía dos horas. El Glomar Descubridor había atracado en Pearl Harbor aquella mañana, y la invitación de Gina Fusetti había llegado por teléfono a las diez. La señora Fusetti, esposa del profesor de física de la Universidad de Hawai Nathan Fusetti, era conocida en todo el Pacífico por sus fiestas.

—No podemos rechazar su invitación —había dicho Sand—. Además, necesitamos unas cuantas horas de descanso.

Samshow había aceptado, reluctante.

Con los dedos vacilando sobre una palma llena de billetes de a dólar y cambio, pagó y dio propina al conductor, y retrocedió rápidamente para evitar el chorro de gravilla de las ruedas de atrás. Luego se volvió y contempló la amplia casa pseudojaponesa a dos niveles envuelta con centenares de linternas de papel con bombillas eléctricas en su interior, con su sendero de acceso de piedra flanqueado por tikis esculpidos en lava con los ojos iluminados con velas.

Incluso desde donde estaba ahora podía oír hablar a la gente…, pero no una música fuerte, por lo cual se sintió profundamente agradecido.

Una mujer joven y alta abrió la puerta a su llamada y sonrió alegremente.

—¡Mamá! —llamó—. Aquí tenemos a otro. ¿Quién es usted?

—Walt Samshow —dijo Samshow—. ¿Y usted?

—Tanya Fusetti. Mis padres…, ya sabe. Estoy aquí con mi novio.

—¡Usted tiene que ser el doctor Samshow! —Gina Fusetti avanzó vivamente por el arco que conducía al semihundido comedor, frotándose las manos y sonriendo alegremente. A punto de cumplir los setenta años, con el pelo completamente blanco, contempló a Samshow con los ojos entrecerrados, con una sonriente adoración, y lo condujo al interior, equipándole con una cerveza (Asahi) y un plato de papel con entremeses variados (atún teriyaki y verduras crudas)—. Nos complace enormemente tener con nosotros a un escritor y científico tan distinguido como usted —dijo la señora Fusetti, sonriendo con su sonrisa de mil vatios—. El señor Sand está en una de las habitaciones de atrás con algunos amigos… Nos dijo que vendría.

Sand apareció por una puerta lateral.

—Walt, me alegra que finalmente haya venido. Hay algo extraordinario…

—¡Ah, aquí está! —La mujer hizo una inclinación de cabeza hacia ambos, aún sonriendo—. ¡Es un placer tan grande el tener a hombres capaces de decir algo cuando hablan! —La llegada de otro invitado la alejó. Mientras se marchaba, le lanzó un gesto explícito con ambas manos: diviértase, disfrute de la fiesta.

Es realmente extraordinaria —dijo Samshow.

—Actúa así con todo el mundo. Es un encanto.

—¿Has asistido antes a sus fiestas?

—Durante un tiempo salí con la mayor de sus hijas.

—Nunca me dijiste nada de eso.

Sand agitó la cabeza y sonrió.

—¿Conoce usted a Jeremy Kemp? Él dice que le conoce a usted.

—Compartimos un camarote hace años, creo; alguna expedición… No, fue durante un seminario en Woods Hole. Kemp. Geofísico, terremotos, ¿no es eso?

—Correcto. —Sand le empujó hacia delante—. Tenemos que hablar. Es una auténtica coincidencia que él esté aquí y nosotros también. Y tengo que decirle que de alguna forma quebranté las reglas. Traje conmigo nuestras observaciones.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La fragua de Dios»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La fragua de Dios» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La fragua de Dios»

Обсуждение, отзывы о книге «La fragua de Dios» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x