• Пожаловаться

Arthur Clarke: Cita con Rama

Здесь есть возможность читать онлайн «Arthur Clarke: Cita con Rama» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, год выпуска: 1989, ISBN: 84-7386-190-6, издательство: Ultramar, категория: Фантастика и фэнтези / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Arthur Clarke Cita con Rama

Cita con Rama: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cita con Rama»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La llegada al Sistema Solar,hacia el año 2130, del monstruoso Rama, esa masa de cuarenta kilómetros de longitud, plantea a los científicos de la Tierra una serie de enigmas a estudiar y resolver. ¿Se trata de un astro con luz propia? ¿Es acaso un meteorito escapado del cinturón de Van Allen, o es un vehículo espacial, una aeronave tripulada por seres de una suprema inteligencia o tal vez teledirigido desde algún planeta del Cosmos infinito? Cosmonautas y hombres de ciencia, a la par, dedican todos sus esfuerzos, todos sus conocimientos, a encontrar la solución a tales enigmas, algunos de los cuales podrán aclararse mientras que otros seguirán siendo un misterio cuando Rama, esa verdadera incógnita volante, abandone nuestro sistema planetario para hundirse de nuevo en las procelosas profundidades del insondable espacio cósmico.

Arthur Clarke: другие книги автора


Кто написал Cita con Rama? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Cita con Rama — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cita con Rama», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Ese fue un grave error táctico de su parte, porque los tres más ardientes partidarios de la teoría «estado estable modificado» eran asimismo miembros del Consejo. Estaban secretamente de acuerdo con Davidson en que la caza de asteroides era un despilfarro; sin embargo…

El profesor Davidson perdió por un voto.

Tres meses más tarde, la sonda espacial rebautizada Sita fue lanzada desde Fobos, la luna interior de Marte.

El tiempo de vuelo era de siete semanas, y se le dio al instrumento su máxima potencia sólo cinco minutos antes de ser interceptado. Simultáneamente, se liberó una serie de cámaras fotográficas en el momento de pasar junto a Rama para tomarlo desde todos los ángulos.

Las primeras imágenes, desde una distancia de diez kilómetros, paralizaron las actividades de toda la humanidad. En un billón de pantallas de televisión apareció un diminuto cilindro sin rasgos característicos, cuyas dimensiones iban en aumento segundo a segundo. Cuando alcanzó el doble de su tamaño, nadie podía ya pretender que Rama fuera un objeto natural.

Su cuerpo formaba un cilindro tan geométricamente perfecto que bien podía haber sido trabajado en un torno; desde luego un torno con sus puntas a cincuenta kilómetros una de otra. Ambos extremos eran bien planos, con excepción de algunas pequeñas estructuras que se levantaban en el centro de una de las caras, y medían veinte kilómetros de largo. A distancia, cuando no había sentido de escala, Rama se parecía cómicamente a una olla doméstica común.

Rama creció hasta llenar la pantalla. Su superficie era de un gris apagado, pardusco, tan descolorida como la de la Luna, y completamente desprovista de señales excepto en un punto. En la mitad de¡ cilindro se extendía una mancha de un kilómetro de ancho, como si algo se hubiese estrellado allí, desparramándose, una eternidad atrás.

No había señales visibles de que el impacto hubiera causado el más ligero daño a la corteza giratoria de Rama; pero esa mancha era la que había producido la ligera fluctuación en el brillo que condujera al descubrimiento realizado por Stenton.

Las imágenes de las otras cámaras no agregaron nada nuevo. No obstante, las trayectorias trazadas por sus cápsulas a través del pequeñísimo campo gravitatorio de Rama proporcionaron otra vital pieza de información: la masa del cilindro.

Era demasiado liviana para un cuerpo sólido. Aunque a nadie le sorprendió mucho, estaba claro que Rama debía ser hueco.

El largamente esperado, largamente temido encuentro, se produciría al fin. La humanidad estaba a punto de recibir a su primer visitante venido de las estrellas.

4. Encuentro

Durante los minutos finales antes de cumplirse la cita con Rama, el comandante Norton recordaba esas primeras transmisiones televisivas, tantas veces repasadas por él en videotape. Pero había algo que ninguna imagen electrónica podía absolutamente reflejar, y era el abrumador tamaño de Rama.

No había recibido nunca una impresión semejante al descender en un cuerpo natural como la Luna o Marte. Esos eran «mundos», y uno esperaba que fueran grandes. También había descendido al Júpiter VIII, que era un poco más grande que Rama, y le pareció un objeto pequeño.

No resultaba tan dificil resolver la paradoja. El hecho de que Rama era un artefacto, millones de veces más pesado que cualquier objeto puesto alguna vez por el hombre en el espacio, alteraba por completo su criterio, su sentido de las proporciones. Rama tenía una masa de lo menos tres trillones de toneladas; para cualquier astronauta éste no era sólo un pensamiento impresionante sino también aterrador. No era extraño que él experimentara a veces una sensación de insignificancia y hasta de abatimiento, mientras ese cilindro de cincelado metal sin edad llenaba más y más el cielo.

Predominaba también en su ánimo una sensación de riesgo totalmente nueva en su experiencia. En todo descenso anterior siempre supo qué esperar; estaba siempre presente la posibilidad de un accidente, nunca la de una sorpresa. Con Rama, la sorpresa era la única cosa segura.

Ahora, el Endeavour, la nave espacial, giraba a menos de mil metros sobre el Polo Norte M cilindro, en el centro mismo del disco de lento girar. Tal extremo habla sido elegido porque era el que iluminaba la luz del sol; mientras Rama rotaba, las sombras de las cortas y enigmáticas estructuras próximas al eje se deslizaban rápidamente a través de la llanura de metal. La faz septentrional de Rama era un gigantesco cuadrante solar que medía el paso veloz de sus días de cuatro minutos.

Hacer descender una nave espacial de cinco mil toneladas en el centro de un disco giratorio era la menor de las preocupaciones de Norton. No difería mucho de la tarea de posarla en el eje de una gran estación espacial; los jets laterales del Endeavour ya le hablan impreso un giro equivalente, y podía confiar en el teniente Joe Calvert para que la depositara con la suavidad de un copo de nieve, con o sin la ayuda del computador de navegación.

—Dentro de tres minutos —anunció Calvert sin apartar los ojos de la pantalla— sabremos si Rama está hecho de antimateria.

Norton respondió con una pequeña mueca, recordando algunas de las más espeluznantes teorías respecto al origen de Rama. Si tales improbables especulaciones resultaban ciertas, en escasos segundos se produciría la más gigantesca explosión habida desde la formación de¡ sistema solar. La aniquilación total de diez mil toneladas proveería por un breve lapso a los planetas de un segundo sol.

No obstante, los responsables de la misión habían previsto incluso esta remota contingencia. El Endeavour habla expelido vapor hacia Rama con uno de sus jets desde una prudente distancia de mil kilómetros. Nada absolutamente sucedió cuando la nube de vapor se expandió y llegó a destino. Y una reacción materia-antimateria que implicara nada más que unos pocos miligramos habría producido una impresionante exhibición de fuegos artificiales.

Norton, como todos los comandantes espaciales, era un hombre cauto. Había observado atenta y largamente la faz septentrional de Rama antes de elegir el punto del descenso. Después de pensarlo mucho, decidió eludir el lugar obvio: el centro exacto, en el propio eje. Un disco circular bien marcado, de unos cien metros de diámetro, estaba centrado en el polo, y él tenía la firme sospecha de que ése debía ser el precinto exterior de una enorme cerradura aérea. Los seres que hablan construido ese mundo hueco debieron disponer de algún medio para llevar sus naves espaciales al interior. Ese era el lugar lógico para una entrada principal, y en consecuencia pensó que sería imprudente bloquearla con su propia nave.

Empero, esta decisión provocó otros problemas. Si el Endeavour descendía aunque fuese a unos metros de distancia del eje, el rápido girar de Rama hada que comenzara a desplazarse del polo. Al principio la fuerza centrífuga seria muy débil, pero también continua e inexorable. A Norton no le gustó el pensamiento de ver deslizarse su nave a través de la llanura polar a una velocidad que se acrecentaría minuto a minuto, hasta ser despedida al espacio a mil kilómetros por hora cuando alcanzara el borde del disco.

Cabía en lo posible que el reducidisimo campo gravitatorio de Rama —alrededor de un milésimo del de la Tierra— evitase que esto sucediera. Podría ocurrir que retuviera al Endeavour contra la planicie con una fuerza de varias toneladas, y si la superficie era lo bastante áspera, la nave se mantendría próxima al polo. Pero Norton no tenía la menor intención de equilibrar una fuerza de fricción desconocida con una muy cierta fuerza centrífuga.

Por suerte los diseñadores de Rama hablan previsto la solución. A distancias iguales alrededor del eje polar, se levantaban tres estructuras bajas Y redondas, de diez metros de diámetro más o menos. Si el Endeavour descendía entre dos de estas estructuras, la corriente centrífuga lo levantaría y lo empujada hacia ellas, y entonces quedaría retenido firmemente en el lugar, como una embarcación apretada contra el muelle por el impulso de las olas.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Cita con Rama»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cita con Rama» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Arthur Clarke: Rendezvous with Rama
Rendezvous with Rama
Arthur Clarke
Arthur Clarke: Rama île buluşma
Rama île buluşma
Arthur Clarke
Arthur Clarke: Rendezvous cu Rama
Rendezvous cu Rama
Arthur Clarke
Arthur Clarke: Encontro com Rama
Encontro com Rama
Arthur Clarke
Arthur Clarke: O jardim de Rama
O jardim de Rama
Arthur Clarke
Отзывы о книге «Cita con Rama»

Обсуждение, отзывы о книге «Cita con Rama» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.