Joe Haldeman - La guerra interminable

Здесь есть возможность читать онлайн «Joe Haldeman - La guerra interminable» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Barcelona, Год выпуска: 1978, ISBN: 1978, Издательство: Edhasa, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La guerra interminable: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La guerra interminable»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Iniciada en 1997, la guerra con los taurinos se arrastra desde hace siglos. Pasando de un mundo a otro a velocidades superiores a la de la luz, las tropas de la guerra interminable envejecen sólo unos pocos días mientras en la Tierra pasan los años; una Tierra más y más irreconocible en cada nueva visita.
Premio Nebula en 1975; premios Hugo y Locus en 1976.

La guerra interminable — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La guerra interminable», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—No —respondí, pensando en aquellos zombies, los felices robots.

—Bueno, mejoró un poco. Después empeoró. Gracias.

Un recluta le trajo la bebida; era una mezcla borboteante, de color verde en el fondo del vaso y chartreuse claro en la superficie. El coronel tomó un sorbo y prosiguió:

—Volvió a mejorar y a empeorar y a… No sé. Ciclos.

—¿Y cómo es ahora?

—Bueno, en realidad no estoy muy seguro. Tenemos montañas de informes, pero no es sencillo separar la verdad de la propaganda. La última vez que estuve allá fue hace doscientos años; por entonces las cosas estaban bastante mal. Es decir, eso depende de lo que uno prefiera.

—¿A qué se refiere usted?

—Veamos: había mucho movimiento. ¿Alguna vez oyó hablar del movimiento pacifista?

—No creo.

—¡Hum! El nombre es engañoso. En realidad era una guerra de guerrillas.

—¡Cómo! Creí que sabía nombre, rango y número de serie de cuantas guerras se habían producido en la Tierra desde Troya hasta ahora. Seguramente se olvidaron de ésa.

—Por buenas razones —respondió él, sonriendo—. La llevaban a cabo los veteranos sobrevivientes de Yod-3 8 y Aleph-40, según me han dicho. Obtuvieron la baja al mismo tiempo y decidieron encargarse de la FENU, allá en la Tierra. La población les prestaba mucho apoyo.

—Pero no ganaron.

—Aún estamos aquí—observó, haciendo girar el vaso, mientras los colores se mezclaban—. En realidad sólo estoy al tanto de los rumores. Cuando estuve allá la guerra había terminado, con excepción de algún sabotaje esporádico. Y no era precisamente un tema agradable para entablar conversación.

—Me sorprende un poco —observé—. Bueno, más que un poco. Me refiero a que la población terráquea hiciera algo contra los deseos del gobierno.

Él emitió un ruido nada comprometido.

—Y menos aún una revolución —proseguí—. Cuando estuvimos allá nadie era capaz de decir una palabra contra la FENU… o contra cualquiera de los gobiernos nacionales. Tenían el cerebro bien condicionado para aceptar las cosas tal como estaban.

—Ah, eso también es cíclico —dijo él, repantigándose—. No es cuestión de técnica. Si los gobiernos de la Tierra lo quisieran podrían dominarlo todo, hasta el pensamiento más trivial de cada ciudadano, desde la cuna hasta la tumba. No lo hacen porque resultaría fatal. Porque estamos en guerra. Fíjese en su propio caso: ¿recibió algún condicionamiento motivacional mientras estaba en el tanque?

Cavilé por un momento.

—Si fue así, no tengo por qué saberlo.

—Eso es cierto. En parte. Pero créame, han dejado en paz esa parte de su cerebro. Cualquier cambio de actitud con respecto a la FENU o a la guerra, ésta o cualquier otra, proviene sólo de sus nuevos conocimientos. Nadie se ha entrometido con sus motivaciones básicas. Y ya debería saber por qué.

Por el laberinto de mis nuevos conocimientos repiquetearon nombres, fechas y cifras:

—Tet-17, Sed-21, Aleph-14, el Lazlo… el informe de la comisión de emergencia Lazlo, en junio de 2106.

—Exactamente. Y, por extensión, su propia experiencia en Aleph-1. Los robots no resultan buenos soldados.

—Resultaron hasta el siglo xxi. El condicionamiento conductista era el sueño de cualquier general. Se podía formar un ejército con los mejores rasgos de la SS, la guardia pretoriana, la Horda de Oro y los Boinas Verdes.

El coronel rió por encima del borde del vaso.

—Ponga a ese ejército contra una brigada de hombres provistos de trajes de batalla modernos. Estará acabado en dos minutos.

—Siempre y cuando los hombres de la brigada no pierdan la cabeza y luchen como endemoniados para conservar la vida.

—La generación de soldados que provocó los informes Lazlo fueron condicionados desde el nacimiento para satisfacer alguna imagen de guerrero ideal. Operaban magníficamente en equipo, estaban sedientos de sangre y no daban mayor importancia a la supervivencia individual…, pero los taurinos les hicieron pedazos. También ellos luchaban sin preocuparse por los individuos, pero lo hacían mejor y eran más numerosos.

Kynock tomó un trago y se quedó mirando los colores de la bebida.

—He visto su análisis caracterológico —dijo—. Antes y después de la sesión en el tanque. Esencialmente es el mismo.

—Eso me tranquiliza —observé, mientras pedía por señas otra cerveza.

—Tal vez no es tan tranquilizador como usted cree.

—¿Por qué? ¿Dice que no voy a ser buen oficial? Se lo dije desde el principio: no tengo pasta de jefe.

—En un sentido tiene razón; en el otro, no. ¿Quiere saber qué dice el análisis?

—¿No es secreto? —respondí, encogiéndome de hombros.

—Sí, pero usted es mayor; puede revisar el análisis de cualquier persona bajo su mando.

—No creo que me depare muchas sorpresas.

Pero me sentía algo curioso. ¿Qué animal resiste la fascinación de los espejos?

—No. Dice que usted es pacifista. Un pacifista fallido, cosa que le ocasiona una ligera neurosis. La compensa transfiriendo la culpa al ejército.

La cerveza estaba tan fría que hizo que me dolieran los dientes.

—Hasta aquí no me sorprende.

—Si usted tuviera que matar a un hombre y no a un taurino, me parece dudoso que pudiera hacerlo. Aunque debe conocer mil formas diferentes de llevarlo a cabo.

No supe qué responder. Tal vez tenía razón.

—En cuanto a la pasta de jefe, tiene algunas condiciones en potencia, pero se prestaría más para dedicarse a la enseñanza o a las conferencias; preferiría mandar por medio de la empatia o la compasión. Tiene el deseo pero no la voluntad de imponer sus ideas en otra gente, lo cual significa que usted está en lo cierto: será endemoniadamente malo como oficial, a menos que se ponga en forma.

Me vi forzado a reír.

—La FENU ha de haberlo sabido cuando me ordenó someterme al adiestramiento para oficiales.

—Hay otros parámetros a tener en cuenta—dijo—. Por ejemplo, usted es adaptable, razonablemente inteligente y analítico. Y es una de las once personas que han sobrevivido a toda la guerra.

—La supervivencia es virtud en los reclutas —comenté, sin poder resistir la tentación—, pero los oficiales deberían dar ejemplo de gallardía. Hundirse con la nave, avanzar hacia el parapeto como si no tuvieran miedo.

El coronel carraspeó, corrigiendo:

—No cuando el reemplazante más cercano está a mil años-luz de distancia.

—De cualquier modo no tiene sentido que me hayan traído desde Paraíso para intentar «ponerme en forma», cuando en Puerta Estelar hay muchos con mejores condiciones que yo. ¡Oh, Dios, la mentalidad militar!

—Sospecho que al menos la mentalidad burocrática tuvo algo que ver en el asunto. Usted tiene demasiada antigüedad como para ser simple recluta.

—Pero eso se debe tan sólo a la dilación cronológica. No he hecho más que tres campañas.

—Improcedente. Además eso supera en dos campañas y media lo que sobrevive el soldado medio. Los muchachos de publicidad le convertirán probablemente en una especie de héroe folclórico.

—¿Héroe folclórico? —pregunté, sorbiendo la cerveza— ¿Dónde está John Wayne, ahora que nos hace tanta falta?

—¿Quién fue John Wayne? Como nunca estuve en el tanque no soy experto en historia militar.

—No importa.

Kynock acabó su bebida y pidió al recluta que le trajera (lo juro por Dios) un «ron Antares».

—Bueno, se supone que soy su oficial de orientación cronológica. ¿Qué desea saber sobre el presente, o lo que pasa por tal?

Pero yo seguía con el tema anterior en la mente:

—¿Nunca estuvo en el tanque?

—No, eso es sólo para los oficiales de combate. Las instalaciones de computación y la energía que se consume en el proceso durante tres semanas mantendrían la Tierra entera en movimiento durante varios días. Es demasiado caro para aplicarlo a nosotros, que no hacemos sino calentar sillas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La guerra interminable»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La guerra interminable» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Joe Haldeman - The Coming
Joe Haldeman
Joe Haldeman - Work Done for Hire
Joe Haldeman
Joe Haldeman - Starbound
Joe Haldeman
Joe Haldeman - Marsbound
Joe Haldeman
Joe Haldeman - Worlds
Joe Haldeman
Joe Haldeman - Tricentenario
Joe Haldeman
Joe Haldeman - Forever Peace
Joe Haldeman
libcat.ru: книга без обложки
Joe Haldeman
Joe Haldeman - Camouflage
Joe Haldeman
Joe Haldeman - Guerra eterna
Joe Haldeman
Отзывы о книге «La guerra interminable»

Обсуждение, отзывы о книге «La guerra interminable» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x