Lorenzo Silva - La reina sin espejo

Здесь есть возможность читать онлайн «Lorenzo Silva - La reina sin espejo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La reina sin espejo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La reina sin espejo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Esta es la cuarta entrega de la serie de novelas protagonizadas por la pareja de la Guardia Civil: el sargento Bevilacqua y la cabo Chamorro. Bevilacqua comienza a acusar el paso de los años, incluso también su ayudante la cabo Chamorro, han crecido ambos en dimensión personal y literaria pero continúan siendo seres normales con sus virtudes y sus defectos pero bien alejados de los estereotipos habituales relacionados con la Guardia Civil.
La aparición de una mujer apuñalada en un pueblo de Zaragoza podría ser un trabajo más para el sargento Bevilacqua y la cabo Chamorro, pero éste es un caso fuera de lo común, la víctima es Neus Barutell, una célebre periodista casada con un consagrado escritor catalán, lo que atrae a la prensa más sensacionalista y somete a los investigadores de la Guardia Civil a una dosis suplementaria de presión. En estas peculiares circunstancias, Bevilacqua y su compañera deberán remover con sigilo las entrañas de una vida pública más allá de las apariencias y sumergirse en las flaquezas e inseguridades que se escondían tras la imagen solvente e impecable de la víctima. También será necesario rastrear con detalle sus últimos trabajos periodísticos. Las pesquisas llevan a nuestros protagonistas a Barcelona y las primeras pistas apuntan a un crimen pasional en un mundo de vanidades, lleno de tapujos y secretos y con ramificaciones hasta los sórdidos bajos fondos de la ciudad.
Esta novela incorpora elementos fundamentales vinculados a una gran urbe como Barcelona: emerge con fuerza la sociedad de los últimos años, con nuevos delitos como la prostitución nacida de la explotación del inmigrante, y por supuesto con nuevos medios, como es el uso de los chats de Internet, y las muchas posibilidades que los móviles han dado a la investigación criminal. Hay una sensibilidad respecto a las nuevas realidades sociales que la Guardia Civil de 2005 tiene entre las manos, la cuestión catalana, y las rivalidades de Guardia Civil, Mossos d`Esquadra, policía nacional, etc., metiéndose en la boca del lobo de la nueva situación política, que ha tenido que lidiar muchas refriegas fronterizas porque las competencias cedidas han dibujado otro escenario para la propia Guardia Civil. La novela trata el asunto con cuidado exquisito, pero no deja nada sin decir respecto a todos los problemas de esta nueva situación plagada de conflictos nuevos y de cambios.
La reina sin espejo nos sumerge en una indagación compleja y fascinante en la que los guardias civiles deberán, entre otras muchas cosas, dilucidar enigmas literarios de Alicia a través del espejo, desentrañar relaciones cibernéticas y colaborar con la policía autonómica catalana para llegar a la resolución de un caso espinoso y difícil.
Lorenzo Silva trasciende con esta novela el género policíaco en un texto colmado de intrigas, bajas pasiones e ironía y lo conjuga con su prosa más conseguida y acertada hasta el momento.
En palabras recogidas en una entrevista al autor:?Me gustaría que esta historia, aparte de para entretener, sirviera para reflexionar sobre esta extraña civilización que estamos construyendo en los albores del siglo XXI. Donde la gente, de puro hipercomunicada, está más sola que nunca, y donde aquellos que consiguen sus metas se sienten a menudo fracasados?

La reina sin espejo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La reina sin espejo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Mejor para mí juzgó Gil-. No tengo ganas de ver más gilitos correteando por ahí. Ni ganas, ni euros para llenarles la andorga.

– Y dicen que también deja impotente -añadió mi compañera-. Claro, que eso sólo irá por aquellos que previamente funcionaran.

– Mira que eres siesa cuando te pones, ¿eh, mi cabo?

– No me refería a nadie en concreto, hombre.

Me senté con Chamorro mientras iba abriendo las sucesivas cuentas de correo de Neus e imprimiendo su contenido. La mayoría tenía pocos mensajes, y muy espaciados en el tiempo. En la bandeja de entrada abundaba el spam ; se veía que no era muy diligente para borrar el correo basura, o que andaba siempre con prisa. De cada tres mensajes, dos eran ofertas de préstamos instantáneos, de títulos universitarios sin necesidad de estudiar y de todo tipo de pastillas que podían proporcionar la felicidad o corregir en breve plazo cualquier anomalía o limitación física de quien las consumiera. Como ambos habíamos previsto, todo cambió al llegar a la bandeja de la cuenta just_a_kitten . El mensaje más antiguo era de hacía sólo tres semanas. Pero de ahí hasta la fecha misma de la muerte se sucedían hasta tres mensajes diarios, tanto entre los enviados como entre los recibidos. Y algo que no podía dejar de llamar la atención: sólo había dos direcciones a las que escribiera desde ahí. La que más aparecía era la de un tal whiterknight_79 , pero también se escribía bastante con nemosín_for_alice . Viendo uno y otro apodo, tanto mi compañera como yo comprendimos, sin necesidad de intercambiar una sola palabra, que ahí estaba el pastel que teníamos que abrir. La dejé convirtiendo en papel todos aquellos mensajes y volví junto a Gil y Ponce, que seguían con su pasatiempo.

– ¿El otro no enciende el teléfono?

– Ni de coña. Debe de ser un malo que te cagas -conjeturó Ponce-. Alguno de los que ya se han coscado de que les podemos tener puesto este rabo electrónico en cuanto aprietan la tecla de encendido.

– Pues ya sabéis lo que significa eso.

– ¿Hum? -dudó Ponce.

– Hay que hablar con la compañía y averiguar dónde se compró ese teléfono y todos los datos que tengan del comprador. Puede que no sean muchos, y si es alguien curtido en esto puede que el lugar tampoco nos diga gran cosa, pero debemos mirarlo por si acaso.

– A tus órdenes, mi sargento. Nos ocupamos.

En ese instante volvió a conectar el que teníamos localizado. Seguía en el barrio del Raval, según la pantalla. Ahora llamaba él, y la interlocutora era una mujer. Esta vez, hablaban ambos en catalán:

Escolta, que arrivo una mica tard .

Molt bé. Vols que li digui qualsevol cosa a la jefa ?

Que he trobat moltíssim tránsit. Pero que m'emporto el material, tot complet, i puc montar-ho abans de les set .

Més val, tu .

Fins ara.

Fins ara .

Y ahí cortó. Ponce me observó con expresión astuta.

– ¿Qué le parece, mi sargento? -dijo-. Para mí, que con esto ya tenemos trincado al pichón. ¿Me deja contarle lo que se me ocurre?

– Adelante -le invité.

– Ya sé que no soy Sherlock Holmes ni un experto de la unidad central como usted, mi sargento, y que por tanto mis ideas valen lo que valen -dijo, con un retintín que junto al usted y la insistencia irónica en llamarme mi sargento , no contribuyó mucho a predisponerme en su favor-. Pero deduzco que aquí el colega este se ha despistado por ahí para comer con alguien, se ha entretenido más de la cuenta y ahora va a pijo sacao hacia el lugar donde trabaja para rematar el encargo que le ha hecho su jefa, esa que parece que no tiene suficientes alegrías horizontales, o como a ella le guste ponerse, que tampoco voy a meterme en cómo lo tiene que hacer, no vaya a regañarme la cabo.

– Sí, mejor no te metas, anda -le rogó Chamorro, con gesto aburrido.

– Lo que calculo -prosiguió Ponce- es que dentro de poco tiempo el teléfono dejará de moverse y permanecerá en el mismo sitio durante al menos tres horas. El tiempo que necesita para montar lo que ha grabado, según acaba de decirle a la tía con la que hablaba. La maniobra es pan comido: cuando veamos que deja de moverse durante un tiempo prudencial, pongamos veinte minutos, es que está ahí. Acotamos la zona, buscamos productoras o empresas de televisión situadas dentro del perímetro, que con un poco de suerte no habrá más que una, nos vamos a la puerta y esperamos a que vaya saliendo la gente. Cuando veamos aparecer a un maromo que nos dé el tufo, llamadita al canto. Y el que lo coja, pues ése es. Como además parece un poco atropellado y un poco capullo, nos marcamos un seguimiento discreto. Si se mueve en coche, como parece por el sonido de la última conversación, ya es nuestro. Y si no, vamos tras él hasta su casa. En cualquier caso, me apuesto una paella para seis a que esta noche puedo decirte cómo se llama y alguna que otra cosa más. Si das tu permiso, claro.

Ahora volvía a tutearme. Pero no iba a tenerle demasiado en cuenta aquellas oscilaciones en el tratamiento, por lo demás habituales entre suboficiales y guardias que comparten fatigas. Lo cierto era que había tenido una idea simple, eficaz y económica para resolver aquella identificación. Y que el plan, además, debía ponerse en práctica sobre la marcha. Le sopesé la mirada, enfrenté luego la de Gil y les dije:

– Tenéis mi permiso. Y apúntate una, Ponce.

Chamorro continuaba dándole trabajo a la impresora, y en el semblante con que iba ojeando los folios que la máquina le escupía vi aquella concentración que la caracterizaba cuando estaba procesando material prometedor. Pensé que cada uno tenía en qué ocuparse y que como jefe del grupo únicamente me tocaba dejarles afanarse en la labor y esperar a que me trajeran resultados. Así que les anuncié:

– Me voy a hablar con Robles. Ponce y Gil, cuando tengáis ubicado al pajarito, le dais cuenta a la cabo de dónde vais, que para eso es la jefa en mi ausencia, y hacéis lo que hemos acordado. Y a ti, Chamorro, te veo luego. Ve avanzando con eso todo lo que puedas.

Asintió, absorta. Ni siquiera le importó quedarse con aquellos dos.

Me cité con Robles en la cafetería de la comandancia. Apenas tuve que esperarle diez minutos. Poco después entraron un hombre de paisano en la cuarentena y una mujer treintañera de uniforme, que al ver al subteniente se vinieron directos hacia nosotros.

– A sus órdenes, mi subteniente -dijo la mujer, muy seria. Era de complexión más o menos robusta, y tenía ese aire de estar siempre prevenida común a las veteranas, las guardias de las primeras promociones que habían debido abrirse paso frente a reservas y recelos que las más nuevas habían conocido ya muy atenuados.

– Mira, qué a tiempo -dijo Robles-. La cabo primero Jimena y el inspector Cruz, de quienes ya te hablé. Y éste es el sargento Vila. Bueno, en realidad se llama Belculibabia o algo así, pero yo siempre le he llamado Vila para no equivocarme, y os aconsejo que hagáis igual. Ya os he dicho quién es: la vedette de los necrófilos de Madrid. Por eso nos lo han mandado para que resuelva lo de la Neus Barutell.

– Gracias -le dije-. Es Bevilacqua, como él bien sabe -me dirigí a los otros-, pero sí, llamadme Vila, que cuesta menos y ya estoy resignado. Y de vedette y de necrófilo tengo lo que él de diplomático.

Les estreché las manos. Jimena forzó una sonrisa y Cruz me pareció un poco más distante. Ambos estaban ahí porque Robles los había convocado, pero me hice cargo de que era un viernes por la tarde y el plan no era lo que más debía de apetecerles a aquellas alturas de la semana. Les invité a sentarnos sin más demora para abreviar el asunto.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La reina sin espejo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La reina sin espejo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La reina sin espejo»

Обсуждение, отзывы о книге «La reina sin espejo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x