Tess Gerritsen - El cirujano

Здесь есть возможность читать онлайн «Tess Gerritsen - El cirujano» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El cirujano: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El cirujano»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un asesino silencioso se desliza en las casas de las mujeres y entra en las habitaciones mientras ellas duermen. La precisión de las heridas que les inflige sugiere que es un experto en medicina, por lo que los diarios de Boston y los atemorizados lectores comienzan a llamarlo «el cirujano». La única clave de que dispone la policía es la doctora Catherine Cordell, víctima hace dos años de un crimen muy parecido. Ahora ella esconde su temor al contacto con otras personas bajo un exterior frío y elegante, y una bien ganada reputación como cirujana de primer nivel. Pero esta cuidadosa fachada está a punto de caer ya que el nuevo asesino recrea, con escalofriante precisión, los detalles de la propia agonía de Catherine. Con cada nuevo asesinato parece estar persiguiéndola y acercarse cada vez más…

El cirujano — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El cirujano», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Dos y veinte -dijo Rizzoli.

– Exacto. Ahora la pregunta es si de la mañana o de la tarde. Vamos al extremo superior de la foto, donde se ve un rincón de la ventana. La cortina está corrida, pero pueden ver un intersticio aquí, donde los bordes de la tela no se juntan. No hay luz filtrándose. Si ese reloj estaba en hora, esta foto fue tomada a las dos y veinte de la mañana.

– Sí, pero, ¿de qué día? -dijo Rizzoli-. Pudo haber sido anoche o el año pasado. Maldición, ni siquiera sabemos si fue el Cirujano el que tomó esta foto.

Brody la miró ofendido.

– Todavía no terminé.

– Está bien, ¿qué más?

– Deslicemos un poco más la imagen. Observen la muñeca derecha de la mujer. Está tapada por la tela adhesiva. ¿Pero ven ese bulto oscuro allí? ¿Qué suponen que es eso? -Apuntó y apretó el botón del mouse. El detalle de la foto apareció amplificado.

– Todavía no nos indica nada -dijo Crowe.

– Vamos a acercarnos más aún. -Volvió a hacer clic con el mouse. El bulto oscuro adoptó una forma reconocible.

– Jesús -dijo Rizzoli-. Parece un caballito. ¡Es el brazalete de fantasía de Elena Ortiz!

Brody la miró con una mueca.

– ¿Soy bueno o no?

– Es él -dijo Rizzoli-. Es el Cirujano.

– Volvamos a la mesa de luz -dijo Moore.

Brody retrocedió a la pantalla completa y movió la flecha hacia el rincón inferior.

– ¿Qué quieres ver?

– Tenemos el reloj que nos indica las dos y veinte. Y luego están esos dos libros bajo el reloj. Vean sus lomos. El libro superior refleja la luz.

– Sí.

– Tiene un forro de plástico que lo protege.

– Sí… -dijo Brody, sin entender del todo a dónde apuntaba Moore.

– Amplía el lomo del libro superior -dijo Moore-. Fíjate si se puede leer el título del libro.

Brody apuntó y le dio un clic.

– Parecen dos palabras -dijo Rizzoli-. Veo la palabra «el».

Brody volvió a ampliar acercando el zoom.

– La segunda palabra comienza con una «g» -dijo Moore-. Y vean esto. -Dio unos golpecitos a la pantalla-. ¿Ven ese cuadradito en la base del lomo?

– ¡Ya sé a dónde quieres llegar! -dijo Rizzoli excitada-. El título. Vamos. Necesitamos el maldito título.

Brody apuntó y marcó un clic más.

Moore miró fijamente la pantalla, a la altura de la segunda palabra del lomo. Luego se volvió rápidamente en busca del teléfono.

– ¿Qué me perdí? -preguntó Crowe.

– El título del libro es El gorrión -dijo Moore, marcando el número de la operadora-. Y ese cuadradito en el lomo, apuesto a que es un número de catálogo.

– Es un libro de biblioteca -dijo Rizzoli.

Una voz apareció en la línea.

– Operadora.

– Habla el detective Moore, del Departamento de Policía de Boston. Necesito un contacto de emergencia con la Biblioteca Pública de Boston.

– Jesuítas en el espacio -dijo Frost desde el asiento de atrás-. De eso trata el libro.

Bajaban por la calle Center, Moore al volante, con las sirenas encendidas. Dos patrulleros iban delante de ellos.

– Mi mujer pertenece a un círculo de lectores, ¿saben? -dijo Frost-. Recuerdo que me habló de El gorrión.

– ¿Así que es ciencia ficción? -preguntó Rizzoli.

– No, es una de esas cosas de religión profunda. ¿Cuál es la naturaleza de Dios? Ese tipo de material.

– Entonces no necesito leerlo -dijo Rizzoli-. Conozco todas las respuestas. Soy católica.

Moore vio la calle que cortaba y dijo:

– Estamos cerca.

La dirección que buscaban era en Jamaica Plain, un barrio al oeste de Boston, situado entre Franklin Park y la zona limítrofe de Brookline. El nombre de la mujer era Nina Peyton. Una semana atrás se había llevado un ejemplar de El gorrión de la sede de Jamaica Plain. De todos los socios del área de Boston que habían sacado ejemplares del libro, Nina Peyton había sido la única en no atender el teléfono a las dos de la mañana.

– Aquí estamos -dijo Moore, mientras el patrullero que tenían delante doblaba por la calle Eliot. Lo siguió una cuadra más y frenó tras él.

Las luces del patrullero lanzaban surrealistas relámpagos azules hacia la noche mientras Moore, Rizzoli y Frost se acercaban a la galería principal de la casa. Una luz mortecina resplandecía dentro.

Moore miró a Frost, que asintió y rodeó la casa hasta la puerta trasera.

Rizzoli golpeó la puerta principal mientras gritaba:

– ¡Policía!

Esperaron unos segundos.

Rizzoli volvió a golpear, esta vez más fuerte.

– Señorita Peyton, es la policía. ¡Abra la puerta!

Se produjo otra pausa de tres segundos. De repente la voz de Frost chilló en sus radios.

– Hay un panel de vidrio roto en esta ventana.

Moore y Rizzoli intercambiaron miradas, y sin decir una palabra tomaron la decisión.

Con la culata de su linterna, Moore rompió el panel de vidrio próximo a la puerta principal, metió el brazo dentro y destrabó el pasador de la puerta. Rizzoli fue la primera en entrar en la casa, moviéndose casi a gatas, el arma trazando un arco. Moore iba tras ella, con la adrenalina al máximo mientras registraba una rápida sucesión de imágenes. Piso de madera. Un ropero abierto. Cocina al frente, living a la derecha. Una sola lámpara brillaba sobre una mesita.

– El dormitorio -dijo Rizzoli.

– Vamos.

Llegaron al pasillo, Rizzoli delante, su cabeza moviéndose a izquierda y derecha mientras pasaban por el baño y un cuarto de huéspedes, ambos vacíos. La puerta al final del pasillo estaba apenas entreabierta; no podían ver más allá, en la oscuridad que había detrás.

Con las manos húmedas sosteniendo el arma y el corazón desbocado, Moore se plantó contra la puerta. Le aplicó una ligera patada con el pie.

El olor de la sangre, caliente y espeso, lo cubrió por completo. Encontró el interruptor de la luz y lo encendió. Antes incluso de que la imagen golpeara sus retinas, supo lo que vería. Sin embargo, no estaba totalmente preparado para el horror.

El abdomen de la mujer estaba completamente abierto. Jirones de visceras sobresalían por la incisión, y colgaban como grotescas guirnaldas a un lado de la cama. La sangre brotaba del cuello abierto y se acumulaba en un charco extenso en el piso.

A Moore le llevó una eternidad procesar lo que estaba viendo. Sólo entonces, mientras registraba todos los detalles, comprendió su significado. La sangre, todavía fresca, continuaba derramándose. La ausencia de rociado arterial en la pared. El charco creciente de sangre oscura, casi negra.

De inmediato cruzó el cuarto hacia el cuerpo, pisando con sus zapatos el centro de la sangre.

– ¡Moore! -gritó Rizzoli-. ¡Estás contaminando la escena!

Apretó sus dedos contra el lado intacto del cuello de la víctima.

El cadáver abrió los ojos.

«Dios santo. Está viva».

Ocho

Catherine se incorporó rígidamente en la cama. El corazón le golpeaba el pecho y cada uno de sus nervios estaba electrizado por el temor. Miró en la oscuridad, luchando por aplacar su pánico.

Alguien golpeaba la puerta del cuarto de guardia.

– ¿Doctora Cordell? -Catherine reconoció la voz de una de las enfermeras de emergencias-. ¿Doctora Cordell?

– ¿Sí? -dijo Catherine.

– Tenemos un caso de traumatismo en camino. Pérdida masiva de sangre, heridas en el cuello y el abdomen. Sé que el doctor Ames la cubría esta noche, pero está retrasado. El doctor Kimball podría necesitar su ayuda.

– Dígale que allí estaré. -Catherine encendió el velador y miró el reloj. Eran las tres menos cuarto de la mañana. Había dormido sólo tres horas. El vestido de seda verde seguía doblado sobre la silla. Se veía como algo extraño, de la vida de otra mujer, no de la suya.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El cirujano»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El cirujano» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
Tess Gerritsen
Tess Gerritsen - Czarna loteria
Tess Gerritsen
Tess Gerritsen - Keeper of the Bride
Tess Gerritsen
Tess Gerritsen - Harvest
Tess Gerritsen
Tess Gerritsen - The Keepsake
Tess Gerritsen
Tess Gerritsen - The Apprentice
Tess Gerritsen
Tess Gerritsen - Body Double
Tess Gerritsen
Tess Gerritsen - Vanish
Tess Gerritsen
Tess Gerritsen - Call After Midnight
Tess Gerritsen
Tess Gerritsen - Laikoma kalta
Tess Gerritsen
Tess Gerritsen - Pažadėk, kad grįši
Tess Gerritsen
Отзывы о книге «El cirujano»

Обсуждение, отзывы о книге «El cirujano» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x