Alex Kava - Sin Aliento

Здесь есть возможность читать онлайн «Alex Kava - Sin Aliento» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Sin Aliento: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Sin Aliento»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Lo llamaban el Coleccionista, porque seguía el ritual de reunir a sus víctimas antes de deshacerse de ellas de la manera más atroz imaginable. La agente especial del FBI Maggie O'Dell le había seguido la pista durante dos largos años, terminando por fin con aquel juego del gato y el ratón. Pero ahora Albert Stucky se había fugado de la cárcel… y estaba preparando un nuevo juego para Maggie O’Dell.
Desde que atrapara a Stucky, había estado caminando sobre la cuerda floja, luchando contra sus pesadillas y la culpabilidad por no haber podido salvar a las víctimas. Ahora que Stucky estaba de nuevo en libertad, la habían apartado del caso, pero sabía que era cuestión de tiempo que la volvieran a aceptar… Cuando el rastro de víctimas de Stucky comenzó a apuntar cada vez más claramente a Maggie, ésta fue incorporada de nuevo al caso bajo la supervisión del agente especial R. J. Tully. Juntos tendrían que enfrentarse a una carrera contrarreloj para atrapar al asesino, que siempre iba un sangriento paso por delante. Pero Maggie sentía que había llegado al límite. ¿Su deseo de detener a Albert Stucky se había convertido en una cuestión de venganza personal? ¿Había cruzado la línea? Tal vez ése fuera el objetivo de Stucky desde el principio… convertirla en un monstruo.

Sin Aliento — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Sin Aliento», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Tess se miró en el retrovisor, molesta porque aquellos recuerdos pudieran aún arrugarle la frente y hacerle rechinar los dientes. Tras la muerte de sus tíos, había dejado la granja vacía, negándose a poner un pie en ella. Con el tiempo reunió el valor necesario para venderla, pero primero ordenó arrasar la casa y sus desvencijados cobertizos y se aseguró personalmente de que el sótano, su particular cámara de castigo, fuera derruido y colmatado por los bulldozers. Sólo después fue capaz de vender la granja.

Le habían pagado por ella un precio razonable, y gracias a ello había podido emprender una nueva vida, lo cual parecía justo, pues aquel lugar le había arrebatado la mitad de su vida. El dinero le permitió volver al colegio, sacarse el título de agente inmobiliario y comprar y amueblar una casita de ladrillo visto en un barrio agradable de una ciudad tranquila, donde nadie la conocía.

Tras conseguir el trabajo en Heston Inmobiliaria, se apuntó a varias asociaciones empresariales. Delores la hizo socia del Club de Campo Skyview, insistiendo en que era esencial para conocer a posibles clientes. Sin embargo, a Tess aún le costaba trabajo verse a sí misma como socia de un club de campo. Era allí donde había conocido a Daniel Kassenbaum. Ello había supuesto una tremenda victoria, la prueba fehaciente de su nuevo y próspero estilo de vida. Si era capaz de ganarse el aprecio de alguien tan sofisticado, arrogante, instruido y culto como Daniel, sería capaz de hacer cualquier cosa, de ir a cualquier parte.

Se recordó que Daniel le convenía. Era estable, ambicioso, pragmático y, lo que era aún más importante, un hombre respetado. Todo lo que ella quería, o más bien necesitaba, en la vida. Que él no supiera cómo tocarla, ni ello lo preocupara, a Tess le importaba muy poco desde una perspectiva amplia de las cosas. Además, de todos modos no estaba enamorada de él. Prefería no arriesgar sus afectos. El amor y las emociones nunca habían sido para ella ingredientes esenciales de una relación conveniente. En todo caso, habían sido ingredientes para el desastre.

Tess detuvo el Miata delante del 5349 de Archer Drive. Recorrió el callejón con la vista y comprobó que, en efecto, había llegado demasiado pronto. No había ni rastro de su cita de las diez. En realidad, no se veía ni un alma. Los vecinos del barrio habían emprendido ya su largo trayecto hacia sus lugares de trabajo, y aquéllos que podían quedarse en casa seguramente seguían en la cama. Decidió aprovechar el tiempo que le quedaba para asegurarse de que la casa de estilo colonial, de dos plantas, estaba presentable.

Se miró en el espejo una vez más. ¿Desde cuándo eran tan profundas las arrugas en torno a su boca y sus ojos? Por primera vez en su vida, empezaba a aparentar la edad que tenía.

Le había costado años llegar adonde estaba. Daniel era una pieza importante del puzzle de su nueva imagen profesional. Le confería credibilidad. No podía echarlo todo a perder ahora. Pero, entonces, ¿por qué el recuerdo de Will Finley con aquella toalla azul, tan ágil y guapo, seguía despertando en ella emociones que había enterrado hacía mucho tiempo?

Sacudió la cabeza y agarró el maletín; cerró la puerta del coche demasiado fuerte, y el eco retumbó en el silencio de la calle. Para compensar aquel ruido, caminó sigilosamente por la acera, procurando que sus tacones no repiquetearan.

La casa llevaba más de ocho meses en venta, y en los últimos tres casi nadie había ido a verla. Sin embargo, los vendedores seguían manteniendo el mismo precio de venta. Como sucedía con muchas de las casas de las afueras de Newburgh Heights, el dinero no suponía problema para sus propietarios, lo cual dificultaba las negociaciones de la venta.

Tess se dispuso a abrir la cerradura de la puerta blindada, pero la llave giró con excesiva suavidad. El cerrojo no sonó. La llave no estaba echada y, al entrar en el vestíbulo, Tess comprobó que el sistema de alarma había sido desactivado.

Capítulo 31

– Maldita sea -masculló Tess, y apretó el interruptor de la luz. Sí, había electricidad, así que no había razón para que no funcionara el sistema de alarma.

Anotó mentalmente que debía comprobar quién era el último agente que había enseñado la casa. Sin necesidad de comprobarlo, adivinó que era uno de esos cretinos de Hermanos Peterson. Aquellos tipos siempre se olvidaban de esas cosas, y tenían la ética profesional de un proxeneta. Últimamente circulaban rumores de que uno de los hermanos estaba usando las casas vacías para organizar sórdidas orgías.

De pronto, Tess recordó que el dormitorio principal de aquella casa era particularmente grande y tenía un baño con claraboya.

– Más les vale que esté limpio.

Revisó su reloj. Sólo faltaban quince minutos. Dejó el maletín en una esquina del cuarto de estar, se arremangó la chaqueta del traje y comenzó a subir las escaleras, deteniéndose un momento para quitarse los zapatos. Esa mañana no estaba de humor para tonterías. Su abandono sigiloso de la cama de Daniel había erosionado sus nervios y su paciencia. Daniel estaría llegando a la oficina en ese momento. Suerte que había dejado el móvil en el coche, porque, conociéndolo, seguro que llamaría sólo para echarle la bronca.

Subió corriendo las escaleras. Estaba a medio camino cuando oyó que la puerta de entrada se abría. El cliente llegaba pronto. ¿Por qué tenía que llegar pronto? Tess volvió a bajarse las mangas, buscó sus mocasines de piel y, encontrando primero uno y luego otro, se los puso discretamente. Cuando llegó al pie de la escalera, un hombre moreno y alto vagaba por el espacioso cuarto de estar. Las ventanas estaban desnudas, y la luz del sol entraba a raudales, cegadora, envolviendo por completo su figura.

– ¿Hola?

– Sé que llego un poco pronto.

– No se preocupe -Tess logró que no se le notara el enojo en la voz. Pero deseó haber tenido tiempo de revisar el dichoso dormitorio principal.

Él se volvió, y sólo entonces reparó ella en el bastón blanco. Al instante se preguntó cómo habría llegado hasta allí. Miró por la ventana, pero no vio rastro de otro vehículo en la glorieta.

Adivinó que tendría más o menos su edad, entre treinta y cinco y cuarenta años, aunque le resultaba difícil determinar la edad de la gente cuando no podía verles los ojos. Los cristales de sus gafas de sol Ray-Ban eran particularmente oscuros. Tess se fijó en su sedosa camisa de diseño con el cuello abierto, en su costosa chaqueta de cuero y en sus pantalones chinos bien planchados. Se sorprendió mirando si algo desentonaba. Sus rasgos eran hermosos, pero afilados; tenía la mandíbula cuadrada y tensa, los labios finos, pero bellamente trazados, y los pómulos altos.

Su pelo negro, muy corto, era abundante, a pesar de las ligeras entradas de su frente.

– Soy Walker Harding -dijo-. ¿Es usted la agente con la que hablé por teléfono?

– Sí, soy Tess McGowan -le tendió la mano y enseguida la retiró, azorada, al darse cuenta de que no podía verla.

Él vaciló y sacó lentamente la mano del bolsillo. Cuando se la tendió, Tess notó lo fuerte y fibrosa que era. Él erró levemente la dirección, y sus dedos apuntaron al costado de Tess. Ésta se acercó y se la estrechó. Al instante sintió que su enorme mano se tragaba la suya. Sus largos dedos le envolvieron la muñeca, y Tess advirtió, sorprendida, que aquello parecía más una caricia que un apretón de manos. Ahuyentó aquella idea y procuró ignorar su repentino desasosiego.

– Acabo de llegar -dijo, retirando la mano-. No me ha dado tiempo a echar un vistazo -le explicó, preguntándose cómo demonios iba a notar él la diferencia. ¿Cómo iba a enseñarle la casa si no veía nada?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Sin Aliento»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Sin Aliento» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Sin Aliento»

Обсуждение, отзывы о книге «Sin Aliento» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x